FONDO MEXICANO DE LA
BIBLIOTECA NACIONAL DE FRANCIA
Documentos
No. 370 Y 371
Inquisición
de México
1811
– 1817
Kathia
Liliana Pérez Reyes
ENAH
Introducción
En la historia de México, la iglesia y la inquisición han
sido por mucho tiempo foco de juicios de valor que han dado pie a discusiones
entre diversos autores: y quizá el resultado más inmediato es la falta de
comprensión frente a estos temas.
El énfasis del
papel desempeñado por el Santo Oficio de la Inquisición se enfoca en “la
persecución de los criptojudios”.
A pesar de que los mismos inquisidores se encontraban inmersos en
transgresiones mucho más profanas de la fe y la moral, tales como la blasfemia,
la bigamia, la brujería, la imitación de sacerdotes etc. Estos mismos autores,
dedicados a la inquisición manifiestan su inquietud emocional con respecto a
las torturas y las quemas en la hoguera, acontecimientos que aunque morbosos o
espectaculares, sucedieron con poca frecuencia en la Nueva España.
Para entender
aún más los movimientos del tribunal mexicano a mediados del siglo xvii sería de mucha ayuda repasar
brevemente las razones que incitaron el establecimiento del santo oficio de la
inquisición en el siglo xv en
España, así como el impulso de esta institución en la Nueva España a lo largo
del siglo xvi y principios del
siglo xvii.
Los estudiosos
de la Inquisición española han enunciado fuertes diferencias de opinión en
cuanto a los motivos que tuvieron los reyes católicos (Fernando e Isabel) para
establecer el santo oficio en 1483.
“Algunos como
Yitzhak Baer (Hordes, 1986), han sugerido que los reyes católicos erigieron el
tribunal para consolidar su dominio sobre los reinos recién conquistados,
capitalizando el fuerte sentimiento de animadversión hacia los conversos que se
había venido gestando durante varias décadas previas. Otros como Juan Antonio
Lorente y Martín A.S. Hume, apoyan la posición de la leyenda negra, que
sostiene que Fernando e Isabel establecieron la Inquisición para acumular riquezas
con el dinero procedente de las confiscaciones. Otra teoría, apoyada por
autores tan diversos como Henry Charles Lea, Celi Roth y fray Bernardino
Llorca, sostiene que la Inquisición se estableció para asegurar la ortodoxia
dentro de la Iglesia Católica. Henry Kamen lanzó una teoría más. La
aristocracia española, decía, sintió amenazado su poder por la creciente
actividad de la clase media, compuesta en su mayoría por judíos y conversos.
Por tanto, a través de la influencia de la clase noble los reyes católicos
impusieron el Santo Oficio a los reinos de España, con el objetivo básico de
romper el poder económico de la comunidad conversa.”
Independientemente
de las causas que hayan promovido el establecimiento del Santo Oficio, es
evidente que los reyes tenían la esperanza de que la institución trabajara como
un organismo generador de ingresos para la Iglesia. En sus primeros años de
formación, la Inquisición emprendió tácticas regulares de confiscación de
bienes a herejes convictos, apropiándose de algunos bienes para su beneficio y
enviando el resto al tesoro real. Se calcula que Fernando e Isabel recibieron
más de diez millones de ducados provenientes de los embargos inquisitoriales
mismos que utilizaron para ayudar a costear la guerra contra los moros a fines
del siglo xv.
Con la invasión
de los territorios que fueron llamados Nueva España, en 1521, se ensanchó el
largo brazo del santo oficio hasta los territorios recién conquistados. En un
principio la jurisdicción inquisitorial se encomendó, a los frailes quienes
ejercían como jueces eclesiásticos ordinarios y posteriormente se
concedió a los obispos que servían en la misma función desde 1532 hasta el
establecimiento del tribunal del santo oficio.
Los
investigadores aún no se ponen de acuerdo sobre la fuerza y la actividad de la
Inquisición de México en relación con sus redes tanto con la Corona como con el
consejo supremo de la Inquisición en España (la suprema).
