TRANSCRIPCIÓN
{f.
a}
{sello
en la parte superior izquierda con la leyenda: Mexicain 270}
Manuscrit
Quatre cahier in folio
80 pages}
{Critique d’un sermon sur
N[otre] D[ame] de Guadalupe
et divers autres sujets
(1794-95)}
No. 270
Volume de 39 feuillets
Plus le feuilles A prêliminaire
22 septembre 1898
{f. b} {en blanco}
{f.
c}
Crisis o censuras, que por
orden del Ex[celentísi]mo V[enerable] Il[ustrísi]mo S[eñ]or D[octo]r Don Alonso
Nuñez de {H}aro y Peralta Arzobispo de Mexico hicieron los señores cannigos,
penitenciario, y magistral de esta s[an]ta iglecia metropolitana, d[octo]res y
m[aes]tros D[o]n Jose Patricio de Uribe y D[o]n Manuel de Omaña y Sotomayor,
sobre el sermon que el dia 12, de diciembre de 1794. Predico el Padre D[octo]r
Fray Servando Mier del orden de predicadores, apoyado en los escritos y clave
historial que pretendia dar a luz el Lic[enciado] D[o]n Ygnacio Borunda,
Abogado de esta Real Audiencia, que igualmente le comprende la censura,
especialmente en lo que escribe de N[ues]tra S[eño]ra de Guadalupe de Mex[ic]o.
{centrado: Año de 1795}. {adorno caligráfico a cada lado}
Copiada
fielmente
Ex[celentísi]mo e
Il[ustrísi]mo Señor.
Por la declaracion que ha
dado el P[adr]e D[octo]r Fr[ay] Servando Mier de orden de V[uestra]
E[xcelencia] I[lustrisima] consta ya en forma lo que sabian muchos, y presumian
los mas: esto es, que el P[adr]e Mier no ha hecho sino publicar en el pulpito
los pensamientos originales del L[icenciado] D[o]n Ygnacio Borunda sobre la
aparicion de N[ues]tra Madre Maria S[antisi]ma de Guadalupe.
Ha
ex[h]ibido el P[adre] Mier un sermon que dice lo ha sacado fielmente de su
memoria, y tenor preciso en que lo dixo. Parece que en el se olbidaron de
algunas cosas que sin duda produjo y que constan en sus primeros apuntes.
El
notario por equiboco, en lugar de preguntarle, si la tradicion en que se
apoyaba hera universal invariable y constante, refirio esta pregunta al libro
manuscrito de Borunda. El
{f.
d}
p[adr]e
respondio lo que consta, diciendo y con razon que no entendia la pregunta; pero
esto nada importa para el asumpto.
(.a.)
El predicador manifiesta claramente la persuacion en que se mantiene de ser
verdaderas las ideas del L[icenciado]. Borunda en su libro manuscrito
intitulado clave historial, que yntenta dar a luz, y dedicarlo a nuestro
augusto soberano.
Pero en obsequio
de la verdad, y para que no se impute al L[icenciado] Borunda, la falta de
q[u]e es culpable el Padre Mier, devemos haser presente, que dicho Licenciado,
aunque le comunico al p[adre] predicador a repetidas instancias sus
pensamientos, no tubo parte en que los publicara en el pulpito; pues antes
procuro en algun modo retraelo de esto.
{Once renglones testados en
el original que correspondian a la nota “b”}
{f. 1} {tres renglones
testados en el original}
(.b.) Copiaremos aqui a la letra el
papel que en un dia de este enero escribio el L[icenciado] a uno de nosotros
(el penitenciario).
"Como hablo con quien conose mi cortedad, y se
alla tan ocupado, dejo este apunte, de que aquel sugeto, ni le he bicitado
jamas, ni le conocia, y el qual ocurrio como quatro o cinco vezes apurado por
materia como quinze dias antes, y abiendole manifestado de buena fe mis
apuntes, le prebine que exigen tratado-difuso, que aquel no podia fundar en un
rato: no obstante el formo el que le parecio; pero con riesgo sullo, como que a
mi no correspondia calificar si era propio o ajeno del teatro. Despues me pidio
lo condusente de mis borradores para manifestacion de los fundamentos de su
ruda indigesta quemoles."
Por lo que no es nuestro animo culpar al L[icenciado]
Borunda y protestamos sinceramente, que quanto digeremos sobre su sistema, debe
referirse a la obra, y no al autor, a quien no pretendemos injuriar, ni
zaherir.
Para calificar nosotros el sermon del P[adr]e Mier, no
necesitamos hasernos cargo del sistema de Borunda, ni exponer el juicio que
formamos de el. Aun quando se calificara de verosimil; nuestra censura seria la
mesma que expondremos en su lugar; pero creemos propio de nuestra obligasion no
desentendernos enteramente de su sistema, que ha hallado ahora algunos
protectores, y que en otros tiempos, especialmente si pasaba a paises en donde
no tiene la instrucion que aqui del ydioma y tradiciones mexicanas, pudiera
alucinar a algunos.
{f. 1v}
Buen exemplo nos dan en esto los modernos, Buffon,
Pau, y otros varios, que no obstante su erudicion, han delirado tanto en estas
materias.
Trataremos pues, antes de calificar el sermon del
ridiculo y delirante sistema Borundiano, indicando algunas reflexiones que
demuestren que los delirios de D[o]n Quixote de la mancha variada la materia,
no se concibieron solo en el festivo celebro de Cervantes.
En efecto el
Licenciado D[o]n Ygnacio Borunda nos parese un D[o]n Quixote historico
mexicano, que imaginandose como el manchego que se dolia tanto de ver
enteramente perdida la caballeria, no haver historia fiel mexicana, haver cido
todos sus historiadores unos ygnorantes del ydioma, tradiciones, religiones, y
constumbres de las naciones del nuevo mundo, quizo el resucitar esta muerta y
perdidas historia no extrañe V[uestra] E[xcelencia I[lustrisima] esta alegoria,
que por ridicula podria pareser menos propia del serio y grave asunto que
tratamos; porque quando ablamos de delirios y hombres delirantes, es necesario
explicarnos de esta manera, y usar tal vez de una clase de estilo que segun las
maximas de Horacio suele ser mas eficas y propio para el combencimiento.
Ridiculum acri fortius et melius magnas plerique secar res.
El Lic[encia]do Borunda hombre de mui buenas
constumbres, aplicado y que no carese de talento, es por otra parte de un genio
obscuro, tetrico y recondito, que desde su juventud en el real colegio de San
Yldefonso, daba no pocos anuncios de una farmacia expuesta a perturbarse.
Deedicado en estos ultimos años al ydioma mexicano, y proporcionandoles algunas
comiciones relativas a yndios por su profecion de abogado, el trato con estos,
y los viages a varios de sus pueblos, le hizo creerse ya en disposicion de
hazer su primera {f. 2} salida, y desagraviar al orbe literario de los
entuertos historicos que ha recebido de quantos historiadores de yndias han
escrito hasta el dia.
A este fin ha leido segun se colige de sus citas, a
Torquemada, Clavigero, Boturini, y algun otro de esta clase de autores; pero ha
tenido la desgracia de entresacar lo que ellos mismos califican o de menos
probable o de enteramente infundado y falzo.
Ha dado otro paso, y este ha sido su mallor
precipicio. El ydioma mexicano, como en todo lo mas o casi en todo lo mas tiene
palabras que significan mui diferentes, y a mas de esto es alegorico y
simbolico, sirviendose muchas vezes para significar una cosa, de las calidades
y atributos en que se asemeja a otras diferentes. Governado de estas ideas el
Licenciado Borunda, se vale de una palabra, e interpretandola no segun su
bulgar y comun significasion sino segun otra que pueda tener, busca alguna
alegoria y semejanza, y como quantas cosas hay en este mundo pos disimbolas y
distintas que sean se parecen en algo, las interpreta por aquella parte en que
se asemejan, y que es conforme a la idea que se propone, y da por cierto aquel
sentido alegorico que el intenta ha cido
el de los yndios.
Pero
como no bastaban las alegorias para llenar su idea, recurre a otros dos
adbitrios, que son bariar las palabras, y componerlas. Aunque todos los
mexicano hayan escrito hasta ahora Huitzilupuchtli, Borunda quitando una
letra, y aun dos si se cuenta con la h, escribe uitzilupuchtli para
variar a su antojo la significacion.
Arbitrio
igualmente del ydioma en orden a la compocicion, hace a las palabras simples
compuestas, y a las verdaderamente tales las anotomiza y
{f.
2v}
y
divide a su capricho. El termino Omixiuluitzino en la ynterpretacion de
Bezerra Tanco se compone del nombre ix que significa semblante, y el
verbo cui que significa coger puesto empasiba cuito, y da a entender, ser
patente a todos el semblante de algo: este verbo pues, lo diceca Borunda en
iluitzino y mixiui dandole la disparatada inteligencia que despues
trasladaremos. Y estos son los dos exes del sentido compuesto y alegorico sobre
que rueda la portentosa maquina de Borunda. Sirva ya de exemplo el extrañisimo
delirio con que prueba que la ymagen de Guadalupe representa a Maria Santisima
preñada del verbo encarnado: dice pues que la ymagen esta señida con un
cingulo, el qual solo se descubre por un nudo que esta sobre el vientre. Nudo
en mexicano se llama Tlalpilli, y esta apalabra es simple; pero talpilli,
continua, tambien se puede entender por le principal de la tierra (acaso sera
componiendo una palabra de tlalli que significa tierra y pilli que significa
caballero o noble) he aqui pues el discurso o delirio de Borunda. La Virgen de
Guadalupe tiene sobre el vientre un nudo que en mexicano se llama Tlalpilli.
Tlalpilli significa tambien, o puede significar el principal de la tierra: es
assi que el verbo encarnado es el principal de la tierra luego el nudo que la
S[antisi]ma Virgen tiene sobre el vientre significa que esta preñada de el
vervo encarnado. ¿Fue otro el delirio de Don Quixote quando creyó que la manada
de carneros significaba exercito? ¿Quando tubo por un gigante como el Briarco
del molino de viento? Si este discurso de Borunda con todos sus tres terminos
silogisticos se aplica a qualquiera yndia preñada aunque sea ramera,
{f.
3}
que
este señida y que tenga como muchas vezes tienen nudo sobre el vientre; ¿no se
concluye la heregia mas heretical que se ha oydo?
No es menos ridicula la etimologia de Tomatlan Barrio situado al oriente
de Mexico en las cercanias de San Lazaro. El Peñon, esto es, aquel cerrillo al
oriente de Mexico a culla falda brotan mas saludibilisimas aguas, dice Borunda
no tiene por memoria o por tradicion, anotacion con que se distingue entre los
indios, y solo puede serlo aquel terreno o barrio que se llama Tomatlan, sea
asi pues Borunda lo dice, y oygamos áhora su inaudito discurzo. La palabra
Tomatlan aunque simple y que significa tomate, si se descompone, (capas es
Borunda de componer y descomponer con este adbitrio los entes mas simples)
resulta atl agua, y tome de Tomas. He aqui combertido a S[an]to Tómas en
tomate, o al tomate en S[an]to Tómas. Sigue el discurzo: Tomatlán se
compone de itlan cerca del Tomatl, esto es cerca del agua de
Tómas. Raro y mo[n]struoso modo de alegorizar etimologias. Pasemos por la
cercania imaginaria del barrio de Tomatlan que dista media legua o mas del
Peñon; la realidad es que la palabra Tomatl que significa tomate y de la
propocicion tlán que significa junto o entre, se compone el bario que
tiene por nombre Tomatlan, o el lugar que está entre los tomates, por
los muchos que habria en aquellos citios, o en otro tiempo cubiertos de agua, y
en el que sin duda estarian plantadas muchas chinampas en las que se cultibaria
el tomate, como se observa aun oy.
(.C.)
En todas las Riveras de Mexico. Con este nuebo adbitrio etimologico no ay
desatino que no pueda escu-
{f.
3v}
escusarse,
ya dividiendo a su abbitrio las palabras compuestas, y ya haciendo compuestas,
y dividiendo las simples, pudiendo (v.g.) desirse que la palabra latina corpus
puede significar no solo el cuerpo, sino la podre del corazon, deribandolo de
cor y de pus.
Pero entre las graciosisimas y disparatadas aventuras
del sentido compuesto y alegorico, felizmente acabadas por nuestro caballeresco
historiador, ninguna ay mas rrara que la aventura del tompiate. Hay como todos
savemos, en la Villa de Guadalupe junto a la yglecia antigua, un manantial de
agua que llaman comunmente el Pozito. Supone Borunda que d[ic]ho manantial
tiene la cavidad cilindrica, y por tanto da por asentado que su figura es de
cilindro. Concedase por hoy esto, y oygamos el discurso. El Pozito de figura
cilindrica se parece al tompiate que tiene igual figura: es assi que tompiate,
en mexicano tompiatle significa lo que guarda el fugo de Tomás, luego el
Pozitio adbierte parte de los prodixios que obraba aquel apostol. La menor
de este silogismo (que por no estar en ninguna de las figuras que conosen los
logicos estaria tambien en la figura cilindrica) la menor pues de este
silogismo la prueba nuestro autor, usando del cuchillo anatomico, y dividiendo
la palabra en el modo siguiente tetetl, fuego; pia, guarda; tome,
Tomás: quod erat demonstrandum. No ymporta que tompiete sea palabra
simple, no ymporta que el nombre tetl quando entra en
{f.
4}
En
composision con bervo y se pospone rrara vez pierde las finales tl: nada
ymporta todo esto, por que fuera cosa mui sensible que por dos letrillas, o por
unos ympertinentes escrupulos que se formen, se ubiera de degraciar este
ymportante descubrimiento. Dichosas tiendas mestizas y de cacaguateria que no
ya por semejanza como el Pozito parecido a tompiate, sino rreal y
verdaderamente depositan en los muchos tompiates que en ellas hay, tantos
gloriosos monumentos que adbierten parte de los prodigios que obraba aquel
apostol.
Sobre
estos fantasticos ridiculicimos y vanos simientos, ha levantado sin duda el
señor Borunda su edificio de la clave historial. No es de nuestro cargo
impugnar esta en toda su extencion; pero no podemos desentendernos de aquella
parte de la clave que abrio a Borunada la puerta para los delirios guadalupanos
que inspiró al P[adr]e Mier. Delirios que a no haver causado tanto escandalo en
el publico, y que pudieran acarrear perniciosas rresultas, deverian mirarse con
sumo desprecio, sin otra probidencia que curar el celebro a sus ynfatuados
autores. Pero siendo preciso decir algo sobre ellos, y no siento justo empeñar
mucho las armas rrazon para rrebatir locuras, solo tocaremos algunos puntos de
este desvariado sistema. Todo el cae por tierra con solo rreflexionar las
ymaginarias epocas que soñó Borunda relativas a los mexicanos y sus
antecesores. El supone fundado ya y abitado el ymperio de los tulteces en el
pais de Anaguac, a los 40 años de nuestra hera vulgar, siendo assi que apenas
hasta el septimo siglo de ella no se encuen
{f. 4v}
cuentra entre todos los
historiadores juiciosos, vestigios que den alguna ydea verosimil de la
poblacion de{l} pais de Anaguac. El confunde el trancito de los pobladores de
la America, que vien pudo ser o antes del diluvio, o si se quiere que sea
despues, por los desendientes de Neptituim hijo de Nenain, y nieto de Cain el
confunde desimos, este primer trancito que pudo ser a los paises
septentrionales de la America, con la poblacion de Anaguac, de que no hay
bestigios hasta el siglo sexto o septimo de a era vulgar. El adopta a vanissima
opinion de una ynundacion general acaecida en todo este continente, que creyeron
Buffon y Pau, y añadio de su celebro que esto acaecio en la muerte de Cristo.
Pasa su desvario a asentar que este echo esta profetizado al capitulo 26 de
Ysaias etcetera, sin duda en el verso 14 sin otro fundamento sino porque alli
se nombran gigantes, lugar que no sabemos como pueda acomodarse a la pretendida
ynundacion. Quiza es porque todo lo dicho, el que fixa la epoca de la fundacion
del ymperio mexicano a los 400 años de la muerte de Jesucristo: desatino que
solo puede producirlo quien no tenga ni la primera ydea de la historia de este
ymperio.
(.d.)
