CÓDICE VEINTE MAZORCAS
Ma. de Lourdes Bejarano Almada
Introducción
El llamado “Palimpsesto de Veinte Mazorcas” por el Dr. Robert Barlow fue,
en su momento, meramente estudiado por el investigador ya que lamentablemente
falleció antes de dar fin a su investigación. Forma parte de
un corpus mayor de documentos de la región conocida como la mixteca-nahua-tlapaneca
con información relevante de los pueblos de Ixcateopan, Izcuinatoyac
y Chimaltepec.
Descripción del Códice
El documento consta de una sola hoja de papel nativo (ficus), a color. Los
colores que se aprecian son: grana, rosa, naranja, café y diferentes
tonos de verde y azul. Cabe señalar que, al consultar el original se
pudo distinguir el color dorado en las vestimentas de los personajes vestidos
a la usanza europea. De igual forma, como suele presentarse en este tipo de
manuscritos, presenta la perspectiva indígena y carece de de sombreado.
Se encuentra enmarcado con un cristal encima, montado sobre un lienzo de color
arena, que a su vez está puesto sobre otro tejido, del cual, en la
parte inferior derecha de la hoja se alcanza a distinguir la trama. Asimismo,
presenta diferentes grados de deterioro que van desde el desgaste de la orilla
derecha del manuscrito hasta pequeños orificios y galerías hechas
por los insectos que en ocasiones dañan las imágenes. Asimismo,
en algún momento se mojó el códice ya que sobre uno de
los glifos se encuentra una mancha y ha desaparecido el color.
El documento mide 76 x 51 centímetros y está integrado por segmentos
de diferentes formas y tamaños, se notan tres marcas de doblez verticales
que dividen al documento en cuatro fracciones, probablemente por la forma
en que fue doblado. De igual manera, se advierte en la parte inferior derecha
de la hoja, un sello redondo que anota: Bibl[iothèque] Française
Royale con una corona al centro y una letra M.
Este sello es de suma importancia ya que puede dar una idea de cuándo
pudo haber llegado el manuscrito a Francia, ya que en 1792 las bibliotecas
de la nobleza fueron incautadas y la biblioteca pasó a ser Bibliothèque
Nationale. Otro dato es que, como se verá más adelante, este
documento, aparentemente, fue presentado durante el proceso de un litigio
en 1743 y finalizó en 1785, por lo que, el documento tuvo que salir
de América entre 1785 y 1792.
Se distinguen varias glosas en náhuatl, español y mixteco escritas
en diferentes direcciones por diversos escribanos. Algunas están desapareciendo,
como las de Itzcuinatoyac y Chimaltepec. Es de señalar que existe una
cuerda horizontal que divide al manuscrito en dos. En la parte superior de
la hoja se advierte la glosa mixteca junto a las mojoneras y en la parte inferior
se ubica la glosa en náhuatl y español. Esta división
sólo se interrumpe por la glosa de don Pedro coronado que probablemente
fue incluida en otra etapa de reutilización del documento. De igual
forma, la glosa de Itzcuintepec, Chimaltepec e Yxpuxtla aunque son nahuas
se encuentran registradas en el área de la glosa mixteca.
Esta división en el códice, al parecer, está marcando
geográficamente una frontera lingüística entre los mixtecos
y los nahuas. Lo que sugeriría una distribución cartográfica
dentro del manuscrito. Hay que añadir que, la glosa consiste en nombres
de lugar y de personajes con excepción de dos pequeñas frases,
una en español (Don Bernardino que hue rgird (sic)) y otra en náhuatl
(oqualica tlanetoquiliztli otlaquatequi – trajo la fe y bautizó).
En cuanto a los personajes, se observan diversos señores de linaje
noble, con o sin su antropónimo; señores mixtecos de piel morena;
cautivos atados por la muñeca; guerreros y personajes como vestimenta
europea. Se encuentran distribuidos, de igual forma, topónimos o nombres
de pueblos que indican una organización política y territorial
existente en la zona; elementos geográficos (ríos, cerros, árboles)
y construcciones representativas del mundo indígena como la pirámide
y el juego de pelota y templos cristianos. Todos ellos coloreados y delineados
con tinta negra por los tlahcuilo, siguiendo la tradición del México
antiguo.
