DOCUMENTO 229
Transcripción
{f. 00a}
{en tejuelo:229}
Mexicain
Manuscrit
Un cahier in folio
74 pages
“Historia de la venida de Santo
Tomas compuesta por el P[adre] Simon de Vasconzelos.
1788.
No 229.
Volume de 74 pages.
plus la page a préliminaire
5 août 1898.
{f.
00b}
{een
blanco}
{f.
00c}
Historia
de la venida de Santo Tomas, compues[t]a por el P[adre] Simon de Vazconcelos.
Mexico y agosto 6 de 1788 {portada barroca con cenefa en los cuatro márgenes y
adornos interiores}.
{f.
00d}
{verso
de la anterior}
{f.
1} /1/
Invent[ario]
8 n[úmero] 54
El
Padre Simon de Vasconzelos, religioso de la compañia de Jesus, en la cronica
q[u]e el año 1663 compuso de la provincia de el Bracil, a fojas 51, num. 82,
lib[ro] 7, de las cosas curiosas de el Bracil, escribe asi: quanto a la
religion combenian todos los yndios de todas las naciones, asi de una, como de
otra parte de la America; q[u]e habia antiquisima de padres, a hijos, q[u]e
muchos siglos despues de el dilubio, andubieron en sus tierras unos hombres
blancos barbudos, q[u]e hablaban cosas de un dios, y de otra vida: uno de ellos
se llamaba Sume, q[u]e quiere decir Thome; y q[u]e estos no fueron admitidos
por sus antepasados, y se acogieron a otras partes de el mundo, enseñandoles
primero con todo a plantar, y coger el fruto de el principal mantenimiento de
q[u]e husaron, llamado, manduca.
Y
a fojas 777, libro 2, num[ero] 78 en adelante, dice asi= habiendo d[ic]ho en
general, q[u]e quanto a la fee de Dios, quanto a la fee de Christo, en
particular, es cosa digna de saberse, la q[u]e los yndios anotaron en
respuesta, acerca de la venida de el Apostol Santo Thome a esta su tierra, a
donde decian, tenian por tradicion, les enseño cosas de otra vida; pero q[u]e
no fue resibido por sus antepasados; sobre esta duda curiosa, para mayor
claridad, dire lo q[u]e vi, y alcance de personas fidedignas. Yace en aquella parte
de playa, q[u]e viene corriendo a el norte, de el puerto de la Villa de San
Vicente, no muy lexos de el, un pedazo de arrecife o laja q[u]e cubre, y
barra{e} el mar, con la variedad de sus ordinarias mareas, en medio de esta ven
todos los q[u]e en aquella parte llegan (ademas de otras principales) dos
huellas (pegadas llama el portugues) de pie derecho, e izquierdo de un hombre
descalzo, en proporcion de quien camina asi a la mar; la parte posterior, para
la tierra, y la anterior, para la mar; y de tal modo permanentes, q[u]e no
pudieron los siglos pasados borrarlos, ni parece podran los futuros: porque
supuesto q[u]e no entran de impresion en la piedra, son como de pintura
{f.
2} 2
tan
natural, y viva, q[u]e el mejor pintor de el mundo, parece no podra imitar obra
tan perfecta. De esta huellas {sic}; pues, fueron siempre de los portugueses,
desde su primera entrada en el Bracil, tenidas por cosa milagrosa, y respectada
por cosa santa, h[as]ta el tiempo en q[u]e este escribio, tomando informacion
de los primeros q[u]e poblaron esta capitania, y despues de ellos algunos
padres de nuestra religion, hallaron por tradicion antigua, de padres, a hijos
de los naturales de la tierra, q[u]e heran huellas de un hombre blanco barbudo,
y bestido, q[u]e en tiempos antiquisimos anduvo en aquellas partes llamado Sume
en su lengua, q[u]e es lo mismo q[u]e en la nuestra Thome; y enseñava cosas de
la otra vida,y en el fundamento de esta tradicion; y de la misma cosa, q[u]e de
suyo, parece milagrosa, fue siempre ha sido, y tenido por lugar santo, y
venerado por tal; y con razon, porque a que a propocito se pone naturaleza a
pintar {sic} imagenes tan proprias de los pies de un hombre? Y despues a que
proposito las conserva por tan larga distancia de tiempo?
Sobre
la verdad de esta tradicion de los yndios, confieso q[u]e tuve yo en tiempos
pasados alguna duda; pero de esta me fue librando el mismo tiempo, y la
experiencia, de manera q[u]e vengo hoy a tenerla por cosa sierta, convenseme
los argumentos de las grandes señales q[u]e se hallaron, y hallan de presente
en esta corte de el Brasil y fuera de ella por toda la America: en esta Bahia
de todos Santos, afuera de la barra en otra playa semejante, distante como dos
leguas de la ciudad a donde llaman Itapoa
vide con mis ojos, y ven cada dia nuestros padres y todo el pueblo, en otro
pedazo y arrecife o laja, una huella de hombre perfectisima, metida de
impresion en la substancia de la piedra la parte superior o posterior hacia la
tierra, la anterior asi a el mar. A esta viniendo yo de un pueblo de yndios,
vide q[u]e concurrian
{f.
3}
3
todos
los q[u]e traiamos en nuestra compañia aun los q[u]e venian cargados: pregunte
la causa a uno de ellos (q[u]e yo hera nuevo en el camino) respondieronme
todos: pay Lume pipuera angaba eta: q[u]e esta alli la huella de santo Tome;
entonces les pedi me llevasen a ella, q[u]e dije de un pie descalzo izquierdo,
asi a la manera q[u]e si fuera impreso en blando barro, tienen los yndios en
gran veneracion, y no pasa ninguno q[u]e no la visite (si puede) y se
persuaden, a q[u]e poniendo alli el pie les queda mejorado todo el cuerpo. No
es esta parte tan mejorada o frequentada como la otra de San Vicente de los
Portugueses, por que esta la mayor parte de el tiempo cubierta de la mar; y
solamente aparece, y descubre en las menguantes mayores.
Dentro
de la barra de la misma bahia de Todos Santos, como a tres leguas de distancia,
en el paraje q[u]e llaman Santo Tome o Toque: en otra playa, y en otro pedazo
de laja semejante, dejo el mismo santo otras dos huellas en la misma forma
q[u]e la de la laja de Tropoa, y en distancia la una de la otra, lo q[u]e
requiere la proporcion de los pasos ordinarios de un hombre q[u]e camina,
fueron siempre en todo el Bracil havidas, tenidas, y veneradas por huellas de
el santo apostol, milagrosas entre portugueses: y la tradicion antequisima de
los yndios, deribada de padres, a hijos es en la misma forma, q[u]e arriva
hemos d[ic]ho q[u]e son huellas de un hombre blanco, barbudo, y vestido, q[u]e
en aquellas partes anduvo, y les hablaba de otro modo de vivir muy diferente,
el qual se llamaba Tome, a quien afirmaban estos, particularmente q[u]e sierto
dia, exasperados sus ahuelos de la novedad de su doctrina, o enducidos de sus
hechiceros, o de el comun enemigo de el genero humano arremetieron a el para
prenderlo, el se fue derecho a la playa, retirandose, y abriendo camino por un
monte abajo, el
{f.
4}
4
qual
hera tan levantado, y enriscado, q[u]e hera imposible seguillo por alli, y
q[u]e mientras por otra parte rodearan con algun cercuito, lo buscaban, tuvo
lugar de huir, y lo vieron caminar sobre las aguas de el mar, dejando burlados
sus sus {sic} intentos; y en memoria de su repugnancia aquellas huellas
impresas en la piedra referida. Esa tradicion es constante: haberiguaronla los
padres de la compañia de Jesus q[u]e en el mismo lugar residian antiguamente
los quales nuestros padres reconocieron siempre, y veneraron aquellas señales
como de el santo y como cosa sobrenatural. En la cumbre de el monte por donde
bajo, fundo la devocion de el pueblo una iglesia en honra de el santo y en
memoria de la d[ic]ha tradicion, la qual iglesia siempre fue venerada, y
visitada de los fieles, y en el tiempo presente lo es con mas continuacion, y
concurso, por los efectos extraordinarios, havidos por milagrosos, q[u]e halli
experimentan la fee comun de los necesitados, y enfermos.
Aqui,
para confirmacion de lo sobredicho, obro la divina omnipotencia una
circunstancia, q[u]e parece trae mucho de natural: es esta una fuente peremne y
dulce q[u]e brota de otro peñazsco, junto a el de las huellas, a pocos pasos
andados, a la falda de el propio monte, por donde es tradicion q[u]e bajo el
santo a esta fuente llama el bulgo: fuente de el Santo Tome milagrosa, por
nacer milagrosamente de la peña viva, qual alla la de Moyses en el desierto:
otros, porque milagrosamente nacio a el toque, y pisada de un pie de el santo,
cuya huella ahi se vio qual la de el pie de el cordero de San Clemente de
subcuios pedes fons vivus emanat: de aqui quieren se deribe el nombre,
Toque, Toque: otros, por q[u]e milagrosamente se concibe en un mismo tenor sus
aguas, asi en invierno como en verano; sin q[u]e jamas redunden aunque sea en
mes en que mas llueva, sin que deje de estar llena, por mas calma, y sequedad
q[u]e haya en la tierra: otros finalmente, porque cura milagrosamente con sus
aguas todo genero de enfermedades.
{f. 5}
5
Eso es lo q[u]e dicen: yo
dire lo q[u]e vide con mis ojos, y es lo q[u]e parece mas verosimil, por
informacion q[u]e tuve de personas ancianas, vecinos de el mismo lugar, yendo a
el solamente para efecto de averiguar la verdad: vide q[u]e es cierto q[u]e
nace aquella fuente de la piedra sobredicha,
no de aquel mismo lugar, donde su agua se junta, como en pila de agua bendita;
sino un poco mas arriba de uno como ojo pequeño de donde mana; y sale en tan
poca cantidad, q[u]e apenas se ve, si es de quien hicere refleja; porque sale
como lamiendo la laja, y como apenas la moja no mas; pero llenando siempre la
pila, y lo q[u]e trasborda, o revosa, es tambien imperseptible, porque de el
mismo modo va lamiendo la piedra, o laja, subtilmente y como es poca, y cae en
arena, ni se empoza, ni se puede percibir: con razon de quanto vide, dudo, si
se ha de desir q[u]e nace esta agua de la misma piedra viva; o bien que por
aquel ojo q[u]e dije viene atrahida de el monte? Y la razon de la duda es
porque hace fuerza la experiencia, q[u]e demuestra q[u]e ni mengua, ni redunda
jamas el agua de la fuente, sino q[u]e siempre se esta en un mismo ser: porque
sabemos q[u]e lo natural de las fuentes q[u]e tienen su nacimiento de la
tierra, es q[u]e redundan en las invernadas, y faltan en las grandes secas; y
la q[u]e nace de piedra viva, no sigue estas variedades, porque esta no depende
de la tierra, q[u]e se empapa con grandes invernadas, o se seque con grandes
calmas: cada qual jusgara en esta duda lo q[u]e le pareciere; q[u]e yo solo
digo lo q[u]e vi, y experimente.
A serca de lo q[u]e dicen
q[u]e broto al toque de el pie de el santo supuesto q[u]e no halle en esta
piedra señal de la huella del santo ni a quien la viere, forme con todo un
argumento favorable: porque supuesta la tradicion referida, q[u]e bajo huyendo
el santo por aquel monte abajo, observe (poniendome en el lugar de las huellas
de la laja, termino en q[u]e fue a parar; y mirando derecho a la cumbre de el
mismo a donde dicen q[u]e estuvo el pueblo, y de donde dicen q[u]e salio) q[u]e
la fuente esta en el camino y q[u]e de fuerza viniendo derecho habia de pasar
por el peñasco en q[u]e nace; y de aqui se hace verosimil
{f. 6} 6
q[u]e yendo pasando
pisaria con los pies la piedra, a cuyo toque brotarian las aguas: quanto a el
efecto de las aguas de esta fuente, bien se puede por ellas con verdad llamar
milagrosas: es cosa muy sabida, y publica, q[u]e en nombre de el santo y con
modo habido por milagroso, dan salud aquellas aguas a los enfermos q[u]e llegan
a lavarse en ellas; o las hacen traher para eso. Todo lo colegi de la gran
frequencia de las romerias q[u]e hacen a ellas, y de los votos q[u]e vi,
colgando de las paredes de la iglesia y de los varios, y diversos sucesos
milagrosos q[u]e oi contar en este genero de hombres fidedignos.
Las huellas de el santo
q[u]e dije a el principio, no las vide, ni se columbran: vide empero la laja y
en ella me mostraron los antiguos de el lugar la parte onde escribieron, y en
donde vieron con sus ojos en q[u]e no puede haver duda alguna, por lo q[u]e
convence la fama, y lo testifican instrumentos antiquisimos de datas, y
mercedes de tierras de aquellos primeros tiempos, en los quales q[u]e asignan
por linderos la[s] huellas del Santo Thome; tanto para tal parte, y tanto para la
otra estancia; y estos instrumentos vide, y tenemos uno en nuestro archibo de
este colegio de la bahia de Todos Santos pero el tiempo q[u]e todo lo gasta,
vino passados siglos, no menos q[u]e de mil y quinientos años a segar estas
santas señales: unos dicen q[u]e por la continuacion de los devotos q[u]e
gustaban de llevar reliquias raspando la pared de ellas; otros q[u]e ayudo para
ello la disposicion de el sitio q[u]e es playa de arena muy movediza, y pudo
arrazar, o llenar los vacios conglutinandoce con la misma piedra.
Parando
yo por Nuestra Señora (Santisima) de la Asumcion en Cabo frio,
distante Rio de Janeiro diez y ocho leguas, en altura de 23 grados y un sexto
al sur de la lignia, el capitan q[u]e alli governaba, me fue a mostrar un
paraje, q[u]e llaman, Itaj[f]ura (nombre de los yndios), entre la ciudad, y una
fuente extraordinaria, de agua colorada medicinal, en
{f.
7}
7
especial contra mal de
piedra. Aqui me mostro un peñazco grande amoldado, y señalado con varias
bordonadas o golpes (de 7 a 8) tan impresas en la piedra, como si con el mismo
bordo golpearan en la piedra, como en blanda cera; y porque todas las muestras
son iguales: y la tradicion de los yndios, es q[u]e son de el bordon de Santo
Tome, en ocasion q[u]e los yndios resistian a la doctrina q[u]e halli les
predicaba, y les quiso mostrar con este ejemplo, q[u]e quando las peñas se
dejaban penetrar de la palabra de Dios, sus corazones mas duros resistian mas
obstinados q[u]e las duras peñas.
Es
tambien digna de notar aqui la historia de Mayrape, lugar distante como diez
leguas en lo interior de la ensenada de esta ciudad:
es un camino formado de arena solida, y pura, de media legua de largo la mar
adentro: y la tradicion aserca de el es, q[u]e las hizo milagrosamente Santo
Tome, quando anduvo en esta bahia de Todos Santos predicando a los yndios de
aquel paraje: ellos se amotinaron para el santo de lo q[u]e huyendo la furia de
los arcos, y flechas, fue levantando el mar aquel camino, por el qual caminase
a pie enjuto a vista de ellos, cubriendose luego el principio de el en agua,
porque no le pudiesen seguir los gentiles, q[u]e en la playa quedaron admirados
de cosas tan extraordinarias, y de alli en adelante llamaron a aquel camino
milagroso Mayrape, q[u]e es lo mismo en lengua brasilica, q[u]e camino de
hombre blanco; asi llamaban a Santo Tome, porque h[as]ta entonces a ningun
hombre blanco habian visto.
La
altura de la ciudad de Parayba,
en 7 grados a la parte de el sur, en el monte de un lugar, hoy desierto, y
solitario, se ve otro peñasco con dos huellas de un hombre mayor, y otras de
otro mas pequeño, y siertas letras esculpidas en la piedra: este lugar es
hallado a cada paso, siempre q[u]e los yndios salen de sus pueblos a cazar a el
monte, y tienen entendidos q[u]e aquellas huellas son de el Santo Tome; y
segun lo q[u]e afirma S[a]n Chrisostomo, y Santo Tomas, q[u]e acompañaba a
Santo Tome uno de los discipulos de Christo, y las segundas huellas me-
{f.
8}
8
nores
deben de ser de este: aquellas letras, pretendieron los yndios remedar a
nuestros padres en aquellos pueblos; pero nunca fueron entendidas h[as]ta
[h]oy, ni su significacion tampoco.
No
solo en le Brasil, sino en toda la Nueva España
hay noticias admirables; dire las de mayor cuenta: Fray Juachin Brulio en la
historia de el Peru de su religion de San Augustin lib[ro]. 7 cap[ítulo]. 5
refiere, q[u]e en la mar del sur, en un pueblo, llamado Guatulco, tenian
aquellos yndios sus naturales, no solo por tradicion antiquisima de sus
antepasados, sino aun por escrito, en ciertas pinturas de q[u]e husaban en
lugar de letras, q[u]e una cruz q[u]e halli adoraban con suma veneracion, les
havia sido dada por Santo Tome, cuya imagen, y propio nombre, tenian esculpida
en peña viva, en una roca, para memoria perpetua de cosa tan santa, lo mismo
refiere el Padre Fray Garcia Libro 5 cap[ítulo] 5 en donde añade, q[u]e esta
cruz es la misma q[u]e pretendio quemar aquel insigne hereje Francisco Draque
quando paso el estrecho Magallanes; pero sin efecto, y con ejemplo de un
portentoso, y maravilloso milagro, porque la cruz echada en las llamas no se
quemo; hantes por tres veces frustro la perfidia intencion de el hereje, q[u]e
otras tantas intento consumirla con fuego, cubriendola con pez, y alquitran: y
finalmente esta milagrosa cruz, traslado, pasados años para la ciudad de Oaxaca
un prelado zelosos D[o]n Juan de Cervantes; y halli es venerada con gran
multitud de milagros.
Fray
Bartolome de Casas,
varon fidedigno, Obispo de Chapa, despues de hecha grave informacion de el
caso, afirma en una apologia suya, q[u]e consta por antiquisima tradicion de
los yndios de aquellas partes, q[u]e en tiempos antiguos fueron anunciados a
sus ahuelos los misterios de la Santisima Trinidad, parto de la Virgen y de la
pasion de Christo por unos hombres
{f.
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9
blancos,
barbudos, vestidos h[as]ta los artejos; combiene con lo q[u]e arriva diximos,
q[u]e andaba con el Santo Apostol Tome otro discipulo de Christo.
Aquellos primeros castellanos
Fernan Cortez y sus compañeros, quando al principio entraron en la isla de
Cosumel en Nueva España, hallaron una cosa q[u]e los causo admiracion, porque
vieron un hermoso muro de piedra cuadrado, y en medio de el arbolada una cruz
de 10 palmos en alto venerada de todo el gentio, por dios de la llubia;
y lo q[u]e es mas, q[u]e por su medio la alcanzaban en las secas, y haciendo
para el efecto procesiones, y preces a su modo gentilico; q[u]e por milagro de
Santo Tome q[u]e alli la planto (segun noto el autor de la historia de el Peru
arriba citada), o por traza de el enemigo ynfernal, para hacer q[u]e esta gente
idolatrase en el exceso de la veneracion, teniendo aquella cruz por verdadero
dios; hera este lugar tenido por comun sagrario de todas las islas
circunvecinas, y no havia pueblo alguno q[u]e en el no tuviese su cruz de
piedra marmol, o de otra materia: y asi lo afirmaba bien Gamarra 2a parte,
cap[ítulo] 75 y justo .. en el libro 3 en q[u]e trata de la cruz.
Finalmente
pruevace el asunto de q[u]e anduvo por estas partes el Apostol Santo Tome, por
testimonios infinitos de todos los reinos de la America, y de todas las gentes
y naciones naturales de el Brasil, de el Paraguay, de el Peru, especialmente de
Cuzco, Quito, y Mex[i]co como largamente trata, y confirma el Padre Maestro
Fray Antonio de la Calancha
en el libro 2 de su Historia peruana, cap[ítulo] 2. Lo q[u]e es todo supuesto:
quien habra q[u]e niegue hoy el haverse de tenerse por cierta tradicion tan
constante por tantas vias, por tantos reinos, por tantas naciones, y casos tan
extraordinarios? de otra manera negarse a la fee comun de la tradicion humana,
en todas las demas cosas, tanto contra el estilo de el mundo, y el contento de
la sagrada escritura, q[u]e dice, exodo 32 interroga a patrem tum, et
ancetiali tibi: malores tus et dicent tibi sino, pregunto yo: asi como en
el papel las letras, porque no se imprimiran tambien en las memorias las
especies
{f.
10} 10
de
las cosas memorables? Neguemos, pues las azañas de los cesares, pompeyos y de
nuestros viriatos sertorios, y otras historias semejantes.
Contare
un caso gracioso,
y juntamente muy a el caso en prueba de el intento, refierelo el Padre Alonso
de el Valle de la compañia de Jesus, en el libro q[u]e compuso de la Historia
del reino de el Chile, para paragrafo ultimo, cap[ítulo] 7 libro ocho q[u]e oyo
contar muchas veces a el Padre Diego de Torres en la misma compañia compañia,
{sic} provincial, y fundador de aquellas provincias, varon digno de todo
credito: q[u]e yendo el mismo provincial caminando por una calle de Quito, vio
un dia de fiesta un indio anciano, q[u]e tocando un tambor estaba a el son de
el cantando cierta historia en su lengua, la qual estaban oyendo con atencion,
y cuidado otros mancebos: paro el padre y en acabando de cantar al indio le
pregunto: que ceremonia hera aquella? respondio el uno de aquellos oyentes,
q[u]e aquel indio q[u]e cantaba, hera el archivista de el lugar, el qual hera
obligado a salir los dias festivos a aquel lugar, y repetir cantando, las
tradiciones, y cosas memorables de sus antepasados, en presencia de aquellos
oyentes, q[u]e por su muerte estaban destinados a quedar en su lugar: por q[u]e
como los yndios no tienen libros, no tenian de esta diligencia para conservar
en las memorias las historias antiguas. Paso mas a preguntar: q[u]e hera lo
q[u]e cantaba de presente? Respondio: q[u]e cantaba primeramente la historia de
un diluvio q[u]e hubo en el mundo q[u]e antiguamente inundo toda la tierra, y
q[u]e pasado despues de aquel diluvio muchos siglos, habiendose vuelto a poblar
de nuevo el mundo, vino a el Peru un hombre blanco llamado Tome a predicar una
ley nueva, nunca oida en aquellas regiones. Ejemplo es este q[u]e muestra con
evidencia la fee q[u]e debemos dar a las tradiciones de las gentes, aunque
barbaras: que mas importa q[u]e el escribano escriba en papel las historias; o
q[u]e aquel de el tamborilillo las asiente en
{f.11} 11
la
memoria de los q[u]e le estavan oyendo para efecto de q[u]e sean conservadas en
perpetua memoria? y por que haremos mas aprecio y estima de lo q[u]e se escribe
en un papel q[u]e lo q[u]e se imprime en la memoria de los hombres? de q[u]e
por el d[ic]ho discurso saco por cosa cierta, q[u]e se debe dar credito â la
tradicion q[u]e afirma haver andado en estas partes el Apostol Santo Tome.