Pero que mucho que se asienten estas y semejantes quimeras contra lo que han
escrito todos los historiadores desde Cates hasta Clavijero: contra todo lo que
manifiestan los mapas y pinturas antiguas, contra las tradiciones unibersales,
y mas bien fundadas, que aprendieron de los primeros yndios
{f. 5}
combertidos, y de sus hijos
y nietos, los benaventes, y sahagunes, los alvas, pimenteles y acostas, si el
concepto del L[icenciado] Borunda ninguno de los que han escrito hasta haora ha
sabido esta historia, porque ninguno ha comprendido la energia, simbolica del
ydioma, y el verdadero espiritu de sus geroglificos, como lo ha expresado
alguna vez a mi el penitenciario, y lo da a entender claramente. Acabaron de
alucinar a Borunda las piedras colocadas en la universidad, y al pie de la
nueva torre de la catedral. Ha demostrado ya Don Antonio de Leon y Gama que la
primera no es otra cosa que un conjunto de jeroglificos que rrepresentan varios
atributos propios de diferentes dioses, como son los teoyoo miqui numen
destinado a recoger las almas de los muertos assi en la guerra, como los
sacrificados despues del captiberio. De Quetzalcouatl y Mictlantehuhtli
señor del ynfierno, y de otros varios de sus dioses, sus muchos atributos, y
geroglificos, que aunque diferentes tienen entre si cierto orden y analogia con
que se forma un estatua, ante la qual hacian cada año las honrras y exequias en
memoria de los reyes, y señores, y soldados muertos en las batallas. Ygualmente
esta demostrado y lo conocera qualquiera que tenga ojos, y alguna idea de la
astrologia y mitologia mexicana, que la piedra colocada al pie de la torre
nueva a solicitud de los canonigos comisionados para la obra, es un monumento
que contiene mucha parte de los fastos mixicanos, y tambien un calendario
astronomico para explicar el periodo de los dos sientos sesenta dias del año
lunar. Pero por mas que combensan este modo de pensar los calendarios que se
hallan escritos en Baladés, Gemeli, Beytia, y Clavijero, con otros muchos, por
mas que conspiren a lo mismo cuantos autores han escrito sobre la astronomia de
los yndios, el L[icenciado] Borunda vee en ambas piedras con ojos
{f. 5v}
simbolicos una cronologia
desde el principio del mundo hasta la muerte de Jesu Christo {sic}, y un
compendio de misterios relatibos a la benida de Santo Tomas, y a su nuevo
pensamiento guadalupano. Digan los autores quanto quieran, clamen quando puedan
los estudios mexicanos que oy viven; Borunda se mantiene firme en que la piedra
de la torre es el verdadero Teomoxtli o libro de dios, no de otro modo
que a pesar de los clamores de Sancho, creia firmemente Don Quijote que la
bacia del barbero era el mismo yelmo del mambrino fabricado de un oro puro.
Es verdad que aunque el
señor Borunda es un autor original, y segun nos parece el primero de este
sistema por lo que respecta de la ympresion y estampacion guadalupana; pero en
todo lo demas que sirve de fundamento a esta exotica idea, es decir, en la
venida de Santo Tomas, y su ydentidad con de Quetzalco huatl, ha tenido
autores que seguir y uno en particular de quien sin duda copio sus fantasticas
alegorias. Esta identidad entre Santo Tomas y Quetzal cohouatl (unos
escriben Quetzal cahuatl y otros Quetza couatl variacion que nada
inmuta por que lo mismo significa couatl, que coatl) la promovio
tambien el savio y erudito Sigüenza en un manuscrito de que hace mencion el
mismo Betancur, y el s[eñor] Eguiara en su biblioteca mexicana. Esta obra o se
perdio por que no sabemos que alguno la haya bisto, o no llego a escribirla
Sigüenza, o se quedo solo en ydea y proyectada como juzga alguno no sin fundamento;
pero para una dichosa contingencia ha llegado a nuestras manos en estos dias un
volumen en folio manuscrito tan conforme en todo a las ydeas de Borunda, menos
en las rrelativas a la ymagen de Guadalupe, que no dudamos aberlas trasladado
fielmente de el. Debamos su
{f. 6}
autor por otra parte
benemerito la moderacion de callar su nombre, al que hace tan poco honor esta
disparatadissima obra yntitulada Fenix del oriente ave intelectual de rica
pluma el apostol Santo Tomas. Pero no omitiremos para que no se nos censure
la alucion con que algunas beces ablamos de la obra de Borunda, que el mismo
autor del Fenix, lo anuncio en el prologo de la obra por su boca, “y cuando
esto asi sea, y que ni la del celebre D[on] Carlos, ni la mia, hayamos emplumado
a este Fenix, servira la falta de una y otra espuela, y estas mis rrudas ojas
de selva en que entrando libremente y saliendo algunos cavalleros andantes por
los campos de la historia sirvan a mi esquisito gusto y paladar de ensalada o
vianda mas sabrosa”{.} No se nos oculta que aun cuando fuese sierta la venida
de Santo Tomas a esta America, nada se concluia a fabor de la aparicion
guadalupana en su capa conosemos tambien que el arribo y predicacion del
apostol a estos paises, es un problema historico en el que no han faltado
autores eruditos que sostengan la opinion que la afirma. Ha vista de esto, nos
creeriamos excusados de tratar este asunto, si una triste experiencia no nos
enseñara las perniciosas experiencias de consecuencias que personas eruditas han
deducido de aquella venida, y como de siglo en siglo se ha desfigurado, pasando
de grado en grado de una opinion probable, a un delirio improbable y
pernicioso: esto nos obliga a tratar con alguna extencion este punto, haciendo
ver, que el desnudo echo de la venida de Santo Tomas a estos paises, aunque no
parezca del todo falso, es poco probable. Que su identidad con Quetzalcohuatl,
es una anecdota evidentemente falsa, dimanada de un torpissimo anacronismo, y
ultimamente, que aun cuando Santo Tomas hubiese benido a este reino y fuese de
{f. 6v}
verdad Quetzalcohuatl es,
un gran delirio creer que se estampo Maria S[antisi]ma de Guadalupe en su capa.
Afirmaron no hay duda
algunos autores de esta America, de España, y aun de paises extranjeros sin
fundarse en geroglificos y simbolos mexicanos, que Santo Tomas vino a estos
paises y predico a sus gentes; pero esto por solo dos lexitimos fundamentos.
Fue el primero que habiendose dado a las Americas el nombre de Yndias por ser
semejantes a las que llevan este verdadero nombre en sus rriquezas, conducidos
algunos en la equibocacion de los nombres, opinaron que Santo Tomas que habia
predicado en la Yndia, avia evangelizado tambien a estas partes de las Americas
aplicandoles el nombre de Yndias. El segundo fundam[en]to lo ministraron los
rrestos de religion catolica que hallaron los primeros conquistadores en la
America, ya por las noticias que encontraron en sus moradores de algunos
misterios y ritos de nuestra religión (vien que obscurecidos entre groseras supersticiones
y torpes herrores) y ya por las cruces celebres que se encontraron en varios
lugares, conservadas en ellos antes de la conquista. Pero en cuanto a lo
primero, no es inverosimil como opinaban algunos criticos e historiadores
juiciosos, que el demonio a quien Dios habia permitido que dominara a estos
pueblos, inspirara en ellos un compuesto abominable (.e.)
de todos los herrores y atrocidades quer recibio en diferentes partes la
gentilidad, pusiese particular estudio en establecer aqui esta impia imitacion,
lla fuese por abusar de las ceremonias sacrosantas, (assi se explica
discretamente el elocuente D[on] Antonio /sol/ /… /
{f. 7}
mesclandola con sus
abominaciones, o por que no sabe arrepentirse de aspirar con este genero de
abominaciones a la semejansa del Altissimo.
Quanto a lo segundo las
cruces de Yucatan, de la Mixteca, de Queretaro, de Tepic y de Tianguiztepec, o
pudieron ser levantadas por noticias que tuvieran de la que erigio en la ysla
española Christoval Colon en su primera conquista el año de 1492. o despues de
su segundo viaje, o ultimamente en el año 1503 en que fundaron alli sus
monasterios los primeros religiosos de San Francisco. Los origenes y principios
de los reynos, y los primeros años de sus conquistas, se allan siempre
enbueltos en mentiras y fabulas. La piedad mal entendida especialmente si se
trata de cosas extraordinarias y milagrosas, finge con facilidad, y cree sin
rrepugnancia cuanto le parece que sirve de fomento a la devocion. Si las
tradiciones de la antigüedad de dichas cruces ubieran cido universalmente
recebidas, no reusariamos darles credito; pero ellas no se ben autorizadas en
su origen sino por relacion de algunos yndios, y despues publicadas por uno u
otro manuscrito, en que alguno de sus mismos autores protesta no saver si lo
que escribe es cierto. Pero si nosotros hubieramos de tomar partido en este
asumpto, no dudariamos exponer a la censura de los criticos una conjetura no
mal fundada. Sea en buena hora que las noticias que se hallaron en estos paises
de algunos de los misterios de n[ues]tra religion, que la semejanza en sus
ritos, y que las cruces que en el havia anteriores a la conquista, prueban
q[u]e alguno o algunos de los ministros evangelicos vinieron a este continente,
y enseñaron en alguna o algunas de sus partes el ebangelio ¿luego hubo de ser
este Santo Tomas, ocupado como consta en otras conquistas espirituales, cuya
venida a estos paises no tubo al principio otro
{f.7v}
apoyo que la equibocacion
del nombre de Yndias, y que despues se ha querido establecer, no solo enbuelta
ni en mil ridiculas fabulas, sino tambien a costa de extraordinarios milagros?
(.f.)
¿no es mas conforme a las prudentes rreglas de una juiciosa critica conjeturar
que siendo esta America continente, o ya con las fieras septentrionales de la
Europa, o sea con las mas orientales de la Assia, algunos hombres celosos de
propagar la religion, y si se quiere por un caso nada irregular, passaron a
algunas de estas provincias, sembraron en ellas noticias de la religion de
J[esu]c[risto],dieron ydea de sus ritos, y plantaron algunas cruces? diriase
que no consta esta mission o pasaje; pero tampoco consta la de Santo Tomas si
no es por unos argumentos comunes a la venida de otros: la de estos pudo ser
sin milagro; la de Santo Tomas no se establece por sus autores son a costa de
maravillas; aquellos pudieron morir en estas mismas religiones, y asi quedarse
sepultada en el olvido su benida; pero Santo Tomas abiendo vuelto a la Europa,
y a la Assia, hera rregular que hubiera dejado en ella alguna noticia de este
nuebo mundo, el qual entonces, y hasta muchos siglos despues se creyo
inavitable. Acaso para ocurrir a estas o semejantes
{f. 8}
semejantes dificultades
inbentaron los posteriores fautores de esta opinion, la ydentidad de este de
este {sic} apostol con Quetzalcohuatl, imaginando que en ella alaban un
poderoso argumento para estableserla y acreditarla. En efecto, este ha cido el
principal fundamento en que han estribado los autores posteriores a la
conquista para establecer la venida y predicacion de Santo Tomas en nuestra
America, y como esta identidad es a que haze mas a nuestro asunto, es necesario
detenernos en ella.
Y a la verdad si no nos
{testado en el original} constara por incontestables documentos que el sabio y
erudito escritor D[octo]r D[o]n Carlos de Sigüenza fue de esta opinion, (vien
q[u]e no se encuentra la obra en la que la sostuvo) jamas nos persuadiriamos a
ello. Y aunque su nombre le ha dado mucho credito, y se haya defendido tambien
por algun otro, no dudamos afirmar que este es un herror, contrario a quanto
han escrito los mas graves historiadores del ymperio y epocas de la poblacion
de esta America. No nos atreveriamos a abanzar esta propocission si no
creyeramos poderla demostrar con datos cronologicos ineluctables, e innegables.
Decia bien el celebre abad
Bellegarde que la cronologia y la geografia son los dos ojos de la historia, la
que sin ellos camina a tientas tropezando y cayendo en los mas horribles
precipicios. No decimos que el D[octo]r Sigüenza le faltasen estos, sino que
alucinado por un exceso de piedad, no rreflexiono en lo mismo que sabia; que
mucho que el Licenciado Borunda y el autor innominado de que hicimos mencion
arriba, privados por lo menos del ojo de la cronologia hayan delirado tanto y
afanadose para acomodar a Santo Tomas quanto rrefieren los historiadores
{f. 8v}
mexicanos del supersticioso
Quetzalcohuatl! este, del qual por comun tradicion de los indios cuentan sus
historiadores que viniendo por el rrumbo de Panuco llego a Tula, donde fue o
rey, como juzgan unos, o sumo sacerdote, (como asientan otros) uno y otro como
ynsinua Torquemada, fue un hombre de color blanco y barba poblada, vestido de
rropa talar, casto, muy rrico y opulento, amante de las virtudes y enemigo de
los bicios: legislador prudente, que al fin hechisado por Tezcatlipoca
por medio de cierta vevida concivio vivos deceos de hir a los reynos de
Tlapalla: que en el camino le detuvieron los de Cholula donde goberno 20 años
hasta que pasando a la provincia de Goazacoalco se desparecio alli,
despues de aber dejado a los chulultecas leyes y ritos, que arreglaron su
gobierno y su calendario. Este es el heroe que pretenden ser el mismo S[anto]
Tomas acomodandole al apostol con extrabagantisssimas violencias todas las
acciones y proezas del divinizado Quetzal cohuatl. Ya pues, si
esta ydentidad es falsa, cae por tierra todo el fantastico edificio de Borunda,
y se destruye la aparente probabilidad con que se ha sostenido por algunos
autores de Yndias la benida de S[anto] Tomas. Tiempo es lla de proponer la
demostracion de ser falza esta ydentidad. Quetzalcohuatl fue posterior a la era
de S[anto] Tomas por lo menos setecientos años, luego S[anto] Tomas no pudo ser
el supersticioso Quetzalcohuatl, los tultecas primera nacion pobladora del pais
de Anahuac o del valle mexicano, de quien han quedado algunas aunque escasas
bien fundadas noticias, salieron desterrados y fugitivos de la patria
Huehuetlapallan el año de 596 de la era Christiana. Caminaron hacia al medio
dia por espacio de 104 años hasta llegar a un lugar q[u]e fundaron y pusieron
por
{f. 9}
nombre Tollantzinco; pero
apenas pasaron 20 años lo abandonaron, y caminando alli hasia el poniente
fundaron la ciudad de tollas o Tula el año de 720 de J[esu]c[risto] y cuando se
quieran atrazar estas cosas el año de 667 ho mas tarde el de 548 esta es dice
Torquemada la verdad de las mas puntuales historias de estas naciones, y en
ellas comvienen casi cuantos han escrito con juicio de ellas. No es menos
asentado que Quetzalcohuatl florecio despues de fundado el reyno de Tollan o
Tula, ya se haga coetaneo del Rey Huemac (.g.)
como afirma Torquemada, o ya anterior o posterior como sienten otros. Pero
estando cierto que florecio en tiempo de los reyes tultecas, rresulta con no
menos certidumbre que florecio 500 o 600 años por lo menos despues de la venida
de J[esu]c[risto]y es de adbertir que estas cronologias sobre ser las
generalm[en]te rrecebidas son las que adoptan los mismos autores de quienes han
tomado Sigüenza y otros, que rrefieren del supersticioso Quetzalcohuatl ¿y
podra en vista de esto sostenerse aun como probable la ydentidad de Quetzal
cohuatl con Santo Tomas, siendo este anterior al otro 5 o 6 siglos.
Y aunque esta sola
rreflexion desvanece enteramente todas las ymaginaciones del L[icenciado]
Borunda, no es fuera de propocito manifestar tambien las rridiculas alucsiones
(mas propio seria llamarlas iluciones, con que esfuerza y aplica a S[anto]
Tomas los hechos de Quetzal cohuatl. Y porque seria cosa infinita el referirlas
todas, apuntaremos solo algunas.
{f. 9v}
En efecto ¿quien puede
contener la rriza al ver el empeño con que se ynterpreta el nombre de el sacerdote
tulteca para descifrarlo en S[anto] Tomas? el compuesto de Quetzalli que
significa pluma berde y cohuatl serpiente, ynterpretaron algunos que
significaba cuate o mellizo, con alusion a que cohuatl ho-
cuatl significa tambien
mellizo, y Quetzalli metaforicamente tambien puede entenderse cosa
preciosa pero Borunda en su nuebo arte de etimologia interpreta el que el que
{sic} domina al dragon alado, ho al demonio, añadiendo que lo
desterro S[anto] Tomas hasta Tabazco, en donde se halla todavia ¿que querra
desir esto?
Aqui llegabamos embista
{sic por en vista} de los apuntes del p[adre] predicador, cuando recibimos los
apuntes de Borunda que tenia aquel en su poder: mas con cuanto asombro hemos
leydo estos papeles, conformandonos en el dictamen de la perturbacion y
fantacia de Borunda, y no hallando en su clave sino hun libro qual descrivia
Horacio.
Cujus velut
somnia vane
Fingetia
species: ut nec pes nec
Caput uni
Reddatur forme.