Se encuentran semejanzas entre los elementos diagnósticos de los personajes
que aparecen en el reverso del códice Azoyú I y los del códice
Veinte Mazorcas. De igual forma, la manera en que se encuentran demarcados
los linderos y los asientos de los personajes es muy parecida.
Visualmente el documento se encuentra dividido en dos por un río, dibujado
al estilo europeo, que lo atraviesa. En el extremo superior izquierdo está
representado un glifo de gran tamaño que R. Barlow identifica como
“un árbol boca abajo”, sin embargo, en un trabajo previo se planteó
la posibilidad de que sea en realidad el río Alcozauhca. Esto, con
base en el color del nacimiento del río por ser en su inicio de color
amarillo que es lo que quiere decir Alcozauhca y porque hay una pequeña
glosa que anota: El Cairo.
El Cairo, en Alcozauhca, fue una mina de plata que se agotó en el siglo
XVI y que fue trabajada en el siglo XVIII. Actualmente existe el paraje de
El Cairo donde estaba la mina de Alcozauhca.
En la parte superior del documento se encuentran anotados cuatro personajes
de tez y extremidades morenas con el pelo rizado. Estos personajes identificado
por R. Barlow como “gorditos” pudieran ser mixtecos ya que la glosa mixteca
se encuentra junto a ellos.
En la parte central del documento se encuentran anotadas dos líneas
genealógicas, una frente a la otra. En los primeros personajes, además
de su antropónimo tienen anotado su nombre con escritura latina. Los
personajes de la otra línea genealógica portan su antropónimo
y están unidos por un mecate que posiblemente fue añadido.
Paralelo al río central están cinco personajes que llevan la
mano derecha atada a una misma cuerda y sobre sus cabeza tienen una bandera
(pantli) indicando el numeral veinte, por lo cual, se trataría de 100
cautivos, ya que en los documentos mixtecos, siguiendo a A. Caso, el pantli
es un elemento diagnóstico de los cautivos.
En la parte inferior del manuscrito se localizan unos guerreros y un personaje
identificado como Don Bernardino del cual se hablará más adelante.
Debajo de éste hay cuatro personajes con vestimentas europeas que portan
espada y cruz.
En el borde inferior del documento hay diversos personajes anotados junto
a los topónimos lo cual indica, probablemente, que éstos fueron
señores de esos pueblos. Entre los topónimos está el
de Ixcateopan que consiste en un teopantli (templo) con una flor de algodón
(ichcaxochitl) sobre éste. En algún momento en que el documento
fue manipulado a la flor se le añadió una cabeza y una cola
de serpiente y se anoto: Cogualtepetli.
Finalmente, en el marco izquierdo, derecho y superior del documento, están
dibujadas 17 mojoneras representadas por pequeños montículos
con una cruz encima (no visible en todos los casos).
Historia del Códice
El original de este códice se encuentra en París y se desconoce
cómo es que pasó a formar parte de la Biblioteca real de Francia
(hoy Biblioteca Nacional de Francia) aunque J. Glass apunta que el manuscrito
fue adquirido por esta institución, junto con otros cuatro documentos,
alrededor de 1829. El códice se encuentra resguardado junto con los
385 manuscritos mexicanos que pertenecían a la colección Aubin-Goupil
y que fueron donados a la biblioteca en 1898 por la señora Goupil.
La primera referencia que se tiene de este documento es del 27 de diciembre
de 1885, cuando José f. Ramírez, conservador del Museo Nacional
de México escribe su Noticia de los Manuscritos Mexicanos que se conservan
en la Biblioteca Imperial de París y hace una descripción del
códice. En este trabajo aparece con el número 8 de la colección.
En la actualidad el documento se localiza en el repositorio de códices
y manuscritos del Fondo Mexicano del Departamento de Manuscritos Orientales
de la Biblioteca Nacional de Francia, clasificado con el número 391.