Y para q[u]e de una vez
apretemos este asunto,
tengo de hacer de ello demostracion, con argumentos de mas perfeccion: y digo
asi. Alguno de los aagrados apostoles, por obligacion de precepto divino, paso
â èsta parte de la America a promulgar el ebangelio de la ley de gracia, en
q[u]e los hombres se havian de salvar: èste apostol no fue S[an] Pedro ni S[an]
Pablo, ni S[an] Juan, ni S[an] Andres,
ni S[an] Felipe, ni Santiago, ni S[an]
Mateo, ni S[an] Tadeo, ni S[an] Simon, ni S[an] Matias, ni S[an] Bartolome, ni
el otro Santiago: resta luego q[u]e fue Santo Tome. Sola la primera de estas
proposiciones tienen necesidad de prueva, q[u]e alguno de apostoles sagrados,
por obligacion de precepto divino, paso a esta America a promulgar el ebangelio
de la ley de gracia, en q[u]e los hombres se havian de salvar: â esto parece
q[u]e convencen las palabras de Christo por S[an] Marcos en cap[ítulo] 76
en donde antes de subir a los cielos, lanzo la obligacion q[u]e tenia sobre sus
apostoles, y les dixo asi: id por el mundo universo, y predicad el ebangelio a
cada criatura: el q[u]e creyere, y fuere baptizado salbarse ha; y el q[u]e no
creyere condenarse ha: quien dice por el mundo universo, no excluye la America,
q[u]e es quasi la mitad de el mundo, quien dice a toda criatura, no deja y
aparta las de America, q[u]e son quasi la mitad de las gentes, y q[u]e este
precepto se haya de esplicar en la generalidad q[u]e suena de mundo, y
criaturas: entienden los s[an]tos padres (a el margen citados) y doctores
sagrados
(muestralo con razon eficaz) por q[u]e Christo hera redentor universal, asi de
la America, como de las otras partes de el mundo: luego, la misma obligacion le
corria de mandar predicar el ebangelio a la parte de America como a las demas
partes de el mundo
{f.12} 12
asi lo pondero Hugo
Cardenal,
sacando la misma consequencia: hera Christo (dice el) redentor unibersal de el
mundo: luego a todos debia comunicar el beneficio de la ley ebangelica (declaro
mas el argum[en]to) porq[u]e esta ley de gracia, tiene el ser gracia, y tiene
el ser ley: en quanto gracia es don universal de todos, por q[u]e es ganada por
la muerte, y sangre de Christo, como redentor universal de todas las gentes,
sin e[x]cepcion de personas; cuanto, y mas de el medio mundo de la America: en
quanto ley debe este ebangelio de Christo ser promulgado, segun el d[e]r[ech]o
de las gentes, humano, y divino en todo el distrito de el legislador; y este es
todo el mundo: y si no, como podran ser havidos por transgresores de la ley
d[ic]ha aquellos a quien no fue denunciado? o con que razon podria el indio de
la America ser condenado, apareciendo en la otra vida sin baptismo, si este no
le fue predicado?
Consta
de lo d[ic]ho q[u]e mando Christo â los santos apostoles q[u]e promulgaran la
ley de gracia por todo el universo mundo, sin ecepcion de parte alguna, por
q[u]e de todas hera redentor, a todas tenia obligacion igual, y esta misma
obligacion q[u]e tenia (yendose â el cielo) dexara a los apostoles, como succesores
suyos en el oficio; pero no queda bastantem[en]te, probado, q[u]e con efecto
corrieren los apostoles el universo mundo, a todas las quatro partes de el,
q[u]e es lo mismo; esto pruevo ahora con los argumentos siguientes: porque la
doctrina comun de los s[an]tos padres, y doctores sagrados,
es,q[u]e la ley ebangelica fue
promulgada por todo el universo mundo, por los mismos apostoles, dentro de el
espacio de cuarenta años despues de la muerte, y pasion de Christo; asi lo
afirman expresam[en]te S[an]to Tomas, San Juan Chriostomo, San Gregorio Papa,
Eutimio, Teofilato en los lugares citados â el margen, con gran numero de
expocitores modernos; en particular San Eutimio sitado, siente q[u]e dentro de
el espacio de veinte, h[as]ta treinta años predicaron los Apostoles la ley de
Christo por todo el mundo: San Marcos quando compuso su ebangelio,
decia ya entonces q[u]e estaba dibulgada
{f.
13} 13
la
ley de Christo, por los apostoles, en todas las partes de el mundo:
predicaverumt ubique et ta. Siendo asi q[u]e el s[an]to ebangelista escribio su
ebangelio doce años solam[en]te despues de la muerte de Christo, segun lo dice
Cesar Baromo; S[an] Pablo hablando de su tiempo, dice: q[u]e ya entonces estava
predicado el ebangelio a toda criatura q[u]e havita debajo de el cielo: predicatum
est ebangelium in omni criatura, q[u]e sub celo est. Y quien negara q[u]e esta
n[ues]tra America debajo del cielo? sino aquellos q[u]e la niegan el mismo
cielo, como despues veremos.
Siguese
despues de todos estos argumentos, q[u]e, q[u]e {sic}: alguno de los sagrados
apostoles, paso â esta quarta parte de el mundo q[u]e llamamos America, â
promulgar la ley de gracia: consta tambien q[u]e este apostol no fue S[an]
Pedro, ni S[an] Pablo, ni alguno de los q[u]e referimos arriva; como se vee en
la relacion de sus vidas; y por q[u]e no hay autor q[u]e lo diga; resta, pues,
q[u]e este fue el Apostol S[an]to Tome: parece q[u]e asi lo quieren significar
S[an] Crisostomo y S[an]to Tomas en su catena in Joannem, cap[ítulo]. 11. a
donde dicen Homilia 16
Tomas in firmicon erat et infidelium alisi; postese omnibus fortiur …et
est, et irreprehensibiles, qui solus terrarum orbenm percurri, et und mmedis
plebsibus volberatur volentibus est interficere. No hace contra esta
doctrina la exposicion de algunos doctores, q[u]e dicen q[u]e los s[an]tos
apostoles ni heran obligados a correr, ni con efecto discurrieron por si mismos
el universo mundo, q[u]e eso parecia imposible, siendo tan pocos y en tan breve
tiempo: q[u]e por esta exposicion se entiende (segun los mismos doctores; bien
estudiados) q[u]e corrieron los s[an]tos apostoles el universo mundo quanto a
lugares particulares, e individuos (lo q[u]e es verdad) y despues se hizo, y va
haciendo por sus succesores; pero q[u]e corrieron todo el mundo,
quanto a los lugares principales: ni lo niegan, ni lo pueden negar; pues
sabemos q[u]e handubieron los apostoles en las tres partes de el mundo
principales asi a Europa, y Africa; y solo de la America procedia nuestra
question, cuya parte afirmativa ahora diremos. Ni yo vide autor alguno q[u]e lo
{f.
14} 14
niegue
absolutam[en]te solam[en]te no lo afirman, porque no les heran notorias, y
presentes los argumentos q[u]e hoy nos son manifiestos: halle (ayer?) solamente
el doctisimo Cornelio Alapide, sobre el cap[ítulo] 16 de San Marcos q[u]e dice
asi: q[u]e no parece verosimil, q[u]e tan pocos apostoles por si corriesen el
mundo todo principalm[en]te porque en la America no se hayan vestigios de la
fee; si supiera este doctisimo expositor los vestigios de fee prodigiosos q[u]e
habemos referido: que dijera? sin duda alguna, no dudaria, si supiera aquella
tradicion tan constante, y averiguada por el Obispo de Chiapa arriba referida,
de como los yndios antiguos de aquellas partes, fueron instruidos en los
misterios de las S[anti]s[i]ma Trinidad, parte de la Virgen, y pasion de
Christo, por unos hombres barbudos bancos, vestidos h[as]ta el tobillo. De los
muchos q[u]e el Colon descubridor primero de las tierras de Nueva España, y sus
compañeros hallaron en las primeras islas de ella, q[u]e sus moradores
reconocian un solo dios infinito, y omnipotente, y q[u]e este dios tuvo madre;
q[u]e vienen a ser los dos primeros articulos de fee: q[u]e en ¿Cumaria? tierra
no muy distante de la sobredicha entre sus idolos adoraban aquellos naturales
una cruz con gran devocion, ella se bendecian asi, y a sus hijos recien
nacidos, para librarse, y librarlos a ellos de males, segun refiere Gormarra,
parte 3 cap[ítulo] 83. Si todos estos vestigios de la magnificencia de sus
templos, de la diversidad de sus ceremonias, de sus ayunos, y abstinencias
rigorosas de carne, y otras semejantes q[u]e dejo ahora por la brevedad, y se
pueden ver en parte en el P[adre] Fray Antonio de la Calancha, religioso
fidedigno agustino en el libro 2 cap[ítulo] 2 numero 1 de la historia de el
Peru, y esto supiera el doctisimo Cornelio Alapide, no dudara de q[u]e habia en
la America vestigios de la fee, y de q[u]e paso a estas partes alguno de los
apostoles sagrados, y por consigui[en]te q[u]e fue Santo Tome.
De todo lo arriva referido
se saca bastantem[en]te la certeza del paso a esta America del Apostol Tome,
q[u]e anduvo en ella, y por lugares maritimos q[u]e llevamos apuntados, y son
los principales de estas partes, y sobre esta resolucion son dignas de
ponderar. Otras dos resoluciones morales, una de parte de la justicia, y
misericordia infinita de nuestro gran dios, y señor, permitio dilatar h[as]ta
el descubrim[ien]to de este nuevo mundo(que fue el espacio de 2500 años) la
gracia de la ley ebangelica; sino q[u]e luego la comunico a todas sus gentes
igualm[en]te con las otras partes de el mundo: la otra de parte de los
naturales
{f. 15} 15
de la tierra, que contra
estos q[u]e no admitieron aquel santo legado evangelico estaran gritando
h[as]ta el ultimo de el dia del juicio aquellas señales de sus huellas, de su
bordon. y de su doctrina les dejo su pertinacia, q[u]e con la vista de ellos no
podran alegar ignorancia alguna.
Ademas
de los autores arriba referidos, lleva que vino a estas partes el santo apostol
el P[adre] Francisco de la compañia de Jesus en su veridario Pobl[ación] 44, y
el P[adre] Riva de Neyra de la misma compañia en su flor santorum, en la vida
de el mismo Santo Tome, y Andres Lucas en la vida de San Ign[aci]o folio 245 a
donde trae una notable profecia de el mismo santo q[u]e prognosticando a los
yndios, dijo: q[u]e despues de muchos siglos vendrian a sus tierras unos
sacerdotes suyos a predicar el mismo evangelio q[u]e el les predicaba, y
traerian por divisas cruces en las manos, y q[u]e estos los congregarian en
poblaciones para q[u]e viviesen en orden, y policia christiana, y q[u]e
entonces pis is, ygaramomis (q[u]e comprehenden todas las naciones) vivieran en
paz: lo qual se cumplio, en la entrada de la compañia de Jesus en aquellas
partes, quando vivieron los yndios los sacerdotes de ellas, q[u]e llegaron a
aquellas regiones con cruces en las manos en lugar de bordones, y q[u]e eran los
primeros q[u]e despues de el santo apostol, predicandoles a Christo lo vivian
en varias poblaciones. Profecia q[u]e siendo hallada en la misma uniformidad
hallada entre todos los yndios de aquellas partes de tan varias naciones,
lenguas, y territorios, y en distancia de 200 y 400 leguas; y aun mas, sin
haber comunicado entre si parecio tener solido fundam[en]to y como tal (despues
de hechas bastantes diligencias) la engirieron? los padres de la compañia de
Jesus en los anales de aquella provincia.
Los
autores de el libro intitulado Imago Seculis, folio 63, a el fin refieren la
misma profecia y resuelven q[u]e no se puede dudar de q[u]e andubiera en estas
artes el santo apostol,
por estas substanciales palabras: Inne moticimis ilis araguaires, proun, eis
tantam ubicue inter barbaras memoriam, vestigia q[u]e santo Tome Apostoli
munere coey, ut dubitare non posit apostolum istie blinfuiese.
{f.16} 16
Hace
tambien mencion de esta profecia Fr[a]y Joachin Brulio, yà citado, 1. lib[ro]
cap[ítulo] 5 n[umer]o 7 y Fray Juan Torquemada part[e] 3 de su Monarquia
Yndiana, Lib[ro] 15 cap[ítulo] 40 y el P[adre] Alonzo de Uballe, de la compañia
de Jesus, ya citado, a donde dice tambien q[u]e en muchas partes de el Peru, y
Paraguay es comun tradicion haber estado en ellas el Apostol Santo Tome, y
q[u]e de ello hay grandes señales; y trahe otros argumentos forzosos: el
prim[er]o los suntuosos, y magnificos templos en los dos poderosos imperios de
el Peru, y Mex[i]co: mucho antes q[u]e fuese gente española, de los quales
hallaron, aun en su entrada, muchos muy ricos, y muy adornados, como
largam[en]te consta en los historiadores, lo segundo el conocim[ien]to q[u]e tubiero[n]
de el verdadero dios, criador de el mundo, remunerador de los buenos, y
castigador de los malos: de Christo de la inmortal vida de el alma redentor;
como la tubieron los yndios, yngas, amautas; y de la resurreccion de los
cuerpos como la tubieron otros; q[u]e de todo hay autores en el cap[ítulo]
citado: y por tercer argum[en]to trahe una hermosa cruz, de que escribe
Garcilazo Ynga, q[u]e tenian los reyes yngas en Cuzco en un cerro de sus
palacios reales en cierto apartam[en]to llamado Griaca, lugar sagrado (para
ellos) y venerado. Lo qual todo hace a nuestro intento, demostrando q[u]e de
fuerza habia q[u]e haber persona q[u]e les comunicase las noticias de las cosas
d[ic]has, antes q[u]e entrasen en aquellas partes, y regiones los castellanos;
y no parece podia ser otro q[u]e el Apostol Santo Tome: con q[u]e havemos
demostrado la verdad la tradicion de haver venido a las partes de la America
este s[an]to apostol; sobre todo, consta de la iglesia siriaca, en donde en las
locuciones de este s[an]to se lee q[u]e estuvo en la America, y predico a
aquellos pueblos; y parece no se puede [h]oy negar. Concuerda con el original
de quien lo saco en Mex[i]co a 26 de ceptiembre de 1673 el hermano= Alonzo
Dias.
Jesus.
Rastros
y señales de la primera predicacion en el mundo nuevo
{f.17} 17
Tras
luengos años verna
un
siglo nuevo, y dichoso,
q[u]e
al oceano anchuroso
sus
limites pasara.
Descubriran
grandes tierras
veran
otro nuevo mundo,
navegando
el gran profundo
que
ahora el paso nos sierra.
La
tule tan afamada,
como
de el mundo postrera,
q[u]e
adora en esta carrera
sera
mas aprovechada.
Que
nada sea nuevo fundo
en
decirlo Salomon;
Mas
sin embargo, Colon,
dio
al viejo otro nuevo mundo,
Lib[ro]1 cap[ítulo] 6
fol[io] 22 col[umna] 2 politica.
Solorzano. Politica
Indiana lib[ro] 7, cap[ítulo] 5, folio 25 col[umna] 1 dice q[u]e Tule es
Yrlanda. {Al margen: Batuecas}
Para apoyo de lo q[u]e
tengo q[u]e escribir acerca de los rastros q[u]e en la America se hallaron de
la primera predicacion de la ley de gracia, antes q[u]e a ella llegaran los
castellanos: no sera fuera de camino lo q[u]e sucedio en el viejo mundo a unos
christianos, a el cavo de ochocientos años, cuya historia la trahe tambien
Solorzano, a mi intento, Politica yndiana, lib[ro] 7, cap[ítulo] 5, fol[io] 78
col[umna] 2, de esta manera: y en menos distancia de tiempo lo experimentamos
en los q[u]e procedieron de aquello antiguos españoles q[u]e huyendo la
invasion de los moros, se escondieron en valle q[u]e llaman de las Batuecas
q[u]e esta sercado de altas sierras y montes de la Peña de Francia, donde
estubieron escondidos serca de 800s años, en continuas generaciones, saber los
ultimos, como vinieron alli los primeros, ni q[u]e hubiere mas mundo, ni tener
sino una vislumbres pequeñas de christianos, h[as]ta q[u]e acaso fueron en
n[ues]tros siglos y trahidos
{f. 18} 18
a mejor vida por el Duque
de Alba, andando por aquellos montes a caza, como lo refiere el insigne y nunca
dignamente laureado, y premiado poeta Lope de Vega Carpio, unico fenix de
España, admiracion, y portento de el orbe, por las muchas comedias, y otras
obras q[u]e compuso, en una q[u]e hizo de este descubrim[ien]to aplicandole a
el intento de q[u]e tratamos, el no menos digno de alabanza, docto P[adre]
M[aes]tro Fray Bacilio Ponze de Leon 1 parti. par. disp. questi.
desatar abreviaturas 6 y Fray Gregorio Garcia Dominico. Libro 7
cap[ítulo] 4 fol[io] 20 en el Tratado sobre la predicacion de el Nuevo Mundo:
Herrera en la Historia general de las yndias occidente decada uno, lib[ro] 7
fol[io] 4 col[umna]1, cap[ítulo] 2, dice: por muchas maneras daba dios causas a
D[o]n Christobal Colon, para emprender tan gran azaña, y demas de las razones
q[u]e se han referido, q[u]e le movieron: tuvo experiencias muy probables, por
q[u]e hablando con hombres q[u]e navegaron los mares de oc[c]idente,
especialm[en]te a las islas de los Azores, le afirmo Martin Vicente,
q[u]e hallandose una vez 450 leguas a el poniente de el cabo de San Vicente,
tomo un pedazo de madero, labrado por artificio, y a lo que se juzgaba, no con
hierro, de lo qual, y por haver ventado muchos dias ponientes imaginaban q[u]e
aquel palo venia de alguna isla. Pedro Correa,
casado con una hermana de la muger de Colon, le certificò, q[u]e en la isla de
Puerto Santo havia visto otro madero, venido con los mismos vientos, {al margen
un asterisco} y labrado de la misma forma, y q[u]e tambien vio cañas muy
gruesas, q[u]e en cada canuto podian caver 3 azumbres, {dentro de asterisco poner:
nota: de aquellas hay en la costa de Veracruz, en la costa de Onduras, Brazil,
en la de Acapulco, y en todas las Filipinas} y D[o]n Cristobal Colon dixo haber
afirmado esto al Rey de Portugal, hablando en èstas materias, y q[u]e tenia
estas cañas, y q[u]e se las mando mostrar, las quales juzgo haver sido trahidas
con impetu de el viento de la mar, pues en toda la Europa no se sabia q[u]e las
huviese semejantes; y ayudaba a esto q[u]e Tolomeo en el lib[ro] 1 de su
Cosmografia, dice q[u]e {al margen: noticias, y señales que se vieron de el
nuevo mundo en el viejo antes de su descubrim[ien]to por Colon} se hallava en
la Yndia aquellas cañas; asimismo la sertificaron vezinos de los de las Azores,
q[u]e ventando ponientes recios ¿rueslse? traya la mar algunos pinos y los
hechava en la costa de la Graciosa, y de el Fayal, no
{f. 19} 19
los haviendo en ninguna
parte de aquellas yslas: en la isla de Flores, echo la mar dos cuerpos de
hombres muertos,
q[u]e mostravan tener las caras muy anchas, y de otro gesto q[u]e tiene el de
los christianos: otra ocacion se vieron dos canoas, o almadias con casa
movedisa, q[u]e pasando de una ysla a otra les debio de arrebatar la fuerza de
el viento: Antonio Leme
casado en la ysla de la Madera, sertifico, q[u]e habiendo corrido con su
carabela buen trecho, a el poniente le havia paresido de veer tres yslas serca
de donde andava; y en las de la Gomera de el Hierro y de los Azores, muchos
afirmavan q[u]e debian cada año algunas yslas hacia la parte de el poniente. Un
vecino de la ysla de la Madera,
el año de 1484 pidio a el Rey de Portugal licencia, para ir a descubrir cierta
tierra q[u]e juraba q[u]e via cada año, y siempre de una manera, concordando
con los de las yslas de las Azores,
y de aqui sucedio q[u]e en las cartas de marear antiguas se presentaban algunas
yslas por aquellos mares, especialmente la q[u]e decian astrilla, y la ponian
poco mas de 200 leguas a el poniente de Canarias, y de los Azores, la qual
estimaban los portugueses q[u]e hera la ysla de las Siete Ciudades: fue poblada
de ellos,
quando perdio España, reynando Don Rodrigo, por q[u]e huyendo de aquella
prosecucion, se embarcaron siete obispos, y mucha gente, y aportaron en
aquellas islas, a donde cada uno fundo su pueblo, y por q[u]e la gente no se
bolviese, quemaron los navios; y q[u]e en tiempo de el infante Don Enrique de
Portugal, con tormenta corrio un navio q[u]e havia salido de Portugal, y no
paro h[as]ta dar en ella,
y los de la yslacion, la gente de el navio, a la iglesia, por ver si heran
christianos, y hacian las ceremonias romanas fueron, y visto q[u]e lo heran,
les rogaron q[u]e estubiesen alli h[as]ta q[u]e viniere su s[eñ]or; para q[u]e
los marineros, temiendo q[u]e no les quemacen el navio, y los destruyesen se
bvolvieron a Portugal muy alegres, confiando resebir mercedes del ynfante; el
qual los maltrato, por haverse venido sin razon, y los mando bolver (pero q[u]e
el maestre, los marineros no lograron hacer) salidos de el reyno, nunca mas
bolvieron: dicen mas, que los grumetes, de el nabio portugueses, cogieron
cierta tierra, o arena, para su fogon, y hallaron que mucha parte de ella hera
oro; y algunos salieron de Portugal a buscar esta providencia, o provincia
(digo), entre los quales fue uno Diego Fierre cuyo piloto,
d[ic]ho Diego Velazquez, vezino de Palos, afirmo a Colon en
{f. 20} 20
el monasterio de Santa
Maria de la Rabida q[u]e perdieron de la ysla de el Fayal, y q[u]e anduviero{n}
150 leguas por el sudueste, y q[u]e a la buelta descubrieron la ysla de Flores,
guardandose por muchas aves q[u]e veian bolar asi alla, las quales conocieron
q[u]e no heran marinas: despues dixo q[u]e fueron por el norueste tanto camino
q[u]e se les quedava al cabo de el Ara, q[u]e es en Yrlanda, asi a el leste, a
donde hallaron q[u]e ventavan muy recios los ponientes, y la mar era muy llana,
lo qual creian q[u]e procedia de tierra q[u]e debia de haber por alli, q[u]e
los abrigava de la parte de occidente, y q[u]e no prosiguieron en descubrirlas,
por q[u]e siendo ya por agosto temieron el invierno; esto fue 40 años antes
q[u]e Colon descubriese las Yndias: en el puerto de S[an]ta Maria dixo otro
marinero q[u]e navegando a Yrlanda vio aquella tierra, q[u]e los otros imaginavan,
q[u]e era Tartaria,
q[u]e dava buelta por occidente, la qual despues aparecio ser los Bocallaos, y
q[u]e no pudieron llegar a ella, por terribles vientos. Pedro de Velazco,
gallego, dixo q[u]e navegando a Yrlanda, se metio tanto al norte, q[u]e vio
tierra hasia el poniente de aquella ysla. Vicente Dias, piloto portuguez,
vecino de Tavira, viniendo de Guinea, en el pasaje de la ysla de la Madera,
dixo q[u]e le parecio ver una ysla, la q[u]e mostrada ser verdadera tierra, y
q[u]e descubrio el secreto a un mercader genoves su amigo, a quien persuadio
q[u]e armase para el descubrim[ien]to y q[u]e habida la licencia de el rey de
Portugal, le embio recado a Fran[cis]co Coxana, hermano de el mercader, para
q[u]e armase una nao en Sevilla, y la entregase a Vicente Dias; pero burlandose
de el negocio, no quiso, y bolviendo el piloto a la tierra, armò un navio, con
Lucas de Cazana, y salio mas de dos o tres veces mas ciento y tantas leguas, y
jamas hallo nada; a esto se añadia la diligencia de Gaspar, y Miguel de Cortes
real, hijos de el capitan q[u]e descubrio la tercera, q[u]e se perdieron en
demanda de esta tierra: h[as]ta aqui nuestro referido ya autor.