Lo leiamos y releiamos con
gran fatiga y confesamos yngenuamente que de muchos parrafos no hubieramos
entendido el frenetico sentido, si nos hubiera serbido de ynterprete el mismo
predicador en sus apuntes, que (como ha confesado) contienen los pensamientos
de Borunda. Sean ejemplo del desconcierto y exotica obscuridad del libro, las
clausulas que asentamos aqui a la letra, a las quales es muy semejante todo el
cuaderno. “De manera que el sentido compuesto de esta clausula es, que la
sabedora del s[eño]r de la tierra de mucho de ella, e yluminadora de pedir {f.
10}
misericordia, al tiempo del
desquicio de sierras, y al distribuir y hacer a veces el oficio de sus
discipulos desde la cima, con la ciencia del señor se abatia en el trabajo,
diligente de la tierra suya que es del hilo de la tierra suya lo que sabia para
ci, estando en el plan o juego de la pelota, purificando la tierra del comun
abandono de ella en las obras del señor que la es aquella tierra como referido
su contexto e[tcétera].Vaya otra si puede ser, mas graciosa.
“Ynstruye pues esta tercera
clausula, que en dia de festividad viviendo aun en la tierra aquella señora,
espero en la tierra lo que salio del camino de la cierra, donde frecuentemente
vive en ella el agua, q[u]e es el asentado serro de la cima, en la tierra de la
fiesta, del enrroscado sayo, que fue el fin de aquel desquicio, al volar como
ave, el que tiro la cierra, que salio donde acabo el caserio de la alada de la
haldra, obra de la carne que fue lo ocultado con la faxa colgada del vientre de
aquella diligente que guardaba la cierra, al levantar las manos a lo alto donde
salio su encarnacion, que corrigio la vida de los nacionales que era la
negociacion de carne humana tratada de sembradura de la tierra e[tcetera]”
¿Hablaria de otro modo el loco mas desatinado? Pero el P[adr]e Mier nos
explicará estos oraculos.
Dice que como ynstruye el
peñasco de la universidad, abitada esta tierra de hombres muy opulentos y
situada su capital en las cercanias del sur, en el dia de la muerte de J[esu]c[risto]
se arruino gran parte de todo este continente sin haverse escapado si no es
solos doce esta cierra de Tenayuca, y que por tanto la muerte del salvador es
la era regional de los yndios
¡Dura necesidad
Ex[celentísi]mo e Yll[ustrísi]mo Señor la que nos
{f. 10v}
impone la apreciable
comicion de V[uestra] E[xcelencia] de combatir con las armas de la rrazon el
delirio!
Las facciones y facultades
manifiestas (decia el P[adre] S[an] Atancsio) no deben de ympugnarse, porque la
ympugnacion les hace el honor de que parezcan creibles; pero como no hay vicio
que no tenga abogado, ni herror que no encuentre patrocinio, la verdad aun que
sea la mas clara, se hace acreedora a la defensa.
Segun el cotejo que
acabamos de trasladar, destruido casi todo el continente en la muerte del
salvador, no quedaron sino dose personas rrefujiadas en la cierra de Tenayuca
(assi se explicaba el p[adre] predicador rrepetidas veces en sus apuntes){.} De
estos dose dise desendieron los que poblaron despues a Mexico: en la muerte del
salvador dise en otra parte de sus apuntes, se hundio aquella capital con gran
parte de este continente excepto doce hombres que se hallaron en d[ic]ha
sierra. A los cinco años de esta epoca q[u]e forma la era regional de los
yndios. Vino S[anto] Tomas y se mantuvo aqui por espacio de 20 años, y entonces
volo para el oriente. Ahora vien: ¿cuantos moradores hallo S[an]to Tomas en
esta sierra? Sin duda solo doce adultos, y suponiendo entre ellos varones y
hembras, por que de lo contrario se acababa la comedia demos que las dos
terceras partes de ellos eran mujeres y la otra eran hombres para propagar la
naturaleza. Hayaria pues S[anto] Tomas quando vino a los 5 años doce adultos y
40 parbulos. Estos ultimos no estaban en estado de aumentar la poblacion hasta
los 14 años, y formando progrecibamente el calculo de la propagacion hasta los
20 en que volo S[anto] Tomas, no pudieron existir entonces 100 hombres fueran
los doce de veinte a[ño]s {f. 11}
cumplidos, ni los que
hubieran lla llegado a los quince ¿pues como ordeno S[anto] Tomas ocho mil
sacerdotes aquí en el tiempo de su predicacion. Tantos fueron dice Borunda, los
ministros que aqui consagro, sin otro fundamento que el de su trastornado
cerebro. Toma la palabra Cempoalle que significa 20, y por cuanto en el yidioma
mexicano hay esta palabra, acienta Borunda que el s[anto] apostol dejo aqui 20
fundaciones, que cada una de ellas ordenaba cada 20 años discipulos, y que
resultaron ocho mil al tiempo de su partida ¿puede decirse cosa mas
disparatada, ni mas contraria a la historieta qu[e] acaba de asentar de que 5
años antes de la venida del apostol no habia mas que doce personas?
No dicimularemos en favor
de el L[icenciado] Borunda que esta reflexion puede desvanecerse, reponiendo
que aunque solo fueron 12 los que se hallaron de la ymaginaria capital del sur,
fueron muchos otros los que escaparon refugiados en la misma cierra de
Tenayuca, de otras muchas naciones que havitaban por la parte del norte hacia
Tula; pero esto debia aberlo dicho claramente el P[adre] Mier, y no afirmar que
perecio gran parte de este continente y solo se salvaron 12. Es verdad, que
entre las clausulas yntrincadas y obscuricimas del licenciado se leen algunas
que aluden aberse escapado otros fuera de los 12; pero esta noticia esta acentada
en terminos tan confusos y enrredosos, que es disculpado el P[adre] Mier de no
aber podido decifrarla, mucho mas si se atiende a que esta solucion destruye
{el misterioso todo sistema}; (h)
porque sin sobre los doce se salvaron de la
{f. 11v}
de la{sic} capital del sur,
se ha de entender en aquella era con otros muchisimos de otras naciones
ygualmente salvados en aquella era, si de la mescla y confederacion de unos y
otros resulto la numerossisima propagacion que se hacienta a los 20 años de
venido S[anto] Tomas, el pueblo que entonces y despues hubo, deve rreferir su
desendencia no tanto {a} aquellos 12 del sur, quanto a los muchicimos de las
otras naciones del rumbo del norte ¿por que pues las piedras solo aluden aun
pueblo desendiente de los del sur? ¿por que el geniecito que tiene la ymagen a
los pies (segun su modo de pensar) acuerda solo la desendencia de aquellos doce
y no la de los otros que por ser muchos mas en numero deben rreputarse como el
origen y fundamento del pueblo desendiente? quede pues asentado que las
monstruosas inconsequencias y anacronismos de que abundan los apuntes del
P[adre] Mier, son herrores suyos porque los dice; pero mas herrores de Borunda
porque los ymbentó y los dictó, pudiendose aplicar al autor, y representante de
esta rridiculisima sena con poca variacion, aquella graciosa quintilla.
{Si el papel de la comedia
Es malo (segun Heredia)
no es el mas culpable aquel
que rrepresenta el papel
sino el que hizo la
comedia}
Entendido esto solamente en
orden a la censura profana y literaria de la obra original, y de la copia; y no
respecto de la culpa teologica que es mallor en el P[adre] Mier. Pasemos
adelante. Quetzalcohuatl prosigue nuestro l[icenciado] era muy rico, abitaba
palacios magnificos, y S[anto] Tomas edificó un famocicimo templo en Tula, y
usaba de muy ricos ornamentos sagrados. Quetzalcohuatl traia vestiduras largas
hasta los pies, y sobre ellas capa o manta sembrada de cruzes coloradas; esta
vestia S[an]to Tomas porque esta era la vestidura de los patriarcas subcesores
de
{f. 12}
los apostoles, y porque a
mas de esto lo comprueba el que Montesuma rregaló una capa de la misma echura a
Cortéz. Añadese que en la cierra de Tula en donde esta en trozo dominio que
significa la agua de el coyote, bautizaba S[anto] Tomas, quien tambien por su
habilidad se llamó coyote. Delirios de esta clase se ympugnan con solo
referirlos. Ni en tiempo de los apostoles se usaron capas como las de los
patriarcas orientales con cruzes coloradas, ni la manta que regaló Montesuma a
Cortés la tenia, ni en aquellos tiempos se usaban ornamentos ricos sagrados
para selebrar, ni havia ynstituto monastico ¡raro trastorno de ydeas! Borunda
confiesa que Torquemada traslada fielmente los echos conforme a las tradiciones
de los yndios (aunque no entendiera sus alegorias; pero a pesar de esto asienta
por datas historicas las que sueña, atropellando quanto enseñan la historia
eclesiastica, la profana y la misma rrazon.
Santo Tomas (continua)
estubo 20 años en Tula, hasta que apostatando aquellos pueblos de la verdadera
religion se pasaron a Cholula: alli estubo Quetzalcohuatl 20 años como asienta
la tradicion, e insinua Borunda, otros tantos pues devio morar alli Santo Tomas
si es el verdadero Quetzalcohuatl de lo que rresulta q[u]e el santo apostol
estubo en estos paises no 20 años sino 40.
Desapareciose al fin, y
voló hasta Tlapala esto es a Meliapor donde fue sepultado, que es el verdadero
Tlapala, porque esta palabra significa tierra o reyno de color. No sabemos
porque Tlapala significa tierra o reyno de color. Tlapalli en mexicano
significa (es verdad) color; pero entre quantos modos ay de componer palabras
en este ydioma, no allamos que mudada la, i, en, a, dé un nombre, significa el
lugar que abunda en lo que el mismo nombre
{f. 12v}
signifique. Pero sea de
esto lo que fuere ¿que hay en Melia por que haga llamar a esta ciudad por
antonomacia lugar de colores?
Ciertamente que al leer
esta verdadera y genuina historia de la fundacion de la yglecia catolica en
esta America por S[anto] Tomas, tan exhacta, tan circunstanciada, tan menuda,
en que se refieren no solo los hechos, sino que se asientan las epocas y datas
fixas y presisas: el aver señalado el numero de 8000 sacerdotes de 20 yglecias,
prediferido el tiempo de la venida de S[anto] Tomas y de su morada en Tula,
como vera el lector en esta no menos que verdadera graciosa historia, (perdone
Cervantes si le hurtamos sus adjetivos) al leer todo esto no podra menos de
exclamar quitandole de la boca las palavras al B[achille]r Sanzon Carrazco,
mudado el nombre de Cide Hamete Benengeli en el de el L[icenciado]. Borunda, y
bariando hun poco las expreciones; bien aya el licenciado, que la historia de
nuestras antigüedades dejó escritas, y re bien aya el curioso que tubo cuidado
de hacerlas traducir del arabigo burundiano en sus apuntes de nuestro bulgar
castellano!… se rrecerva esta fortuna para la America, y para nuestros dias.
Las yglecias del mundo antiguo, aunque lograron unos escritores sabios, poco
rremotos de su fundacion antigua: la misma Roma: los grandes Apostoles Pedro y
Pablo cuyas yglecias y cuyos hechos escribe el mismo dios por la pluma de un
historiador coetaneo San Lucas, no estan referidas con la exacta yndividualidad
(.y.)
con que Borunda escribe las yglecias de America en aquella era
{f. 13}
y a su Apostol Santo Tomas.
Por Borunda sabemos ni mas ni menos toda la fisonomia de este santo, su color,
la configuracion de su rrostro, como vestia, que alimentos usaba, los baños que
tomaba en la media noche, y hasta el numero fijo de los que ordenó en las 20
yglecias. Lo mas es que todo esto lo yinstruyen las piedras escabadas, sin que
hasta ahora ayamos podido entender como binieron estas piedras a la plaza de
Mexico. Ellas parece que binieron de la cercania de el sur segun yndica Borunda
en el pliego primero de su clave; pero por otra parte parece, si se cree al
padre Mier, que a lo menos la que está en la torre se grabó en Tula en tiempo
de Santo Tomas (y) Borunda asienta q[u]e fueron no conducidas sino ympelidas al
citio donde esta hoy Mexico desde el sur, ya por erupciones volcanicas, ya en
fuerza del gran terremoto de quando la muerte de Jesuchristo, sitio que en todo
el tiempo de Santo Tomas y hasta quatrocientos años despues no se pobló (estaba
a cuenta de Borunda ) por los mexicanos; como pues se grabó este monumento a
direcsion de Santo Tomas? ¿a donde se grabo? si no es que se diga que los
mexicanos apostatas despues de quatrocientos años de la venida de Santo Tomas,
conservaron tan puras (.j.)
y tan vivas las memorias de la historia universal, y las profe-
{f. 13v}
Profecias, {sic} (todo esto
contiene esa piedra divina en consepto del P[adre] Mier), que les enseñó el
santo, que ellos la grabaron, acentando por monumento historico lo mismo que ya
entonces no creian. Esto si que mas que soñar es delirar freneticamente quien
leyere S[eñ]or Ex[celentisi]mo en la clave de Don Ygnacio Borunda rrepetidas
freguentemente estas clausulas: ynstruye la piedra: adviertase el monum[en]to
allado: resulta de las piedras: creerá que en dichas piedras se hallan algunas
figuras o simbolos alucibos a lo que establece, que cuando menos por el sonido
de las voses con que significan, den ocasion a el juego de palabras, semejante
a aquel con que el D[o]n Quixote de los pulpitos Fr[ay] Gerundio provava que
Santa Ana havia tenido en su vientre a Maria Santisima 20 meses et hic
mensis sectus e illi porque aunque ni en el texto habla de la Santa Ana ni
diga 20, habla por lo menos de meses, pero ni aun estas semejanzas aunque
disparatadissimas se hallan en las aluciones de Borunda ¿que figura hay en
todas las que contiene la piedra colocada en la torre, que o por si misma, o
por el nombre que tiene aluda a que Santo Tomas vino a la America a los cinco
años de la muerte de J[esu]c[risto]? ¿qual hay en toda ella con la que siguiera
al modo del et hic mensis sextus et ille pueda provarse el numero de los
800 ordenados por santo Tomas? nada hay en la piedra que aluda a saserdocio. No
savemos con que ojos beria en ella Borunda la corona que dise usaban los
ordenados. Si el P[adre] Mier nos prestara el singular micoscopio de que usan
su p[adre] y el l[icenciado] no para abultar los objetos pequeños, sino para
berlos que no hay, por medio de el alcanzariamos a distinguir? el tintero de
S[anto] Tomas, el claustro q[u]e havitaba y la yglecia: por medio de el
veriamos las datas de la creacion del mundo, de la muerte de Adán, del
nacimiento
{f. 14)
-ento {sic} de Noé, de
la prevaricacion de los hijos de dios con las hijas de los nombres: de la
construc[c]ion del arca y el dilubio, de la fabrica de la torre de Babel, de
las plagas de Egipto, y sobre todo del año, el dia y la hora de la muerte del
redentor. Todo esto enseña la piedra, todo esto ha bisto en ella por
ministerio del anteojo de Borunda el P[adre] Mier; pero nosotros q[u]e no vemos
ni tinteros, ni yglecias, ni patriarcas muertos ni vivos, ni ranas, ni
mosquitos, ni estrellas q[u]e en el mesmo dia se oscuresca por un eclipse,
(rara astronomia) diremos como en otros tiempos Sancho a Don Quixote señor (lic[enciado].)
encomiendo al hombre, ni gigante ni cavallero de quantos vuestra merced dice
que parece todo esto… a lo menos llo no los veo. Pero el señor Borunda que
vee en la piedra lo que ymagina, vee en ella ministros de orden sacro, vee 20
yglecias o fundaciones, y aludiendo a que el nombre de dioses o sacerdotes senzonuiznahuac,
se compone de huiznauac corona de espinas, tzontli pelo, seme en cada
uno argulle assi tzontli que significa pelo, puede significar 400 (desde
luego sera perdiendo en la composiscion las primeras letras cende centzontli)
uiznahuac corona de espinas es simbolo de sacerdocio: seme: quiere decir
en cada uno, luego S[anto] Tomas ordenó en cada una de sus veinte yglecias 400
sacerdotes. Falta todavia Cempoalle que significa 20: quiere tambien
decir “el que tiene la quenta; pero vale cada uno ceme, es assi que 20,
quatrocientos, y 800 son los tres numeros mayores de la cuenta en lengua
mexicana, luego S[anto] Tomas en los 20 años de su morada, y en las 20
yglecias, ordenó 400 en cada una, y 8000 en todas. Vengan quantos delirantes a
havido desde que hay fiebres en el mundo, que sobre seguro no formaran
silogismo mas disparata-
{f. 14v}
ratado {sic} temeriamos que
creyese alguno que nos burlavamos, si no estubieran a la bista los papeles de
Borunda. A la manera de aquel que sepultado en un profundo sueño, o acometido
de una fiebre o delirio, ymagina que se halla en una apacible tarde, en medio
de un agradable jardin, oyendo sonoras mucicas, y combersado alegremente con
una festiva tropa de jobenes; pero de repente la tarde es noche, el jardin
selva obscura, la mucica gritos espantosos, los jobenes fieras horribles, sin
que el sueño o delirio advierta ni le haga fuerza aquella transformacion, asi
nuestro Borunda, sin guardar congruencia con sus ficciones, las varia, las
altera, y las muda arrepentinamente. Vimos a los doce mexicanos salvados de la
serrania del sur, y trasladados a la del norte, y segun parece confederandose y
mesclandose con los de con los {sic} norteños, formaron un pueblo (como dice
Borunda) anfivio, pero trastornada la ydea del sueño, ya se aparecen estos
mexicanos viviendo Santo Tomas en las ynmediaciones de Mexico, pidiendo a los
de Tula la ymagen de Guadalupe para adorarla, ya la desuellan como a la Tetehuinnan,
ya entra Santo Tomas en dicho templo e yrritado les quita la imagen. Despierten
el L[icenciado] Borunda y el P[adre] predicador y diganos ¿como o cuando estos
mexicanos que heran solo doce, se rretiraron de la serrania del norte donde
estaban rrefugiados, y en 25 años formaron un pueblo, y una nacion ya no
anfivia sino distinta del norte? antes no aparecia sino en el templo de Tula en
donde era benerada la ymagen de Guadalupe, ahora fuera de aquel ya hay otro
templo fabricado por los mexicanos en las inmediaciones de Mexico, en donde
estos hicieron desuello de la ymagen
{f. 15}
antes sonaba que los
mexicanos (.k.)
vinieron a fundar a Mexico 400 años despues de la muerte de J[esu]c[risto]
ahora ya estan a los 250 años de aquella era, lebantando templos en las
inmediaciones de Mexico.
