FONDO MEXICANO DE LA
BIBLIOTECA NACIONAL DE FRANCIA
Documento
No. 402
10
hojas de diferentes códices mexicanos del siglo XVI.
4
hojas que se suponen pertenecen a una obra desconocida de
Fray
Bernardino de Sahagún “Manual del Christiano”.
Elia
Rocío Hernández Andón
CIESAS-AMOXCALLI
Paleografía,
traducción del nahuatl
al
español, introducción y notas.
INTRODUCCIÓN.
El documento
núm. 402 de la Biblioteca Nacional de Francia se encuentra en el original
únicamente en lengua nahuatl sin traducción al español (a excepción de la
última foja), y en algunas partes con subtítulos en latín. Asimismo contiene entre
renglones algunas anotaciones en una lengua que parece ser otomí. Es un texto
que trata sobre cuestiones religiosas en el proceso de evangelización del siglo
XVI en la Nueva España. Su elaboración probablemente corresponda a la segunda
mitad del siglo, tomando como referencia la fecha en que se otorgó la licencia
para su impresión: 1578.
Se halla incompleto, y está formado por dos grupos de información: el
primero se constituye por pasajes evangélicos de la Biblia católica, y el
segundo por una serie de preceptos morales en el matrimonio. Esta segunda parte
(fojas 11 a 14) se ha considerado como el Manual del Cristiano,
atribuido a fray Bernardino de Sahagún; al menos así lo expresa la carátula que
se agregó al documento en el año 1880. Esta idea al parecer surgió a raíz de la
última foja del documento (14r), en la que se halla una parte de la licencia
otorgada por el virrey Martín Enríquez a Sahagún para imprimir la obra.
Esta consideración ha sido retomada por algunos investigadores que han
estudiado o hecho mención de las obras literarias de Sahagún. Sin embargo, sólo
se han dado referencias de la existencia del manuscrito y algunas apreciaciones
de su contenido; en tanto me fue posible buscar, no hallé indicios de que se
hubiera dado a conocer el texto de manera completa, hasta ahora.
En esta presentación se puede consultar la paleografía que realicé
respetando la ortografía del original y siguiendo los acuerdos paleográficos
establecidos en el proyecto Amoxcalli, aunque con un ordenamiento de fojas que
tuve que aplicar y detallar, ya que la información se hallaba en desorden. Para
ello me basé en la traducción que hice, y en la lógica narrativa de la
secuencia que debió tener el manuscrito original en algún momento. Como
respaldo para la secuencia, consulté algunos pasajes de la Biblia católica.
La secuencia de las imágenes facsimilares por su parte, corresponde a tal
como se hallan en el original de la Biblioteca Nacional de Francia.
Presento
algunas consideraciones acerca de las referencias y menciones que hay del Manual
del Cristiano, como parte del grupo de textos producidos por Sahagún, y
también en el contexto de las obras evangelizadoras. Howard F. Cline aseguró
que el Manual contenía otros textos conocidos:
“Manual del
Cristiano, ca. 1578. Sahagún también escribió un Manual del Cristiano
para uso de los convertidos. Nunca se imprimió, a pesar del permiso para
publicarlo otorgado en 1578, por las controversias que generó tal trabajo. El Manual
contenía la Regla o Mandamiento de los casados (con los Impedimentos
del Matrimonio), y quizá también los Ejercicios Cuotidianos (1574) –
preservados en la Colección Ayer, manuscrito 1484 (anteriormente,
Ramírez 764). La preocupación de Sahagún respecto a la pureza de la lengua
nahuatl, domina todos estos trabajos, más allá de sus sentimientos religiosos”
Ignacio
Bernal, basándose en una descripción del documento reseñó en su momento algunas
cuestiones sobre las obras de Sahagún, al estudiar una carta de Paso y
Troncoso, y abordó el Manual del Cristiano con algunos señalamientos muy
atinados acerca de la dificultad de saber con exactitud el número de fojas que
lo constituían, ya que dice que estaban “sueltas las cuatro hojas que se dicen
le correspondían”.
Hizo una crítica a la forma en que se encontraba paleografiada esa parte:
“supongo leyeron mal... pero para poder asegurar esto sería preciso haber visto
el manuscrito”.
Respecto a si los documentos sueltos
de Sahagún conocidos como la Regla de los casados, los Mandamientos
de los casados y los Impedimentos del matrimonio formaron o no parte
del Manual, consideró: “cuyos asuntos no pugnan con la conjetura anterior.
No niego que una instrucción para los casados cupiese dentro de un Manual de
Cristiano, pero repito que si las otras son sueltas, puede tratarse en
ellas de dos o más obras diversas”.