En el año de 1950 Robert Barlow le asignó al manuscrito el nombre
de “Palim[p]sesto de veinte Mazorcas” con base en un compuesto glífico
que él identificó dentro de documento y que consiste en una
mazorca (centli), el glifo del agua (atl), un cerro (tepetl) y cuatro hileras
de cinco pequeñas rayas que dan un total de 20. Cabe señalar
que la mazorca es utilizada en la zona del Acolhuacan como el numeral 20,
como se confirma en el códice Quinatzin por lo que las pequeñas
rayas vendrían a reforzar la lectura. Además de este sitio salen
y convergen diversos caminos representados por huellas de pies que van hacia
otros poblados.
Se cuenta además con una descripción preliminar realizada por
R. Barlow donde señala que el códice es un palimpsesto que ha
sido utilizado dos veces y que la información contenida se refiere
a dos dinastías, la primera de un pueblo que él llama Veinte
Mazorcas y la segunda de Tlaxiaco. Identifica la región como la provincia
de Tlauhpan o Tlapa. Sin embargo, cabe señalar que, durante la Primera
Mesa Redonda: La Antropología e Historia de Guerrero a principios del
siglo XVI se propuso que en realidad no se trata de un palimpsesto sino de
un documento reutilizado en al menos cuatro ocasiones ya que éste no
tiene los elementos diagnósticos que caracterizan a los palimpsestos.
Asimismo, existe una publicación reciente de Blanca Jiménez
sobre los códices de Guerrero donde se hace una breve presentación
del códice al cual identifica como histórico-cartográfico,
fue elaborado en el siglo XVI y sufrió modificaciones a fines del siglo
XVII. Por su parte Rául Velez Calvo considera que fue elaborado durante
los primeros años de la colonia al igual que otros documentos como
el Azoyú I y II.
Danièle Dehouve señala que este manuscrito pudo haber sido el
que presentó en 1620 por el cacique Bernardino de Villafuerte a las
autoridades españolas con el fin de adjudicarse varios pueblos que
aparecen en el documento.
Contenido temático
El documento sigue, en cuanto a la pictografía, el estilo indígena
tradicional, sin embargo, se propone que éste fue elaborado en una
colonial temprana ya que el soporte no es en forma de biombo como se conocen
los manuscritos prehispánicos.
Como se mencionó, el documento fue reutilizado en diversas ocasiones,
por lo tanto, hemos identificado cuatro diferentes etapas con base en los
elementos diagnósticos de los personajes, el trazo y el color de las
imágenes, así como por las glosas. La primera narra acontecimientos
de la época colonial muy temprana que tuvieron lugar en la zona de
Tlapa, hoy estado de Guerrero. Esta región estuvo originalmente habitada
por los tlapanecos llegando después provenientes de los estados de
Puebla y Oaxaca los mixtecos y por último los nahuas. En esta primera
etapa están representados señores de los cuales, algunos se
encuentran relacionados con topónimos. También aparecen los
cinco cautivos. Esto pudiera enfatizar lo propuesto por R. Barlow que el documento
trata de “guerras prehispánicas” y se identifica como la etapa primigenia
del manuscrito.
La segunda etapa pudiera estar relacionada con la rebelión de los yopes
de 1531, provocada por los indígenas aliados a los españoles
para obtener esclavos para las minas de Zumpango. Se sabe también que
los yopes permanecieron independientes de los mexicas, es decir, no les tributaban,
hasta la llegada de los españoles. Uno de los personajes del códice
se ha identificado, por su vestimenta, como un guerrero yope que se enfrenta
a otro guerrero.
La tercera etapa estaría relacionada con la presencia de los personajes
que tienen características semejantes a los que aparecen en el reverso
del Azoyú I y que se han identificado como mixtecos. Podría
corresponder al año de 1710, época en que se realizan composiciones
de tierras en la zona, cuando, siguiendo a Dehouve, “la corona española
realiza la delimitación agraria de las jurisdicciones de los caciques
indígenas y las haciendas españolas en toda la región”
Puede ser que en esta época se plasmaran las mojoneras alrededor del
documento y se anotara la glosa mixteca.