Si un loco S[eñor]
Ex[celentisi]mo hace ciento, si mas nos dilatamos, los censores no tenemos muy
seguro el juicio. A haberse de tratar este asumpto entre personas cuerdas, no
omitiriamos una reflexion capaz por si sola de desvanecer las fantasticas
alegorias de Borunda. Es berdad que los mexicanos, ya porque carecian del uso
de la escriptura, ya porque como otros pueblos eran muy ynclinados a los
simbolos y geroglificos, usaban de ellos yngeniosamente para explicarse, y para
conservar por su medio la historia y la tradicion, y unas cosas pues las
yndicaban con simbolos porque no podian explicarse de otro modo los que no
conocian el uso de las letras: otras, como lo practican aun las mismas que
hacen uso de la escriptura para poner a la bista ciertas propiedades o dotes de
las cosas, pero no es menos sierto, que los yndios rrepresentaban a los hombres
en sus pinturas assi con figura humana, como con el traje o bestidura que
usaban. En este supuesto ¿quien podra creer que Huitzilupuchtli sea
(como a cada.
{f. 15v}
paso sostiene y quiere
probar el licenciado) el Santo Christo crucificado que oy llaman de Chalma, por
el lugar en que se benera, cuando la figura de este ydolo no rrepresenta de
modo alguno, ni la ymagen, ni lo que adoraban en tiempo de Santo Tomas, cuya
ymagen tubieron y aun fue echa por escultores (si no es que en su escultura
inbenta otro milagro semejante al guadalupano?) ¿por que no pintaban o
esculpian un crucifijo? ellos sabian en el sistema de Borunda pintarlo y
esculpirlo, conserbavan por la tradicion la ydea de su figura, el mismo nombre Huitzilopuchtli
en sentencia de nuestro autor da a entender el señor de la espina al lado
yzquierdo ¿por que pues bolvemos a decir los que pueden y saben no pintan y
esculpen lo que entienden y corresponde al nombre y antes bien nos lo
representan en una figura que en nada se parece al santo Christo? ¿en que se
parece un hombre que trae en la yzquierda una rodela, en la derecha un dardo
azul, rayado el rostro del mismo color, con un grande penacho de plumas verdes
en la frente, emplumada, y delgada la pierna yzquierda, pintados tambien y
rayados los muslos y brazos: en que se parece esta figura a la de
J[esu]c[risto] crucificado? solo podra creer esto quien crea que las piedras
escavadas tambien son monumento de la predicacion de San Juan Bautista, de la
de Jesuchristo en vida mortal, y de la que hizo (dice Borunda) despues de
resucitado antes de su ascension a los cielos. Alguno quiza tropesaria con este
herror de haber predicado Jesuchristo despues de su resurrecsion, pero
interpretese benignamente de las celestiales conbersaciones que tenia
Jesuchristo con sus discipulos. Per dies cuadraginta apparens eis et loquens
de regnu dei: pero es posible que todo esto instruyen las piedras?
(.l.)
Ybamos ya a concluir este punto, quando nos encontramos con otra anecdota que
no podemos entender. Esta es la benida y
{f. 16}
predicacion de los dos
gemelos que el licenciado acienta, instruida por la tradicion y los monumentos
¿quienes son estos dos gemelos? el uno es Santo Tomas; sera el otro su hermano.
Y he aqui un nuevo apostol de America, y si no es este; quienes son estos dos
gemelos que predican y convierten naciones? assi duplica el sueño, transforma,
varía y confunde los objetos. No es esto de admirar rrespecto del que sueña
¡pero que hombres despiertos y en su entero juicio den credito a semejantes e
increibles ficciones! esto es lo que pareseria mas increible, si no supieramos
que ha habido personas de juicio que adopten, y apoyen las ideas de don Ignacio
Borunda ¡miserable devilidad del humano espiritu! el apoya su creencia sobre
aquello mismo que devia dificultarla o rretardarla: bastando para el vulgo que
una cosa sea prodigiosa y admirable, especialmente en asuntos de piedad, para
abrazarla como verosimil. Sobre ya lo dicho para que conoscan los fantasticos y
acres fundamentos sobre que se lebantan del sistema de Borunda y el sermon,
tiempo es ya de dar alguna idea de las cuatro propociciones que hacen todo el
cuerpo del mismo sermon. Las expondremos por el orden (si es que hay alguno) en
que las acienta el predicador, yndicando solamente algunas de las notas que merecen,
sin detenernos en ellas, porque no estriba principalmente en esto la censura
propia de nuestro instituto
{f. 16v}
primera proposicion
trasladada fielmente de los apuntes:
“nuestra señora de
Guadalupe no esta pintada en la tilma de Juan Diego; si no sobre la capa de
Santo Tomas Apostol de este reino”
Para prueba de esta
proposicion, se acientan atras otras muchas que hiremos notando. “Santo Tomas
Apostol vino y predico en estos reinos” esto es muy problematico, aunque no
carece de probabilidad”. Santo Tomas es el verdadero Quetzalcohuatl”{,} salvo
el respecto que se le debe al erudito D[octo]r Sigüenza, y algun otro, este es
un ynvento mezclado entre mil fabulas, y un tejido de anacronismos.
Nada hay Señor
Ex[celentísi]mo e Il[ustrísi]mo nuebo debajo de el sol. El delirio mas
estrabagante, que parece nacer en el dia, suele ser un sueño muy viejo y
antiguo. Ya hemos referido que el L[icenciado] Borunda vevio sin duda en la
graciosisima fuente del manuscrito que trabajo a mediado de este siglo el autor
del Fenix del occidente; pero aun es mas biejo este monstruo, que lla
corria segun parece desde Mexico hasta Manila desde el siglo pasado por los
años de 1686: debemos este descubrimiento a un acaso. Habiamos ya estendido
gran parte de nuestra censura, cuando estando (yo el penitenciario confesando
en la yglesia llegó un sujeto distinguido y me presentó un cuaderno en 47 fojas
escrito el año sobredicho, por el P[adr]e Manuel Duarte, religioso jesuita. Es
berdad que está su autor muy distante de la confusa intrincada mescla de las
extrabagancias de Borunda, especialmente de lo que toca a la sagrada ymagen de
Guadalupe. Pero o fuese que este jesuita hubiese tenido presente los
manuscritos del ynsigne Sigüenza, o que hubiese conferido con el esta materia
(que uno y otro pudo ser habiendo sido ambos contemporaneos) conjeturamos que
el sistema de Duarte es el mismo de Sigüenza. Si Borunda se huviera contenido
en explicar lo que (en
{f. 17}
nuestro juicio) leyó en
Duarte, no exhcederia su sistema de los limites de un ynvento ingenioso, bien
que (rrepetimos la salva echa antes al erudito D[o]n Carlos de Sigüenza cuya
profunda literatura merece nuestro respeto) falso en nuestro dictamen y
contrario al sistema cronologico comunmente receibido entre los historiadores
de Yndias; pero nuestro licenciado pretendio adelantarse tanto, que lo en que
{sic} otro pudo pasar por ingenioso, lo convirtio en un monstruo sin cabeza ni
pies.
Sigamos los pasos del
p[adre] predicador “la benida de Santo Tomas a este reyno como 5 años despues
de la muerte de {testado} J[esu]c[risto] la comprueba la piedra escavada en
estos ultimos años, y colocada al pie de la torre nueva de la catedral por los
canonigos comisionados para la obra de ella”. Este delirio va enlazado con
muchos otros muchos “esta piedra es monumento trabajado por orden de Santo
Tomas, y contiene y una historia universal de lo pasado, y una profecia de la
venida de los españoles el año de 1515”{,} los españoles habian descubierto el
nuevo mndo vajo la conducta de Colon desde el año de 1492: el de 1517 descubrio
Francisco Fernandez de Cordoba el Cabo de Catoche de la peninsula de Yucatan:
el de 1518 llego a ella Grijalva ¡que epocas son estas de Borunda! “esta piedra
manifiesta la destruccion en gran parte de este continente por el terremoto
acaecido en la muerte de J[esu]c[risto]”. Ya se ha demostrado que esta
destruccion no es un sueño” señala tambien manifestando un eclipse la muerte
del salbador a la hora del medio dia y tercero de luna nueva”. Concuerda
Borunda con esta exprecion diciendo en la segunda oja del pliego 17 que “aquel
general terremoto esta singularmente anotado por eclipse solar extraordinario
cuando estaban llenos de vino, o a tiempo de los bacanales romanos al tercero
dia de luna nueva e[tcétera]” {f. 17v}
Esta expresion con la
expresa terminante proposicion del predicador, afirma claramente que el dia de
la muerte de J[esu]c[risto] el que acaecio el terremoto universal, y el
extraordinario eclipse era el tercero de luna nueba; pero esta proposicion si
no es heretica, es proxima ha heregia, porque si no es de fee que
J[esu]c[risto]murio el dia 14 ho el 15 del mes de marzo, es por lo menos
proximo a la fee, y por consiguiente decir que aquel dia fue tercero de la luna
nueba es heregia ho proximo a heregia “esta piedra en es verdadero Teomochtli
“este es un sueño “en ella tiene (dice el predicador en los apuntes sueltos que
presentó) la catolica religion una prueba irresistible de las sagradas
escripturas un testimonio el mas irrefragable de su berdad, y una como llave
maestra o hilo de Adriadne, para salir del laberinto de sus mas intrincados
pasajes”{.} La primera parte de esta clausula es a mas de improbable por lo
menos temeraria: la segunda es erronea, porque se opone a una conclusion
teologica deducida como de principios de fee. La escriptura sagrada no tiene
otro testimonio irrefragable de su verdad, sino la misma revelacion. Que Dios
en ellas habla es ynfalible. Si se toma en otro sentido, el testimonio no tiene
otro que la tradicion por lo que sabemos ser aquellas y no otras las verdaderas
escripturas, y la yglesia cuya autoridad nos obliga a creerlo assi, conforme
aquella sentencia de San Agustin: Evangelio non crederem niesime eccleise
moveret authoritas. Ultimamente /…/ en testimonio se entiende
el argumento de credibilidad, es herror, temeridad yescandalo asentar que esta
piedra, comparada con milagros, martirios e[tcétera], es el testimonio mas
irrefragable de la berdad de las escripturas. La ultima clausula es cuando no
otra cosa, falsa, rridicula, es insolente. La verdad es que esta piedra como la
explicaban Borunda y el p[adre] predicador, es una prueba yrrefragable, y el
testimonio
{f. 18}
mas irrefragable de que
ambos estan locos. La segunda propocicion. La ymagen de N[ues]tra Señora de Guadalupe
1750 años antes lla era celebre y adorada por los yndios ya christianos en la
sima plana de esta cierra de Tenayuca, donde la erigio templo, y coloco Santo
Tomas. Esta propocision se explica y desembuelve en otras. Maria S[antisi]ma
viviendo en carne mortal bino a la America a vicitar a Santo Tomas. Proposicion
falsa e ymprobable. Estando aqui la madre de Dios se estampó en la capa de
Santo Tomas. Esto sobre ymprobable y falzo, es contrario diametralmente a lo
que hacientan el predicador y su autor: Santo Tomas (dicen ellos) bino aqui, y
usava una capa en Tula sembrada de cruzes coloradas, y semejante a las que
usaron los patriarcas orientales: es assi, que la manta en que esta pintada la
ymagen de Guadalupe no es de esta clase; luego esta asercion es contraria a lo
que afirman sus mismos autores. No se oculto al predicador esta dificultad, y
para ocurrir a ella dice que Santo Tomas en el Perú usaba capa de dos lienzos,
y que aun en Tula no usaba de esta capa, sino de capa de la otra sembrada de cruzes
coloradas como los patriarcas orientales, pero de aqui mismo se deduce que la
otra la dedicó aqui a Maria Santisima. Spectatum admisirrifom teneae tu
amici? ¿puede aber cosa mas rridicula? ¿con que Santo Tomas que benia ya
bestido con su capa de cruces, traia guardada la manta peruana para que se
estampara Maria Santisima? ¿y se podra tolerar (o no excusarlo un celebro
delirante) que ha unos hombres cristianos, desfigurarán con cuentos aun
yndignos de biejas y niños, objetos respectables de la debocion solida, y de la
piedosa cre[e]ncia? la ymagen de la virgen se estampó (continua) en la capa de
Santo Tomas no por pintura o ymprecion de mano agena, sino aplicandola a Maria
Santisima con un contacto fisico a su cuerpo, que que {sic} sirvio de molde
natural
{f. 18v}
natural de la ymagen que de
el contacto resulto. Esta propocision si no es proxima a heregia, es proxima a
herror, porque de ella se ynfiere legitimamente los mas escandalosos absurdos.
El valor de estas dos palabras mexicanas omomachiotinax tiquuz y omoco
pintzino con que se explica en un escrito antiguo la aparicion guadalupana,
precipito a Borunda en este enorme yerro, la primera compuesta de tres vervos, machiotia
señalar o sellar, nextia que significa mostrar y quiza que
significa salir, da a entender (dice Becerra Tanco) salio a berse figurada o
ympresa. De aqui ynfiere Borunda que la ymagen guadalupana estaba pintada
muchos siglos antes de apareserse ¡rara logica! como si el salir a descubrirse,
no se dijera con toda berdad que la que estando oculta se descubre por la
primera vez, lo que puntualmente se berificó en la ultima aparicion al señor
Sumarraga, pues teniendo Juan Diego plegada la manta, y descubriendo entonces
la ymagen q[u]e nadie veia, salio la ymagen a berse descubierta. Lo mismo
se debe decir de la otra palabra omocopintzino: opina en sentido propio
significa segregar o apartar una cosa de otra, y de aqui metaforicamente, se
usa para significar el traslado o copia, ya sea de una cosa por otra,
ymitandola o ya sea amoldandola. Pero Borunda entendiendo ambas palabras en el
sentido material, y unicamente para sacar a molde, infirió que
aplicandose Maria Santissima viviendo aun en carne mortal la capa de Santo
Tomas a su cuerpo, sirviendo este de molde, salio la ymagen ympresa y amoldada
si en los delirios hay consequencias, siganse las siguientes: luego Maria
Santissima quando vivia en carne mortal, y bino aqui a bisitar a Santo Tomas,
estaba coronada de lucientes rallos, bestida de el sol, y pizaba la luna,
teniendo a sus pies un genio o jobencito, adornada de estrellas: luego tenia un
semblante de 14 a 15 años
{f. 19}
años luego (habia esa
heregia) estaba preñada con el vientre abultado: por que todo esto en sentir de
Borunda y de el p[adre] predicador se halla en la ymagen amoldada, pues la
ymagen no figura sacada a molde, no puede tener sino lo que tiene el mismo
molde. Molde lo saben todos (y asi lo explica el diccionario castellano) es
aquella piedra hueca o ynstrumento aunque no sea hueco en que artificialmente
se hacia la figura con todas las proporciones de aquella cosa que se quiere
formar en bulto. Y quando quisieran rresponderse que esto solo es berdadero
tomando la cosa en riguroso sentido, y no extencibo a toda ymagen, de hay mismo
se ynfiere, que las palabras mexicanas no significan lo que ymagina Borunda, y
que se explican bien sin contacto ni molde, sino pòr solo una ymagen pintada,
para rrepresentar un original.