{f.
21} 21
Herr[era]
dec[ada] 1 lib[ro] 1 cap[ítulo] 5 col[umna] 2 fox[a] 33 dice asi (hablando de
Colon, quando el año de 1492 andava descubriendo en la costa de Santo
Domingo) vio una fusta de doce bancos en tierra debaxo de una enramada, y en
unas casas serca hallaron un pan de cera, y una caveza de hombre colgada en una
acestilla, en un poste: esto dice nuestro autor; y tambien q[u]e antes havia
allado un codaste de un navio; q[u]e seria de aquellos q[u]e salieron a
descubrir, y no parecieron: tambien escribe, q[u]e allò Colon en poder de los
yndios alli azagayas, armas de hierro husadas en Guinea: y preguntando a los
yndios, quien las havia llevado alli?
dixeron q[u]e gente senegra; y señalaron a el sueste, q[u]e es asia Guinea,
donde tambien husaban aquel genero de fusta, y la cera no podia ser, sino de
donde hera la embarcacion; por q[u]e aunque hay mucha en Yucatan, pero los
yndios no husavan de ella, y parece q[u]e los yndios la havian muerto poco
havia, pues duraba la cera y la fusta; y aunq[u]e no sea de el caso, para q[u]e
se vea como por varios acontesim[ien]tos y casos, las gentes de unas partes han
pasado a otras; pero no sabemos quien havia trahido unos negros cafres
atezazados, muy paresidos a los jalofos, los quales havitan ysla de negros,
por ellos asi llamada q[u]e esta en medio de Philipinas.
Solorzano,
Politica yndiana, lib[ro] 1 cap[ítulo] 5 fox[a] 19 col[umna] 1 dice (entre los
cuales no quiero pasar en silencio el q[u]e traen Gomara, part[e] 7 Hist[oria]
yndia[na] cap[ítulo] 3 y otros; aunq[u]e no sè con quanta certeza) q[u]e
huyendo los españoles de la guerra, y servidumbre de los moros en tiempo de el
Rey D[o]n Rodrigo, se embarcaron en el oceano, y aportaron a Cozumel, e
Yucatan,
y viviendo, y muriendo en aquellas provincias, pusieron sobre sus sepulturas, y
otras partes muchas cruzes, y se las enseñaron a reverenciar a los yndios, las
quales se hallaron por castellanos alli, quando descubrieron èstas provincias,
año de 1517, con Diego Herrera de Cordova.
Herr[era]
doc[umento] 5 lib[ro] 9 cap[ítulo] 16 fox[a] 314. Este Gonzalo Fernandez de
Oviedo escribio este año de 1536 a el rey,
q[u]e tenia probado en cinco autores q[u]e la ysla española, y las demas de
Barlobento, 1568 a[ñ]os antes de la venida de Cristo de q[u]e fueron poseidas
de el rey doceno de España contando desde Tuba: esto dice este autor; y otros
escriben, q[u]e tambien fueron señores de las yslas de Cabo Verde, q[u]e estàn
en la costa de Africa, y q[u]e se llaman, Esperides, por este rey Hespero
doceno de España.
En
las historias mexicanas se escribe q[u]e en los primeros q[u]e la havitaron
heran gigantes,
de q[u]e hay bastantes testimonios, como tambien de q[u]e los hubo en Yucatan,
como lo escribe Herr[era] dec[ada] 4 lib[ro] 10
{f.
22}
22
cap[ítulo]
4 fo[x]a 268, col[umna] 7 por estas palabras en Yucatan en Mani en una
sepultura de piedra se hallaron huesos de hombre, tan grandes q[u]e de la
caveza sacaron una muela q[u]e pesaba poco menos de libra y media; y hay
opinion q[u]e antiguam[en]te hubo hombres de grandisima estatura.
8.Herr[era] dec[ada] 3
lib[ro] 7 fox[a] 24 col[umna] 2, dice: a esta punta de S[an]ta Elena (q[u]e es
en el mar de el sur en la costa de el Peru) cuentan los naturales q[u]e
llegaron en los tiempos antiguos en balzas hombres tan grandes, q[u]e los
ordinarios no les llegavan a la rodilla, y q[u]e no llevavan mugeres, ni hivan
vestidos, sino algunos con pieles de animales, y por q[u]e no hallaron agua
hicieron pozos q[u]e hoy dia se veen con muy buena agua, y fresca cavados en
peña viva (obra misteriosa) y q[u]e comia cada uno mas q[u]e cincuenta hombres;
y por q[u]e la vianda no les faltaba pescanan en el mar con redes, las mugeres
de la tierra no los podian sufrir, y los naturales hacian sus juntas, para
hecharles, por q[u]e heran aborresibles y husaban mucho el pecado nefando, sin
vergüenza de las gentes, ni temor de Dios; y q[u]e los castigo Dios con fuego
de el cielo estando todos juntos husando su pecado, sin q[u]e {que}dasen sino
algunos huesos q[u]e oy dia se veen de increible grandeza; un castellano afirmo
haver allado una muela q[u]e pesaba media libra; y otras señales afirman otros
haver visto con sus propios ojos, de donde se infiere q[u]e esta historia no es
vana, y q[u]e estos hombres fueron alli de la parte de el estrecho de
Magallanes, como oy dia lo afirman los yndios, y refieren.
9.Herrera dec[adas] 4
lib[ro] 70 cap[ítulo] 2 fox[a] 258 col[umna] 2 hablando de Yucatan dice muchos
yndios de discrepcion decian haver oydo a sus antepasados, q[u]e aquella tierra
havian poblado siertas gentes, venidas por la parte de el oriente, a las quales
havia Dios librado de otros, abriendoles camino por la mar.
10. Herr[era] dec[ada] 4
lib[ro] 3 cap[ítulo] 7 fox[a] 235 col[umna] 2 hablando de la provincia de
Coazaqualco, e Ylusa dice: tienen muchos ritos de judios, husan circuncidarce,
y tambien en la provincia de Coezatla, y decian q[u]e asi lo tenian por
constumbre: h[as]ta aqui este autor. Viene bien esto con lo q[u]e alli se
escribe, q[u]e en Yucatan, q[u]e es serca de aqui, aportaron los hijos de
Ysrael: quando pasaron alla de lacandon en espacio de quarenta años; y tambien
escribe el muy R[everendo] P[adre] Fr[a]y Juan de Torquemada en la Monarquia
Yndiana
{f. 23} 23
en la segunda parte, q[u]e
es el calendario q[u]e en la provincia de Mechoacan, q[u]e es en la Nueva
España, husaban los yndios de circuncicion.
11.
Herr[era] dec[ada] 3 lib[ro] 2 cap[ítulo] 11 fox[a] 79 col[umna] 1 dice:
despues de la fundacion de Mex[i]co y de toda la tierra, fueron nuevas gentes
asia el norte, y aportaron a Panuco (nota: Panuco no esta en Mex[i]co a el
norte, sino al nordeste, en la ensenada de Veracruz, y es puerto de mar)
llevaban ropas largas, aviertas por delante, sin capillas, con los coellos
escotados, cortas las mangas,
q[u]e h[as]ta estos tiempos los husan por gracejo en sus bailes, remedando a
aquella nacion, q[u]e sin contradicion paso h[as]ta Tula,
y por estar muy poblada pasaron a Cholula, a donde se arraigaron, y desde ahi
poblaron a Oaxaca, a la misteca alta, y baja, y a zap[o]tecas: enseñaron mucha
policia en toda la tierra; y por eso, en siendo algun hombre de prudencia, e
industria le llaman tolteca).
Y a fox[a] 279 col[umna] 7 lib[ro] 7 dec[ada] 2 escribe Herrera, q[u]e el caudillo
de estas gentes vestia de negro h[as]ta los pies, por la onestidad, con una
manta blanca ensima sembrada de cruzes coloradas; y a nadie q[u]e fue virgen
quien instruyo el ayuno, y penitencia: h[as]ta aqui este autor, Torquemada,
Monarchia Yndiana, fox[a] 278, col 7 lib3 cap 7 añade q[u]e heran estas gentes
altos de cuerpo, q[u]e ya estava poblada la provincia de Tula, y q[u]e no se
sabe donde ayan podido venir: quieren decir algunos, q[u]e fueron romanos, o
cartagineses, q[u]e con temporales vinieron a dar a alguna costa de las q[u]e
caen debaxo de el norte, y q[u]e como tuvieron en q[u]e volverse, se
abenturaron a entrar la tierra dentro: otros quieren decir q[u]e debieron de
ser algunos yrlandeses,
y en quanto a esto, por no desvariar solo se puede dexarlo a dios; la razon
q[u]e dan, por donde se coligen ser yrlandeses, es porque se rayavan las caras
como estos, y q[u]e comian carne humana, y por estar tan serca de los
Bacallaos, y un estrecho q[u]e hay asi mismo por donde pudieron venir y pasar;
y se cuenta en este paso un cuento: y es q[u]e haviendo llegado a Tula estas
gentes traian consigo una persona muy principal por caudillo q[u]e los
gobernava, a el qual le llamavan Kuetzalcohuatl (que despues los
{f.
24} 24
cholultecas
adoraron por dios) esto se tiene averiguado q[u]e era de buena disposicion,
blanco, rubio, barbudo y bien condicionado, de Tula se vino a Cholula,
donde havitò muchos años con sus gentes, de las quales embio a poblar a la
provincia de Oaxaca, misteca, y zapotecas y èstas gentes dicen q[u]e hicieron
aquellos grandes, y sumptuosos edificios de romanos de Mitlan (q[u]e quiere
decir ynfierno en lengua mexicana) q[u]e siertam[en]te es edificio muy de veer,
por q[u]e se arguye de los q[u]e lo obraron, y edificaron ser hombres de grande
entendim[ien]to y para mucho, y muy grandes fuerzas, y asì estas gentes dieron
industria de muchas cosas para la vida humana: de Cholula se salio
Ketzalcohuatl con gran parte de sus gentes siguiendo a los q[u]e havia embiado
a poblar las tierras de Honohualco, q[u]e ahora llaman Yucatan, Tavasco, y
Campeche: h[as]ta aqui d[ic]ho autor, el qual a fox[as] 267. col[umna] 2 dice:
q[u]e Tula se fundo a los 700 año{s} de la encarnacion de el hijo de
dios:
y a fox[a] 40 lib[ro] 1 Col[umna] 2 cap[ítulo] 74 dice: q[u]e los tultecas
fueron fundados de la tierra despues de los gigantes; estos tultecas ocupavan
estas provincias como señores propietarios de ella{s}, tuvieron noticia de la
recreacion del mundo q[u]e huvo del dilubio,
y otras muchas cosa q[u]e tenian en pintura o chist[ian]a q[u]e otra vez se
havia de acavar el mundo por fuego.
Tulteca hombre artifice (por q[u]e los de esta nacion fueron grandes artifices;
como se vee en toda la Nueva España, y en las ruinas de el pueblo de S[an] Juan
Teotehuacan, en el de Tula, y Cholula) q[u]e taxeron mugeres, mais, y algodon,
y q[u]e vinieron desterrados de su patria Huehuetlapan, o Tulapan, q[u]e quiere
decir Tula la vieja: tardaron desde q[u]e salieron de su tierra, h[as]ta Tula
ciento y quatro años, y q[u]e vinieron de la parte de el poniente y pasaron
poblando el a las partes de Huatemala.
Hasta
aqui este autor, el qual en la segunda parte, q[u]e es kalendario, y fiestas de
los mexicanos hace larga mencion de Kezalcohuatl; aquì èste autor, el qual
escribe q[u]e quando se fuè a las partes de Campeche, dixo a sus discipulos,
q[u]e el embiaria sus gentes despues de Cholula; y q[u]e por eso los mexicanos,
quando en el año de 1518 tubieron noticia q[u]e andavan
{f.
25} 25
castellanos
en la costa creyeron q[u]e heran de Kuetzalcohuatl; no serà parece fuera de el
intento, por q[u]e tiene mucha comvinacion con lo q[u]e se ha escripto; y lo
tiene Torquemada, cap[ítulo] 47 lib[ro] 4 fox[a] 497, q[u]e dixo Moctesuma Rey
de Mex[i]co a Cortes,
quando le visitò la primera vez en Mex[i]co y ès asì: porque mi padre dijo,
q[u]e oyo a el suyo, q[u]e n[ues]tros pasados y reyes, de quien yo desiendo no
fueron naturales de esta tierra, sino advenidos, los quales viniendo con un
gran señor, q[u]e desde a poco se volvio a su naturaleza, y como mas poderosa
señorearon esta tierra, q[u]e hera de el otomie, y chichimecas, y a el cavo de
muchos años, este señor tornò por ellos; pero no quisieron volver, por haverse
casado aquì, tener hijos, y mando: volviose aquel señor muy desconsolado, y
descontento de ellos, y les dixo a las partidas, q[u]e embiaria sus hijos, para
q[u]e los governace en paz, y en las leyes, y religion de sus padres; y que si
esto no aceptaran de su voluntad, por fuerza serian a ello compelidos: por esto
hemos siempre creeido q[u]e algun dia vendrian los de aquellas partes a nos
sujetar, y mandar; y asi creo yo q[u]e sois vosotros segun de donde venis, y la
noticia q[u]e el gran rey q[u]e os embia tiene de nosotros. Por tanto s[eñ]or
capitan sed sierto q[u]e os obedeseremos, y si yà no trais algun engaño,
partiremos con voz lo q[u]e tuvieremos: h[as]ta aqui dicho autor.
12.-
Quiero escribir aquì dos viajes antiguos,
y muy dignos de notar, y le trae Solorzano, Politica Yndiana lib[ro] 1
cap[ítulo] 1, fox[a] 3 col[umna] 1 q[u]e Hanon Cartagines estuvo en la india
oriental, y estando Cartago dentro de las columnas de Hercules, (esto ès dentro
de el estrecho de Gibraltar) necesariam[en]te havia de navegar por el oceano, y
pudo acaso tomar tierra en la America; como tambien acaecio el año de 1500
navegando a la Yndia la armada de Pedro Alvares Cabral, apartandoce demasiado
de el cabo de Boa Esperanza, dieron vista a la tierra de el Brazil, q[u]e por
ser dia de la s[an]ta cruz de mayo llamaron asì prim[e]ro.
13.
Diego de Canto en la decada ceptima de la Historia de la yndia oriental a
fox[a] 79 dice asi: escribe Pesidionio, q[u]e en tiempo de el Rey Everguentes
de Egipto, partio Eudofo por mar a descubrir la yndia.
y que volviendo
{f.
26} 26
de
ella cargado de ricas mercaderias fuè derrotado a tomar la costa de Etiopia
(q[u]e seria por Melinde) por q[u]e eso sucede originario a los q[u]e salen de
Calecia, para el estrecho de el mar roxo, q[u]e hera el viaje q[u]e este hacia,
y q[u]e en el tiempo q[u]e allì se detuvo travò amistad con los naturales, y
aprendia algo de su lengua: y despues haviendo llegado a Egipto sobre cuentas
q[u]e tuvo con aquel rey, en q[u]e el le alcanzava, el se huyo a Africa, desde
donde se pasò a Cadiz, alli armò dos embarcaciones, para ir rodeando la costa
de Africa, y buscar aquellas gentes de de {sic} la costa de la Etiopia de quien
havia quedado aficionado, y con esperanza de grande interes: en el comercio a
donde llegò, pasando el cabo de Bôa Esperanza, y q[u]e volviendo de allà, hallò
una famosa ysla en el camino despoblada, q[u]e le parecio muy fertil de buenas
aguas y frutas, y q[u]e por haverle paresido buena y fresca, despues de haver
vuelto a España volvio allà con una gran nao cargada de arados{,} semillas, y
algunos compañeros para poblarla, y cultivarla, y q[u]e se perdio en la costa
de Etiopia junto al cavo de Bôa Esperanza, y q[u]e de los pedasos de la nao
armò una embarcacion en q[u]e se salvò; y q[u]e considerando este viage,
tenemos por sierto ser aquella ysla q[u]e hallaron tan grande, y fertil la ysla
de S[an] Lorenso, por q[u]e desde Melinde al cavo de Bôa Esperanza no hay otra
tan grande ni tan fertil.
h[as]ta aqui d[ic]ho autor. Año de ¿3?¿1? 823 de la creacion de el mundo, en la
sesta edad, Tolomeo Everguentes reino en Egipto 29 años, esto fuè 144 años
antes de Christo; por q[u]e su s[an]to nacim[ien]to fuè año de 3967, y año de
3721 (en tiempo de Felipo Masedon) de la creacion de el mundo, huvo otro rey
llamado Tolomeo Everguentes en Egipto q[u]e reynò 26 años. Tambien es notable
el viage de la nao Victoria de la armada de Magales,
q[u]e saliendo año de 1519 de el puerto de S[an] Lucar, volvio a el cavo de
tres años, haviendo dado vuelta a el mundo.
14. Asi como tratamos de
estos viajes, y de el q[u]e traxeron las gentes, q[u]e de mar en fuera entraron
en este nuevo mundo, parece muy propio de de {sic} este lugar, como los yndios
pasaron de unas partes a otras en este nuevo mundo, asì por mar, como por
tierra; y asi mismo q[u]e entendieron el arte de conosgrafia para caminar.
15.
Herr[era] dec[ada] 1, lib[ro] 9, cap[ítulo] 4 fox[a] 296 col[umna] 2 hablando
de las cosas de la ysla de Cuba, dice asì: a serca de las leyes, y constumbres,
pues se hallaron poblados,
y con señores y se
{f.
27} 27
debian
de regir al advedrio de el s[eñ]or y vivian en justicia, afirmando, como
afirman muchos, q[u]e la gente de la Española Cuba S[an] Juan poblaron, y a
Jamaica, q[u]e pasò de la Florida: h[as]ta aquì d[ic]ho autor: el qual escribe
q[u]e quando Colon llegò {a} Xamaica hallò allì gente de Yucatan q[u]e con
tormenta havian aportado alli,
y el mismo autor escribe tambien, q[u]e andando Colon por la costa de Honduras
topò con una canoa q[u]e benia de el poniente,
q[u]e es asia Nueva España, vestidas mas de treinta personas q[u]e alli hivan a
Mex[i]co y llevaban entre las demas mercadurias aquellas espadas de pedernal
q[u]e trocavan por cacao, oro, y plumas: escribe Torquemada, q[u]e el año de
1517, llegò Diego Fernandez de Cordova a descubrir por la parte de Yucatan, y
llegando a la ysla de Cosumel, dia de la s[an]ta cruz de mayo, llevando por
memoria la señal de la s[an]ta cruz de madera, (que llamò al lugar S[an]ta
Cruz) y mandò decir misa, quando se huio, y vino a los castellanos una yndia de
Jamaica q[u]e tenian para sacrificar,
como havian hecho a sus compañeros, los quales con tormenta, q[u]e sin duda por
virtud de la s[an]ta cruz cobraria la vida de el alma, como cobrò la de el
cuerpo.
16. Los dos autores
escriben: q[u]e llegando D[o]n Fernando Cortez, quando año de 1519 venia a la
conquista de Nueva España, peleando en la costa de la mar con los yndios de
Tavasco, despues de haverlos vensido, ellos en señal de paz, y amistad le
presentaron veinte yndias entre las quales vino una q[u]e hera natural de Xalisco,
en Nueva España adelante de Huadalaxara, q[u]e havrà 300 legua de distancia de
una, a otra parte, q[u]e prueva lo mucho q[u]e los yndios traginaban por
tierra: esta se llamò Marina,
en el baptismo, y los yndios, Malinchi, q[u]e fuè interprete de Cortez en la
conquista; no porque ella sabia español; sino por q[u]e sabia la campechana
q[u]e hablava Geronimo de Aguilar (a quien Cortez allò, y sacò de Campeche) de
modo q[u]e lo que ella oya de la lengua mexicana, lo decia en la campechana a
Aguilar, y este en castellano a Cortez; y asì se entendian.
17. Herr[era] dec[adas] 3
lib[ro] 5 cap[ítulo] 11 fox[as] 215 col[umna] 1
{f. 28} 28
hablan de la provincia de
Biruen en la mar de el sur, serca de Panamà,
escribe lo siguiente: q[u]e de mercaderes, por los interpretes,se tuvo noticia
de toda la costa y de todo lo q[u]e despues se descubrio, h[as]ta el Cusco (que
era cabezera, ciudad o donde havitaban los yngas) q[u]e es una larguisima
distancia; y de aqui dicen tambien, q[u]e tomò el nombre de el Peru, como dijo;
que tambien se entendio asi quando llegò a esta tierra el año de 1745 el
capitan de Morales, y con èl Francisco Pizarro; y primero q[u]e los dos, Velazco
Nuñez de Balboa.
18. Antonio de Herr[era],
dec[adas] 3 Lib[ro] 6 cap[ítulo] 12 col[umna] 2 escribe lo siguiente: Fernando
Cortez (quando fue desde Mex[i]co, año de 1724 {sic} por tierra a Honduras,
contra Cristobal de Olid, q[u]e se le havia rebelado) havia embiado a decir a
los señores de Tavasco y Xierlanes, que para la jornada le embiasen algunos
hombres practicos de la costa, y de la tierra, dieronle mercaderes, q[u]e
entendido el intento de Cortez, le mostraron lienzo texido de algodon pintado el
camino h[as]ta vaco, y vito (baco y vito) en Honduras,
h[as]ta Nicaragua, poniendo la governacion de Panama con todos los rios, y
poblaciones q[u]e havian de pasar, y las bentas donde ellos hacian de sus
pararadas, o jornadas quando ivan a sus ferias: agradecioselo Cortez quedando,
maravillado de la noticia de tierras q[u]e tenian tan apartadas.
19. Herr[era] dec[adas] 3
Lib[ro] 3 cap[ítulo] 11, fox[a] 163, col[umna] 1 hablando de los yndios de
Cumana dice: doravan muchos ydolos, y entre ellos tenian una aspa como la de
S[an] Andres en un quadro como signo de escribano quadrado, y atravesado en
cruz de esquina a esquina, y muchos religiosos dixeron que era cruz, y que se
defendian de noche con ella de las fantasmas, y la ponian a los niños en
acavando de nacer.
20.