En algún momento se incluyeron debajo de algunos personajes de la primera
etapa las glosas siguientes: don Pedro Coronado, don Miguel Coronado y doña
Agostina Corondo (sic) probablemente con el fin de legitimar, ante las nuevas
autoridades coloniales, las tierras que aparecen en el manuscrito poniendo
el apellido Coronado de uno de los encomenderos. Vale la pena recordar que,
don Bernardino Vázquez de Tapia fue uno de los encomenderos que en
1539 recibía tributos de Tlapa. Esta provincia fue solicitada por Hernán
Cortés en 1526 como merced como recompensa de sus servicios a la Corona
española, sin embargo, ésta no fue incluida entre los 23 000
vasallos que le otorgaron en 1529. Recibiendo la mitad del tributo Francisco
Vázquez Coronado y la otra mitad su majestad y Vázquez de Tapia.
La cuarta y última etapa, estaría relacionada con la presencia
de los cuatro personajes vestidos a la usanza europea. El primero un sacerdote
agustino, lleva una sotana negra y una media cruz de Lorena en la mano. Los
otros tres portan un jubón o camisa larga, calzas, medias, zapatillas
y dos de ellos una espada y una cruz.
Asimismo, al centro del documento se encuentra un compuesto glífico
por demás interesante. Consiste en la cabeza de un personaje, orientada
hacia la izquierda, con una vírgula de la palabra y el nudo de su tilmatli
(manta) sobre el hombro derecho. Su antropónimo señala que se
trata, posiblemente, del señor tochtzin teuhtli (señor conejo).
Lleva una cuerda en la mano con la que están atados los cinco cautivos
que están representados en el manuscrito, esto indica que se trata
de un señor noble. Sobre el cuerpo del personaje y dos huellas de pie
se dibujó una construcción cristiana. Debajo de ésta
está anotado Yxcateopa y junto al personaje está dibujado, sobre
una cuerda, un árbol estilo europeo. La glosa señala que se
trata de “Don Bernardino que hue rgird” (Don Bernardino que fue regidor).
Durante el proceso de análisis del códice se encontró
la relación existente entre la imagen de éste personaje con
tres documentos que se localizan en el Archivo General de la Nación
clasificados como Tierras, vol. 656, exp. 1; Tierras, vol. 867, exp. 5 y Tierras
2722, exp. 13. En estos manuscritos se presenta el litigio por el cacicazgo
de Itzcuinatoyac de 1743 en el que Don Juan de Suñiga Alvarado Villafuerte
y Maldonado presenta una querella contra Doña María del Rosario
Maldonado y su yerno Carlos de la Cruz.
En una de las pruebas que presenta se señala lo siguiente:
“Don Juan Don Juan de Zúñiga mi Parte, desde luego que formalizó
su demanda contra la propiedad, presentó sus títulos y papeles
que constan en el quaderno 24 y en el mapa que acompaña los autos …….
en el citado Mapa, cuios Gerogliphicos y pinturas contienen los pueblos y
jurisdicciones sobre que se reconosia el cacicasgo, la principal figura, en
que se halla el nombre de Dn Bernardino junto al Arbol, es la que señala
la dicha cabecera de Iscateopan… … cuios antiguos monumentos no es dudable
que prueban bastantemente lo inmemorial de esse reconocimiento, a fabor de
Dn Manuel de Zúñiga mi Parte. Y que ella prueba respectiva a
la Demanda de propiedad, que fue la que se les notificó, no puede desvanecerse,
sino es con un titulo de iguales circunstancias, que nunca han tenido los
indios de Iscateopan ”
(Tierras, vol. 656, exp.1, f. 274)
Como se puede observar, si se compara el texto anterior con la imagen que
aparece en el códice Veinte Mazorcas, se verá que el personaje
antes descrito tiene anotados: “Don Bernardino que hue rgird” y debajo de
éste Ixcateopa. Este personaje, como se indicó, se encuentra
junto a un árbol dibujado siguiendo la tradición europea. Por
lo que se propone que fue el mismo Don Manuel, hijo de Don Juan de Suñiga
el que probablemente hizo las modificaciones al documento con la idea de presentar
este manuscrito antiguo como prueba de su propiedad. También llama
la atención que sólo están representadas tres construcciones
cristianas, dos de ellas junto su topónimo y una tercera, que ya se
mencionó debajo del personaje (Ixcateopa). Las otras dos son Itzcuinatoyac
y Chimaltepec, que eran parte de los pueblos en litigio. Sin embargo, cabe
hacer notar que un testigo de Doña Rosario indica que su padre, Don
Nicolás Maldonado, fue cacique de Itzcuinatoyac, Ispotztla, Chimaltepec.
