FONDO
MEXICANO DE LA
BIBLIOTECA
NACIONAL DE FRANCIA
Documento
No. 114
114
Títulos de Propiedad de México - Tenochtitlan
Elías
Caracas Martínez
UV-ENAH
El
documento pictográfico 114 "Genealogía de los Príncipes Mexicanos":
Legitimación de una Genealogía.
Durante su proceso evolutivo, las
sociedades humanas han generado un sinnúmero de elementos y técnicas de
transmisión de ideas, sentimientos y necesidades primarias. Tenemos que en un
inicio, los hombres empezaron a comunicarse a través se señas, movimientos y
sonidos generados en su entorno natural, producto de la observación sistemática
de los fenómenos y de los distintos elementos que forman parte de la
naturaleza.
De tal manera, tenemos que cada sociedad
reproduce un conjunto de códigos, que al enlazarse, representan y recrean de
forma cotidiana, la lógica del sistema de conceptos y convenciones culturales
que le son propias e inherentes a una cultura determinada, no importando su
grado de desarrollo. Tales códigos pueden ser desde una pintura rupestre hasta
el sistema binario que se emplea en la programación de las computadoras, ambas
representaciones son producto de una tradición cultural y reflejan un aspecto
de las sociedades que las generaron.
Así pues, todos los sistemas
articulados de comunicación, son construcciones mentales que tienen su origen
en un espacio- tiempo determinado y están compuestas de un gran número de
elementos combinados, articulados en forma de sistemas, los cuales permiten a
la sociedad que los ha producido, elegido y ordenado, explicarse a si misma,
definiendo sus características esenciales y particulares, y la vez, le permite
crear y dar forma a su mundo social, natural y sobrenatural, basándose
precisamente en estos códigos, en este orden conceptual por la misma sociedad producido.
Es una función de los científicos
sociales intentar observar, explicar y, en dado caso, reconstruir las
sociedades tanto antiguas como modernas, para poder analizar la lógica interna
de las mismas así como las manifestaciones culturales generadas, sobre todo
aquellas que están en relación directa con la organización social ,económica,
política y religiosa. De tal manera, cuando nos encontramos ante documentos que
nos proporcionan datos sobre estos aspectos, debemos estar plenamente
conscientes de que son productos que se generan siguiendo reglas establecidas y
que en si mismas, contienen interacciones, surgidas de las relaciones entre los
hombres y entre ellos y su entorno natural.
De tal manera, tenemos que "cada
relación entretejida por los seres humanos, adentro de un marco cultural
preciso, se define con base en un sistema de significación y
representación" (Marión, 1995:7), donde cada parte y cada elemento es
poseedor de un sentido y por lo tanto, reproduce una parte de un conjunto extenso
, que al enlazarse, origina un sistema estructurado y, que además, es un campo
de cultivo óptimo para crear nuevos conceptos que sólo pueden ser interpretados
dentro del contexto cultural que los crea.
Para el caso de los documentos
pictográficos de tradición indígena mesoamericana, el sistema de nomenclatura
de estos grupos sociales se vuelve más que una forma de identificarse, se
convierte en un producto "complejo y doble sistema, complejo por que es
una mezcla de pintura - color - y fonetismo. Doble, porque a la vez reúne la
trascripción completa de una lengua y la composición plástica, gráfica del
pintor. El tlacuilo debería poseer las doble cualidad de artista y sabio, ya
que el lenguaje pictográfico exigía de sus profesionistas tanto un amplio conocimiento
de los saberes de su época así como de los convencionalismos que sustentaban la
escritura pictográfica y, además, estar dotados de un sentido artístico, mismo
que tenía que demostrar desde su infancia, y una vez hecho esto, era recogido y
llevado a las escuelas especializadas para los tlacuilos.(Galarza,1997:2)
Como podemos observar en la definición
de Galarza, se acepta que los códices son productos culturales, en los que esta
presente un alto grado de subjetividad, ya que los tlacuilos generan sus manuscritos
a partir de los convencionalismos y necesidades propias de su momento
histórico, y que, permiten justificar y legitimar en un momento determinado a
un grupo social o a un estamento dirigente.