El M[aes]tro Gil Gonzalez de Avila en el teatro de las yglesias de las yndias
en el de la yglesia de Yucatan en Campeche a fox[as] 203 escribe asi:
pocos años antes q[u]e llegasen a la provincia los castellanos un yndio
principal, sacerdote de sus ydolos llamado Chilan Cambal, venerado de los suyos
por verdadero profeta, les dixo:
{f.
29} 29
q[u]e
estuviesen muy siertos, q[u]e dentro de pocos años vendrian de la parte de
donde nace el {sic}gente barbada, y blanca, y q[u]e entrarian en la
provincia con la ynsignia de la cruz enarbolada en alto;
y les mostro su forma, en cuya presencia, dijo: n[ues]tros ydolos no podran
nada (conociendo q[u]e su victoria es mayor q[u]e su potencia; y q[u]e esta gente
havia de ser señora de la tierra) q[u]e no harian mal a los q[u]e creyesen en
la señal de la s[an]ta cruz q[u]e gozarian de paz, y cesaria la adoracion de
sus ydolos, y adorarian a un solo dios verdadero; a quien estas gentes
adoravan: mando texer una manta de algodon, y les dixo, q[u]e de aquella manera
havia de ser el tributo q[u]e havian de pagar; y con autoridad de profeta mando
al s[eñ]or de la tierra q[u]e ofreciese aquella manta a los dioses para q[u]e
estubiera guardada, y formo de piedra la señale de la cruz, y la colocò en los
patios de los templos,
y oratorios de sus ydolos, diciendo q[u]e aquel hera el verdadero arbol de
el mundo; y por cosa maravillosa lo ivan à ver muchos yndios, y sucedio
como el profeta lo propuso a el pueblo, de q[u]e dieron entero credito a ello:
y viendo a D[o]n Fran[cis]co Montejo, y a los suyos (que fueron los primeros
conquistadores) hacer con tanta humildad reverencia, y adoracion a la s[an]ta
cruz, entendieron q[u]e havia llegado la ora q[u]e el profeta les dixo:
hallaron allì una manera de los n[ues]tros y no en otra parte de las yndias,
a este le dieron nombre de segundo nacim[ien]to y tenian a esta manera
de baptismo tanta reverencia, q[u]e todos lo resibian, y afirmaban que recibian
en el una pura disposicion para ser buenos, y conseguir la gloria que
esperavan, y quien no le resibia, no se casava, y quando lo recibia ayunaban
los padres tres dias, y se de el huso de sus mugeres.
Tambien vieron q[u]e usavan de confesion, y q[u]e sus sacerdotes les davan
penitencias: conocian q[u]e los travajos q[u]e les benian heran originados de
las culpas,
como tambien en sus enfermedades, y en la hora de su muerte: creian la
inmortalidad de el alma, y que despues de esta vida, havia otra mas exelente y
alegre q[u]e la gozaba el alma en saliendo de esta vida:
decian mas, q[u]e la vida futura se dividia en buena y mala, esta para los
malos
{f.
30} 30
y
la buena para los buenos donde se vivia sin pena, y en la mala con grandes
necesidades. Qual de los apostoles llegase a estas regiones, o discipulo suyo,
no es facil de aberiguar: Santo Tome llegò a h[as]ta la Yndia Oriental: S[an]
Bartolome, S[an] Simon, y S[an] Judas a otras distantes de aquestos climas; lo
sierto es, q[u]e la promulgacion de el s[an]to ebangelio duro 30 años: este
secreto se savrà en el ultimo dia de el mundo; o quando dios lo manifestare a
algun siervo suyo: h[as]ta aquì èste autor, el qual es de pareser q[u]e algun
apostol, o discipulo suyo predicò a estos yndios.
27.
Yà gracias à Dios se sabe quien predicò en la America, q[u]e fuè el Apostol
S[an]to Tome: si tu, lector, lo quieres veer, lee a fox[as] 111, n[umer]o 18
lib[ro] 2 de las cosas curiosas de el Brazil q[u]e escribio el Padre
Vasconzelos,
en la cronica de la provincia de Bracil de la compañia de Jesus, y en la
conquista espiritual del Paraguay q[u]e escribio el P[adr]e Ant[oni]o Ruiz de
Montoya, desde fol[io] 29 a f[olio] 35 y en la Historia latina novisima de la
d[ic]ha provincia del P[adre] F[rancis]co, y en la Historia de S[an] Augustin
de el Perù, de Fr[a]y Ant[oni]o de la Calancha, alli leeras como anduvo
predicando en la America el s[an]to apostol; pero para q[u]e veas como estuvo
en Nueva España, lee la aparicion de N[uestr]a S[eñor]a de Guadalupe, impresa
en Mex[i]co año de 1675 a fox[as] 26 verbo didimo, y veras como estuvo en
Tula; como bien escribe alli el B[achille]r Bezerra, catedratico de lengua
mexicana, q[u]e en las historias de los yndios, leyendo las obras marabillosas,
y doctrina q[u]e encerro aquel Ketzalcohualtl el q[u]e traia la capa sembrada
de cruzes coloradas, advirtiò, q[u]e hera didimo,
esto es coate gemelo; y por si no bastare, lee la Monarquia indiana, ya sitada
verbo Ketzalcoatl, (q[u]e es lo q[u]e en Nueva España, corte; aunq[u]e los
yndios escriben, coatl, q[u]e es culebra, aludiendo a q[u]e las culebras paren
los hijos de dos en dos, q[u]e en España llaman, mellizo, o gemelo, por el
huevo q[u]e tiene dos llemas; cambal llaman en Filipinas a dos criaturas q[u]e
nacen juntas) lib[ro] 2 col[umna] 2 cap[ítulo] 7 f[oja] 277, parte 2 libro 5
cap[ítulo] 13 parte 1 desde f[oja] 417 a 431 lib[ro] 14 parte 1 lib[ro] 2
cap[ítulo] 90 f[ojas] 255 parte 1 part[e] 2, f[oli]o 40 col[umna] 2.
22. El año de 1518 salio
con armada de la ysla
{f. 31} 31
de Cuva el Capitan Juan de
Grijalba a descubrir a Nueva España el qual pasò adelante de Veracruz, y como
tocase de camino: en la Yucatan viendo los compañeros tantas casas de cal y
canto, torres, y cruzes, dixeron admirados; q[u]e es esto q[u]e hallamos?
Y Grijalva les respondio: una Nueva España; y asi le llamaron de alli adelante;
y despues la confirmò el rey: asi lo dice Herr[era] dec[ada] 2 lib[ro] 3
cap[ítulo] 1 fox[a] 75 col[umna] 1.
23.
La primera misa q[u]e se dixo en las Yndias occidentales año de 1492.
La dixo Fr[a]y Juan Perez de Marchena, q[u]e fuè con Colon, dicelo Juan Dias de
la Calle, Oficial Mayor de el consejo de yndias, en el memorial impreso q[u]e
le dio de las noticias sacras, y reales de la yndias occidentales a f[oja] 2 y
en la Historia general de la merced de Fran[cis]co Alonso Ramon, tom[o] 2
cap[ítulo] 6, lib[ro] 12 f[oja] 89 col[umna] 2, escribe q[u]e hera portugues de
nacion, guardian de el conv[en]to de la Rabida de el orden de S[an] Fran[cis]co
q[u]e sabia algo de cosmografia.
24.
En la armada de Pedro Alvarez Cabral (que tocamos arriba) q[u]e año 1500 pasò a
la Yndia de Portugal, y acaso topò en el Bracil hiban 13 religiosos de S[an]
Fran[cis]co (de las quales hera comisario Fr[a]y Enrique) todos saltaron en
tierra y en la playa dia de la s[an]ta, se dixeron misas,
y un muy solemne sermon, por que estubieron alli un mes, de manera q[u]e estas
fueron las primeras; y antes nadie la habia d[ic]ho.
25. Herr[era] escribe
escribe {sic}, q[u]e la primera misa la cantò en la ysla de S[an]to Domingo el
lido Bartolomè de las Casas, sevillano,
q[u]e despues fuè Obispo de Chapa, y padecio mucho por los yndios, y a el le
deben la libertad q[u]e tienen; de mucho q[u]e a èste s[an]to varon contò la
primera misa q[u]e alli se dixo.
26. Herrera. dec[ada] 3
lib[ro] 2 cap[ítulo] 15 fox[as] 85, col[umna] 2 dice lo siguiente: y con todo
eso confesavan los mexicanos a un supremo dios, señor, y hacedor de todo; y
este èra el principal q[u]e adoravan, y veneraban; mirando a el cielo,
llamandole criador de cielo, y tierra, admirable; y otros nombres de gran
excelencia: h[as]ta aqui este autor. Teotl llaman a dios;
y aquel edificio q[u]e diximos arriba q[u]e hay en San Juan Teotehuacan, quiere
decir: casa de todos los dioses: de este lugar, y de este nombre teos q[u]e es
como llamavan
{f. 32} 32
a dios los latinos y el
deus de los latinos, se saca q[u]e los yndios tubieron verdadero conoci[mien]to
de dios; sino q[u]e aquella fee, aquella doctrina de el cielo q[u]e les fue
enseñada, con el tiempo, como la cfaltaron los verdaderos m[aes]tros q[u]e se
la predicaron, no vinieron otros de aquella parte donde vinieron los primeros.
Los discipulos de aquella la fueron mudando, y corrompiendo con el tiempo; y
quedò en tales sombras, y figuras, q[u]e quando llegaron los castellanos, no
alcansaron, ni entendieron tales principios: por q[u]e en aquellos principios,
no se tratava mas q[u]e de buscar plata; y despues de muchos años, quando algun
curioso preguntava algo de religion, como ya heran muertos los sacerdotes, no
havia quien diese clara noticia; y si algo decian, como muchas cosas heran
metaforicas, y alegorias; ni se explicavan; ni heran entendidos.
Herr[era]
dec[ada] 5 lib[ro] 4 cap[ítulo] 4 fox[as] 114 col[umna] 1 dice (hablando de el
Perù) comunm[en]te confesaron a un supremo señor, y hacedor de todo, q[u]e hera
el Viracocha, y le llamaban criador de cielo, y tierra, admirable, y
otros semejantes nombres, y le veneravan mirando a el cielo:
dice este autor: Aqui estava el ydolo de el sol finisimo, y grandes ollas en
el qual heria el sol en saliendo, e hiriendo en el revolvian los rayos, como si
fuera otro sol: a èste adoraban en segundo lugar, y alli tenian la
hermosi[si]ma plancha de el sol de òro, q[u]e en los despojos cayo en suerte,
aun siendo castellano, y en una noche la perdio a el juego; y despues de el sol
veneravan, y adoraban a el trueno fingido q[u]e hera hombre q[u]e estava en el
cielo; añade luego a estos tres viracochas, sol, y trueno, adoraban en diversas
formas de todos los demas: h[as]ta aqui el autor. Nota: hemos visto como
adoraban en el Perù a Tanga; a quien llamaba Herrera; ydolo, que significava
uno en tres, y tres en uno, q[u]e es lo mismo de la S[antisi]ma Trinidad:
tambien hemos visto como adoraban en las tres estatuas de el sol, padre, hijo,
y hermano: ahora acavamos de ver como explicavan a la S[antisi]ma Trinidad en
diversos significados, y vemos como aquí le llama Viracocha a el padre, sol a
el hijo, y trueno a el espiritu santo; q[u]e es en la forma q[u]e vino sobre
los discipulos. Alli el autor en la col[umna] 2 escribe q[u]e el ynga
Viracocha, que fuè el q[u]e puso en primer lugar al ficci Viracocha, a quien
atribuian el poder, y mando de todo: en un concilio de sus orejones {sic} dixo:
q[u]e el sol no podia ser dios, por que
{f.
33} 33
dios
hera señor q[u]e obrava con señorio, y quietud; y q[u]e cosa tan inquieta no
podia ser dios: h[as]ta aqui el autor. Y a èste lugar se prueva, q[u]e no
adoraban a el sol; y aunque lo tenian en los templos, ya se ha visto q[u]e este
…reto no hera para adorarle como a sol material; sino como a sol de justicia,
no como a cosa criada como lo es el cielo; sino metaforicam[en]te como a el sol
divino, y luz inmensa.
27. Herr[era] dec[ada] 3 lib[ro] 3 fox[a] 119
col[umna] 1 hablando de los yndios de Mechoacan,
en la Nueva España, dice lo siguiente en quanto a la religion heran muy
conformes con los mexicanos, y crueles en derramar sangre humana en sus
sacrificios; y el mismo dominio tenia el demonio sobre ellos: su principal dios
era Tucapacha, teniendolo por hacedor de todas las cosas, q[u]e dava la vida y
la muerte: llamabanle en sus tributaciones mirando a el cielo, entendiendo
q[u]e alli estava: en fin, confesavan un dia; y el juicio final, cielo e ynfierno,
y el fin de el mundo: q[u]e hizo dios un hombre, y una muger de barro, q[u]e
por irse… a bañar se des[h]isieron en el agua, y los volvio a a {sic} formar de
ceniza, y de ciertos metales; y q[u]e volviendo a bañarce des[c]endio el mundo
de ellos; q[u]e huvo dilubio, y un yndio llamado Tespi, que hera sacerdote se
metio con su muger, e hijos en un madero como arca, y q[u]e todos escaparon, y
q[u]e en menguando el agua, embio el ave, q[u]e llaman aura, y se quedò
comiendo de los cuerpos muertos, y embio otros pajaros, y q[u]e el pajaro
pequeño, de ellos muy estimado, por la pluma de diversos colores volvio con un
ramo: tenian sacerdote q[u]e predicava en los templos,
con terrible espanto, y q[u]e movian los oyentes con gran temor, y con esto los
inducian a hacer lo q[u]e les predicavan; aunq[u]e contra su voluntad: los
sacerdotes traian los cavellos largos, y coronas abiertas en la caveza, como
los de la yglesia catolica, y guirnaldas de flores coronadas.
28. Pues Hemos visto
como sin ofrenda (digo) sin sombras, ni rodeos adoravan a dios verdadero,
veamo{s} ahora el rastro q[u]e ha quedado de las vestiduras sagradas.
Herr[era] dec[ada] 3 lib[ro] 13 f[oja] 125, hablando de la mistica metian
(dice) los muchachos de 7 años en religion, y alli les enseñavan buenas
constumbres, subian de grado en grado en las dignidades: heran los oficios por
quatro años; y el rey hacia los nombramientos y proveya los cargos.
29. El vestido monacal hera una manta blanca basta, y
los
{f.
34} 34
…panetos
de papel de la tierra: el vestido pontifical para selebrar fiestas,
heran mantas de diversos colores, pintadas de historias de los dioses: poniance
unas como camisetas sin mangas, q[u]e llegavan a la rodilla: en las piernas
unas como antiparras: en el brazo i[z]quierdo un pedazo de manta con borla como
manipulo,
y ensima capa como las nuestras con borla colgada a las espaldas, una gran
mitra en la cavesa de plumas verdes de lusido artificio, pintados lo{s}
principales dioses en ellas: quando bailaban los sacerdotes en los patios de
los monasterios vestian ropa blanca pintada, y ropetas como camisetas de
galeotes: no comian sino yervas y legumbres;
sino quando havia alguna ofrenda, ciertas mugeres continentes les guisavan la
comida.
y se mudavan de quatro en quatro años: ayunaban las vigilias de las fiestas,
comiendo solo pan, agua y miel de maguey: heran muy pobres,
y no tenian cosa propia, y su oracion era pedir salud para los reyes, y la
republica.
30. Herr[era]
dec[ada] 4 lib[ro] 8 cap[ítulo] 10 f[oja] 209 col[umna] 1 hablando de los
chontales en Guatemala,
dice: tres leguas de esta laguna està en lugar de Manila q[u]e hera de gran
devocion para los yndios, pipiles q[u]e alli iban a sus ofrendas, y
sacrificios: tenian ademas de el s[eñ]or un gran sacerdote q[u]e vestia una
ropa larga azul, con una diadema en la caveza, y a vezes mitra labrada de
colores, y en los cavos de ella un manojo de plumas de colores, llevaba un
baculo como obispo; todos le obedecian en lo espiritual: tenia el segundo
lugar, q[u]e hera gran doctor con sus libros, y hechicerias; y declarava sus
ahueros. Tenian otros quatro sacerdotes, que vestian diversos colores, y estos
heran de el consejo de las cosas de sus ritos: havia un sachristan q[u]e
guardava las cosas de la yglesia, y el q[u]e sacava los corazones sacrificados
a los hombres sacrificados; y hacia las ceremonias; y habian otros q[u]e tenian
trompetas, y los ynstrumentos para llamar la gente: tenian dos ydolos, uno en
figura de hombre, y el otro de muger, y a estos heran todos los sacrificios:
tenian calendarios,
y predicaban a el pueblo: confesabance las mugeres quando estavan de parto:
ponian los sacerdotes nombres a los niños: no casavan dentro de el quarto
grado; y vivian estos yndios en buenas costumbres.
31. Herr[era]
dec[ada] 3 lib[ro] 2 cap[ítulo] 18, f[oja] 26, col[umna] 1 dice: en Yucatan, y
Honduras,
habia unos libros de hojas encuadernados en q[u]e tenian los yndios
{f. 35} 35
la distribucion de sus tiempos, y conocim[ien]to de las plantas,
animales y otras cosas naturales.
32. El padre
Vasconzelos, en al citada historia, prueva haver estado el Apostol S[an]to
Tome, con la tradicion q[u]e se conservo entre los yndios por tanto tiempo,
y por haver dexado el s[an]to estampadas las plantas de sus pies en en {sic}
las piedras en varias partes de aquella region; en la Nueva España se hallan
varios testimonios semejantes, como lo refiere Torquemada en la segunda parte,
q[u]e es el kalendario, y fiestas q[u]e tenian los mexicanos en la vida de
Ketzalcohoatl, aquel hombre virgen q[u]e traia la capa sembrada de cruzes
coloradas: de este, pues, q[u]e caminando de Tula, para Cholula, llamò
Huehuetoca a un pueblo q[u]e [h]oy conserva este nombre,
junto a el desague, y q[u]e adelante, viniendo hacia Mex[i]co (aunque entonces
aun no estava fundado) en otro pueblo muy grande, tiro unas piedras muy grandes
a unos arboles, las quales quedaron alli clavadas, y a el lugar llamaron
Quautitlan;
q[u]e dura h[as]ta [h]oy: y caminando serca de el pueblo de Talnepantla, antes
como un quarto de legua en un portezuelo desviado de el camino estampò una mano
en una piedra q[u]e todos la veen, y en memoria de este caso se fundò alli un
pueblesillo q[u]e se llama, Tlemaco,
q[u]e en mexicano quiere decir, la piedra de la mano; no dice Torquemada, por
q[u]e hizo aquello Ketzalcohoatl, yo dirè lo q[u]e se me ofrece. Se escribe
q[u]e en Campeche, a donde el estuvo husavan los hombres espejos.
Yo digo q[u]e esto enseñaria el s[an]to a los sacerdotes, como lo husamos oy en
las sachristias. En la Nueva España los husavan de piedra bruñida, a q[u]e
llamaban tetzcal; supongo como se dice, q[u]e el, y los suyos heran ingeniosos;
q[u]e el santo haviendo acavado alguno en aquel lugar lo daria a alguno, para
q[u]e lo probace, y se mirace en el, y haciendo lo daria el s[an]to por q[u]e
quizà hera viejo Huehuetoca,
q[u]e dice en mexicano, viejo estas; y como aquellas gentes selebravan las
maravillas q[u]e obrava, y oyan su doctrina, en memoria de el beneficio de el
espejo, darian este nombre a aquel lugar: lo cierto es, q[u]e el s[an]to venia
huyendo de la persecucion q[u]e contra el levantaron los tulas, por contrarios
a lo q[u]e el predicava, q[u]e por la cuenta serian, o gentiles, o judios; y estas
maravillas de el espejo, piedras, y señal en la piedra, sin duda las pondria,
para prueba, y testimonio de su doctrina. Se escribe en la aparicion de
N[uestr]a S[eñor]a de Guadalupe en Mex[i]co
{f. 36} 36
q[u]e en aquel mismo lugar, en q[u]e año de 1531 se aparecio la
s[antisi]ma ymagen: havia antiguam[en]te un templo a una diosa llamada en
lengua mexicana, madre de dios,
el qual parece muy verosimil, q[u]e levantaria èste s[an]to varon, quando de
Tlemaco proseguia su camino h[as]ta Cholula, a donde escribe, q[u]e estuvo muy
espacio, y q[u]e alli le tubieron por s[an]to, y levantaron despues un templo
muy diferente en hechura q[u]e los de los dioses, por q[u]e este hera redondo,
el qual estava en un alto monte fabricado a mano de adoves; q[u]e aun oy se
veen las ruinas levantadas.
33. Fr[a]y Juachin Brulio, en la historia de el Perù,
de su religion de s[an] Agustin, lib[ro] 7 cap[ítulo] 5 refiere q[u]e en la mar
de el sur,
en un pueblo llamado Guatulco,
tenian los yndios sus naturales, no solo por tradicion antiquisima de sus
antepasados; sino aun por escrito en ciertas pinturas, de q[u]e husavan en
lugar de letras, q[u]e una cruz q[u]e alli adoravan, con suma veneracion les
havia sido dada por S[an]to Tome, cuya ymagen, y propio nombre tenian esculpido
en peña viva, en una roca, para memoria de cosa tan s[an]ta. Lo mismo refiere
el P[adre] Fr[a]y Gregorio Garcia, lib[ro] 5 cap[ítulo] 5 en donde añade q[u]e
esta cruz es la misma q[u]e pretendio quemar aquel insigne hereje Fran[cis]co
Adraque, quando pasò el Estrecho de Magallanes,
pero sin efecto y con exemplo de un portentoso, y maravilloso caso, digo,
milagro; por q[u]e la cruz, hechada en las llamas no se quemò, antes por tres
vezes frustrò la perfida intencion de el hereje, q[u]e otras tantas intento
consumirla a fuego, cubriendola con pez, y alquitran; y finalm[en]te esta
milagrosa cruz trasladò, pasados años a la ciudad de Oajaca un prelado zeloso,
llamado D[o]n Juan de Servantes; y allì es venerada con gran multitud de
milagros.
34. Fr[a]y Bartolome de las Casas, varon fidedigno,
Obispo de Chapa,
despues de hechar gran informacion de el caso, afirma en una apologia suya,
q[u]e consta por antiquisima tradicion de los yndios de aquellas partes, q[u]e
en tiempos antiguos fueron arruinados, digo, anunciados de sus ahuelos los
misterios de la S[antisi]ma Trinidad, parto de la Virgen, y de la pasion de
Christo por unos hombres blancos,
{f.
37} 37
barbudos,
vestidos h[as]ta los artejos: esto lo refiere el Padre Vasconzelos en la
coronica sitada; y añade, q[u]e tenian los reyes yngas en el Cusco en uno de
sus palacios reales, en sierto aposento, llamado Guaca, lugar sagrado para
ellos, y venerado.