Tercera propocicion “la
ymagen guadalupana (dicen nuestros caballeros historiadores) estubo adorada en
el magnifico templo de Tula hasta que hapostatando los yndios, la desfiguraron
mal tratandola, y la maltrataron de manera, (dice el p[adre] predicador) que
los primeros españoles quicieron retocarla aunque no pudieron. ¿y de donde
consta q[u]e la maltrataron? porque esto significan dicen la fabula mitologica
de los yndios sobre el desuelle de los de Tehuinan. Por cierto que si
desollaron la ymagen cual quedaria ella. Pero ¡O{h} ignorancia! (dice el
p[adre] predicador) de los fracismos de la lengua, que ha ympedido decifrar tan
claras alegorias! ¡O{h} locura! (exclamemos nosotros) ¡O{h} furor atrebido y
blasfemo, de unos hombres tan faltos de juicio como de historia! dexemos aparte
la ympropisima alucion de la de Tehuian ¿quien les ha dicho a estos
hombres que la ymagen fue assi maltratada, y la hallaron assi los españoles?
¿no saben por declaracion de testigos los mas fidedignos, oculares, y jurados,
q[u]e el año de 1666, en que escrebia Bezerra Tanco se conserbaba
{f. 19v}
baba la ymagen sin haberse
deslustrado ni rrecebido alteracion? ¿de que fuentes bevieron la turbia noticia
de q[u]e los españoles quicieron retocar la ymagen aun en el dia y año en que
escribimos esto, esta la ymagen en un estado en que no puede alegorizar a la
desollada de Tehuinan pero quando llegamos a este punto, permitase
Ex[celentisi]mo e Il[ustrisi]mo Señor a la cordial debocion y humildicimo
respecto q[u]e profesamos al echizo de nuestros corazones la ymagen
guadalupana, permitasenos dirigir a V[uestra] E[xcelencia] una sentida y bien
fundada quexa. Es berdad dice el citado Bezerra Tanco, que cuando el lienzo en
que se figuro la ymagen huviera padecido corrupcion con el tiempo, o la
padeciera en lo benidero, ni esto fuera argumento de no ser berdaderas las
apariciones de la Virgen Santicima y la imprecion de su ymagen en el lienzo, ni
de no ser esta milagrosa. Lazaro milagrosam[en]te buelto a la vida murio
despues, y el cuerpo sacrosanto de J[esu]c[risto] presente rreal, pero
milagrosam[en]te bajo las especies sacramentales, pierde esta presencia por la
corrupcion de aquellas. Despues de todo, Dios por una probidencia no comun ha
conserbado esta ymagen por mas de dos siglos y medio, contra las ynjurias del
tiempo, del terreno, y acaso lo que es mas, a pesar de las piadosas yrreberencias
de sus mismos adoradores. Digase la berdad: la ymagen no esta maltratada, su
rostro conserba aun aquella brillante hermosura y hapacibilidad que hizo cantar
al divino poeta mexicano Diego Jose Abad, qua negue amabilius est negue
pulchrius orbe.
¿pero acaso los colores se
han amortiguado, deslustrado en una u otra parte, se ha saldado el oro, y el
lienzo sagrado se ha lastimado?. Bien podria ser esto (sin perjuicio del
milagro que beneramos) efecto de los vorazes y rroedores dientes de tiempo,
pero no ha sido assi, dos siglos y medio nada pudieron contra la ymagen pero
han
{f. 20}
han{sic} podido y podran
mucho contra su conservacion las acciones y practicas de un culto mal
entendido. Porque ¿que no se debe temer de un lienzo por su naturaleza fragil y
delesnable, expuesto a ympreciones continuas y muchas vezes toscas, que hacen
mella aun en los marmoles y bronces? ¿millares sin numero de estampas, de
lienzos, de medallas, rosarios que se tocan a la ymagen, osculos con que se
comprime aplicando a el los labios y ojos humedos con salibas y lagrimas, y
esto executado en ocaciones mui repetidas? pero que decimos: descubrese la
ymagen, la veneran millares de personas, y aplican a ella con recio contacto,
no solo las cosas piadosas que hemos d[ic]ho; sino aun los hombres sus espadas,
y las mugeres sus pulceras. Le consta a uno de nosotros que en alguna de estas
ocaciones ha llegado mujer imprudente a besar la ymagen rosandose contra ella y
llebandose en la saya algunas particulas de el oro de los rayos. Pero aun ay
mas, se dice no sin fundamento, que algunas de las innumerables ocaciones que
la ymagen se expone sin el resguardo de la vidriera, han tenido varias personas
la osadia de cortar y llevarse algunos hilos de la manta. Dicese no sabemos con
que berdad, que tambien alguna bez se ha cortado y dado un pedazo de lienzo a
persona de alto respecto; pero lo acaecido ultimamente en el proximo diciembre
de 94 es un hecho q[u]e no deja duda. Vió un capitular de la colegiata en una
de las noches que con tanta franqueza se expuso la ymagen, que llegandose a
ella un deboto atrebido cortó con las tixeras un pedazo del lienzo y lo llebó
concigo. Estamos firmemente persuadidos a que V[uestra] E[xcelencia] ignora
muchas cosas de estas, y que si ha permitido otras, lo ha hecho por un efecto
de prudencia, porque no se crellera si lo estorbaba, que se oponia a unas
piadosas cuestiones que no havian ympedido sus respectables antecesores.
V[uestra] E[xcelencia] que sabe mui bien el respecto con que se tratan la
milagrosa ymagen y el portentoso
{f. 20v}
toso {sic} de Zaragoza,
V[uestra] E[xcelencia] a cullas luzes no se oculta que las cosas quanto son mas
sagradas se deben estar mas reserbadas del contacto, ha tolerado a costa de su
amargo y biolento sufrimiento, estas devotas ireberencias mas ahora que ser
soriado V[uestra] E[xcelencia] de estos desordenes, y de que ygualmente q[u]e
nosotros los lloran todas las personas de seso, ahora que todos uniendo si
tubieran ocacion sus botos a los nuestros, claman por el remedio esperamos en
la yntegridad y solida piedad de V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrisima] que se
corregiran estos abusos. El medio mas facil seria que la vidriera se mantubiese
serrada con tres llabes, de las quales una estubiese en poder de V[uestra]
E[xcelencia] Y[lustrisima], otra del Ex[celentisi]mo S[eñ]or Vir[r]ey, y otra
del señor abad de aquella colegiata, sin poderse jamas abrir por respecto
alguno, o motibo de piedad, sino solo en caso de que condujese su manifestacion
para algun ymportante fin del culto de la milagrosa ymagen? creemos que cuando
se conciderase combeniente para esto algun soberano r[ea]l orden, no se negaria
a expedirlo el catolico monarca que nos gobierna a representacion de V[uestra]
E[xcelencia] Y[lustrisima] pero bolvamos ya al asumpto de que nos divirtio el
celo de la conservacion de nuestra ymagen y el respecto q[u]e le es devbido.
Deciamos pues, que es un
sueño quanto se dice del maltratamiento que sufrio la ymagen por los yndios
apostatas, y el retoque yntentado por los primeros españoles. Este es
ciertam[en]te uno de los pasages que manifiestan con mas claridad los groseros
yerros en que precipitó a Borunda su empeño de acomodar alegorizando a Santo
Tomas, y a la ymagen de Guadalupe quanto leia de los antiguos mexicanos. Estos
(conforme al comun sentir de sus historiadores) recien fundado Mexico havian
alludado a los culuas contra los de Xochimilco con una guerra. Poco
tiempo despues pidieron al reyesuelo de Coloacan una de sus hijas para
consagrarla en madre de su dios protector Huitzilupuchtli, y obtenida, o
fuese por orden del demonio, o por barbaridad de,
{f. 21}
de {sic} sus sacerdotes, o
por bengarse de un desaire que havian recebido de los mismos culuas,
desollaron cruelmente a la joven princesa de Coloacan y bistieron con su piel a
un mansebo de los mas esforzados. Aunque su padre el rey estaba en el templo
cuando se executó este horrible sacrifico, no pudo berlo por la obscuridad que
era uno de los dignos adornos de aquel ynfernal santuario: mas luego que la voz
del copal que ardia en el yncensario con el que el rey iba a tributar adoracion
a su divinizada hija pudo descubrir tan horrible espectaculo, lleno de
compacion, y de yra, salio de el templo gritando para la venganza. Este es el
celebre suceso de Teteohuitzan o Tetehuinan madre de los dioses
llamada tambien Tocitin, que el predicador explicando la doctrina de el
L[icenciado] Borunda, aplica al maltratamiento de la ymagen guadalupana,
haciendo aquella selebre exclamacion que tanto honor hace a todos los
historiadores mexicanos, ¡Oh ygnorancia de la lengua en los historiadores, que
les ympedia des[c]ifrar tan clara alegoria!” el Rey de Coloacan es Santo Tomas,
la doncella su hija es la ymagen de Guadalupe, los que matan y desuellas a la
princesa son los mexicanos que haviendole pedido a Santo Tomas que les embiara
desde Tula la ymagen de Guadalupe, la colocaron en su templo en las
ynmediaciones de Mexico: pretendieron destruirla a tiempo que bino Santo Tomas,
y a pesar de la obscuridad vio aquel sacrilego atentado, les quito la ymagen y
salio de alli lleno de una santa yra (.m.)
si no hubieramos ya demostrado que los mexicanos en el sistema de Borunda no
podian en 25 años siendo solo 12 los escapados de la general destru[c]cion,
haver formado un pueblo distinto de los demas en estado de hacer la guerra,
tratar con federaciones etcetera si no fuera notorio que el caso de la Teteoinan
en sentir de todo
{f. 21v}
dos{sic} los historiadores
fue posterior a la fundacion del ymperio mexicano, y esta aun en la
extrabagante opinion de Borunda, que la establece mui temprana 400 años despues
de la muerte de J[esu]- c[risto], si esto no fuera tan patente, ya nos
detendriamos en hazer ber los insignes anacronismos del nuebo autor; pero aun
sin ellos sobrara materia da para reir la ynaudita y disparatadicima alegoria.
Pero tenga le señor Bounda el consuelo, que si hai autores originales el lo es
mas q[u]e ninguno, porque dice lo que nadie ha soñado, y sueña lo que nadie ha
dicho. Siguese como corolarios freneticos los que asienta Borunda de que Santo
Tomas ocultó la ymagen gudalupana, y otras muchas milagrosas, como el Santo
Christo de Chalma, la de N[ues]tra Señora de los Remedios, la de la Macana, la
conquistadora q[u]e esta en la Puebla, y no se escapa segun parece la ymagen de
J[esu]c[risto] sepultado que se benera en Ystapalapa ¿y esto sobre que fundamentos?
sobre los mismos que un maniatico se persuade, y quiere persuadir, que es lobo,
gallina, o cosa semejante. Entre todas aluciones que fomentaron esta su mania,
ninguna es mas graciosa y disparatada que la del ydolo Huitzilupuchtli
supone Borunda contra quanto han dicho los historiadores
{f. 22}
(.n.)
que el nombre de este ydolo es Huitzilupuchtli, y segun su constumbre lo
divide en la palabra upuchtle y uitzli upuchtle: dice
significa el que tiene a la yzquierda; querriamos que nos explicase este modo
de componer, porque no percibimos como de opuchmaye u opuchtli que
significa lo yzquierdo, y de tle, puede salir upuchtle, para significar
el que tiene a la yzquierda. Mas sea de esto lo que fuere, de opuchtli y
huitzli que significa espina, saca nuestro licenciado, que el nombre del
ydolo significa “el que tiene a la yzquierda la espina”, esto es (continua) la
antiquisima ymagen de Christo crucificado que se venera en Chalma” ¿y que
espina tiene a la yzquierda este señor? sera la llaga que abrio la lanza, y por
quanto la espina hiere, del hay sale la alucion; la misma podria sacar Borunda
de un nombre que significa espada, pedernal, y qualquiera ynstrumento agudo con
que puede herirse. Con este modo de transformarlo todo, en todo, que se ocultó
a Ovidio, quedo combertido Huitzilopuchtli; (llamado asi el hermoso
pajarito chupamirtos Huitzilin cullas plumas tiene en el pie yzquierdo)
fiero marte yndiano, en Santo Christo de Chalma. Y no sse quedo sin parte Santo
Tomas, porque tambien este apostol es Huitzilupuchtli, aludiendo a la
llaga del costado situada a la yzquierda a quien la mira que tanto punzó como
espina al Apos-
{f. 22v}
tol Santo Tomas por su
incredulidad de dos cosas son aqui dignas de notar. La primera que el ydolo que
beneraban con este nombre no tenia espina ni llaga a la yzquierda ni a la
derecha. La segunda, la ingeniosidad de nuestro autor, porque reflexando sin
duda en que la ymagen de Chalma, como casi las mas que representan a nuestro
redenptor muerto en la cruz, no tiene la herida en el lado yzquierdo sino en el
derecho, para que no se desbaneciera su disparatada alucion con solo este
argumento, ocurrio a el, diciendo que el señor tiene la espina a la yzquierda,
no quiere decir en su lado siniestro, sino a la yzquierda de quien lo mira: que
vale tanto como querer probar que Borunda es zurdo porque escribe con la mano
yzquierda respecto de quien lo mira. Ni ay que admirarse: el Santo Christo de
Chalma es tambien el dios del estiercol o de la basura Tlaçolteutl
porque es el que limpia las conciencias de los yndios que alli se confiesan.
Nunca acabariamos, si
quisieramos referir uno por uno los desconcertados sueños del autor, ni podemos
hasernos cargo de todos ni seria razon ocupar mas la respectable atencion de
V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrisima] en estas, que por mas que quisieramos
moderar las expreciones, no allamos otras que las signifique sino de locuras.
Pasemos ya a la quarta
propocicion, que aunque asentada con bariedad en los apuntes y sermon del
predicador, se reduce en substancia a que tal ymagen guadalupana representa el
misterio de la encarnacion. A consequencia de esta verdad, y para prueba de
esta, se producen blasfemias, y desatinos, de los que hemos apuntado algunos, e
indicaremos otros. Aqui entra el blasfemo raciocinio del Tlapilli de que
hablamos al principio “que la ymagen representa una mujer embarazada que la
fimbria
{f. 23}
o parte de tunica que fluye
sobre sus pies, significa el almaisal, y este las sagradas escripturas: que el
color moreno del rostro significa tambien la encarnacion y pasion de
J[esu]c[risto] que los /..../ fracismos con que los mexicanos explican la
virginidad, dan a entender que Maria Santissima es virgen antes del parto, en
el parto, y despues del parto”{.} Maravilloso descubrimiento de que se sigue
que usando los mexicanos de estos fracismos para denotar que qualquiera
doncella, toda la que lo fuere, sería virgen antes del parto, en el parto, y
despues del parto. Y es menester no olbidarse que la joyuela que la virgen
trahe al cuello es diamante, segun el lapidario Borunda. Sigamos aluciones,
apuntandolas solo por mayor{.} “la luna que pisa la virgen representa su
aspecto de tercer dia de nueba, y esta de color de tierra oscura para
significar el eclipse solar a la hora de mediodia de la muerte del redemptor,
que el la {sic} era regional de yndios”{.} Portentosa fecundidad de herrar,
dando a luz en una sola clausula, mas yerros que palabras. La muerte del
redemptor acaecio en plenilunio, y no al tercer dia de luna nueba. La luna no
fue la eclipsada u obscurecida, y lo que es mas, abiendo sido el sol el que se
cubrio de tinieblas por el eclipse, la ymagen guadalupana esta bestida de el
sol rodeandola sus rayos que manifiestan esplendor y lucimiento.” El ynfantito
que esta vajo de la luna significa la estatura mediana de los yndios que en la
epoca de la muerte del redemptor susedieron a los gigantes destruidos entonces:
significa tambien por sus alas la rapida incorporacion de la yglesia reciente
mexicana en la antigua, y (¿que querra decir esto?) la rapida incorporacion de
la antigua naciente yglesia mexicana con la fee de la encarnacion y pacion de
J[esu]c[risto] significa tambien este ynfantito, que la yglesia entonces tierna
y siempre joven, durará hasta la consumacion de los siglos.”