Por
su parte Arthur J. O. Anderson al analizar algunas obras evangélicas de Sahagún
dió algunas referencias de otros investigadores como Icazbalceta, Chavero,
Ramírez y Jiménez Moreno, acerca de las dudas sobre su existencia y extensión,
ofreció algunas apreciaciones propias e incluyó una traducción de los
encabezados de los capítulos del Manual, y un resumen de los apartados:
“Existen otros
tres manuscritos que se han de incluir en la lista de obras puramente
religiosas y que bien podrían haber formado parte de una enciclopedia
doctrinal. La primera es una obra breve de 43 folios, el Exericio quotidiano;
la segunda es el Manual del christiano, de cuya extensión nada se sabe,
pues sólo existe un fragmento de él; el tercero es el libro publicado en 1582,
la Psalmodia christiana”.
Anderson también hizo mención de la pérdida de la primera hoja de la
licencia otorgada a Sahagún para imprimir, y por los fragmentos que existen del
manuscrito planteó la hipótesis de que este texto formaría parte del capítulo
46 libro XX de la Monarquía Indiana de Torquemada, referente a las Reglas
de los casados, los Impedimentos del matrimonio y Los
mandamientos de los casados, y se basó para suponerlo en que la licencia
misma expresa el permiso para imprimir “todo en un cuerpo” o “por partes y
tratados como el dicho autor quisiere”, y lo plantea como una “mera
posibilidad” a diferencia de Cline, quien lo asegura.
Respecto a la explicación de por qué el Manual del Cristiano nunca
se imprimió, Anderson y Burkhart aludieron a la reglamentación implementada por
el Concilio de Trento, aplicada en la Nueva España a partir de 1576 por el
Santo Oficio de la Inquisición, en la que se prohibía traducir a las lenguas
nativas las sagradas escrituras de la iglesia católica, y que probablemente por
ello la intención de dar a conocer varias obras religiosas no se prosiguió.
Anderson consideró que el Manual lo constituye únicamente la segunda parte del
documento 402.
Mi
apreciación es que es muy probable que el Manual del Cristiano lo
constituyera todo el documento y no únicamente la segunda parte, ya que
finalmente la labor de evangelización conformaba la enseñanza de todo aquello
relacionado con la religión cristiana, incluyendo desde luego pasajes de la
vida y muerte de Jesucristo, y todo lo que gira en torno a la filosofía
aplicada por él y sus discípulos, además de los principios morales, que se
encuentran en este caso, en el contexto de la vida matrimonial. No hay en el
documento 402 una señalización exacta de cuál era la parte que correspondía al
Manual (excepto por una carátula que no es del siglo XVI), no se precisa, pero
tampoco se descarta a ninguna de las secciones. Después de haber hecho la
paleografía y traducción, en total pude hacer el recuento de 14 pasajes
bíblicos, más la sección referente a la vida de los casados. En la traducción
agregué en notas a pie de página, a qué secciones de la Biblia corresponden los
pasajes que contiene el documento 402.
De esta manera al hallarse en desorden las fojas, con faltantes o sin
continuidad con las demás, ordené el manuscrito con la siguiente secuencia:
Pasajes
evangélicos:
1r, 1v,
5r (u 8r), 8v, 2r a 3v, 9r, 9v (todas ellas con anotaciones en otomí
entre renglones)
4v, 4r, 10r, 10v
Manual de
Cristiano o “vida de los que se casaron por la iglesia”:
11r a 14v
Al haber información interrumpida, pude reconstruir la continuación en
tanto me fue posible siguiendo las ideas al iniciar cada foja y ver su relación
con la inmediata anterior, y posteriormente al organizar la secuencia de la
mayor parte de los pasajes bíblicos. Cabe recordar además, que la mayoría de
los documentos coloniales tempranos no presentan signos de puntuación a los que
estamos acostumbrados en la actualidad: en este documento se hallan algunas
palabras en el original separadas por puntos, que en algunos casos equivaldría
a una coma; fueron eliminados aquellos puntos que no implican una secuencia
lógica de la narración, y otros fueron respetados para hacer corte de párrafo.
En ese sentido los números de párrafos agregados sólo siguen el criterio de
tratar de ordenar la información para un mejor manejo y lectura.
Después de haber traducido y apreciado el contenido bíblico del
documento, me queda la idea de que si acaso se realizó en esa época una
traducción o adaptación de la Biblia a la lengua nahuatl, y si se hizo de
manera completa, el original debió ser verdaderamente extenso. En el documento
402 llama la atención que hay información de cualquiera de las secciones de la
Biblia: ya sea de las versiones del evangelio de los cuatro apóstoles, de las
cartas dirigidas a diversos pueblos cristianos, de los hechos de los apóstoles,
o bien en las referencias a eventos más antiguos como los ubicados en el Génesis
con la mención de Abraham, o en el Éxodo al referirse a Moisés. Si
realmente se formó una obra completa, estamos hablando de un trabajo
verdaderamente sistemático para la labor de evangelización, y me parece que
como apoyo a esta idea se cuenta con otras obras de doctrina cristiana
elaborados en el siglo XVI por los frailes Alonso de Molina o Pedro de Gante,
entre otros.