35. En muchos
testimonios, y lugares se ha aprobado, como a los yndios les fuè predicada, y
anunciada la ley de gracia: ahora veremos como antes q[u]e los castellanos la
anunciasen en estos ultimos siglos quando entraron en la America, la predicò un
yndio en la ysla de Cuba a 7 de julio de 1499 a Colon,
y a sus compañeros: dicelo Herr[era] dec[ada] 1 lib[ro] 2 f[oja] 71 col[umna] 1
por estas palabras, despues de haver asistido a la misa, q[u]e Colon mandò decir
en tierra: tù has venido (dice) a estas tierras q[u]e nunca antes viste, con
gran poder, y has puesto gran temor: sabe q[u]e segan lo q[u]e acà sentimos,
hay dos lugares en la otra vida a donde van las animas, uno malo, y lleno de
tinieblas guardado para los q[u]e hacen mal: otro es alegre, y bueno a donde se
han de apasentar los q[u]e aman la paz de las gentes; y por tanto, si tù
sientes q[u]e has de morir, y q[u]e a cada uno (segun lo q[u]e aca hiciere)
allà le ha de corresponder el premio: no haras mal a quien no te lo hiciere: lo
q[u]e aqui haveis hecho es bueno; por q[u]e me parece q[u]e es manera de dar
gracias a Dios. Dixo q[u]e havia estado en la España, en Jamaica, y la ysla
abajo de Cuba, y q[u]e el s[eñ]or de aquella parte handava vestido como
sacerdote: allì dixo a Colon un marinero, q[u]e la tierra adentro, entre
mucho{s} yndios, vio uno vestido de blanco h[as]ta los artejos.
36. Herr[era] dec[ada] 1 cap[ì]tulo 4, 237 col[umna] 1
dice: tenian estos yndios de Cuba conocim[ien]to q[u]e havia sido el cielo, y
las otras cosas criadas por tres personas, q[u]e la una vino por tal parte, y
las otras de otras: tubieron gran noticia de el dilubio,
y q[u]e se havia perdido el mundo por mucha agua: decian los viejos de mas de 70
años, q[u]e un viejo sabiendo q[u]e havia de venir el dilubio, hizo una gran
nao, y se metio en ella con su casa, y muchos animales, y q[u]e embio un
cuervo, y no bolvio, por comer de los cuerpos muertos; y despues embio una
paloma, la qual
{f.
38} 38
trajo
una rama como olibo pero no era obo: el qual salio de de {sic} el navio, e hizo
vino de parras monteses, y se embriago, y teniendo hijos, el uno se rio, y dixo
a el otro; echemos con el; pero q[u]e el otro le riño, y cubria al padre: el
qual despues de dormido el vino, y sabiendo la desberguenza de el hijo, lo
maldijo, y q[u]e al otro bendicion, y q[u]e de aquel havian procedido los
yndios de estas tierras; y q[u]e por esto no tenian sayos, ni capas; pero q[u]e
los castellanos procedian de el otro, por lo qual andavan vestidos.
37. Herr[era] dec[ada] 3 lib[ro] 2 cap[ítulo] 16, 89
col[umna] 1. hablando de Mex[i]co dice: el monasterio de los hombres q[u]e
estava frontero de el de las doncellas, havia en el mancebos de 18 años
a 20 a los quales llamavan religiosos,
traian en las cavesas coronas como frayles, poco cabello, aunq[u]e cresido
h[as]ta media oreja, mas largo por el colodrilo h[as]ta las espaldas,
a manera de trenza donde le atavan, vivian en pobreza, castidad, y obediencia,
servian a los sacerdotes en las casas de el culto,
barrian los lugares sagrados, traian leña par el bracero, que como lampara de
continuo ardia delante de el altar, junto a el ydolo: todos tenian superior:
vivian con tanta honestidad que quando salian a donde havia mugeres,
llevavan los ojos al suelo: pedian limosna de 4 en 4 vivian en pobreza, sin
tener mas q[u]e la limosna: hacian penitencia sacandose sangre de los mollexos.
A § 166 col[umna] 1 dec[ada] 2 lib[ro] 7 escribe, q[u]e en Sempuala havia
religiosos, q[u]e vestian a manera de frayles dominicos.
38. Herr[era] dec[ada] 3 lib[ro] 2 cap[itulo] 16 § 90,
col[umna] 2 escribe asi: el nombre de su dignidad (habla de el supremo
sacerdote) hera papa, o topilzin,
su ropa hera una cortina colorada como dalmatica, con floraduras, por vorla una
corona de plumas verdes, y amarillas y sarcillos de oro en las orejas, con
piedras verdes, y devajo de el labio, junto al medio de la barba una piedra
asul: verase lo mismo. Dec[ada] 2 lib[ro] 7 § 116 col[umna] 1 como en Sempoala
tenia tambien este nombre papa en su lengua.
39. Escribe
Torquemada (e yo lo saque a la letra en aquel manuscripto q[u]e dejò el
B[achille]r Siguenza) en la segunda parte de la Monarquia Yndiana,
q[u]e dos modos tenian
{f. 39} 39
de sacrificar hombres los mexicanos, los mas heran hombres cautivos, de
estos sacrificavan muchos en sus festividades, o en otras necesidades otros, y
heran muy pocos, a estos en especial los sacrificavan a los dioses del cielo; y
q[u]e a estos q[u]e haviance de de {sic} sacrificar, vestian los atavios de
aquel a quien lo sacrificavan; y decian q[u]e èste asi tenia la figura, y
significava a el q[u]e estava en el cielo; e hiban muy alegres, y contentos por
las calles y plazas bailando h[as]ta el lugar de el sacrificio: esto asentado,
dice q[u]e selebravan en Mex[i]co una fiesta q[u]e le llamavan de el gran dios,
en la qual sacrificavan a un hombre en una gran cruz de palo, a el qual matavan
flechado; y a el segundo dia en otra cruz mas baxa matavan a el otro, no
flechado, sino quebradas las piernas con un palo. Aqui claram[en]te se vee como
representa este paso el misterio de el calvario en la muerte de Christo, y de
el buen ladron, q[u]e son los q[u]e estan en el cielo; por q[u]e se dice q[u]e
el sacrificado significava a aquel a quien hera crucificado, pues muriendo
estos como Christo, y el buen ladron, derecham[en]te se vee como selebravan los
misterios de la pasion; y aqui no parese el mal ladron, por q[u]e este no està
en el cielo, no hacia aqui papel; pues ellos no selebravan a los condenados;
como no tenian cavallos no moria con lanza el q[u]e significava a Jesuchristo.
40. Dec[ada] 3 lib[ro] 2 p[árrafo] 92 cap[ítulo] 17,
col[umna] 1 dice: q[u]e en Mex[i]co formaban un ydolo de figura de hombre,
formado de masa de bledos, y otras semillas, al qual sacavan en procesion
h[as]ta Chapultepeque, Tacubaya, y Cuyoacan, h[as]ta volver a Mex[i]co salian
(dice) todas las dignidades de el templo, por su antiguedad, con mucho
consierto, vestidos segun el oficio de cada uno; con guirnaldas, y sartales de
flores, y tras ellos hivan los dioses y diosas q[u]e adoraban con varias
figuras, bestidos de la misma librea, ponian alrededor los trozos de maza, y
hacian sobre ellos ciertas seremonias de canto y baile, con lo qual quedavan
benditos por carne de aquel dios: acabada la fiesta, los sacerdotes tomavan el
ydolo, y los trosos como pan bendito, a manera de comunión lo
{f.
40} 40
repartian,
y davan a el pueblo chicos, y grandes, hombres, y mugeres q[u]e lo resibian con
gran reverencia, temor, y lagrimas, diciendo, comian la carne de dios, y
llebavan de ello a los enfermos, y tenian por gran pecado comer, o beber agua,
u otra cosa, h[as]ta pasado medio dia, y escondian el agua a los niños, y
havisavan a todos, q[u]e se guardacen de la yra de dios: acavado esto, un viejo
de mucha autoridad se subia en alto, y predicava su ley, y seremonias; a esta
fiesta llamavan y paina vitzili puztli.
41. Herr[era] dec[ada] 3 lib[ro] 4 cap[ítulo] 15 p[árrafo]
17 col[umna] 1 dice: quando sucedia el rey en el reyno, llebanle a el templo,
hiva mucha gente acompañandole con gran silencio, y lo subian de lo{s} brasos,
/..../ gradas dos principales, y el ministro mayor le dava, y ponia las
ynsignias reales y le saludava con palabras breves, y le cubria con dos mantas
de algodon, una negra, y otra azul, pintadas en ellas muchas cabezas, y huesos
de muertos, para q[u]e se acordase q[u]e havia de morir como los demas, y luego
volvia el ministro a acerle una larga platica, acordanle el servicio de los
dioses, la justicia, la clemencia, el cuidado de el reyno, y defensa de sus
vasallos: respondia otorgandolo todo, dandoles las gracias por tales consejos,
baxavase al patio, a donde resibia obediencia de toda la nobleza, y en señal le
presentavan oyas, y mantas ricas, y le acompañavan a un aposento q[u]e estava
en el mismo patio, de alli no salia en quatro dias, ayunando estava alli, y
dando gracias a los dioses, yendo al templo a horas señaladas: pasado esto le
llevaban a su palacio con gran regosijo a donde hera obedesido, y temido; q[u]e
apenas havia quien le mirase a la cara; sino quando salia con algunos privados
en secreto.
42. Herr[era] dec[ada] 4 lib[ro] 1 cap[ítulo] 11 p[árrafo]
24 col[umna] 1 describiendo las cosas de la provincia de el oro, dice: la
noticia q[u]e tenian de dios, hera, q[u]e quando sucedio el dilubio,
se escapò un hombre en una canoa con su
{f.
41} 41
muger
e hijos, y q[u]e de ellos se havia multiplicado el mundo; y q[u]e en el cielo
havia un señor q[u]e hacia llober, y hera causa de los demas movimientos
celestiales: q[u]e havia en el cielo tambien una muger muy linda con un niño
Jesus; ni de el origen de ellos mismos tenian noticia.
43. Herr[era] dec[ada] 3 lib[ro] 4 cap[ítulo] 7 p[árrafo]
154 col[umna] 1 dice: (hablando de Nicaragua en la mar de el sur) no se casan
los sacerdotes;
sino sòn los q[u]e oyen pecados agenos, y dan penitencia segun la culpa; y no
rebelavan la culpa, so pena de castigo: y a p[árrafo 246 col[umna] 2
cap[ítulo] 12 hablando de la misma gente, dice: confesaban a el papa las cosas
q[u]e tenian por pecado,
con q[u]e les parecia q[u]e quedavan libres: y en la decada 3, cap[ítulo] 12, p[árrafo]
122 dice: las mugeres vestian a el huso misteco (q[u]e es en Nueva España)
todos traian sarsillos en las orejas,
y anillos de oro en los dedos, vezotes de oro y christal en el labio bajo:
hasta aqui el autor (nòtece q[u]e tambien los sacerdotes mexicanos; y
campechanos husavan sarsillos) y en la dec[ada] 5 lib[ro] 7 cap[ítulo] 9 p[árrafo]
213, col[umna] 1 hablando de las liberalidades de D[o]n Diego de Almagro, dice:
un Juan de Lope pidio a D[o]n Diego un anillo de una carga de ellos q[u]e alli
estava,
y prontam[en]te q[u]e tomace quantos cupiesen en sus manos; esto dice este
autor, y sacamos de esto, q[u]e denota tener comunicacion los peruanos con los
de Nueva España; asi por esto, y otros husos; y el mais, y molerlo de la misma
manera en Quito: adviertace, q[u]e aquellos anillos heran despojos de la
guerra; a el modo de la batalla de canas, q[u]e tubieron los romanos, donde
entre los despojos de los vensidos se hallaron muchos anillos, q[u]e los median
con medidas.
44. Herr[era] dec[ada] 5 lib[ro] 4 cap[ítulo] 5 § 115
col[umna] 2 dice: tenian en el Perù q[u]e todas las cosas adversas, benian por
pecados, y el remedio era husar de sacrificios: husavan confesarse bocalm[en]te
y havia confesores,
y davan sus penitencias; y pecado reservados a el mayor: tambien confesaban
mugeres;
y en algunas provincias, tenian opinion; q[u]e hera gran pecado callar algun
pecado en la confesion, y en este conbenian con los de N[ueva] España de
Yucatan, y Honduras.
45.
Herr[era] dec[ada] 4 lib[ro] 9 cap[ítulo] 7 p[árrafo] 234
col[umna] 1 (hablando de los mexos, junto a la ciudad de Oaxaca en N[ueva]
España) dice asi:
es la gente
{f. 42} 42
de buena estatura, con barbas largas
(cosa rara en las yndias) y su lengua es muy gruesa, a manera de alemanes: cada
año ha {sic} hacian aquella memoria a los difuntos, poniendoles comida por
ofrenda, y sobre las sepulturas, por el mes de (“9 bre”) noviembre dos dias
antes, o despues q[u]e nosotros celebramos la memoria de los difuntos: h[as]ta
aqui el autor. Nota: aqueste rito y commemoracion es muy paresida al q[u]e
husamos en Campeche (q[u]e es por esta cordillera) los catolicos; como tambien
el baptismo, confesion, y demas, en q[u]e denota q[u]e llegò a estas partes
quien les predicò la ley de gracia; totalm[en]te olvidada de ellos al cavo de
tantos años quando llegaron los castellanos.
46. Herr[era] dec[ada] 4 lib[ro] 10 cap[ítulo] 2 p[árrafo]
261, col[umna] 1 dice: Yucatan es un asiento diez leguas de Isamal,
adonde los antiguos dicen q[u]e q[u]e {sic} huvo tres señores hermanos,
los quales llegaron allì de la parte de el poniente, edificaron grandes
templos, y muy galanos, y rigieron algunos años en paz, y justicia, afirman
q[u]e vivian sin mugeres honestam[en]te y con el tiempo faltò el uno;
y con su ausencia hizo tanta falta, q[u]e los discipulos comenzaron a ser
desonestos, y parciales; y de tal manera los aborrecieron, q[u]e los mataron,
y se despoblaron y dejaron los edificios (especialm[en]te el mas onroso) diez
leguas de el mar. Los q[u]e poblaron a Chicheniza, se llamaron los izaes: con
estos, hai opinion q[u]e reynò un gran s[eñ]or d[ic]ho Culculcan, y todos
conforman q[u]e entrò por la parte de el poniente,
y la diferencia es si entrò antes, ô despues de los izaes, ò con
ellos(finalmente) el nombre de Chichiniza, y el suceso en las cosas de la
tierra despues de la muerte de los dos q[u]e diximos: muestra haver Cuculcan
regido etas tierras juntam[en]te con ellos: fuè hombre de buena disposicion, no
le conosieron muger, ni hijos, fuè gran republica; y por eso es tenido por
dios: eligieron asiento ocho leguas mas adentro, donde ahora està la ciudad de
Merida, y quince de la mar, alli hicieron un serco de medio quarto quarto {sic}
de legua, de una pared en piedra seca: con dos puertas hicieron sus templos, y
a el mayor llamaron, Cuculcan, y alli serca edificaron las casas de los
señores, entre los quales reparte Cuculcan las tierra, a la ciudad llamò
Mayapan; q[u]e suena la bandera de la Mapan, porque maya dice lengua: con esto
se sosegò la tierra, y vivieron en mucha paz algunos años; h[as]ta q[u]e
disponiendo Cuculcan su
{f.
43} 43
partida
encomendandoles el buen gobierno al q[u]e los dexaba,
se bolvio a Mex[i]co por el camino por donde havia hido alli y algun tiempo se
estuvo en Champoton, a donde por memoria fundò un templo dentro de la mar,
q[u]e oy se vee: considerando los señores de Yucatan, despues de hido su
maestro, q[u]e no se podria governar si no gobernava uno, dieron el govierno a
uno de el linaje de los de comes {sic} tenia 22 pueblos, y por q[u]e no
cabian en aquel sercado, poblaron fuera: recibian los tributos, y los davan a
los señores, y heran mais, sal, miel, y pescado, con lo qual sustentaban los
siegos, mancos, y cojos, q[u]e para esto juntavan: tenian para el culto
sacerdotes, y uno hera el superior a quien suceedian los hijos, estavan en el
las llaves de su religion,
aconsejava a los señores, respondia a sus preguntas, proveia de sacerdotes a
todos los pueblos q[u]e se ocupavan en enseñar sus creencias, y escribir
libros de ellas: viviendo los cocomes en este consierto, de la parte de el
medio dia a las faldas de la sierra de Lacandon, entraron grandes compañias de
gente, q[u]e tiene por cierto Hran de Chapa, y andubieron quarenta años por los
despoblados de Yucatan,
y al poco aportaron a las cierras q[u]e caen algo enfrente de la ciudad de
Mayapan, diez leguas de alli poblaron, y edificaron buenos edificios: al cavo
de algunos años, los de Mayapan, los convidaron para q[u]e hicieran morada a
los señores en el asiento de la sierra: los totoxias (q[u]e asi se llamavan los
estranjeros) por esto se pasaron a la ciudad y edificaron,
y multiplicaron, y vivieron sujetos a las leyes, y constumbres de Mayapan.
47. Viviendo (dice alli) en paz, entrò la codicia en
el governador a la pasifica ciudad de el linage de los cocomes,
y comunicandose con el governador, q[u]e los reyes de Mex[i]co tenian en
Tabasco, y Xicalanco, metio en Mayapan gente de guerra tiranizò la tierra, y
dio en haser esclavos; pero el señor de los totoxiues no lo consintio entre los
suios, con q[u]e se ganò el amor de la tierra, y con la comunicacion de los
mexicanos, entrò mas gente en Mayapan, y no lo consintiendo, se juntaron con el
señor de totoxuis, y subiendo a la casa de el señor cocomes lo mataron, y
descompararon la ciudad, deseando cada señor vivir en libertad, al cavo de 500
años
{f.
44} 44
q[u]e
se fundò, y havia q[u]e se despoblo, (segun la cuenta de los yndios) h[as]ta
q[u]e llegaron a Yucatan (setenta años) los castellanos, cada señor procurò
llevar los mas libros de sus ciencias a donde hicieron templos; y esta es la
principal causa de los q[u]e hay en Yucatan. Prosigue diciendo de aqui, a Ahxius,
señor de los totoxius poblaron en Mani, q[u]e quiere desir, yà pasò; como si
dixesemos, ya pasò, hagamos libro nuevo, y oy se llama esta tierra, Tutuxiu.
48. El cocon (alli mismo) q[u]e se hallava en la
tierra de Ulua (Mex[i]co) sabida la muerte de el padre fuè allà, y juntando los
parientes, fundo un buen pueblo, con templos a sus dioses, y les llamo
Tibulcon, q[u]e quiere desir, jugados hemos sido, tiempos quedan para
desquitarnos; cundieron mucho, y procrearon muchas familias, q[u]e se llamaron cocomes.
49. Prosigue: otro yerno de un sabio, y estimado
sacerdote poblò en en Terrohò: pobladas estas gentes comenzaron a tener
diversas opiniones en materia de religion;
y D[o]n Juan Cocom cristiano ya, y des[c]endi[en]te de los cocomes, mostro un
libro q[u]e le dexò su ahuelo, a donde estaba pintado con un benado,
refiriendo, q[u]e dexò d[ic]ho, q[u]e quando en aquella tierra entrasen de
aquellos benados grandes (q[u]e heran las bacas) se mudaria el culto de sus
dioses; lo qual havia visto en la entrada de los castellanos cumplido.
50. Herr[era] dec[ada] 4 lib[ro] 10 p[árrafo] 267
escribe: las mugeres ahora davan las ternillas de las narises, alli por gala se
ponian una piedra de ambar: ponianse sarsillos en las orejas, labravanse el
cuerpo arriva; tambien husavan de el kalendario para la cuenta de los años;
h[as]ta aqui este autor. En Besallan, en Filipinas se labraron tambien los
yndios el cuerpo con ahujas, alli ponian tinta, y por eso se llamo pintados; y
el ponerse aquella piedra en la naris, es lo mismo q[u]e en Vengala, y otras
partes de la Yndia. Husan las mugeres moras de los lascares(q[u]e tambien son
moros) anillos en las narises: me he alargado mucho en las cosas de Yucatan,
por ser a donde mas rastros se han allado; q[u]e no se pueden, ni hera justo el
dexarlas.
51. Por q[u]e algunos han escrito; q[u]e en la America
{f.
45} 45
no
se hallo hierro;
y todos lo niegan a boca llena: con q[u]e sin duda, q[u]e aquellas grandes
piedras, templos &c que significa este simbolo e[tcétera] lo debieron de labrar los antiguos con las
uñas? pues sepase q[u]e Herr[era] dec[ada] 4 lib[ro] 9 cap[ítulo] 5 p[árrafo] aragrafo
230 escribe: q[u]e en las minas de Tasco havia venas de hierro, y en Tajimaroa,
Mechoacan, y Mestitlan, y estas se beneficiavan en el Brasil escribe el padre
Vazconcelos q[u]e las hai; tambien se hallaron serca de Quito.
52. Herrera generalm[en]te de las yndias dec[ada] 4
lib[ro] 8 cap[ítulo] 4 p[árrafo] 197, col[umna] 1 hablando de las cosas de
Honduras,
a donde esta la ciudad de Gracias a Dios, escribe asi: no se ha podido hallar
mayor antigüedad en esta provincia de Serquin, sino q[u]e decian los viejos
q[u]e havia 200 años q[u]e havia llegado a ella una s[an]ta q[u]e llaman,
Comisahual, q[u]e suena tigure q[u]e buela, por q[u]e hera muy sabia, y estos
yndios tienen en grande estima a el tigre, y asi la aplicaron este nombre,
decian q[u]e hera blanca como castellana, y sabia el arte mexicano, y q[u]e
hizo su asiento en Coalcoquin, la tierra mas mas {sic} fertil de la provincia,
a donde estavan las piedras, y caras de leones a donde idolatravan, y la piedra
grande de tres puntas q[u]e en cada una hay tres rostros disformes;
y dicen algunos q[u]e aquella señora las llevo alli por el aire, y en virtud de
la piedra vencia las batallas: y estendio su Ymperio, y huvo tres hijos sin ser
casada (aunq[u]e otros dicen q[u]e heran sus hermanos; y q[u]e no conocio
varon) q[u]e viendose vieja les repartio las tierras,
y dio buenos consejos para el buen tratam[ien]to de sus vasallos, y q[u]e mandò
sacar su cama de casa, y vino un relampago con truenos, y vieron un lusidisimo
pajaro volando, q[u]e por q[u]e nunca mas parecio la señora, creyeron q[u]e
hera el pajaro, y se hiva a el cielo;
y desde entonces, h[as]ta q[u]e llegaron los españoles solemnisavan aquel dia
con gran fiesta.
Luego repartieron estos tres hermanos la tierra de Corquin, y governaron esta
provincia en policia, y buenas constumbres, y fue la gente valiente, y
guerrera, y como la comisahual era magica, hacia muchos encantos, y asi dio a
entender a la gente lo q[u]e queria de religion, y super[s]ticiones: entre los
demas ydolos q[u]e adoravan, havia uno q[u]e llamavan el gran padre, y otro a
quien decian la gran madre,
y a estos pedian
{f.
46} 46
salud:
otros dioses havia, a unos pedian hacienda, remedio en sus pobresas, y q[u]e
los sacase de necesidad, diesen de comer y crias sus hijos, sus sementeras y
los ayudasen en sus grangerias; y muchos años en los viejos duraron estas
super[s]ticiones: h[as]ta aqui este autor.