{f. 23v}
significan tambien los tres
colores de las alas “las prerrogativas de la yglecia”. La tunica significa
las escripturas si mas se apura la materia hemos de encontrar en la ymagen
a Borunda escribiendo claves y al padre predicando sermones. La corona de la
virgen significa la pacion de J[esu]c[risto] porque corona y mexicano se
dise de tres maneras, “ohuitznahuac serco de espinas, oxiuitiolli
pegamento de la espina, del año alucivo de la muerte de J[esu]c[risto], o tlatocayotl
o nombre de la tierra tratada hasta el tiempo de la conquista de Teotlix:
Coanahuac, corona de la frente de el señor por aber quedado aislada en el
terromoto de su muerte” ¿se creeria esto si no se leyera? si porque corona en
ydioma mexicano se explica con dichas tres palabras, que zazonadas por nuestro
Borunda significan tan grandes cosas, lo mismo significa sin duda la corona del
gran turco, o la de el Rey de Prusia. Corone la obra de oro de las significasiones
de nuestro simbolico historiador, y de nuestro predicador alegorico, el
imponderable parrafo tan lleno de graciosos disparates, como tejido de
reconditas, abstrusas, y extrafalarias clausulas, en que Borunda prueba con una
de sus aluciones del sentido compuesto, que la ymagen guadalupana
representa el misterio de la encarnacion. Copiaremos a la letra este parrafo,
que merecia estar gravado en las puertas de todas las casas de locos, como la
ynsignia mas propia de la demencia “por el mismo contexto de aquel escritor, en
que referir del tercer modo, o frasismo de la tradicion, como compuesta de ix,
resulta aquel omixihui luitzino significatibo de la que reverencialmente
otro descubrio en secreto, iluitzino, que abia de parir mixihui o
el alto misterio de la encarnacion del verbo divino, rebvelado por el Arcangel
San Gabriel, y representado por simbolos nacionales en tan ynsigne ymagen, el
mismo fracismo omixihuiluitzino es comun para significar
{f. 24}
ficar la que descubrio el
secreto iluitzino de parir mixihui usandose hasta hoy la singular
yerva que facilita los partos conocida por suapatli, medicamento patli
de mujer suatl, y concordando la ceremonia preliminar al desuelle de la
mujer que representaba a la Tetehuinan, de acompañarla gran numero de
las de su sexo especialmente medicas y parteras”. Pero basta lla Señor
Ex[celentisi]mo de fatigar la atencion de V[uestra] E[xcelencia] con la
relacion de tantos y tan desconsertados delirios, es verdad que por muchos que
sean los que hemos trasladado aqui, son muchisimos mas los que contienen la
clave historial, y el sermon, nos contentamos con solo haver manifestado al
leon por solo una uña, y lla es razon de yegar por ultimo al punto capital de
nuestra sensura. Esta no depende ni esta ligada a la verdad de quanto hasta
aqui hemos expuesto; porque aunque todo lo dicho no fuera sierto y evidente
como lo es, aun cuando la clave borundiana fuera un ymbento yngenioso y
verosimil, el sermon del P[adr]e Mier hera digno de la censura que bamos a
exponer.
Censura del sermon.
Supongase por haora como
verosimil que Santo Tomas bino a predicar a estos reynos. Supongase que tiene
algun fundamento su edentidad con Quetzalcohuatl, permitase que las aluciones
simbolos, greglificos, y resultados (que como dice Borunda instruyen las
palabras y el ydioma) no fuesen sueños, delirios, blasfemias, y herrores; sino
un yngenioso y probable sistema: aun en estas falzisimas suposiciones, el
sermon que predico el Padre Mier el año proximo pasado en el dia de la
aparicion guadalupana, deve ser proscripto por V[uestra] E[xcelencia]
Y[lustrisima] por contener doctrina escandalosa, que perturba la piedad y
devocion unibersal de esta America ympugnando una tradicion la mas autori-
{f. 24v}
torizada, y publicando en
el pulpito supersticioso e inauditos milagros.
Y comensando por esto
ultimo, el expresa la decision del sacro santo concilio de trento en la sesion
XXV bajo el titulo de Imbocatione santorum, en el que expresamente manda
que los obispos cuiden y velen que no se admitan ni publiquen nuebos milagros
sin su conosimiento y aprovacion: nulla etiam admitenda esse nova miracula: nici
codem recognocente et aprobante episcopo. Concuerda con la desicion de
Ynocencio III que se halla en el Concilio General Lateranence, y esta ynserto en
las decretales en el c[apitulo] II bajo el titulo 45 de Reliquiis et
veneratione santorum en la que terminantemente se manda que los prelados no
permitan que los que conqurren a sus yglecias para venerar a los santos y a sus
reliquias sean engañados con ficciones y falzos documentos. Prelativero non
permitant eos quiad eorum ecclecias causa venerationes accedunt variis
figmentis aut falacies documentis decipi. Es mui claro este punto, y no
nesecita confirmarse con desiciones conciliares y pontificias autoridades y
razones. Milagros nuebos, esto es, que nuebamente se publican o refieren,
aunque se digan hechos en tiempos mui antiguos nesecitan para publicarse del
reconocimiento y aprobacion del obispo ¿mas que ha hecho el P[adre] Mier? el ha
engañado al pueblo con falzos documentos y ficiones, y el ha publicado en el
pulpito multitud de milagros que ni la silla apostolica, ni V[uestra]
E[xcelencia] Y[lustrisima], ni sus dignos antesesores, ni historias fidedignas,
ni el comun consentimiento de los fieles han aprovado por tales, ni se havian
oydo hasta el dia. Numeremos algunos. Santo Tomas apostol se desaparece volando
desde la America hasta Caromandel (vendria tambien desde la Assia hasta aqui
{f. 25}
aqui {sic} volando) Maria
S[antisi]ma viene en carne mortal desde la Assia hasta la America y se regresa
(no se nos dice como; pero sin duda seria tambien por ministerio de angeles)
estando en Tula se aplica la capa de Santo Tomas, y amoldandose a ella se
estampa. Los yndios apostatas pretenden destruir la ymagen y no lo consiguen
aunque la deslustran. Santo Tomas retirandose de Tula por la apostacia de los
tultecas, guarda en cuebas la ymagen de Guadalupe, y las tres de los Remedios,
de la Macana, y la conquistadora de Puebla. Oculta tambien la ymagen de el Santo
Christo de Chalma y algunas cruzes prodigiosas que han parecido despues. Los
primeros españoles intentan retocar la ymagen guadalupana y no lo consiguen. Y
he aqui pasando en silencio otros prodigios que refiere Borunda, mas de una
dosena de sucesos milagrosos. Los mas de ellos los publica el P[adre] Mier en
su sermon como historia genuina y verdadera: trata a los historiadores
guadalupanos, y aun a todos quantos han escrito historias de esta America, ya,
de desidiosos, ya, de equivocados, y ya, de ygnorantes, y engañando al pueblo
con fi[c]ciones en materia tan sagrada, alega no solo documentos, sino con que
canoniza por monumentos historicos de sucesos mui principales desde la creacion
del mundo hasta la encarnacion del verbo divino, la piedra que esta en la
unibersidad, y mucho mas la que esta al pie de la torre nueba de catedral,
soñando ver en esta ultima, profecias singulares.
¿Y este solo capitulo
bastaba para condenar el sermon del P[adre] Mier, quanto debe gravarse la
censura por la doctrina escandalosa
{f. 25v}
losa y temeraria que
contiene, ofensiva a los oydos piadosos y perturbados en una devocion solida,
creensia establecida unibersalmente en todos los fieles de la America? en
efecto el padre ympugna y combate con pretesto de que exalta, un a tradicion
respectable, y tan autorizada, como despues diremos. La tradicion constante y
que se expuso a la silla apostolica en el libelo suplicatorio presentando al
Sumo Pontifice Benedicto XIV acienta que apareciendose por quarta ves Maria
S[antisi]ma al yndio Juan Diego y tomando en sus divinas manos las flores q[u]e
el mismo por orden de la señora acabava de cortar en el esteril peñascoso serro
de Tepeyac, las puso en la manta de Juan Diego, encargandole que las yebe al
electo Obispo señor Sumarraga, sin mostrarlas antes a otro ninguno: que los
familiares del obispo desembolviendo con violencia la manta, vieron el ella
rosas; pero sin poder decernir si eran naturales, o solo bordadas en ella: que
al fin a presencia del obispo desplego Juan Diego su manta o tilma, y cayendo
en el suelo las rosas, aparecio entonces pintada en la misma tilma (.p.)
la ymagen que oy veneramos. ¿Que cosa mas contraria a la constancia de este
milagroso suceso, que negar q[u]e Maria Sa[ntisi]ma se estampó o pintò en la
manta de Juan
{f. 26}
Diego? negar esto en la
sustancia, en el modo, en el tiempo, en el lugar afirmando que ni se pinto
entonces la ymagen, ni a las faldas de Tepeyac, ni se pinto del modo dicho, ni
se pinto en la tilma del yndio neofito; que se estampó mil y quinientos años
antes en la antigua Tula en la capa de Santo Tomas, sirviendo de molde el
cuerpo mortal de Maria Santisima? ¿es exaltar la tradicion o es ympugnarla en
todo? pues que: ¿se exalta la verdad quando se niega, con el pretexto y la
ymbencion de echos mas prodigiosos? la verdad como disen los filosofos consiste
en indivisible; y tanto la contradice y la ympugna el que le añade algo, como
el que le quita. No exaltaria el verdadero echo de la ynstitucion eucaristica,
el que hereticamente afirmara que J[esu]c[risto] avia consagrado en vez de un
pan comun, un pan amasado por ministerio de angeles: ni dejaria de ser herege
el que pretestando que exaltaba el amor de J[esu]c[risto] en su muerte,
afirmara que no havia muerto en la cruz estando en ella tres oras, sino quemado
vivo por el espacio de un año. No nos detengamos en esto, porq[u]e es ebidente
que Borunda, y el P[adre] Mier han ympugnado y combatizado la tradicion ¿pero
que tradicion?
Si ablaramos con otro que
no fuera V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrisima] devieramos difundirnos en este
punto; como el mas ymportante para haser ver el alto grado de credulidad
piadosa en que esta colocada esta tradicion. Pero si la sabiduria, la juiciosa
critica y la solida piedad de V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrisima] nos
escusaran de un largo discurzo sobre esta materia, la censura que nos ha
confiado, nos hobliga a decir algo aserca de ella. Y asentado desde luego que
la tradicion guadalupana, inferior a la divina, y apostolica, pertenese a la
clase de las tradiciones eclesiasticas, concideremos mui en breve, de las
tradiciones el lugar tan distinguido que ocupa entre estas; y para graduarla
confrontemos
{f. 26v}
–temosla {sic} con la savia
regla que en mui pocas palabras da el grande Vicente Linirense para dicernir
las verdaderas tradiciones. Habla este grande teologo de las divinas, y
apostolicas, y enseña conforme a la doctrina de San Agustin, que aquellas
(*)
verdades no contenidas en las escripturas, y cuya creencia no debe su origen
alas deciciones pontificias y conciliares; si se hallan establecidas en todo
tiempo, en todas partes, y por el consentimiento de todos, pertenesen a las
tradiciones divinas, y apostolicas. Quod abomnibus, quodubique quod
semper retentur est. Tres notas y caracteres, con la debida proporcion, se
ben resplandeser en la tradicion guadalupana. Quod semper. Docientos y
sesenta y tres años han corrido desde la aparicion de la milagrosa guadalupana,
hasta el presente, y desde entonses se halla establecido el culto de la ymagen
y creencia del milagro ¿qual y quanta ha sido esta en el ultimo siglo? no ay
para que desirlo quando la publican hasta las piedras, y los bronces ¿qual fue
en el siglo anterior? lo demuestra la ynformacion juridica recevida el año de
1666 por orden del venerable dean y cabildo de esta santa iglecia, comisionados
para ella como jueses cuatro capitulares de la misma: ynformacion en que
testifican de comun acuerdo el milagro y la creencia de los años anteriores mas
de 20 testigos y entre ellos personas de 80 de 100, y de mas años, que
recibieron la noticia de esta verdad, de los mismos que vivian al tiempo de el
milagros, y lo supieron de los sugetos por cullo medio lo hobró Dios.
Ynformacion presentada a la silla apostolica en la congregacion
{f. 27}
de ritos en e l mismo año
de 1666, como atestigua Anastacio Nicoseli en su Relacion ympresa en 1681.
Ynformacion a que dio motivo la anterior solicitud que el año de 1663 hicieron
los señores virrey, y arzobispo, cabildos, eclesiastico, y secular, todas las
religiones, pidiendo al señor Alexandro VII que el dia 12 de diciembre fuese
festivo en todo el reyno, y se resase generalmente en memoria de dicho milagro
en toda la Nueva España: ynformacion a que abiendo presedido las historias
escritas por Miguel Zanches ympresa en el año de 1648 y la de el B[achille]r
Luiz Lazo de la Vega, escrita en ydioma mexicano, y dada a luz en el siguiente
de 1649, y si retrosedemos hasta los años anteriores a estos, bien savido es el
culto y creencia de este milagro por los de 1629 de la memorable ynundacion de
Mexico. Mas serca del origen consta por papeles de la ylustre congregacion de
Guadalupe, el culto de esta milagrosa ymagen por los años de 1573 hó 74 que
paran en el archivo de la colegiata que he visto yo el penitenciario y quien
(volviendo mas atras) tengo tambien en mi poder, la escriptura de ymposision
otorgada en 1562, de cierta cantidad de reales que Martin de Aranguren
mayordomo que abia sido de el señor Zumarraga recibio sobre sus casas,
perteneciente (dicha cantidad) a la hermita y bienes de N[ues]tra Señora de
Guadalupe. La perpetuidad constante de esta creencia desde su origen, sugiere
aun mayor prueba, lo atestigua con moral sertidumbre la antiquisima relacion
copiada por don Fernando de Alva, muerto antes del año de 1650, y nacido por
los de 1570 o poco mas. Este asegura que traslado dicha relacion de unos
papeles mui antiguos, y curiosos de un yndio, lo que evidencia que la
relacion original se escribio mui pocos años despues de la aparicion y quando
no baste (que sobra) el testimonio del laboriosisimo
{f. 27v}
simo y eruditisimo padre
Florencia que vio y tubo en su poder esta copia, añadense, Siguenza, Miguel
Zanches, y Luis Becerra Tanco, testigos no menos fidedignos, y que escribieron
por esta antiquisima relacion argumentos todos ynvictos de la perpetuidad de
esta creencia, a quien no se descubre otro origen ni principio, que el de el
mismo milagro, y el tiempo en que se obró, sin que se sepa que en algun año no
se creyó, o que empesaba en otro que o sea de 1531. Primera nota de la
tradicion, quod semper, y de una tradicion comun quod ab omnibus
y unibersal del pueblo, difundida no solo por el bulgo, sino apollada por los
savios y piadosos prelados de todas las provincias de esta America, y
especialmente por los de esta yglecia metropolitana, sostenida por las
historias, sermones, y libros de piedad que han escrito hombres literatos de
todas las religiones, autorizada por la proteccion devota de los
ex[celentisi]mos señores vireyes, los señores arzobispos, y obispos, con todos
los eclesiasticos, seculares y regulares. Los señores vireyes y magistrados, la
nobleza y la pleve, mujeres y hombres, viejos, y niños todos han tributado a
este milagro el culto y la veneracion mas solida y tierna. Pero que gloria
ex[celentisi]mo señor para la sagrada mitra mexicana que dignamente siño las
cienes de V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrisima] haver cido siempre el mas firme
apoyo de este culto. No hablemos ahora de este siglo y medio ultimo en que
tenemos a la vista, y tocamos casi con las manos, los muchos y solidos
monumentos del empeño con que los señores arzobispos de esta metropoli han
promobido la devocion guadalupana. Y reduciendonos solo al primer siglo de sus
aparicion, puede con toda verdad, afirmarse, que quando se perdieran todas las
historias, todos los escritos, los monumentos todos de la tradicion
guadalupana, quedaria esta sobradamente autorizada
{f. 28}
con solos los fastos de la
yglecia mexicana, y de los prelados que la governaron en d[ic]ho primer siglo.