“Henry C. Lea
consideró el periodo de 1600 a 1650 caracterizado por los infructuosos intentos
por parte de la corona por controlar el creciente poder financiero de la
inquisición, crítico señalaba, tanto Felipe II como Felipe IV procuraron
solucionar sus dificultades apoyándose en los ingresos obtenidos por las
diversas ramas del santo oficio, tanto en la península, como en las indias. Sin
embargo, la inquisición se negó a entregar sus registros financieros a la
corona pese a las reales cédulas emitidas continuamente. De igual manera, el
decreto de 1621 de Felipe IV, en el que se ordenaba a los virreyes de las
indias a retener los salarios de los inquisidores en tanto no se probara que
los ingresos de tribunal resultaban insuficientes para cubrirlos, también fue
desatendido.”
Con el Convenio
de La Concordia en 1633, los inquisidores y los empleados reales llegaron a un
acuerdo. A su vez, con los términos de este tratado se pidió a la Inquisición
entregar sin retraso al virrey un cálculo financiero, jurado y minucioso de sus
actividades. A pesar de todo, el tribunal mexicano se negó a cumplir,
sustentando obstinadamente el principio de que sólo debía dar cuentas a la
suprema, y no al virrey.
Por otro lado
Helen Phipps,
muestra un perfil muy distinto de la Inquisición mexicana, en discrepancia de
la institución fuerte, enriquecida y desafiante relatada por Lea. La autora
describe a un organismo distinguido por la falta de riquezas y autoridad, según
Phipps el tribunal mexicano no recaudo suficientes ingresos a principios del
siglo xvii, descubrió que la
Inquisición se dedicó a la cacería de las herejías y casos morales no
costeables, muy al contrario de lo que sucedía cuando se lanzaba a los casos de
los judaizantes, que le acarreaban más dinero, por otro lado, los empleados
inquisitoriales no recibían salario alguno por lo que se veían en la necesidad
de guardar para sí mismos una parte de lo que encontraban en los cofres del
Santo Oficio. Esta autora menciona la falta de intervención por parte de la
suprema sobre el tribunal mexicano.
Aunque no todos
los autores concuerdan en sus determinaciones sobre el Santo Oficio en México
la mayoría describen una institución necesitada de otras fuentes de ingreso y
ávida de aprovechar cualquier nueva oportunidad para ampliar su poder y
autoridad. Por otro lado el Santo Oficio en México fue evidentemente engañoso y
ocioso como lo sospechamos a través del estudio de fuentes que podemos
encontrar en el Archivo General de la Nación (agn)
u otros archivos como lo es en este caso la Biblioteca Nacional de Francia (bnf) en su sección de manuscritos
mexicanos.
La Inquisición
en México, prevista al relativo fracaso por las condiciones mismas del contexto
americano, que por la carencia de medios de acción y por la lógica de la
realidad colonial dista mucho de mostrar el semblante cruel de la represión
despiadada, no se vio en la necesidad de establecer el control ideológico
opresivo que constituye, sin lugar a duda, la mayor denuncia que sí se puede
lanzar en contra de los tribunales peninsulares.
Pese a la
difícil situación, el tribunal no perdió la esencia burocrática de consignar y
archivar, en este sentido únicamente se puede ver en él el antecedente de
algunas de las muchas instituciones de hoy en día cuyo ideal se asienta en
tener fichada y por tanto susceptible de ser manipulada toda la población.
“Pero en los afortunados tiempos aquellos, la información no siempre
desembocaba en la vigilancia, menos aun en el castigo, que servia contadas
veces de escarmiento. Lejos de resultar una poderosa maquina represiva, el
tribunal aparece mas bien como un organismo desarraigado de su medio natural,
inadaptado al americano, poco eficiente, y precaria ilusión, al fin y al cabo,
del sistema colonial.”
Por ello es
trascendente describir la categoría inquisitorial de los siguientes documentos:
Presentación
Los manuscritos
de los que haremos mención se encuentran en la colección E. Eug. Goupil de la
Biblioteca Nacional de Francia, en la sección de Manuscritos mexicanos, con los
números 370 y 371, éstos pertenecieron a la antigua colección de J.M.A. Aubin.
Para
contextualizar los escritos, es necesario hacer mención de los diferentes
delitos que se tienen registrados en el ramo Inquisitorial del agn, pues aquí se conservan la mayoría
de los procesos seguidos en el tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en
México desde su fundación, que fue desde el año de 1571 hasta 1719.
Los delitos son:
- Herejías
- Idolatrías
- Tendencias
- Delitos
religiosos
- Delitos
sexuales
- Hechicerias
- Delitos
civiles
Se puede decir
que en el documento 370 encontramos delitos religiosos: como, blasfemia,
reniego, y palabras en contra del Santo Oficio. Tambien encontramos delitos
civiles: en contra de profesiones liberales. Y estos procesos van de 1811 a
1815.