53. Nota: para cuya
inteligencia es de saber, q[u]e èsta provincia no dista mucho de Yucatan, por
la parte q[u]e confina en Honduras, en la parte q[u]e mira a la mar de el
norte: salen a la mar dos rios Ulua, Lempa, y Tualvo, tambien se supone, como
se ha d[ic]ho en las cosas de Yucatan, q[u]e quando de la parte de Mex[i]co
fueron alla antiguam[en]te aquellos tres m[aes]tros q[u]e enseñaron las cosas
de religion, levantaron templos, y cauzes, q[u]e se escribe a n[umer]o 45 falto
uno de ellos, el qual sin duda pasò a esta provincia, predicando la ley de
gracia; pues aqui en Honduras, Nicaragua, Guatemala, y Oaxaca hay rastros, y
señales de ello muy siertas y notorias; q[u]e la una de ellas es la s[an]ta
cruz de Guatulco: y asi, para mayor inteligencia, y comprovacion de lo q[u]e
luego diria, es de saver lo q[u]e dice este autor en la
54. Dec[ada] 5 lib[ro] 4 cap[ítulo] 5 p[árrafo] 116
col[umna] 1 hablando de la religion de los yndios de el Perù, dice asi: y es de
notar, q[u]e las tres estatuas de el sol,
se llamavan, Apoin Ti, Chusijn Ti, Yntiquas Ti, q[u]e quiere decir padre y
s[eñ]or el sol, el hijo sol; y el hermano sol; y en Chuquisaca husavan adorar a
Tanga Tanga, un ydolo q[u]e decian q[u]e uno heran tres, y tres en uno.
55. No es para
omitir, y dexar en silencio, lo q[u]e de los peruanos cuenta Herr[era] dec[ada]
5 lib[ro] 3 cap[ítulo] 6 p[árrafo] 77 col[umna] 1 tambien los yndios, segun lo
tienen por tradicion de sus antepasados, y parece por sus cantares, q[u]e en su
antigüedad estubieron mucho tiempo sin veer el sol, y q[u]e por los grande
votos, y plegarias q[u]e hacian a sus dioses, salio el sol de la laguna
Titicaca, y de la ysla q[u]e està en ella, q[u]e es en el Collas: y q[u]e
aparecio luego por la parte de el medio dia un hombre blanco barbudo de gran
cuerpo, y venerada presencia, q[u]e hera tan poderoso q[u]e bajava las sierras,
crecia los valles, y sacava
{f. 47} 47
fuentes de la piedras al qual por su gran poder llamavan principio de
todas las cosas criadas,
y padre de el sol, por q[u]e dio ser a los animales, y a los hombres, y q[u]e
por su mano les vino notable beneficio, y q[u]e obrando estas maravillas fue de
largo asia el norte, y de camino iba dando orden de vivir a las gentes,
hablando con mucho amor, amonestando q[u]e fuesen buenos, y se amasen unos a
otros, al qual h[as]ta los ultimos tiempos de los yngas llamaron Tice
Viracocha, y en el Coyas Ticapa,
y en otras partes arnaba, y q[u]e le hicieron muchos templos, y bueltos en
ellos a su su {sic} semejanza a los quales sacrificavan.
Dicen mas q[u]e pasados algunos tiempos (segun dijeron sus mayores) q[u]e
aparecio otro hombre semejante a el referido,
q[u]e sanava a los enfermos, dava vista a los siegos, y q[u]e en la provincia
de las Cañas, queriendo locam[en]te apedrearle, le vieron incado de rodillas,
alsadas las manos al cielo, imvocando el divino favor, y q[u]e aparecio un
fuego de el cielo,
q[u]e los espantò tanto, q[u]e con grandes gritos y clamores le pedian q[u]e
los librase de aquel peligro, pues les venia aquel castigo por lo q[u]e havian
cometido, y q[u]e luego sesò el fuego, quedando abrasadas la piedras, q[u]e oy
en dia se veen, y tan libianas, q[u]e aunq[u]e grandes se levantaban como
corcho, y dicen, q[u]e desde allì se fuè a la mar,
y entrando en ella sobre su manto tendido, nunca mas parecio; por lo q[u]e le
llamaron Viracochea; y quiere decir, espuma de la mar; nombre q[u]e despues
mudò significacion y q[u]e luego le hicieron un templo en el pueblo de Catha, y
algunos castellanos; por solo su discurso, han d[ic]ho q[u]e este debia de ser
algun apostol; pero los mas cuerdos lo tienen por vanidad, por q[u]e en todos
estos templos se sacrificava a el demonio, y h[as]ta q[u]e los castellanos
entraron en el Perù, no fue oydo, ni predicado el s[an]to ebangelio, ni vista
la señal de la s[antisi]ma cruz: h[as]ta aqui n[ues]tro autor, al qual quiero
hacer esta pregunta. S[eñ]or Coronista Ant[oni]o de Herrera, coronista insigne,
en todo grande, y con gran credito, y fama: digame v[uestra] m[erce]d si este
no fuè apostol, o discipulo suyo; quien seria? y digame mas v[uestra] m[erce]d
quien seria aquel q[u]e les enseño de aquel dios verdadero (vease a n[umer]o 18)
y el mis-
{f. 48} 48
terio de la S[antisi]ma Trinidad q[u]e nos cuenta? claro està q[u]e no
dirà q[u]e el demonio; q[u]e eso fuera mayor disparate, q[u]e el q[u]e escribe
v[uestra] m[erce]d quando dice q[u]e los mexicanos hacian dioses de hombres
(veanse la nota de n[umer]o 39 al margen) claro està q[u]e algun hombre seria;
y no el demonio por q[u]e èste no enseña el conosim[ien]to y creencia de dios,
ni a darle reverencia; antes lo contrario: luego mas sierto es q[u]e fuè el
apostol; y el desir q[u]e en aquellos tiempos se sacrificava, no prueva contra
esto; por q[u]e escrive v[uestra] m[erce]d q[u]e al demonio llaman en el Perù,
Zapo, y no nos escribe q[u]e haya templo de esta advocacion; y bien se
compadece, con q[u]e el q[u]e se dedicò templo de el dios verdadero lo fuese de
valdes; pues q[u]e por haver ellos faltado de aquella enseñanza primera no es
argum[en]to para negarla totalm[en]te y con todos cuantos sacrificios nos
cuenta v[uestra] m[erce]d no nos dice uno q[u]e hicieron a Zapo.
56. Quiero describir aqui una historia pintada por
figuras, al modo de los yndios,
la qual tuvo en Mex[i]co mas de 14 años sin entenderla de el todo, h[as]ta
q[u]e lleguè a leer lo aqui copiado de Cealcoqin, la qual año de 1680
quando me bolvi a Filipinas dexe al B[achille]r D[o]n Carlos de Siguenza y
Gongora, catedratico de matematicas juntam[en]te con un quaderno manuscripto
con mas de 52 p[árrafo] de noticias de haver predicado en N[ueva] España
S[an]to Tome Apostol, estava la historia en manta de algodon doble, en 4
brasadas de larga, y 3 de ancho de muy buena pintura al temple, con muy
perfectas pinturas, y descripciones en letra castellana; pero el lenguaje nadie
lo entendio en Mex[i]co pondre nmeros para mayor inteligencia.
57. N[umer]o 1 tenia a la parte oriental, y tambien la
poniente un sol,
y letreros, vi estava la tierra arrimada con montes, cerros rios, casas,
yglesias, y caminos con arboles de peras, durasnos, y rosales, para demostrar
q[u]e es tierra templada; y una semejanza del paraiso terrenal.
58. N[umero] 2 en un monte alto muy levantado q[u]e
cubre y descuella sobre otros, estava sentado sobre un feros tigre un hombre
bien agestado, blanco, barbudo (notese, q[u]e los q[u]e havia
{f.
49} 49
en
la pintura lo son, vestido con una ropeta colorada, las mangas h[as]ta medio
braso, con flecos, y borlas q[u]e cuelgan por debajo de los brasos, y un mastle
q[u]e le tapava las partes, algo largo, y tendido, en la caveza tenia una
corona como con lirios, y de ella pendian sobre las orejas unas como borlas
coloradas, con gracia, tenia vaste de oro en el labio de abajo; a la manera
q[u]e se escribe, le traian en mexicanos, el papa, y las ropas, en la mano
derecha tenia cetro real, en la i[z]quierda una rodela, de el lado, y costado
d[e]r[ech]o muy arrimada a el; sentada tambien sobre el tigre estava tambien
una muger muy blanca, y hermosa, cogido el cabello, señida la caveza, con un
trenzado redondo de sintas de colores, al modo de las gitanas, tenia faldellin
azul, y corpiño, las mangas h[as]ta medio brazo, y con la mano d[e]r[ech]a
señalava con el dedo al cielo.
59. N[umer]o 3 abajo en lo llano havia una yglecia
grande con campanas, y cruz ensima, y un rotulo q[u]e decia Tuati cuidad,
y algo lejos otra yglecia con un letrero q[u]e decia S[an]ta Maria Magdalena
Tepecimiatlan, y otra en otra parte con rotulo, S[an]ta Maria Tualvo, otra
yglecia mas q[u]e se describia Santiago, y al pie de aquel monte levantado
havia otra yglecia con cruz ensima como las demas; pero sin letrero.
60. N[umero] 4 al pie de aquel alto cerro venian a
parar, como q[u]e bajaban huellas, o plantas, (que en las historias mexicanas
he tenido, y he entendido algunas, significa camino) q[u]e rematavan serca de
la ciudad.
61. N[umero] 5 al principio de las huellas estava un
hombre desnudo sobre un tronco de arbol, cuyo tronco estava parado, y arrimado
al marco de la pintura, de manera q[u]e atras no havia otra cosa, tenia maztle,
o bajaque blanco, en la caveza bonete redondo, y no muy alto, caido atras de
color rojo apagado.
62. N[umero] 6 delante de èste hombre q[u]e acabamos
de describir, caminava un hombre de gran estatura con sandalias, y maztle algo
largo, desnudo, capa de asperges, baculo en la mano como obispo,
mitra con cruz sobre la frente, blanco, barba larga, ojos grandes, y de
agradable presencia.
63. N[umero] donde en la ciudad rematavan aquellos
pasos que dixe volvian a comenzar h[as]ta la cima de un mediano cerro, en el
qual estava una piedra azul quadrada, sobre la q[u]e estava sentado un anciano
delante de el, como bajando, y sentados en coclillas estavan otros 5.
64. N[umero] 8 luego despues q[u]e los cinco, sobre
piedra quadrada, y colorada estava otro anciano, de cabeza grande, sentado, y
delante de
{f.
50} 50
este
se seguia otro, y una muger, delante de la qual estava el pie un mancevo de
gallardo aspecto, largo el cavello, y muy caido por las espaldas, y en lugar de
maztle una toalla larga muy blanca, desnudo el cuerpo como Ecce Homo, llagado,
y lleno de sangre, en la mano arco, y flecha,
y al ombro un carcaz lleno de ellas, por ensima ( y aqui se vee claro como se
engaño quien dixo q[u]e Comizahual hera muger; engañado quizà por q[u]e tiene
los cavellos largos a lo nazareno) de la caveza estava pintado un tigre, como
quando quiere saltar en el aire.
65. N[umero] 9 de èste mancevo salian huellas, como
q[u]e venian bajando h[as]ta el pie de un cerrillo, y allì volvia a aparecer
como estaba allà este mancevo apuntando con el arco, y flecha a un hombre muy
viejo, y cano, q[u]e estava en pie con ropilla, levantada en la mano derecha
una arma como punta de lanza; pero tan larga como una espada, y en la yzquierda
una rodela, el asì estava luego caido en el suelo clavado con una flecha,
demostrando ser vensido de aquel mancevo: decia un rotulo Huani opehua.
66. N[umero] 10
hallà en aquella procesion de hombres sentados en concilio (digo) coclillas,
q[u]e dice generacion, o desendencia, luego immediato se seguia uno, q[u]e se
parecia a aquel q[u]e estava en el cerrillo n[umero] 8 de el qual procedian dos
hombres, los quales hera{n} principes, por q[u]e estavan sentados iguales de
otros muchos, q[u]e apartandose cada uno por su parte fueron principio, y
origen de dos naciones; aunque diferentes en el traje, como veremos.
67. Numero 11 el uno de aquellos dos tenia delante a
si 22 personas, y los tres ultimos estavan revestidos a la española, con
sombrero, ropillas, calsas a lo antiguo, medias, y zapatos; y letrero q[u]e
decia, fia D[o]n Diego de Velazco Governador, Tia. D[o]n D[o]n {sic} Pedro de
Velazco Governador, Tia, D[o]n Diego de Velazco Governador: {sic} aquel q[u]e
caminava por la parte opuesta, tenia delante de si mas personas, los
unos, y los otros, en coclillas, los cinco ultimos a la española con los
sombreros algo diferentes, y todos barbado, y blancos.
68. N[umero] 12 havia una laguna pequeña de q[u]e
salia un rio en ella, dentro dos piedras azules, q[u]e la una se levantava de
la otra como si fuera su tapadera, salia una muger mosa muy hermosa con
faldellin, y manto azul q[u]e le
{f.
51 } 51
cubria
la caveza el todo de ella.
69. N[umer]o 13 hallà (aun lejos) sobre piedras
coloradas estavan dos figuras sentadas,
con las manos levantadas algo, y abiertas, el uno hera varon, y tenia tiara en
la caveza, y estava vestido, el otro bulto hera aquella muger q[u]e salia de la
peña, sobre la cabeza, a un lado estava pintada una culebra q[u]e tenia dos
cavezas.
70. N[umer]o 14 delante de aquellas figuras estava el
arbol volador con quatro yndios volando,
con tamboril, y flauta como lo husavan los mexicanos, estavan estos quatro
d[ic]hos colgados, y en la cumbre estava vailando el de el tamboril; y esto
prueva la comunicacion q[u]e tenian los unos, y los otros.
71.
N[umer]o 15 havia una casita baxa almenada, de ella se levantaba un pajaro, y
havia letras q[u]e explicavan lo q[u]e hera.
72. N[umer]o 16 havia una piedra grande de tres lados,
o esquinas, y otras dos redondas, y algo lejos otra con un animal ensima como
perro, y letra q[u]e decia bectrechactra.
73. N[umer]o 17 a la parte de el poniente havia un
rio q[u]e corria al norte, y letra q[u]e decia, Lempa.
74. N[umer]o 18
salia de la ciudad unos pasos q[u]e rematavan en tierra negra,
en q[u]e havia yglecias sin campana, ni cruz, de la qual se apartavan las
huellas por dos sendas h[as]ta la mar q[u]e estava alli; en cuya orilla
estavan dos ancianos en coclillas, desnudos, con maztle, cacles, y bordones
como peregrinos.
75. N[umer]o 19 allà a un lado, en una horca estava un
ahorcado a quien despedazavan dos lebreles, a un lado un español con gorra, y
vara levantada, alli tambien un yndio con letrero, y el dedo en la boca, y
ensima de la horca un rotulo q[u]e decia 1526, justicia, Castilla,
y proseguian las letras.
76. N[umer]o 20 por la orilla, o sircunferencia de la
pintura, havia pintadas en diviciones, no muy juntas, cavezas, una de hombre, y
otra de muger, cada par con letrero, q[u]e cada una comenzaba, Cocio Cocama.
77. N[umer]o 21 tenemos ya descripto nuestra pintura,
siguese ahora una breve explicacion, segun mi corta capacidad, he inteligencia,
dexando al curioso q[u]e discurra con mayor asierto. Se
{f.
52} 52
ha
de suponer, q[u]e lo mas de esta pintura tiene su sentido como en cosas
espirituales,
y de religion en metaforas, y alegorias; como quando se dice sol de justicia,
leon de Judà, varon fuerte &c que significa este simbolo
e[tcétera].
78. N[umer]o 1 el tener al oriente, y poniente el sol,
dirà q[u]e aquella tierra està sita de oriente a poniente, y q[u]e camina por
ella en paralelo o q[u]e camina por ella en paralelo, o tierra alumbrada con la
luz de el sol divino.
79. N[umer]o 2 parece, y demuestra la creacion de
Adan, y Eva, el estar en monte alto, dirà lo mejor de la tierra q[u]e se
aventaja a las cosas el paraiso terrenal el estar sobre tigre el dominio de
todos los animales: el cetro, y rodela significa el mando y señorio q[u]e le
dio dios de el uniberso anciano, dira el primero, el mas antiguo de los
hombres: el vesote en los labios, la gracia en q[u]e dios le crio, insignia de
q[u]e tambien husavan el mayor sacerdote, a quien llamavan papa, q[u]e en esto
denotava aquel q[u]e tenia especial gracia para enseñar los ritos: aquella
muger es Eva, q[u]e salio de el costado de Adan: el estar señalando al cielo,
dirà q[u]e de alli les vino el ser: los arboles frutales aludirà al arbol
vedado, y precepto q[u]e dios les puso.
80. N[umer]o 3 parece q[u]e son templos, o yglecias,
las quales siendo ya christianos, fundaron alli los ministros ebangelicos con
la advocacion de aquellos s[an]tos tutelares.
81. N[umer]o 4 aquel hombre sobre aquel tronco, puede
ser q[u]e signifique a Christo, y estar delante aquel hombre en grande estatura,
quedra desir, hablando de el q[u]e hera su discipulo, y q[u]e vino a enseñar
doctrina de el cielo, y q[u]e predicò a Christo, la encarnacion, pasion,
resurreccion, la creacion de el hombre, y el misterio de la santa trinidad,q[u]e todo esto demuestran las figuras q[u]e
aqui se representan,
y q[u]e demuestra ser sacerdote,y
obispo, como lo fueron los apostoles; y q[u]e tiene mucha semejanza, por lo de
grande estatura, con lo q[u]e acavamos de escribir de aquel el hombre q[u]e se
aparecio en el Perù, y asimismo con aquel Ketzalcohoa[t]l q[u]e dice Torquemada
q[u]e vino a Tula, y traia la capa llena de cruzes coloradas; y tambien se
parece
{f.
53} 53
aquel
q[u]e de Nueva España fuè a Campeche, y de alli dejando fundadas las
religiones, y discipulos se fue a otra parte,
q[u]e sin duda es èste m[aes]tro de esta pintura, y el padre Vasconzelos dice,
q[u]e la tradicion de el Bracil, es q[u]e hera de grande estatura, y q[u]e hera
el Apostol S[an]to Tome, y es el mismo nombre con q[u]e le llamaban los
mexicanos, q[u]e es coatl, o coate q[u]e en castellano dice, gemelo, y en latin,
didimo,
q[u]e asi se llamo el s[an]to como lo llegò a entender de las pinturas, e
historias mexicanas el B[achille]r Bezerra,
catedratico de lengua mexicana, y lo notò a p[árrafo] 26 de el libro
intitulado, Felicidad de Mex[i]co y dice q[u]e les enseñò el calendario
con la cuenta de el año, y mese segun lo husa la s[an]ta yglecia, y es muy
digno de reparo lo q[u]e trae el padre Luzena en la vida de S[an] Fran[cis]co
Xavier en la Estampa, en q[u]e està la cruz de piedra q[u]e se hallò en
Malapiar en el sepulcro de s[an]to Tome Apostol, en q[u]e juntam[en]te con las
letras de la circunferencia, està sobre la cruz un pavon r[ea]l q[u]e es la misma
ave quetzali de pluma ricas, q[u]e es el uno de los nombres con q[u]e le
llamaban los mexicanos, con q[u]e se prueva ser el mismo,
y en lengua de los yndios de Filipinas llaman Camba a dos criaturas q[u]e nacen
juntas; y cambal se llamaba en Campeche el de la profecia: pues asentado, como
lo parece, q[u]e èste fuese el apostol, u otro embiado de dios a predicar a estas
gentes de el nuevo mundo, como bien lo prueva el Padre Vasconzelos, quando dijo
Cristo a sus discipulos: id por todo el mundo, predicad a toda criatura; y
siendo la America la mayor porsion de el, es cierto q[u]e se predicò en ella el
s[an]to ebangelio. Pues dice S[an] Mateo, q[u]e escribio su ebangelio a los 30
años de la muerte de Cristo q[u]e el ebangelio estaba predicado en todo el
mundo: pues siendo como digo este el apostol, u otro el q[u]e predicò, sacase
q[u]e lo q[u]e hay en esta pintura son cosas q[u]e declaran los ministros de la
fee, y q[u]e al cabo de tantos años, pasando de tiempo en tiempo, y de mano en
mano, solo se han allado estos rastros; pues faltando quien llevase adelante
aquella predicacion, como en las demas
{f.
54} 54
partes
de el mundo, por los discipulos, y sacerdotes, o succesores de los apostoles, y
recurro al s[an]to Papa, y la reformacion de ritos por los concilios en q[u]e
havia de parar? pues se halla, q[u]e en un concilio toledano se reformo un
abuso introducido en Galicia, y hera q[u]e consagravan en leche los clerigos en
lugar de agua; lo q[u]e sucedio a los yndios de la America con la predicacion,
es lo mismo q[u]e a los españoles de las Batuecas, q[u]e apenas conserbaron
unos bislumbres al cabo de 800 años; acà al cabo de 1500, algo se allò.
82. N[umero] 5 aquel anonimo de el /co…/, sobre
piedras /.../ denota a Adan caido por el pecado,
y fuera de el paraizo, la piedra azul la gracia con q[u]e dios lo reparò, y a
todos mediante la encarnacion de el hijo en las entrañas de la virgen q[u]e
està cubierta con manto azul, cubierta de cielo, llena de gracia; q[u]e segun
las historias mexicanas, a la gracia explicaban con simbolo de piedras
preciosas verdes, y azules.
Aquellos sinco q[u]e se siguen luego sentados en coclillas, q[u]e denota
proceder unos de otro seran algunos patriarcas, o profetas q[u]e precedieron a
la venida de el mesias, o los acendientes de Cristo segun la carne.
83. N[umero] 6 aquella muger parece a la Virgen Maria,
pues està como ella allà en la laguna naciendo entre las piedras q[u]e
significando ellas la gracia; diria q[u]e Maria nacio, y fuè concebida en
gracia:
el anciano de la caveza grande, serà David, acendiente de la Virgen; o San
Juachin: el mancevo blanco,
llagado, con arco, y flecha es Cristo, el tigre sobre la caveza es señal de
fortaleza, y virtud; los leones aunq[u]e los hay en la America, no son valientes
como los tigres, y asi como el tigre simbolisan lo d[ic]ho y cuadra con lo
q[u]e la escriptura dice de Christo quando le llama leon de Judà. Con q[u]e se
ha de entender, q[u]e lo q[u]e Herrera entendio por muger tigre q[u]e vuela;
es, y se ha de entender de Cristo y su virtud divina; q[u]e estando como està
delante de la Virgen, denota q[u]e es su hijo segun la carne. Haviaseme
olvidado decir, como aquella piedra colorada significarà sangre
{f.
55} 55
y
el pecado original; el qual con la sangre, y pasion de Christo se redimio; y el
de la caveza grande serà a quien dios hiso la promesa dello.
84. N[umer]o 7 el mancebo gallardo es Cristo q[u]e
con su sangre y pasion redimio a el hombre,
y vencio a el demonio, serpiente antigua, como quien estava apoderado, y
encastillado en este modo, significado en aquel cerro, y la vencio, y quito las
armas.
85. N[umero] 8
aquellos hombres, principio de las dos procesiones, traen como todos los demas
su principio de Adan, y en esto no se apartaron como otros yndios de la verdad:
aquellas dos procesiones, o parcialidades, es parte q[u]e parece q[u]e asentò a
vista de aquella tierra, y parece q[u]e yà estava alli quando llegò aquel
predicador; y el ser blancos, y barbudos como los mixes, dà a entender q[u]e no
son yndios.