A Don Bernardino se le reconoce como el primer cacique de los pueblos de Ixcateopa
y sus sujetos, quien al morir, hereda el cacicazgo a su hijo Miguel de Villafuerte
y éste a su hijo del mismo nombre. Posteriormente, el heredero es Don
Pedro Villafuerte y Maldonado quien no tiene descendientes. En ese momento
el cacicazgo pasa a ser propiedad de su tía, Luisa Villafuerte y Maldonado,
hermana de su padre.
Es con ella que la sucesión sufre un cambio, ya que, alegando su condición
de mujer y por lo tanto desprotegida, en vez de heredar a su hijo o darle
el cacicazgo a su esposo, se lo pasa a un señor de Tecomaxtlahuaca,
llamado Nicolás Maldonado. Don Nicolás, a través del
tiempo, tiene una hija (Doña María del Rosario), a quien hereda
el cacicazgo. Ella a su vez lo hereda a su hija, Margarita de los Reyes, que,
al casarse, da el cacicazgo a su esposo, Don Carlos de la Cruz.
Don Juan de Suñiga Alvarado Villafuerte y Maldonado, nieto de Doña
Luisa Villafuerte y Maldonado, decide iniciar así un litigio del cual
nunca va a ver su fin ya que dura más de cuarenta años. Su hijo
es quien continúa el pleito a través de los años. Los
pueblos que reclama son: San Miguel Itzcuinatoyac, San Lucas Ixcateopa, San
Luis Atamax (San Luis Acatlán de la Costa), San Miguel Azoyuc y Santa
Mónica Tlascalixtlahuacan sujetos a la cabecera de Tlapa y el pueblo
de Xamiltepeque en la jurisdicción de Xicayan.
Dentro del expediente se mencionan a Diego de Alvarado y Doña Lucía
Francisca, caciques de Azoyú, Quahuitlan y Totomixtlahuaca. Estos personajes
son los padres de Sevastiana de Amarilla y Alvarado que se casa con Antonio
de Suñiga Villafuerte y Maldonado, ambos padres de Don Juan de Suñiga
Alvarado Villafuerte y Maldonado.
Don Diego y Doña Lucía Francisca, a su vez, están representados
pictográficamente y con una glosa que los identifica, en el Lienzo
de Tlapa por lo que estas tres fuentes (Veinte Mazorcas, expedientes del AGN
y Lienzo de Tlapa) se encuentran relacionadas entre sí.
Aparentemente, alrededor de 1785 es cuando termina el litigio, otorgándole
a Don Manuel de Suñiga Villafuerte, hijo de Don Juan, las tierras del
cacicazgo con excepción de Ixcateopa y Santa Mónica Tlascalixtlahuaca
que en su momento declararon que nunca reconocieron a sus ascendientes como
caiques por lo que nunca les dieron tributo
Cómo se lee el códice
Para leer el códice se tienen que tomar en cuenta las diversas etapas
del manuscrito para entender su contenido. Se debe de considerar, de igual
manera, los lazos gráficos como mecates y huellas de pie para determinar
líneas genealógicas y contactos probablemente comerciales. Para
leer las glosas se debe de girar el documento ya que algunas de ellas se encuentran
de forma invertida o de lado.
Ficha técnica
NOMBRE: Códice Veinte Mazorcas
CLASIFICACIÓN: Nahua-Mixteco
MATERIAL Y DIMENSIONES: Papel nativo (ficus). Una sola lámina de 76
X51 cm
TEMA: Histórico, cartográfico y jurídico
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