Ocho de estos sagrados varones se cuentan desde el año de 1531 de la aparicion
hasta el de 1631, y omitiendo al Yllustrisi]mo Señor Vonilla que no llego a
tomar posecion de esta mitra, todos los demas no dejaron un piasdoso monumento
de su amor a Maria Santisima de Guadalupe. El S[eñ]or Zumarraga da principio
con sus expensas a la fabrica de la santa hermita que se lebantó: la
perfecciono el señor Montufar: el señor Moya y Contreras pone en corriente la
dotacion de huerfanas en aquel santuario. Y para que en ningun tiempo estubiera
sin exercisio la devocion de la yglecia mexicana acia esta ymagen en la vacante
que hubo desde la muerte de el s[eñ]or Moya, y despues de la presentacion del
s[eñ]or Bonilla hasta el gobierno del señor Don Fray Garcia de Santa Maria, que
se hizo admirable entre otras cosas por su aprecio acia la portentosa ymagen y
a cuyo exemplo trataron los mexicanos de edificarla una nueba yglecia, comenzó
esta a lebantarse en el gobierno de el Ex[celentisi]mo e Yl[ustrisi]mo Señor
Don Fray Garcia Guerra, y se dedico y bendijo por el Yl[ustrisi]mo Señor Perez
de la Cerna en el año de 1622. Reparó esta misma yglecia el señor Manzano y
Suñiga, y restituyó a ella la ymagen guadalupana desde n[ues]tra catedral que
por causa de la ynundacion del año de 1629 se havia conducido a esta catedral.
Siglo dichoso, siglo verdaderamente guadalupano, el que corrio desde el año de
1531 en que se aparecio la ymagen, por los cultos que en el recibió, y y
honroso para los prelado mexicanos que se lo tributaron. No ha sido V[uestra]
E[xcelencia] Y[lustrisima] inferior a sus gloriosos predecesores en esta parte.
Pero que sabemos si aquel Dios que permite muchas veses los males, y se vale de
ellos como ocasion para haser muchos bienes, y que del
{f. 28v}
del fondo de las mas densas
tinieblas hace salir las mas brillantes luzes, que sabemos si este gran dios
habra permitido el publico desbario con que se desfiguraba la tradicion del
milagro guadalupano, para proporcionar a V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrisima]
la oportuna ocasion de confirmar a mas y mas el portento y su creencia
ynterponiendo a este fin su respectable autoridad. Nada mas necesitamos
nosotros para demostrar la universalidad segunda nota de esta tradicion: quodab
omnibus. Pero como podremos pasar en cilencio una circunstancia, que la
realza y haze ver quan unanime y firme ha cido el consentimiento de los fieles
a esta creencia ¿por que quien no se admira quando concidera atentamente, que
aviendo la severidad de la critica que declina tal vez en el escollo de la
temeridad huyendo de la credula superticion, atrebidose a poner en duda las mas
respectables tradiciones, acobardada y timida a vista del portento guadalupano,
le ha tributado por lo menos, el culto de un respetuoso silencio? y sin hablar
ahora de otras piadosas tradiciones, acaso ha respetado la atrebida critica ¿no
ya de los hereges sino de algunos catolicos para no poner en duda en publicos
escritos, la verdad de la traslacion de la santa casa de Loreto? ¿ha respetado
la celebre tradicion solida y digna de la mas piadosa creencia de la aparicion
de Maria S[antisi]ma al Apostol Santiago en las orillas del Ebro, y del
singular don que hizo a la España de su ymagen y del pilar sobre el qual se
benera en la cuidad de Zaragoza? ynjusta y atrebidamente; pero han ympugnado a
una y otra en publicos escritos aun escritores catolicos: mas la tradicion
guadalupana a manera de un sol en el medio dia mas sereno, cuyas luces no se
atreven a opacar los vapores de la tierra, brilla y resplandese en el orbe de
la yglecia, sin que hasta ahora se
{f. 29}
se {sic} halla atrebido una
terrena critica a lebantar abiertamente, nubes de sospechas que la confundan ¿y
esto en que tiempos? puntualmente en este ultimo siglo, en que perdido todo el
respecto y veneracion q[u]e se debe a la yglecia, y a sus piadosas tradiciones,
desenfrenada contra ellas la erudicion sobervia del espiritu filosofico, se
califican las tradiciones piadosas de herrores vulgares, y la creencia de todos
los milagros de superticiosa credulidad. Corre si, o por mejor decir, vuela en
las alas de la piedad, y con las plumas de escritores piadosos, no solo por
toda España que casi compite con nuestra America en el culto de nuestra ymagen,
y en la cre[e]ncia de su aparicion, sino por Italia, y Francia, por Austria y
Alemania, Babiera y Bohemia, por Polonia y Napoles, por Flandes, Yrlanda, y
Transilvania: en todos estos payses se venera la ymagen guadalupana de Mexico:
en todas corre y se leen relaciones ympresas, en Roma y Alemania se describe
con toda puntualidad este portento. Mas hasta ahora no ha avido escritor alguno
extrangero o nacional, que halla osado impugnar publicamente esta marabilla.
Admirable providencia de dios que tanto se ha esmerado (permitasenos esta
exprecion en que se propague esta piadosa creencia, reprimiendo tal vez, y
dejando sofocadas en los senos mas ocultos de algun critico, sospechas y dudas.
¿Y podra haver alguna en que esta tradicion está caracterizada con la nota de
universal? quod ab obnibus. Y lla con esto queda tambien
demostrada la tercera nota de ser esta una tradicion de los fieles de casi todo
el mundo catolico. Si las dos Americas se pueden llamar la mitad de el, y si la
España, e Ytalia componen su mas floreciente parte ¿en qual de todas ellas no
se venera esta tradicion? y si ella no ha cido ex
{f. 29v}
trangera como ya expucimos
en los demas payses catolicos ¿que resta ya para concluir que le combiene la
otra nota de difundida por todo el mundo? quod uvicue.
Ni
podra faltar la uniformidad en una tradicion de esta clase. Esta es como
enseñan los doctores catolicos la nota que mas caracteriza la verdad, ya sea la
ynfalible de los articulos de n[ues]tra santa fee, ya sea la moral objeto de
una piadosa pero digna creencia. La mentira es una separable compañera de la
variedad, y la verdad siempre se sostiene en la uniformidad. Este poderoso
invicto argumento que tanto ha confundido a los protestantes, es (ablando con
la devida proporcion) el mas eficaz para provar la verdad del milagro
guadalupano. Doscientos sesenta y quatro años ha, que se cree este portento,
que se escribe, que se pinta en lienzos y laminas, q[u]e se graba en bronces, y
marmoles; pero siempre se ha creido como se ha escrito, se ha escrito como se
ha pintado, se ha pintado, como se ha gravado, que Maria S[antisi]ma despues de
haverse aparecido quatro veces al feliz neofito Juan Diego, aparecio pintada en
la tosca tilma del mismo, a presencia del señor Zumarraga; esto es lo que han
creido los fieles, lo que han escrito los autores, lo que los pintores han
trasladado al lienso, y lo que nos han puesto a la vista los gravadores y los
escultores.
Ninguna
otra cosa podria exhigir la mas severa critica para graduar esta divina
tradicion eclesiastica, y verdaderamente universal de la America, y casi
universal de todo el orbe catolico; pero la piedad no se contentaba aun con
esto, y dios en honrra de su madre y de su ymagen de Guadalupe
{f. 30}
lleno los deseos de sus
devotos dando el ultimo y mayor realze a esta tradicion. Es notorio el empeño
con q[u]e este cavildo mexicano, uniendo sus votos al s[eñ]or Escobar y Lamas
Obispo de la Puebla, Vi[r]rey de Mexico, y Governador de su Arzobispado, los de
la novilisima ciudad, y de todas las religiones, pidio en 1663 al s[eñ]or
Alejandro Septimo, la misa y reso propio, relativo a la aparicion guadalupana,
para el dia 12 de diciembre: es ygualmente notoria la solicitud sobre esto
mismo que repitio en 1667 acompañando la selebre ynformacion que en 1666 se
recibio con la mayor solemnidad, previa citacion fiscal, y aprobada por el
cabildo sede vacante, remitida a Roma el siguiente año de 1667. (+) Pero no es
menos savido, que a pesar de una postulacion tan vien fundada, de los esfuerzos
de los apoderados en la curia, y del ynteres que tomó en el particular el
eminentisimo señor Cardenal Julio Rospillion, ni el de 63 se ympetró la gracia,
ni el de 67 aun ocupan el solio pontificio con el nombre de Clem[en]te IX el
expresado cardenal protector. La empresa, decia este eminentisimo, en carta
escrita al magistral de la Puebla de los Angeles el señor Peralta es muy
dificultosa y no sera facil la consecucion de los que se pide. En yguales
terminos se explicó siendo ya sumo pontifice por el año de 67 ponderando la
dificultad de la postulacion. Sepultose pues en
{a manera de nota, el
siguiente texto}
(*) Consta en devida forma
que esta ymformacion comensada a recibir en enero de 1666, y concluyda, se
aprobó en abril del mismo 66 por los señores jueses diputados de v[uestr]o
cavildo sede vacante remitiose a Roma en el mismo de 66 y acaso no se presentó
hasta el de 67, lo q[u]e ha dado lugar a la variedad siguiente. Se nota en los
autores asentando unos q[u]e se presento en 1666 y otros en 1667.
{f. 30v}
en el silencio y olvidando
este punto por espacio de 80 años, exitó el heroyco celo del P[adre] Juan
Francisco Lopes de la compañia de Jesus, el que pasando de procurador a Roma
como procurador a su provincia, ympetró del Sumo Pontifice Benedicto XIV el
oficio de misa propia de la aparicion quien examinare en las balanzas de una
juiciosa critica el peso y autoridad que dio a la aparicion guadalupana esta
gracia, no podre menos que confesar que toca en la raya de la temeridad quien
contradise esta piadosa creencia. Examinarse la aparicion una, y dos veses por
la savia congregacion de ritos con todo el rigor y severidad que aconstumbra:
calificarla digna de que se celevre con misa propia, y que se lea en todas las
yglecias , por todos los fieles de Nueva España, en los sagrados fastos el
divino oficio, haciendo expresa mencion de ellos en las lecciones del segundo
nocturno, aplicandole un pasage, el mas alucivo a este favor en el tercero y
elogiandola en alguna de sus antifonas especialmente en aquella en que
haciendose una comparacion de la America, con todos los paises del mundo,
resuena por todo el, desde el alto solio del vaticano, que Maria Santisima no
ha hecho gracia semejante a la que se digno conceder a Mexico, a alguna otra
nacion. Non fecit taliter omni nationi. ¿no combence que nuestra
tradicion ha subido casi hasta el ultimo grado de piadosa credulidad? ¿y quando
y por quien se concedio esta gracia? a los 223 años de aparecida Maria
Santicima en Mexico, siendo asi que en mas de 350 años no pudo conseguirlo la
piedad ytaliana para la santa casa del Loreto, ni la España en cserca de 1700
para la milagrosa ymagen de Maria Santissima del Pilar de Zaragoza ¿y no parece
que
{f. 31}
que {sic} para cerrar
enteramente los lavios del la osada critica disponia Dios que esta aprovacion
por medio de oficio y de misa propia, la hiciese aquel pontifice cuya savia
erudicion en materia de milagros, y culla severa circunspeccion en calificarlos
manifestada en sus inmortales escritos, ha puesto a la curia romana, y a la
santa silla a cubierto de las mordaces satiras de los hereges en esta materia?
un pontifice pues, que a la autoridad de supremo pastor y caveza de la yglecia,
añadia la que le davan su profunda sabiduria, su unibersal erudicion, y su
severa critica, no contento con los savios dictamenes de la sagrada
congregacion, todo lo examinò por si mismo, leyó quantas historias y papeles
llebaba consigo el Padre Lopez, confirio con el muchas veces esta materia, y
llego a persuadirse tan yntimamente de la verdad de este milagro, q[u]e el
mismo (si cree al autor de la relacion del culto de la real congregacion
guadalupana sita en Madrid) compuso la oracion para la misa y oficio. Lo que no
admite duda, es, la cordial tiernisima devocion que profesaba el señor
Benedicto a la ymagen mexicana de Guadalupe, debocion que explico en terminos
lo mas afectuosos, quando ynstandole pero eficasmente el Padre Lopez, a que en
la oracion se hiciese como se hace en las lecciones expresa mencion del
milagro, le respondio (no teniendo a bien condesender a esta parte con su
suplia) el santo padre ¿que mas he de concederte de lo que has conseguido? te
aseguro que hecho mas por los mexicanos, y en obsequio de la Virgen Guadalupana
que por los ytalianos en honor de la casa santa del Loreto (.q.).
Em bista de esto, no puedo
menos que ca-
{f. 31v}
calificarse {sic} de
escandalosa y perturbadora de la solida piedad, la doctrina q[u]e contiene el
sermon del Padre Doctor Mier. En efecto no puede ponderarse la commosion que
ella ha causado, no lla en el pueblo rudo, y vulgo, si no en los mas savios, la
ridicula soñada aparicion que publicó. Pero si estos se escandalizan
despreciandola, podria sin duda causar otro genero de escandalo mas nocivo en
el pueblo menos instruido. Este que no distingue las tradiciones piadosas de
las divinas: este que en la comun y antigua creencia de sus padres y mallores,
encuentra uno de los mayores argumentos de la credulidad de los misterios de la
religion y los que llegan a sus oydos por el organo de los predicadores en los
pulpitos, ya que en cierta manera se les sensibilisan por medio de las
festividades sagradas con que se celebran. Este pueblo digo, quedaba expuesto a
caer en el herror mas grosero inducido por este sermon, porque formando un
discurso, bien que falso; pero de mucha fuerza para unas bulgares luces, diria
o podria decir, doscientos y mas años ha que se nos predica que Maria
Santissima
{f. 32}
nos dio su ymagen pintada
en la tilma del yindio Juan Diego esto han creido nuestros padres, esto se
escribe en los libros, esto protestamos en nuestras piadosas oraciones publicas
y privadas, esto celebra la misma yglecia en la santa misa, esto nos dicen no
solo nuestros curas, sino nuestros obispos, esto veneramos pintado en los
lienzos que penden de las paredes de los templos, y de las cazas, y despues de
todo, esto es mentira segun lo ha dicho y predicado en la fiesta mas solemne un
ministro del señor, a presencia del Ex[celentísi]mo S[eñ]or Arzobispo, pastor
de nuestras almas, oyendolo en Ex[celentísi]mo Señor Virrey, los mas
respectables tribunales, y un numeroso pueblo; luego es mentira, o por lo menos
dudoso lo que por tantos años hemos creido acerca de este milagro; pues que se
yo, (se diria), si será lo mismo de quanto nos enseñan aserca del misterio de
la trinidad, de la encarnacion, etcetera. El discurso seria falzo no hay duda,
y lexitima y mala tambien la conseqüencia; pero a ella induse el sermon del
Padre Mier, como ynducen aunque por medio de discursos falzos y malas
conceqüencias, a herror contra la fee todas aquellas doctrinas que sin ser
hereticas son escandalosas, temerarias, y perturbadoras de la solida piedad.
Esto
sin duda tubo presente el tribunal santo de la ynquisicion general de España
para prohibir por su decreto de 28 de agosto de 1720 cierto papel ympreso
yntitulado examen de la tradicion del pilar. El decreto se halla copiado en la
dicertacion del Padre Fr[ay] Enrique Flores, en el tomo 3º de la España sa-
{f. 32v}
sagrada, {sic} y es del
tenor siguiente: “nos Don Diego de Astorga y Cespedes etcetera hasemos saber
q[u]e se ha difundido un papel ympreso en dies ojas, cuyo asunto es negar la
tradicion de la venida de la S[antisi]ma Virgen Maria nuestra señora a
Zaragosa, el qual papel contiene muchas propociciones contrarias a los decretos
pontificios, irreverentes a los piadosos decretos del rey nuestro señor, y de
sus gloriosos progenitores expedidos en favor de la piedad de esta tradicion,
injuriosas a gravicimos autores españoles y estrangeros, arrojadas y
presuntuosas, desprecivas del honor de nuestra naion, y que entibian y retrahen
de la piedad y religion con que los españoles veneran aquel santo templo, y del
culto que dan a Maria Santisima en su santa capilla, exitativas de emulacion
entre personas y comunidades eclesiasticas respectivamente, y poniendo en duda
el autor de dicho papel la venida del Apostol Santiago a España. Contraviene
tambien a lo decretado por el santo oficio en el yndice expurgatorio del año de
1707 en que mandó borrar la propocicion de la misma dada en las obras de Lorino
y haviendose conferido y tratado este negocio con pleno consentimiento con los
señores del consejo de su Mag[esta]d de la santa general ynquisicion, y con mui
graves teologos y calificadores, se ha hallado que ademas de las censuras
referidas, el asunto y questiones de dicho papel se desvian del dictamen de los
preceptos apostolicos, que prohiven la ciencia de inflacion, y inutil curiosidad
con tenacidad del propio juicio, y sin el devido rendimiento a los
verdaderamente savios, y al de no sentir con unanime afecto y caridad las cosas
que ynclinan y persuaden al favor de la devocion con religion y pie
{f. 33}
piedad. Y por quanto es de
nuestra obligacion promover la devocion y piedad de la referida tradicion de
Nuestra Señora del Pilar, con acuerdo y parecer de los señores de dicho consejo
de S[u] M[ajestad] prohivimos d[ic]ho papel yntitulado examen de la tradicion
del pilar, y mandamos poner y ponemos perpetuo silencio, para que nadie pueda
escrevir contra dicha tradicion: antes si permitimos y damos facultad a los
escriptores, para que en sus obras siempre que llegase articulo en que
oportunamente se pueda tratar de la dicha tradicion, escriban en su apoyo, con
todos los fundamentos que hallaren conducentes. En testimonio de verdad
etcetera”. El arzobispo de Toledo Ynquicidor General en el mismo año a los 8
dias de marzo del año de 1720. El catolico y piadoso Rey Felipe V dio ygual testimonios
al de la ynquiscicion por su soberano decreto que es a la letra como se sigue.