En el otro
documento, 371, encontramos una primera parte que corresponde a un folleto,
mismo que hace una especie de resumen de los procesos del escrito 370, y aunque
es difícil saber con precisión su finalidad no estaría de más mencionar que
Solange Alberro se refiere “a relaciones de causa, que son
resúmenes de causa despachadas por cada tribunal mandadas a la suprema. Es
decir, que los inquisidores locales mandaban una relación de causa a la
metrópoli y llegamos, en cambio, a la conclusión de que por motivos muy
diversos (desidia, desorden, pérdida, etc.) muchos procesos de la Nueva España
jamás llegaron a oídos de las autoridades peninsulares”.
En una segunda
parte del mismo manuscrito, encontramos delitos civiles: en contra de
mercaderes o comerciantes. Estos procesos llegan hasta 1817
Hasta ahora no
se ha encontrado alguna versión publicada que haya utilizado estos escritos
como fuente.
Conclusiones:
En realidad, se
requiere más indagación por parte de los estudiosos de la Inquisición en el
papel no religioso y espiritual que tuvo esta institución durante toda la época
colonial en México, pues estos factores no religiosos ni espirituales
constituyeron las causas que sirvieron para motivar a los inquisidores del
Santo Oficio mexicano a emprender acciones en contra de comerciantes, judíos,
conversos y cripto-judíos. Sobre todo en los últimos años de colonia en México.
No es sorpresa
decir que la Inquisición en México necesitó del contexto capaz de sostener su
acción y desempeñó en parte con sus obligaciones y fracasando en algunas.
Tampoco proporciono los medios para imponer el modelo sexual monogámico vigente
en Europa, así como tampoco pudo admitir el avance incontrolable del
sincretismo, que se impregnó paulatinamente de la religiosidad popular. Todo
indica que la Santa Inquisición fue un organismo establecido en América en
función de criterios de gobierno y de control adecuados al medio peninsular en
ciertas épocas pero a todas luces, poco adaptado a la realidad colonial.
Así mismo llama
a desmitificar el papel que tuvo el Santo Oficio en México, pues no se llegó a
tener la mencionada espectacularidad que sí se alcanzó en Europa y sobre todo
en España, la que, se dijo, fue la más severa de todas las inquisiciones del
viejo mundo. Y habrá que preguntarse ¿si en este espectáculo, se sabía
implícito el morbo o el inconsciente colectivo de una España calificada como la
más católica de Europa?
Criterios para
la transcripción
v Se
ha sustituido el uso de la x por la j
v En
los casos en que la ortografía aparece como por ejemplo: escrivió en lugar de
escribió, se respetó cuando así aparece, sin embargo la computadora corrige
automáticamente y en algunas ocasiones puede aparecer con la ortografía
corregida.
v Se
hicieron cortes de párrafos para hacer una numeración arbitraria de todos los
párrafos del documento
v Los
corchetes se utilizaron para el desenlace de abreviaturas, por ejemplo: dho por
d[ic]ho
v Las
llaves para la numeración de los folios, de los párrafos, o para añadir y
describir las observaciones que se ven de acuerdo con el texto
v El
uso de /.../ indica que la palabra no se entiende, esta tachada, o que puede
que no se alcance a leer debido a las características del documento, pues
pueden estar mutilados o cortados por la toma.
v Se
incluyen notas al pie de pagina para hacer observaciones de acuerdo con el
texto o el documento.
v Se
respetaron el uso de puntos, comas, diagonales sencillas
v Las
mayúsculas se respetaron para nombres propios, lugares y después del punto.
v Se
respetó el orden de los renglones tal y como aparecen en el original.
v
Cuando aparecen frases en otra lengua, dentro del mismo texto, se
transcribieron con letras cursivas para una mejor identificación.
Bibliografía
A.J. Baver (com.)
“La Iglesia en
la economía de América Latina, siglos xvi
al xix”, articulo de Stanley Hordes;
1ª. ed., 1986 Colección del inah,
impreso en México.
Alberro, Solange
“La actividad
del Santo Oficio de la inquisición en Nueva España 1571-1700”,
Colección del inah, Fuentes para la Historia núm. 96,
México 1981.