86. N[umer]o 9 aquellos tres vestidos a la española,
denota q[u]e en tiempo de el primero de ellos llegò quien los baptizò, y q[u]e
su decendencia hera christiana, el llamarse Velasco por sobre nombre,
es en memoria de D[o]n Luis de Velasco, Virrey de Nueva España, el qual daria a
estos el castigo. Tambien se ha de entender, q[u]e los q[u]e estan al lado
contrario tambien recibieron la fee catolica; pero q[u]e teniendo el mismo
origen se apartaron los unos de los otros; y èsta serà la de los mixes,
pues se escribe de ellos q[u]e son blancos, y barbudos; y como quiera q[u]e
seà, parece q[u]e son advenedisos europeos.
87. N[umer]o 10 aquella muger vella, y hermosa, es
Maria, la mar significa su nombre, la piedra azul la gracia, en q[u]e fuè
concebida, el rio q[u]e sale de aquella mar, el bien q[u]e por Maria como rio
llena toda la tierra;
o a la fuente de gracia Jesus q[u]e trajo en sus entrañas, y como fuente de
aguas vivas, riega a toda la yglecia s[an]ta por medio de los sacramentos: el
faldellin, y manto azul es como de ordinario la pintan cubierta la caveza, significa
ser madre; en Guadalupe se aparecio con manto azul; aunq[u]e tambien con
corona.
88. N[umero] 11 las
dos figuras sentadas en piedra colorada es Dios: y N[ues]tra Señora tener
abiertas las manos, significa q[u]e a solo dios se ha de pedir, y a su Madre
S[antisi]ma porq[u]e siempre estàn con las manos abiertas, para derramar
misericordias
{f. 56} 56
sobre los vivientes: la piedra colorada, es tributo, y distintibo para
conocer la ymagen de Cristo y su pasion, y q[u]e es piedra firme: el tener la
señora sobre la caveza a un lado la culebra, esto es escriben Torquemada,
Monarq[uía]. Yndia[na] parte 2, p[árrafo] 160 q[u]e a Eva le llamaban los
yndios Cihuacohual,
muger culebra en lo q[u]e dice, o la muger a quien engaño la culebra: pues
ahora, como por aquella Eva nos perdimos, dirà q[u]e èsta es la segunda Eva por
quien fuimos ganados, y restaurados: el volador significa aquella fiesta q[u]e
escribe Herr[era] q[u]e le hacian cada año al gran padre, y a la gran madre; y
con mucha piedad le aplicavan estos nombres pues a nadie como a dios, y a la
virgen se debe atribuir estos nombres, y acudir como lo hacian estos yndios en
sus necesidades; q[u]e fue lo q[u]e aquel predicador les enseñò con las demas cosas
de el cielo.
89. N[umero] 12 prueva lo q[u]e ya se ha tocado q[u]e
su predicador, a ellos tubieron mucha comunicacion con mexicanos, asi por el
volador, como por los sacrificios, y aun la lengua, pues aquel nombre
Tepecimatlan en mexicano; y aun se puede decir q[u]e de ellos resibieron los
abusos, y corruptela de la primera doctrina, la qual en Tula, Cholula y otras
partes fue perseguida por mas de 500 años, como lo apunta Torquemada, diciendo,
que Huemac, perseguidor de Ketzalcohuatl, se hizo adorar por dios.
90 N[umero] 13 aquella casita pequeña de piedra
almenada, y el pajaro q[u]e se levanta volando, y aquel relampago, y truenos,
son en confuso unos pedazos de el misterio de la resurreccion, asumpcion,
venida de el espiritu s[an]to, y tinieblas al monte calvario; mal explicados
por quien los decia; y peor entendidos de quien hizo la relacion q[u]e vido
Herrera.
91.
N[umero] 14 la piedra grande de tres puntas con los tres rostros disformes,
significa la S[antisi]ma Trinidad, explicado el misterio por su predicador, y
fixada, o exculpida en la piedra esquinada,
para memoria eterna de lo q[u]e representavan el desir q[u]e los rostros heran
disformes, se ha de entender por lo grande de el misterio, q[u]e
{f. 57} 57
representavan: el decir q[u]e lo trujo alli por el
aire, ya se vee q[u]e no habla de piedras naturales, sino q[u]e en sentido
espiritual dice, q[u]e la doctrina de Cristo y misterio de la S[antisi]ma
Trinidad les fueron anunciados, y para testimonio indubitable quedaron alli
esculpidas: quando dice q[u]e no conocio varon habla de la S[antisi]ma Virgen,
por el misterio de la encarnacion: quando dice q[u]e tuvo tres hijos sin ser
casada esta, y q[u]e otros dicen q[u]e heran sus hermanos, se debe notar q[u]e
dos hermanos, y aquel de quien se dice q[u]e lo heran, son tres en q[u]e buelve
a repetir el misterio;
y en suma, dice, en q[u]e grado esta la persona de el hijo, con el padre, y el
espiritu santo: en decir q[u]e hera magica, quiere decirle sabiduria celestial,
y maravilla con q[u]e obrava Christo: quando dice q[u]e estendio su ymperio,
dira la predicacion ebangelica por todo el mundo: en decir q[u]e como hera
magica, dio a entender de religion, quiere decir q[u]e las verdades, y milagros
con q[u]e predico Cristo su doctrina comvenia a los ynfieles con tal fuerza, y
eficacia q[u]e los obligava a resibirla:
las dos piedra q[u]e havia mas, y con letrero, no alcanzo su significado, sino
es q[u]e q[u]e {sic} son aquellas en q[u]e estan esculpidas las caras de los
leones.
92.
N[umero] 15 aquel rio Lempa q[u]e sale de la mar de el norte, servirà al
curioso q[u]e quisiere saber la situacion de esta tierra, de la qual no dista
mucho el rio Ulua.
93.
N[umero] 16 aquellos pasos q[u]e caminan para tierra negra,
quiere desir q[u]e de alli pasaron a Etiopia aquellos dos, y q[u]e alli
fundaron yglecia, y q[u]e de alli pasaron por mar a otra parte: esto tiene su
apoyo en lo q[u]e escribe Torquemada, quando escribio q[u]e Ketzalcohoatl,
q[u]e entendemos por Santo Tome, pasò de Cholula a Tlilapa, q[u]e en tierra
negra, lo qual tanbien concerda, con lo q[u]e en vida de San Xavier se dice,
q[u]e quando el Santo llego a Zocotorra, hallo cruzes, y christianos desde del
tiempo q[u]e predicò alli S[an]to Tome Apostol; aunq[u]e mesclados ya con
moros.
94.
N[umero] 17 la horca, y el ahorcado es un castigo cruel q[u]e hicieron los castellanos
a q[u]e escribe Herr[era] q[u]e en los mixes,
el Capitan Pacheco echo a los perros a un yndio q[u]e no quiso
{f. 58} 58
descubrir a su señor q[u]e hacia daño a los
castellanos.
95.
N[umero] 18 aquellas cavezas de hombres, y mugeres en la orilla de la pintura
son los casamientos de las dos familias referidas.
96.
N[umero] 19 q[u]e cada uno de aquellos hombres tiene su letrero q[u]e dice, Cociococana,
por el comienzo de cada letrero, dirà, caso fulano, con sutana, por q[u]e alli
donde estan no havia lugar p[ar]a escribirlo.
97.
Herr[era] dec[ada] 3 lib[ro] 2 cap[ítulo] 15 p[árrafo] pragrafo
86 dice hablando de la religion de los mexicanos havia (dice) otro ydolo en
Mex[i]co, muy principal,
q[u]e hera el dios de la penitencia, y de los jubileos, y perdon de pecados,
q[u]e se llamava Tezcatlipoca, cuya figura hera de piedra negra relumbrante
como azabache, vestida con atabios galanes, tenia sarcillos de oro, y plata, en
el labio bajo con un canutillo cristalino de un geme de largo, y en el una
pluma verde, la coleta de los cavellos la señia una sinta de oro bruñido, y en
ella por remate una oreja de oro con unos humos pintados en ella, q[u]e
significan los ruegos de los afligidos, y pecadores, q[u]e oya quando se
encomendavan a el,
de entre esta oreja ,y la otra salian unas garcetas, y al cuello tenia un oyel
de oro q[u]e le cubria todo el pecho, y brazaletes de oro en los brazos, en el
obligo una rica piedra verde, en la mano izquierda un mosqueador de plumas
verdes y amarillas, con azules preciadas, q[u]e salian de una chapa de oro
reluciente, y muy bruñida q[u]e parecia espejo, q[u]e significava, (nota: este
q[u]e hera su nombre) q[u]e en aquel espejo veia todo lo q[u]e se hacia en el
mundo, y al espejo llamavan su mirada,
en la mano derecha tenia quatro saetas, significando el castigo q[u]e dava a
los malos por los pecados: asi le pintavan sentado con mucha autoridad en un
escaño,
rodeado con una cortina colorada, laureada de cadaveras, y hueso de muertos, en
la mano izquierda una rodela con cinco piñas de algodon, en la mano derecha una
vara arrojadisa amenazando con ella, de la rodilla salian quatro saetas, el
semblante airado, y la caveza llena de plumas de codornices.
98.
Nota: los espejos q[u]e usavan los mexicanos (como se ha tocado) son de piedra
muy bruñida, llamanle, tetzcatl, q[u]e quiere decir piedra reluciente, o
resplandeciente:
aho-
{f. 59} 59
ra, pues de un verbo q[u]e significa, Dios, y de otro
q[u]e significa reluciente, o resplandeciente, se compone Tetzcatlipoca,
quitando de cada verbo alguna silaba, como la husa mucho aquella nacion, y lo
declara el siguiente exemplo, Xaltocan, q[u]e en mexicano, Jal, es arena, teotl
es dios, y calli q[u]e es casa, y todo junto Xaltocan, casa de dios en el
arenal, (y asi se llama un pueblo q[u]e esta delante de Mex[i]co).
Pues ahora segun lo q[u]e escribe este autor, dec[ada] 3 lib[ro] 2 cap[ítulo]
15 p[árrafo] 85, columna 1 q[u]e confesavan a un
dios todopoderozo, admirable: quien negarà q[u]e un dios q[u]e perdona pecados,
inefable, admirable, q[u]e todo lo vee, q[u]e en el se veen todas las cosas,
como en el espejo claro es dios omnipotente; y no el demonio, q[u]e a este le
llaman, Mictlan, verbo q[u]e significa inferus, y de Teuhtli, verbo q[u]e
significa principe, o señor,
y a n[ues]tro modo el principio de las tinieblas, al qual entendian palo q[u]e
es? y si alguno replicara, q[u]e al demonio llaman, y lo repiten a cada paso
Tlacatecolotl, desengañese, q[u]e no dice diablo, sino hombre buoho, de este
verbo tlaca, q[u]e es hombre, y de el verbo tecolotl, q[u]e es el buoho, como
huela, debajo de cuya figura veian al demonio;
y asi, como por el diablo decimos, diañlo, diantre, demonio, Bercebu, patilla,
&c que significa esta e[tcétera].
{en vertical varias palabras} nacio Netzal
hualco yotl. A dos dias de el mes llamado venado. Caza.
99.
Cuna, caveza de perro como manipulo oo~ explicar estos simbolos, venado, calli. En castellano dice
nacio: Netzahualcoyotl a dos dias de el mes de venado de el año calli. Puse
aqui èste punto, o clausula de historia mexicana, para veer como escribian, o
pintavan sus historias: para pintar, o escribir este nombre, Mex[i]co pintavan
una penca de maguey, q[u]e es metl, y una abispa, q[u]e es xiote, y una olla,
q[u]e es comi,
y quitandole algo a cada uno de estos nombres sale Mex[i]co y asi quando se
vieren estas tres cosas en pintura no dice otra cosa q[u]e Mex[i]co, y para
pintar a Tenochtitlan, q[u]e es el sobre nombre de Mex[i]co pintaban un piedra,
q[u]e es tetl, y sobre ella un tunal con tunas, q[u]e en su lengua es nochtli,
y todo junto Tenochtitlan, quitand[o] algo al verbo.
100.
Al primer rey de Mex[i]co llamaron, Acamapistli, q[u]e suena, caña mano,
pizietla, q[u]e son siertas cañuelas con q[u]e tomavan el tavaco en sus
combites; y asi lo vera, y con media mitra en la caveza el curioso en la
estampa q[u]e trahe Antonio de Herrera en la primera foja.
{f. 60} 60
de la decada primera de su Historia general de las
yndias,
y con esta media mitra en la caveza estan pintados todos los reyes en sus
historias; y se vera en una muy curiosa q[u]e esta en el colegio de S[an] Pedro
y S[an] Pablo de Mex[i]co en la librería. Asentado, como es verdad q[u]e los
reyes traian en la caveza media mitra, desian q[u]e la traian por q[u]e (como
luego veremos) no heran reyes soberanos, sino tenientes de Ketzalcohoatl, y
q[u]e por husarla èl entera, husavan ellos la mitad, en señal de q[u]e lo
tenian, y esperavan q[u]e havia de bolver a reynar, y esta media mitra es
aquella q[u]e se ponen en la caveza con ricas joyas.
En la Nueva España, quando ellos bailavan el tocotin, aludiendo en esto de la
mitras, como en el baile, a q[u]e en su antigüedad salian solam[en]te; los
reyes a bailar un poco, como sucedia en la fiesta de el fuego nuevo q[u]e hera
de 52 a 52 años, (como largam[en]te escribe Torquemada) y entonces jugavan al
palo volador con la rueda q[u]e significava un siglo,
y los quatro yndios, q[u]e colgados de ella davan 13 bueltas cada uno,
significavan las quatro casas, o señales con q[u]e señalavan los años, de modo,
q[u]e quatro de a 13 hacen los 52 años a q[u]e llamavan xiumolpia, esto
es, atadura de los años; por q[u]e tenian q[u]e al cavo de 52 años se havia de
acavar el mundo, y se disponian para ello con ayunos, oraciones, y sacrificios,
y en todo el reyno se apagava el fuego, la noche de el 21 de d[iciem]bre quando
el sol acava su mayor declinacion a la parte de el sur,
salian en una gran procesion de Mex[i]co muy despacio, de modo que a media
noche llegavan a un cerro q[u]e esta serca de Mexicaltzingo, y en la sima de
una piedra, el sacerdote abria por los pechos en cruz a un cautivo, y alli con
dos palillos sacava fuego, y se ensendian; hera señal q[u]e dios les alargava
otro siglo de vida, y comensavan a dar vozes de jubilo, y alegria, y al punto
cogian este fuego nuevo, y lo llevaban
{f. 61} 61
aquel dia a partes muy distintas, bueltos a Mexico, en
la plaza que /.../ hera muy grande) bailavan veinte mil yndios, todos señores,
y entonces el rey no escusaba de salir a bailar: al ceptimo año de el reynado
de Moctesuma, sucedio esta fiesta; y asi quando oy bailan esta gravisima danza
sale el q[u]e hace al rey, da de bueltas, y luego se sienta en una silla, y los
demas prosiguen bailando.
101. El nombre, o la señal con q[u]e los yndios en sus
historias pintadas nombran o señalan,
(cada uno de los demas reyes por su figura) a Moctesuma es la media mitra q[u]e
traian todos en la caveza, y asi se halla pintado.
102. Torquemada, Monarq[uia] India[na]. lib[ro] 4
cap[ítulo] 13 p[árrafo] 417 col[umna] 1 parte 4 hablando de quando el año de
1518 llego Juan de Grijalva a la costa de Veracruz, de q[u]e fue havisado
Moctezuma,
dice asi: señor nuestro, dignos somos de muerte, por haver venido sin vuestra
licencia a vuestra real presencia; pero el negocio es tan arduo, y grave q[u]e
lo sufre: es el caso, q[u]e todos juntos los q[u]e aqui venimos hemos visto
q[u]e han llegado dioses a aquella costa en grandes casas de aqui (q[u]e asi
llamavan a los navios) les hemos hablado, y combersado, hemos comido con ellos,
y les dimos mantas ricas, y ellos nos dieron en retorno estas piedras preciosas
que aqui t[r]aemos.
Luego presentaron las cuentas, y abalorios q[u]e t[r]aian, y dixeron: estas
piedras nos dieron, y nos dixeron: id a la corte, y dadlas a vuestro s[eñ]or
Moctesuma, y decidle, q[u]e nos bolvemos a n[ues]tra tierra, y q[u]e otra vez
bolveremos, y le veremos.
No respondio el emperador a esto nada (que solo lo estava sintiendo su pecho)
pero dixo a los mensageros: cansados vendreis de tan largo, y acelerado camino,
id a descansar; y no digais a nadie esta embajada, q[u]e quiero secreto en
ella, por q[u]e el pueblo febril, y bullicioso no se altere; y a su tiempo os
llamare. Salieronse los mensageros, y dieronles salas donde estubiesen.
Moctezuma quedose solo, y pensativo, y bien sospechoso de mucha novedad en sus
reynos, por q[u]e hera de muy buen entendim[ien]to y consideraba los prodigios
pasados, y traia a la memoria lo q[u]e su adivino le havia d[ic]ho (por lo qual
le echo la casa ensima, y lo matò) y acordavase de lo q[u]e su hermana Papan le
havia d[ic]ho años antes,
y lo q[u]e Nezahualpilli tambien le havia d[ic]ho y pensa –
{f. 62} 62
van que no heran acaso, sino q[u]e venian amenasando
algun gran mal, o trueque de govierno; y como los negocios graves quieren
comunicacion, y consejo, hizo luego llamar a los q[u]e lo heran de el suyo,
q[u]e fueron el Rey Cacama de Tezcuco su sobrino, al qual embio a llamar por la
posta, y a Cuitlahuazin su hermano, señor de el pueblo de Itztapalapam, y a
Cihuacoatl, Tlilpotonqui, Tlacohcalcatl, Quapiatzin, Ticocicoatl,
Quetzalaztatzin Huitznahuacatl, Tlailozlac Yecatenpatiltzin, q[u]e llegado
manifesto lo q[u]e pasava, y haviendo dado, y tomado en pareseres, y
adivinansas de lo q[u]e podia ser, concluyeron su consejo con persuadirse, y
creer q[u]e seria Ketzalcohoatl; a quien en un tiempo adoraron por dios, de
quien tambien pensavan q[u]e havia de venir a reynar otra vez estas tierras,
por haverlo el mucho antes d[ic]ho quando paso de aqui a las provincias de
Apala, y se les havia desaparesido en la costa de la mar e hido asia quellas
partes orientales; y como por esta causa le esperavan, entendieron ser el q[u]e
havia llegado.
103. Con esta persuasion q[u]e tubieron, determinaron
q[u]e se nonbrasen personas q[u]e fuesen a resibirle, y en el interin q[u]e
hiban se les mandò a los governadores de la corte q[u]e puciesen gran cuidado,
y vigilancia, en atalayar, y descubrir lo q[u]e por el mar viniese, en espesial
en Nautla, Tutztla, Mictlan, y Quautla, para q[u]e de aquellas partes, por ser
de mas còmodas, se viese mejor, y traxesen razon mas de presto de lo q[u]e
pasava: con aquestos recados fueron despachados estos governadores, fueron
nombrados cinco señores,
para q[u]e llevasen un presente q[u]e el emperador embiava a Ketzalcohoatl, los
quales fueron Yohuali y Chan (y èste fue por superior) Tepuztecatl, Ticahua, y
Huehuetecatl, y el ultimo, y quinto se llamava Hueicamecatleca, y mandoseles
q[u]e con la mayor brevedad posible fueran a la mar, y hablasen de parte de su
señor Moctesuma, y su senado a Ketzalcohoatl, su señor, y le ofreciesen el
reyno; y un gran presente q[u]e les fue dado para q[u]e le llevasen: èste es el
q[u]e dice Gomarra, y Herrera, dec[ada] 2 lib[ro] 5 cap[ítulo] 5 confusam[en]te
q[u]e t[r]axeron a Hernando Cortes
{f. 63} 63
quando saltò en tierra por parte de los governadores
de Motecuhcuma, y lo dicen por estas palabras: el qual presente dijo q[u]e
havia mandado a Juan de Grijalva, quando llegò en aquellas partes, sino q[u]e
por mucha prisa q[u]e se dieron, hallaron q[u]e hera ido, y fue asi; pero no se
como los q[u]e pusieron en estilo aquella relacion de q[u]e se aprovechò
Herr[era] se dexaron esto, como en este cap[ítulo] lo deje referido, y otras
muchas cosas q[u]e en lo q[u]e se sigue se dirà, por q[u]e aquellas, y otras
son carresponsinas, y quien dio razon de lo uno, pudo dar razon de lo otro;
aunque pienso q[u]e estuvo el hierro en no hacer estas inquisisiones, o
informaciones no mas q[u]e en los españoles, q[u]e entonces vinieron, y no las
aberiguaron con los yndios,
q[u]e tambien les toca mucha parte a ellos; y aun el todo, pues fueron el
blanco a donde todas las cosas de la conquista se asentaron, y son las q[u]e
muy bien las supieron, y las pusieron en la historia a los principios, por sus
figuras, y caracteres, y espacio q[u]e se supieron escribir; las quales tengo
en mi poder, y tengo tanta embidia al lenguaje, y estilo con q[u]e estan
escritas, q[u]e me olgara saberlas traducir en castellano con elegancia, y
gracia q[u]e en su lengua mexicana se dicen; y por ser historia pura, y
verdadera la sigo en todo; y si a los q[u]e la leyeren, paresieren novedades,
digo, q[u]e no lo son, sino la pura verdad sucedida; pero no se han escripto
h[as]ta ahora, por q[u]e los pocos q[u]e han escrito los sucesos de las yndias,
no las supieron, ni huvo quien se las dixese, ni tampoco yo las escribiera, si
no las hallara aberiguadas por el P[adre] Fr[a]y Bernardino de Sahagun,
religioso s[an]to y grave, q[u]e fue de los segundos q[u]e entraron en la
combersion de esta Nueva España, y de los primeros, o el primer imvestigador de
las cosas mas secretas de la tierra, y supo todos los secretos de ella; ese
ocupò mas de 60 años en escribir lengua mexicana, y todo lo q[u]e pudo alcanzar
en toda ella.
104. Torquemada, Monarq[uia] Indiana lib[ro] 4
cap[ítulo] 14 p[árrafo] 419 col[umna] 1 hablando de Ketzalcohoatl, dice: fuese
huyendo
{f. 64} 64
a la ciudad de Cholula, y allì le sig[u]io, y corrio,
y dexando del reyno se fue asi a la mar,
fingiendo q[u]e el dios sol le llamava a la otra parte de el mar, por la senda
de el oriente; pero prometio de bolver despues con mucha pujanza a vengar sus
injurias, y a redimir su pueblo de agravios, y tiranias; por q[u]e decian de el
q[u]e hera muy humano, y misericordioso: esta mentira se conservò aquellos
tiempos, y se fue reforzando con mucha mayor opinion en todos los q[u]e despues
les succedieron; y fue tan creida su buelta de los mexicanos, q[u]e los q[u]e
estavan reynando, resebian el reyno con èsta condicion, de q[u]e heran
tenientes de su señor Ketzalcohoatl, y q[u]e en viniendo se lo dejarian, y le
obedecerian como vasallos.