Sería de gran fortuna poder encontrar las fojas faltantes que se sabe
existieron en el documento 402, por la forma en que se interrumpen algunas
fojas. El desorden y faltantes de las fojas se debe entre otras cosas, a que
Aubin al llevarse los documentos de México, revolvió los papeles entre sus
cosas,
y al tratar de ordenarlas o clasificarlas de nuevo, debió tener muchas
dificultades y faltantes. Es muy posible que se encuentren dentro de la misma
colección de la BNF, y para ello me es útil recordar aquellos documentos que
consideré como Miscelánea, como es el caso del documento núm. 310 en el que se
hallan fojas de diversa índole, tipo de letra y temas.
ACERCA DEL
REGISTRO LINGÜÍSTICO EN NAHUATL.
La adaptación del evangelio a la lengua indígena realizada en el siglo
XVI se hizo con mucho detalle y dedicación por parte del traductor y/o los
escribanos del documento 402. Algunos párrafos corresponden casi de manera
exacta a como se encuentran en la Biblia, otros fueron versiones resumidas de
los pasajes, y en otros casos se hallan sólo en partes. El documento presenta
un alto grado de formalidad y complejidad de la lengua nahuatl, y se pueden
apreciar algunos difrasismos y metáforas, como los siguientes:
– in
icniuhiutl yn oaiulcaiutl
amistad y parentezco, o hermandad y parentezco, foja 11v
– ca ynic
cencate ynic cennemi yn teuiutica omonamictique
los casados por la iglesia están y viven como unidad, f. 11v,
– tiquilnamiqui yn
maza uel toneyocol in maza uel totechpeua
recordemos que sólo es nuestro creador, que sólo es nuestro principio, f.
5,
– Atl cecec
tzitzicaztli quitoctiz,
conforma una metáfora que literalmente expresaría “agua fría y
tzitzicaztli le seguirá” (es decir, la castigará), f. 12.
Asimismo hay expresiones combinadas en nahuatl y español: teopixques
sacerdotes
paraíso
terrenal en el mismo párrafo de yectlalpantzinco
totecuiyo
dios, etc.
Se observan al menos dos formas reverenciales del habla:
- el vocativo e,
utilizado en contextos formales, de veneración, de respeto, de exhortación.
- la
proliferación de los honoríficos en los verbos:
mo....ilia
...tzinoa
Algunos
pasajes muestran la intensidad del habla, como en el caso del encuentro de
algunos personajes con Jesucristo, respecto a su martirio:
Totecuioe, totlazotatzine totlazoteycnelicatzine Jesuchrispoe, ma
xitechmolhuili achitzin ynic mopantzinco mochiuh (f. 4).
¡Oh, señor nuestro, oh querido padre, oh amadísimo bienhechor nuestro!
¡Oh, Jesucristo! Dínos un poco de lo que te sucedió!
A lo cual él
respondió narrando su sufrimiento, y el martirio aplicado por los judíos: en la
burla, al no darle agua estando sediento en el momento de la crucifixión.
En la frase anterior en nahuatl se observa la utilización enfática del
vocativo e, que además marca el ritmo del habla.
ALGUNAS
OBSERVACIONES PALEOGRÁFICAS.
Se hallan dos tipos de letras: cortesana e itálica, y un total de cuatro
manos diferentes; en las fojas en letra cortesana hallé tres formas
diferenciadas de escribir la letra “y”.
En la traducción las palabras referentes a Jesucristo fueron escritas
como tal, independientemente de como se hallaron registradas en la paleografía
original.
Hay algunas palabras que se repiten al finalizar e iniciar una foja, por
ser una práctica común en documentos coloniales: fue una forma de indicar donde
continuaba la narración, pero no se trata de un error al haber tal repetición
(esto se halla entre las fojas 2v a 3, 8v a 2, y 5r a 8v).
AGRADECIMIENTOS.
Agradezco la asesoría del Dr. Eustaquio Celestino, en algunas palabras de
difícil interpretación, y en partes donde la redacción de mi traducción parecía
imposible.
Asimismo hago partícipe la colaboración del Lic. Edgar Carro por su
asesoría en algunos pasajes bíblicos, además de la consulta de la Biblia.
BIBLIOGRAFÍA
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1974 Ramón
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Louise M.,
1990 “El
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