105.
Sabida, pues, esta historia, decimos, q[u]e como estas gentes aguardavan a este
Ketzalcohoatl, y tenian por muy sierto q[u]e havian de bolver a reynar estos
reynos de Nueva España; qualquier demostracion, y amago q[u]e havia de
alteracion, y rumor de alguno q[u]e parecia, luego pensavan ser el; y como
trujeron las noticias q[u]e dexamos d[ic]ho y mas por la parte por donde
vinieron (digo) vieron q[u]e se havia desaparesido, y en navios tan grandes por
mar ancho, y peligroso, persuadieronse a q[u]e hera el, y no otro, y por esto
pusieron mayor cuidado en la vigilansia de su buelta atalayando el mar, no tres
dias en todos los meses de el año, al fin de el qual, como Juan de Grijalva fue
a Cuba, y de su hida resultò la venida de Fernando Cortez, por la misma
der{r}ota q[u]e el primero, fue fuerza q[u]e los yndios viesen los navios, y
con el mandato expreso q[u]e tenian de su rey, fueron por la posta a dar el
aviso de ello,
llevando pintado el numero de los navios, y la manera de gente q[u]e vieron
andar en ellos, lo qual todo mostraron a Moteuhcuma, y con el nuevo aviso q[u]e
tubo de esta segunda armada, (que fue por fin de febrero de 1519) hizo junta de
los de su consejo, y de otras personas de prendas, y autoridad, y dioles parte
de las nuevas q[u]e havian traido los atalayas
{f.
65} 65
de
la costa de el oriente, de lo q[u]e de nuevo havia aparesido en la mar q[u]e
confirmava las pasadas del año antes, y confiriendo el caso trataron lo q[u]e
comvenia hacer; y como quando entraron los magos en Jerusalen, preguntando
q[u]e el rey nuevam[en]te nacido, q[u]e se turbò Herodes, y los de su consejo;
asì estos yndios de el consejo de el rey turvados con el, y confusos dixeron,
q[u]e pues hera verdad q[u]e su dios, y rey Ketzalcohoatl havia hido a los
reynos de Tlapala a verse con el dios sol, al qual todos sus antepasados havian
esperado q[u]e tambien lo seria, q[u]e hera el q[u]e en los navios havia
aparecido, pues no parecia caso humano, q[u]e hombres mortales handuviesen por
la mar metidos tan dentro de sus aguas, sin q[u]e huviesen peresido en ellas; y
asi creian ser el, pues venia,
hera razon q[u]e fuesen personas, y embaxadores principales a darle la
obediencia de parte de aquel senado, y a resibirle. De aqui pudieramos inferir
q[u]e estos mexicanos tomaron la constumbre de elegir reyes, y no aconstumbrar
en su republica q[u]e lo fuesen por herencia: lo qual pudieramos provar, con
descir, q[u]e si creian q[u]e tenian rey vivo, y q[u]e en algun tiempo havian
de bolver a la pocesion de su reyno, q[u]e no havian de consentir q[u]e otro entrase en su posecion
perpetua, sino como los governadores, q[u]e en ausencia de los reyes sirven el
oficio como la persona r[ea]l con la limitacion que dice solo el tiempo de la
aucencia, estando por estos ya aparejados hacer dexacion de el cada y quando
q[u]e venga su natural, y lexitimo heredero.
106.Volviendo al proposito, digo: q[u]e determinado
Moctesuma de lo q[u]e havia de hacer, ordenaron un gran presente; ahora sea el q[u]e hantes
havian llevado a Juan de Grijalva, y q[u]e la huviesen vuelto a hora tal, o
mayor q[u]e havia sido el primero; pero lo q[u]e huvo mas fue embiarle con el
todas las vestiduras sacerdotales q[u]e decian husava Ketzalcohoatl quando
estava en la tierra; q[u]e segun esto hera sacerdote, y rey
{f. 66} 66
como
Numa Pompilio e Roma; y aquí se verifica como el sacerdocio, y el reyno ha
andado junto en algun tiempo en el mundo:
todo esto q[u]e Moctesuma dio de sus tezoros q[u]e llevacen a los q[u]e havian
aparesido en la mar, lo embolvieron en mantas ricas, y las pusieron en petacas,
y hecho todo esto hablo Moctesuma a los señores que hivan por mensajeros de
esta manera; yo compañeros a cumplir esta embaxada a q[u]e os embiamos este
grandisimo senado, e yo, no os detengais en ninguna parte, sino q[u]e con toda
brevedad posible llegueis a la presencia de N[ues]tro Señor, y Rey
Ketzalcohoatl, y decidle: vuestro vasallo Moctesuma q[u]e ahora tiene la
tenencia de vuestro reino,
nos embia a saludar a Vuestra Mag[esta]d y nos dio este presente q[u]e aquí
traemos con las ynsignias sacerdotales q[u]e siempre han tenido en grande
estimacion y honra: con este despacho se partieron los embajadores de la
presencia de el rey, y significaron su camino, y con la mayor prisa q[u]e
pudieron fueron a la costa, a donde ya havia llegado Fernando Cortez con toda
su Compañia
107.Quando llegaron estos mensajeros a la orilla de la
mar entraronce en canoas, y metieron todas sus cargas en ellas, y fueronse a
ella, o a los navios de Fernando Cortez, y viendo el estandarte de la capitania
fueronse a ella, por pareserles q[u]e
alli estaria el señor y rey q[u]e buscavan: los de los otros navios, todos
estavan a la mira de lo q[u]e pasava, y como las canoas llegaron a la
capitania, hicieron señas los yndios a querer entrar, y los de adentro les
preguntaron, q[u]e de donde venian, y quienes heran? y que querian?
respondieron q[u]e heran mexicanos,
y que venian de Mex[i]co a buscar a su señor y Rey Ketzalcohoatl, q[u]e sabian
que estava alli: aunq[u]e los españoles no entendian las palabras, conosieron
el intento por las señas, y mara-
{f.
67} 67
villas
de su demanda, tratavan entre si el caso, y decian: q[u]e quiere decir esto
q[u]e dicen estos, q[u]e aquì esta su rey, y su dios, y q[u]e le quieren veer?
esto oyò Fernando Cortez, y el con todos pensaron bien el caso, y despues de
haverlo platicado con serteza, q[u]e D[o]n Fernando Cortez se ataviase con los
mejores atavios q[u]e tenian y q[u]e le aderesasen un trono en el Alcazar de
Popa, donde se sentase representando persona de rey, y q[u]e estando a esa
manera entrasen los yndios a verle, y hablarle: hecho esto dixeron a los
yndios, q[u]e fuesen muy bien venidos, q[u]e alli estava el q[u]e buscavan,
y q[u]e le verian, y hablarian: haviendo oydo esto los yndios juntaron sus
canoas a vordo de la capitania, y los de arriba los ayudasen a subir, y
metiero{n} dentro las cargas que llebavan, luego q[u]e entraron asentaronse
sobre la cubierta, y ataviaronse lo mas galanam[en]te q[u]e pudieron, y
desatando sus cargas, pusieron en muy buena orden su presente, hecho esto
pidieron licencia pa[ra] ver al q[u]e buscavan, fueron llevados al Alcazar en
donde yà Cortez estava aguardando con la representacion de Mag[esta]d q[u]e
diximos, ellos entraron donde con su presente en las manos, y como le vieron en
aquel trono, y Mag[esta]d creyendo q[u]e hera su Dios, y Señor Ketzalcohoatl,
luego se postraron en tierra, y la besaron, q[u]e hera la adoracion latria con
que reverenciavan a sus dioses; y levantandose el q[u]e hiva por superior de
todos dixo: Dios N[ues]tro y Señor N[ues]tro seais muy bien venido, q[u]e
grandes tiempos ha q[u]e os esperavamos nosotros vuestros siervos, y vasallos:
Moctesuma, vuestro vasallo, y teniente de vuestros reynos, nos embia a vuestra
presencia, para q[u]e en su nombre os saludemos, y dice q[u]e seais muy bien
venido, y os suplica q[u]e resivais este pequeño don, y estos ornamentos
presiosos q[u]e husavadeis entre nosotros, en cuanto n[ues]tro rey, y Dios:
dicho esto, comenzaron a vestirle con aquellos ornamentos q[u]e le llebavan,
pucieronle en la caveza una piesa
{f.
68} 68
hecha
a manera de almate.., en q[u]e havia mucho oro, y pie[dras] de mucho valor, y
un plumero ricam[en]te adaderezado, pucieronle una vestidura q[u]e se llamava
xiculli, q[u]e cubre desde la garganta h[as]ta la sienta, y los medios brazos
de tela la presiosa, luego le echaron al cuello un collar de piedras preciosas
de mucho valor, y hermosura; y de esta manera lo fueron vistiendo de la caveza
a los pies,
con ornamentos, y vestiduras sacerdotales de gran precio, y estima, añadiendo a
los ordinarios del Dios Ketzalcohoatl, los q[u]e heran tambien de el Dios
Tetzcaltlipuca, y de el Dios Tlalocatecutli, los quales le pusieron a sus pies;
como diciendo en esto q[u]e a ellos reconocian por el mayor de sus dioses; como
hacen quando dan algun presente a alguna persona constituida en dignidad: despues
q[u]e hicieron esto, dixoles el ynterprete en nombre de Fernando Cortez: pues,
no tra[e]is mas de esto para resibirme? a q[u]e respondio el principal de
ellos, y dixo: señor, y rey n[ues]tro esto nos dieron q[u]e traxesemos a
vuestra mag[esta]d y no mas. Luego Fernando Cortez mandò a los suyos q[u]e los
llevasen al castillo de proa, y los tratasen humanam[en]te y los dexasen
reposar, y luego les diesen de comer de las cosas de Castilla con toda
venevolencia y cortecia.
108.
Trataron de espantar e estos mensageros con ponerles grillos,
y cadenas, y con disparar la artilleria, desafiandolos para q[u]e luchasen,
todo a fin de q[u]e fuesen diciendo cosas espantosas, para q[u]e los q[u]e las
oyesen se atemorisasen, y les cobrasen miedo; q[u]e hera el q[u]e los havia de
hacer señores de la tierra: durmieron alli aquella noche, y a otro dia de
mañana pusieron por obra lo q[u]e el dia antes havian tratado, fueronse a los
yndios, y metieronlos en colleras, y echaronles grillos en los pies, y
comenzaron a disparar el artilleria: los yndios q[u]e se vieron presos, y
combatidos de tanto ruido, y truenos de la artilleria, y olor de la polvora,
cayeron sin sentido a tierra
{f.
69} 69
y
estubieron por muy gran rato como muertos, y como los vieron asi los soldados,
cogieronlos entre los brazos, y sentarondolos les hecharon agua en los rostros,
y dieronselas a beber con q[u]e bolvieron de el pasmo, y asombro q[u]e havian
tenido: quitaronles las prisiones, y dixoles el capitan Sabidoche q[u]e los
mexicanos son muy valientes, y de muchas fuerzas, y muy diestros en el luchar,
y q[u]e uno solo basta a vencer, y rendir a diez, y veinte de sus enemigos; por
lo qual, para satisfacerme de èsta verdad, y salir de esta duda, quiero q[u]e
lucheis con mi gente, para ver su sois mas valientes q[u]e ellos, dio las
rodelas, espadas y lanzas; los yndios pobres, y desventurados, q[u]e quando
supieron de usar aquellas armas q[u]e les havian dado, estavan con las
prisiones y ruido de la artilleria mas muertos, q[u]e vivos; no aceptaron el
desafio; pero escusanse de el, diciendo: señor, no es eso a lo q[u]e venemos,
ni Moctesuma nos mando q[u]e viniesemos a reñir, ni a provar fuerzas con
vuestras gentes, sino q[u]e solo os visitasemos de su parte, y os besasemos las
manos, como lo hemos hecho, y si hiciesemos lo q[u]e nos mandais, y nos
atreviesemos a tan grande desacato; no solo nos reñiria por ello: sino q[u]e
nos quitaria las vidas: a esto replicò el capitan: no teneis q[u]e escusaros
con razon ninguna por q[u]e haveis de hacer èsto q[u]e os mando, por q[u]e
tenemos noticia de vosotros los mexicanos de q[u]e sois valientes, y haveis de
hacer todos vuestros poderios para ofender, y defenderos de los mios: no
pudieron acavarlo con ellos; y viendo q[u]e no queran a uno, ni dos a dos, ni
de ninguna manera; para esp[e]rimentar sus fuerzas, y destreza en el pelear
(para si viniesen con ellos algunas veces a las manos) injuriaronlos de
palabras,
y los despidieron, diciendo q[u]e heran covardes, y afeminados, y q[u]e fuesen
como tales a Mex[i]co q[u]e ellos venian ya a conquistar a los mexicanos y
q[u]e a sus manos moririan todos, y q[u]e dixesen a Moctesuma como su presente
no les havia agradado, y q[u]e yendo ellos a Mexico
{f.
70} 70
les
rovarian quanto tenian, y tomarian para si; si estos supieron lo que se
dixeron, o nò, bien se hecha de ver, pues hablaron atiento, no sabiendo lo por
venir; ni haviendo hecho cata de la tierra.
109. Con estos temores
se entraron los yndios en sus canoas; y tan aprisa, que qualquiera momento de
dilacion. Les parecian anuncios, y nuevas tristes de su muerte, y con ella
comensaron a remar; no solo los remeros q[u]e para esto llebavan, sino to-
{sic} todos, sin diferencia, insitandose, y arrimandose los unos a los otros,
tanto pos apartarse, y alejarse de los navios donde tan mal les havia hido;
quanto por venir aca a dar cu[en]ta a su rey de lo q[u]e con Ketzalcohoal les
havia pasado: con esta prisa llegaron a una ysla llamada Xilanco, donde
comieron, y reposaron un poco, y de alli se partieron, y llegaron a un pueblo
q[u]e se llama, Tecpantlayacac, q[u]e estava en la rivera, de alli fueron a
Cuetlaxta, q[u]e esta a la tierra adentro, aquí durmieron, rogaronles los
principales q[u]e descansasen; respondieron: la prisa es tal, por que la
embajada q[u]e llevamos a n[ues]tro señor Moctesuma es tal, q[u]e jamas se ha
visto semejante en estos reynos; y no es bien q[u]e otro lo sepa primero, y por
eso importa no descansar: luego se partieron, turbados, y apresurados, q[u]e en
ninguna cosa vebian consuelo, ni en el comer, ni en el dormir, ni les dava
contento cosa alguna, hiban suspirando afligidam[en]te y afectuosam[en]te
atonitos y angustiados: callavan rodos guardando silencio estraño, y quando se
hablavan a solas los otros, decian: havemos visto cosas tan espantosas, y
raras, q[u]e son indicio de q[u]e ha de venir sobre nosotros grandes males, y
tribulaciones. Pero S[eñ]or Dios quienes seran aquellos y nos han de conquistar
a nosotros los mexicanos, que somos los mas temidos, mas poderozos, y antiguos
en todos estos reynos? por
{f. 71} 71
q[u]e causa vamos tan
angustiados, y atribulados, q[u]e n[ues]tro corazon con golpes q[u]e nos da en
el pecho nos dice la pena q[u]e llevamos? yndicio es este de algun gran mal
q[u]e se nos aserca. En breve llegaron a esta ciudad de Mex[i]co algo de noche,
fueron derechos a palacio, y dixeron a los de la comarca, que diesen haviso a
Moctesuma, y q[u]e si dormia lo despertasen, por q[u]e el caso no sufria
tardanza, entraron las guardias adentro a decirlo, y quando lo oyò Moctesuma,
dixo: decidles que entren acá; sino que se vallan a la sala de la judicatura, y
q[u]e allì me aguarden: mando aprestar esclavos, para un sacrificio, se fue a
la sala, congregò los de el consejo, y ministros q[u]e hicieron el sacrificio,
con cuya sangre rosiaron a los embajadores; esta seremonia husavan cuando venia
alguna embajada de mucha importancia en casos graves y nuevam[en]te acaesidos.
110. Despues que fue hecha aquella ydolatria y
seremonia de rociar los embajadores con la sangre de los que havian muerto,
sentose Moctesuma en su trono,
y silla, para oy con Mag[esta]d la embajada, por que segun creia tenia tenia
{sic} por aberiguado que hera Ketzalcohoatl el que havia venido, yà aguardava
la razon sierta de lo que determinava en orden a su venida. Luego los
embajadores postrados en tierra la vesaron (que en su lengua llaman
Tlacualiztli, que es seremonia de idolatria, y adoracion) y asi postrados hablò
el superior de esta manera: Señor, Poderozo, y Rey N[ues]tro luego que llegamos
a la orilla de el mar estos criados tuyos, e yo, vimos dentro de el agua unas
casa grandisimas, todas de madera, con grandes artificios dentro, y fuera, las
quales andan por el agua honda de la mar como las canoas q[u]e aca n[oso]tros
husamos por n[ues]tra laguna, y asequias, dixeronos que estas casas se llamavan
navios, y ninguno de nosotros sabra decirlo, ni los diversos oficios, y cosas
que en si contienen: entramos en la capitania, heran
{f. 72} 72
los navios muchos, y en cada uno mucha gente, y todos
nos estuvieron mirando h[as]ta que subimos, luego procuramos veer al señor
Ketzalcohoatl para darle el presente, y mostraronnos en una pieza apartada un
señor sentado en un trono, muy ricam[en]te vestido, y señalandolo con la mano
dixeron: este es el buscais, postramonos a sus pies, besando la tierra, y
adorandolo como a dios, luego le diximos lo q[u]e nos mandastes, y le
compusimos con los vestidos, y joyas q[u]e nos distes, y presentamosle lo demas
q[u]e llebavamos para darle, y puesto todo a sus pies, nos dieron a entender
q[u]e hera poco: aquel dia nos trataron bien, y nos dieron de comer, y de beber
un licor bueno, q[u]e llaman vino, aquella noche durminos en el navio, a la
mañana quisieron provar n[ues]tras fuerzas, y mandannos pelear con ellos,
escusamonos con mucha resistencia: aprisionaronnos, dispararon piesas, que con
sus truenos, y relampagos nos espantaron mucho, y caimos como muertos: despues
que nos recobramos, y dieron de comer, vimos sus armas, y sus cavallos, y sus
perros q[u]e les ayudavan en la pelea, de que nos maravillamos; y seria cosa
muy larga, y prolija contar todas las cosas en particular: dicen que vienen aca
a conquistarnos, y a robarnos. No sabemos mas; si vinieren aca sabremos lo que
quieren, y los que pueden; solo decimos que venimos grandem[en]te espantados, y
aterrorizados. Mucho se admiro Moctesuma de lo que los embajadores dixeron, y
mudaronsele los colores de el rostro, y mostro muy gran tristeza, y desmayo,
asentosele en el corazon q[u]e se havian de veer en muy grandes y trabajos, y
afrentas, asi el, como los de su ymperio, y reyno todos movidos de este
sentim[ien]to comienza a llorar amargam[en]te y con el todos los que alli
estavan, y estas lagrimas, y llanto corrio despues por todos los de la ciudad
asi chicos, como grandes: luego comenzaron por la plaza a hacer corrillos, y a
llorar unos
{f. 73} 73
con otros, incitandose a este llanto con razones
tiernas, y sentidas que se decian los grandes males que amenasavan, y la caida,
y ruina que havia de tener, como si ya estubieran en ella, adivinandoles el
corazon, lo que despues les sucedió. Handavan todos carizbajos, y llorosos, los
padres doliendose de sus hijos les decian: hay de mi, y de vosotros hijos mios,
q[u]e grandes males haveis de ver; y lo peor es que lo haveis de pasar, y
sufrir! lo mismo decian las madres a las hijas; con otras lastimas que el
grande amor, y tristeza les enseñavan: con estas muestras de tristeza pasaron
la noche, y el dia todo; y Moctesuma, como mas interesado en el onor, y honra
que podia perder lo sentia en mas grado.
111.
El mexicano que venia de parte de Moctesuma, dio a Fernando Cortez la
bienvenida, y luego con mucha gravedad mando tender unas esteras muy
ricam[en]te labradas (que ellos llamaban petates) y ensima de ellas mantas de
algodón, luego pusieron sobre ellas diversidad de camisas de algodon, y telas
de lo mismo delicadam[en]te labradas,
entretejidas de plumas de entremados, y excelentes visos, y de muy varios y
diferentes colores. Rodelas hechas de varas muy blancas, entretegidas con
plumas, y con patenas de oro, y plata, y en otras, perlas menudas como aljofar,
(y no se puede decir su artificio, lindura y hermosura) un casquete de madera
muy subtil, cubierto de granos de oro por fundir: un capacete de planchas de
oro, y campanillas colgando; y ensima asentas unas piedras como esmeraldas:
penachos de varias plumas grandes, con los cavos de argenteria de oro colgando:
mosqueadores de pluma rica, con mil juguetes y linduras de oro, y plata, hechos
por muy subtil y maravilloso artificio: braceletes, y otras armaduras de oro, y
plata que husaban en sus guerras con sus plumas verdes, y amarillas
entrepuestas: cueros de venados muy adobados; q[u]e no se puede explicar su
curiosidad: alpargatas, o sandalias de cuero de venado (que llaman cactli)
cosido con hilo de oro, y por suelas una piedra blanca, y azul, cosa preciosa,
y muy delgada: espejos hechos de margajita, q[u]e es metal resplandeciente como
plata, y tan grandes como un paño, redondos como una vola, engastados en oro,
que dexado el valor de el engastes, solo la hechura, y hermosura, se pudiera vender
en muy caro precio; y q[u]e se le pudieran presentar a cualquiera rey, y señor
grande: muchas mantas, y cortinas delgadisimas de algodon para cama; q[u]e
paresian ser mas
{f. 74} 74
mas {sic} ricas que si parecieran de seda y de
diversos colores: muchas piesas de oro y plata: un collar de oro q[u]e tenia
mas de cien esmeraldas, y muchos mas rubies, y le colgaban muchas campanillas
de oro; y otro collar con muchas esmeraldas, ciertas perlas riccas, y la
hechura admirable: y otras pezecuelas, como ranas, animalejos, ollas, medallas
chicas, y grandes; que sola la hechura, y el primor de el artificio de ellas
valia mas q[u]e el oro, y plata: granos de oro por fundir sacados de la minas
como garbanzos; y lo q[u]e mas engrandecio este presente, fueron dos ruedas,
una de el sol con sus rayos, y follage, y ciertos animales señalados, que
pesava mas de 100 marcos: la otra de la figura de la luna de plata, labrada a
la manera que el sol, con peso de cincuenta y tantos marcos; y tenian de grueso
como un real de a quarto (poco mas) macisas, y de el tamaño de una gran rueda
de carreta; todos los q[u]e vieron este presente quedaron suspensos y admirados
de tan gran riqueza. Este gran presente embio Moctesuma a Cortes luego que
saltò en tierra en la Veracruz con Teutilli a quien havia mandado regalase
mucho despues que le embio a saludar, y a resibir (con toda la pompa, aparatos,
y demas que aqui se lleva d[ic]ho en esta historia portentosa) por
Ketzalcohoatl.
{adorno caligrafico}
{sellos
q[u]e dicen Bibliotque Nationale Manuscripts
Colection ENG. GOUPIL A Paris
Ancienne Collection J.M.A. Aubin}