Haviendose publicado un libro en quarto cuyo titulo es, Historia de España,
parte sexta ympreso en Madrid por Francisco del Hierro, este presente año se
hallan puestas en el principio de este tomo antes del articulo del argumento,
tres ojas en las quales entre otras se yntenta hacer incierta la historia de
Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, que por tradicion piadosamente se cree, y
devotamente se testifica en aquella santa capilla todos los dias en la oracion
que canta en ella y siendo mui de mi desagrado, que con ymportantes vanas
curiosidades, se quiera entiviar la devocion con que en España y todas las
provincias christianas veneran aquel santuario, y que se eviten disputas
inutiles que ocasionan escandalo en los
{f. 33v}
los {sic} animos
constantemente catolicos, y ardientemente pios de mis vasallos: mando a el
consejo q[u]e luego luego de providencia para que de todos los exemplares del
libro referido, se quiten y supriman las tres ojas primeras de el, y que de
esta mi resolucion se despache cedula, y se remita al cavildo de Zaragoza para
que la ponga y guarde en el archivo, como prenda de mi especial devocion ha
aquella santa y milagrosa ymagen.
A no ser tan clara, y mucho
mas la erudicion de V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrisima] y conocimientos que lo
adornan de la historia de la semejanza de las dos tradiciones cesaraugustana, y
guadalupana, nosotros hariamo{s} ver cotejando lo que han escrito los
historiadores de la primera, y de la segunda, que son casi los mismos
fundamentos en que se apoyan. Y valga la verdad; si la falta de historiadores
contemporaneos es una congetura tan debil para ympugnar la verdad de un hecho
constante por la tradicion, (como demuestran los juiciosos criticos que tratan
esta materia) contra ninguna milita menos este devilisimo argumento que contra
la guadalupana ¿qüantos siglos pasaron para que las tradiciones francesas sobre
el obispado parisino de San Deonicio, y sobre el arribo de Santa Maria
Magdalena al reino de Francia se publicara en las historias? ¿quantos hasta la
primera que refiere el favor de Maria Santicima del Pilar? pero por singular
veneficio de Dios a esta America, apenas abia pasado un siglo quando comensaron
a publicarse ympresas en el ydioma español, en 1648 la relacion de Miguel
Sanches, en 1649 la mexicana del Luis Lazo de la Vega, en 1660, la de el
jesuita Ma-
{f. 34}
Mateo {sic} de la Cruz y
apenas corrido siglo y medio salio a la luz en Tosano la de Nicoseli. Pero
hemos hablado hasta ahora de una epoca muy atrasada, porque como demostramos
arriba, en los años sercanos a la aparicion comenzó ya a publicarse esta por
relaciones mexicanas de cuya exhistencia hay moral certidumbre. La autoridad
pues que da a la verdad del milagro de Maria Santicima del Pilar la tradicion,
movio al catolico monarca Felipe V y al tribunal santo de la fe en España a las
severas prohiviciones que hemos trasladado. Porque en la historia a que se
refiere el real decreto “se intenta hacer incierta la historia de Nuestra
S[eñor]a del Pilar porque ella dio motibo” a que se ex[c]iten disputas inutiles
que ocasionan escandalo en los animos constantemente catolicos y ardientemente
pios” de los españoles mando nuestro monarca catolico que se quiten las tres
hojas, y se supriman de aquella historia en que hace dudosa la tradicion. El
mismo tribunal santo de la fe condena el otro papel, ya porque contiene
propocisiones contrarias, unas a los decretos pontificios, otras ynjuriosas a
gravicimos autores españoles y extrangeros, y ya por otras arrojadas y
presuntuosas que entibian y retraen de la piedad y religion con que españoles y
extrangeros veneran aquel santo templo. Un papel dice este venerable tribunal,
que fomenta la inflacion, e inutil curiosidad, con tenacidad del propio juicio,
y sin el debido rendimiento a los verdaderamente sabios; no sintiendo con
unanime afecto y caridad las cosas que indi[g]nan y persuaden fervor, debocion
y piedad de la religion, merece una gran censura. Por tanto el S[eñ]or
Ynquisidor General Arzobispo de Toledo con acuerdo y parecer de los señores del
consejo de S[u] M[ajestad] de la Santa Ynquisicion, no solo prohivio aquel
escrito, mas tambien mandó poner perpetuo silencio para que nadie
{f. 34v}
die {sic} pueda escribir
contra la tradicion del pilar.
El escandalo que dio motibo
a estas justisimas providencias aunque muy grave, es menor al que podia causar
el sermon que censuramos. En las historias muchas veces se echa mano de lo
verosimil a falta de lo verdadero. En los papeles criticos es permitido y aun
necesario que el ingenio corra por la provincia de lo provable, tropezando tal
vez en lo incierto; pero en el pulpito cathedra divina en que el predicador
como ministro de Jesuchristo enseña las verdades santas, deben ser estas el
fondo de todos los sermones, a los que si conviene el adorno de la eloqüencia y
erudicion que los hermosee, deve estar muy distante de ellos el afeite de la
mentira que desfigure las verdades comunm[en]te recevidas. De aqui es que mas
escandalo recibe el pueblo de una falza doctrina predicada en el pulpito,
especialmente las circunstancias de una extraordinaria solemnidad a presencia
de un pontifice de la yglecia, de un principe secular que representa al rey, y
de los magistrados y cuerpos mas respetables de la republica) que de ella misma
publicada en una historia, o en un papel critico.
Esta
ultima reflexion teniendo presentes los fundamentos que hemos expendido,
comprende y justifica el dictamen que hemos formado del sermon del Padre Doctor
Mier, reducido a los dos siguientes puntos. Primero: este sermon
(pre{s}cindiendo de las censuras teologicas con que merece calificarse en otro
tribunal) contiene una doctrina escandalosa agena del lugar sagrado en que se
publicóo, injuriosa a gravicimos autores españoles y extrangeros, fomenta la
ynflacion y tenacidad del propio juicio, contra los preceptos apostolicos,
perturva la devocion, religion, y piedad, convatiendo una tradicion constante
uni- {sic}
{f. 35}
uniforme y universal, por
lo menos en esta America, y calificada como piadosa por la misma silla
apostolica: segundo: siendo propio del celo autoridad y potestad de V[uestra]
E[xcelencia] Y[lustrísima] corregir los desordenes, y precaver los abusos que
pueden originarse de semejantes doctrinas escandalosas en el pulpito por los
predicadores, jusgamos que V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrísima] si su prudencia
lo estima por conveniente, mande estender un edicto, o carta pastoral, en la
que haga saber al pueblo, que el sermon predicado en la yglecia de la ynsigne
colegiata de Maria Santisima de Guadalupe el dia 12 de diziembre de 1794. es un
texido de sueños, delirios, y absurdos que no tienen otro origen y fundamento,
que el de una fantasia alterada, vendiendose en el por historia genuina y
verdadera, vanas y ridiculisimas fabulas, y que por tanto no meresen ser
adoptados, no ya como doctrina probable, mas ni aun como lebe congetura: que
con esta ocacion se ex[h]orte a todos los fieles a que se conserven en la
devota creencia, apoyada en la piadosa tradicion de que Maria Santisima Madre
de Dios y Nuestra, haviendose aparecido al yndio Juan Diego, se dignó dejarnos
para nuestro veneficio y consuelo, pintada su celestial ymagen en la tilma de
Juan Diego, la que se venera hoy en la yglecia de la ynsigne y r[ea]l colegiata
que a este fin, y para que no se perturbe esta piadosa devocion, se prohiva en
todos los predicadores seculares y regulares, que puedan predicar contra esta
tradicion, y antes bien se les exhorte y encargue, que quando se trate en los
pulpitos oportunamente de ella, hablen en su apollo con todos los fundamentos
que hallaren condusentes.
No
parece Señor Ex[celentisi]mo que sien-
{f. 35v}
siendo {sic} este el mas
oportuno medio para corregir los escandalos y perturbaciones que ha causado en los
animos el sermon censurado, es al mismo tiempo una providencia correspondiente
a la lexitima autoridad V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrísima] a quien toca
guardar y conservar, y prescrivir los medios de distribuir en los pulpitos el
deposito de la sagrada doctrina.
Pero
haviendonos pasado los papeles del Licenciado D[o]n Ygnacio Borunda, y siendo
ellos el origen primero del echo que ha dado ocacion a este expediente, nos
parece propio de nuestro cargo exponer sobre ellos nuestro dictamen, y desde
luego estamos persu[a]didos a que el Licenciado Borunda esta libre de culpa, y
que no hay motivo para sospechar en el malicia, o siniestra yntencion, y menos
para hacerlo reo del herror que contienen muchas de sus propocisiones, hijas en
parte de su ygnorancia de la teologia y de la historia eclesiastica, y en el
todo de la perturbacion de su fantacia. El no menos que el ymaginario heroe de
Cervantes que ymprecionado de las ydeas caballerescas, ya ponia en livertad los
delinquentes que llebaba en collera la justicia, ya en descomunal batalla
rompia los cueros de vino tinto, ya acometia la devota posecion de los
disciplinantes, creyendo firmemente que en estos hechos por ci culpables, hacia
un servicio grande al mundo todo. El no menos persuadido a que sirve a la santa
madre yglecia catolica, a la monarquia, al estado, enrristra la pluma, y comete
mil entuertos teologicos e historicos, con la mas sana yntencion. Con la misma
(porque no dudamos de ella) hace presente a V[uestra] E[xcelencia]
Y[lustrísima] que a los calificadores no les asiste ynteligen-
{f. 36}
cia en el ydioma mexicano
especialmente en los sentidos compuestos y alegoricos, y los quales son
notorios a las personas de juicio, que por muchos años lo han observado, y
comprueban las citas de ympresos que se apuntan en los mencionados borradores.
(*)
Este hera ni mas ni menos el escudo con que se armaba don Quijote para rebatir
a todos aquellos que pretendian desganarlo de sus disparatadas y graciosas
ideas, porque con decirles que, no entendian de achaques de caballerias, con
añadir como lo hizo con el canonigo, el sin juicio de V[uestra] Ma[jesta]d,
pues se ha puesto a decir tantas blasfemias contra una cosa tan verdadera, lea
estos libros, y verá el gusto que recibe de su lellenda, dava solucion a quanto
se le oponia. No de otra manera nuestro licenciado a quanto pueda oponersele
sacado de todos los historiadores, responde que estos no sabian de
achaques de los sentidos compuestos y alegoricos. Asi lo ha creido y
asentado. Y si aquellos savios historiadores mexicanos peritisimos en el
ydioma, e instruidos mas que otros como mas sercanos a la era de la America
gentil nada entendieron de esto ¿quien habrá entre los que hoy florecen que la
entienda? /.../ de lo que inferimos que a todos comprende la tacha que el
licenciado nos ha puesto. Pero para no dejarlo en este escrupulo sera razon
decir algo sobre esto. Y en primer lugar, no estamos tan desnudos, ni somos tan
pobres en el ydioma *. El otro(el penitenciario) cura tambien por algun tiempo,
hizo un largo estudio de esta lengua, y cree que aunque no le posee para
ablarla, le bastan los conocimientos que tiene de su sintaxis, y el manejo de
artes, diccionarios de ella, y de los historiadores mexicanos, para
{f. 36v}
para {sic} di[s]cernir el
sentido compuesto alegorico.
Mas
a la verdad, no es necesario tanto para absolver este escrupulo. El mas
ygnorante del ydioma mexicano puede calificar el sermon del Padre Doctor Mier,
y el sistema de Borunda, con sola una mediana tintura de teologia, historia
eclesiastica e historia de yndias. Pues que ¿para calificar un papel en que
dado a los ydiomas hebreo, cyriaco, y caldaico, una ynteligencia diferente y
aun contraria a la recebida por los ynterpretes, se asentará (.n.)
que el maná que llovio del cielo eran unas dulces chirimoyas de la America, y
que la vara de Moyses era del arbol de chicozapote, que el santo Rey David
usava una peluca blonda, y otros yguales desvarios, especialmente o lastimaban
algo las verdades recevidas por la yglecia: para calificar semejante papel era
menester la posecion perfecta de d[ic]hos ydiomas? si los resultados (para
ablar con los propios terminos del autor) de las ynterpretaciones borundianas
son contrarias a lo que enseñan comunmente los historiadores ecleciasticos y
profanos; a las tradicio-
{f. 37}
nes eclesiasticas, y a una
sana razon, no es necesaria la ynteligencia de los sentidos compuestos y
alegoricos de la clave de Borunda, que en su ultima declaracion re[h]usa que se
llame clave historial, y huviera acertado si digera que ni es historial, ni es
clave. Ella no es otra cosa como hemos demostrado que una confuza coleccion de
fi[c]ciones, de absurdos y delirios, que contra la fee que se deve al comun
consentimiento de los historiadores de la America, inventando epocas y susesos
desconosidos de todos los historiadores eclesiasticos, fingiendo monumentos
profeticos, soñando milagros aunque viejos por la era que de ellos supone,
enteramente nuebos por inauditos, que caresen de toda calificacion y aprovacion
superior, mescla y confunde entre ridiculas y vanicimas fabulas, una
respetabilisima tradicion, impugnandola, y combatiendola en puntos mui
sustanciales. Por todo esto, y sim perjuicio ni ofenza de la juri[s]di[c]cion,
y derechos del santo tribunal de la ynquisicion, que devera tambien en nuestro
juicio tomar conocimiento sobre la clave y el sermon, a V[uestra] E[xcelencia]
Y[lustrísima] pertenece no menos conoser como ya fundamos del sermon y de la
clave, asi por incidencia del sermon, como por los milagros que en ella se
asientan.
Nulla etiam admitenda son palavras del santo concilio de trento esse
noba miracula… nisi codem recogncente eta probante episcopo qui simulat que de
his aliquid corn pertum habuerit ad huivilis in concilium teologs. Et alus püs viris ea faciat que veritati et
pietati consentanea judica verit. Y para precaver toda alucinacion
o siniestra ynterpretacion sobre la ynteligencia de milagros nuebos, los que
Borunda establece son tales, no solo para inauditos hasta ahora
{f. 37v}
ahora {sic}, y nuebamente
publicados, sino también en todo rigor material, porque si acaso lo fuesen
erase milagros actualmente y del tiempo presente dice de Borunda que la ymagen
guadalupana, el Santo Christo de Chalma, y las otras de Maria Santissima que
fueron del tiempo de Santo Tomas, se conservaron en cuevas y lugares
subterraneos guardadas. Y bien ¿no es milagro que actualmente se obra y se
verifica la actual conservacion se ymagenes en materias fragiles y delesnables,
que cuentan mas de 1700 años, haviendo estado guardadas cerca del 1500 entre
polvo y la humedad, que habrian destruido aun bronces y marmoles? es pues
yncontestable que toca privativamente a V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrisima] el
reconvenimiento de estos nuebos soñados milagros, y que calificandolos como sin
duda las calificaria por falzos es propio de su autoridad determinar lo que
jusgue mas conforme a la piedad y a la verdad. A ambos jusgamos que en la
presente materia es lo mas conforme que V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrisima] mande
que se retengan los papeles del Lcenciado Borunda, y que si no ubieren de pasar
a otro tribunal se guarden en el archivo secreto con la nota correspondiente de
esta censura: convendra no menos que V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrisima] haga
saber y entender a dicho licenciado que por su superior autoridad se ha
calificado por ridiculo y vano en la mayor parte quanto asienta tocando a los
prodigios y milagros de la nueba yglecia americana en tiempo de Santo Tomas, y
especialmente lo que respeta a las nobedades que establece sobre la ymagen
santisima de Guadalupe que a concequencia de esta superior calificasion se le
amoneste, serene su fantacia, y deponga las falzas
{f. 38}
zas{sic} las ideas de su
nueba clave, mandandole con los apercibimientos que haya lugar, que en lo de
adelante, ni escriba, ni hable, como ha escrito y hablado hasta aqui en orden
de la ymagen de Guadalupe, sino que sujete su dictamen y uniforme su creencia
al dictamen y creencia comun de los fieles aserca de lo que enseña la piadosa tradicion.
Pero
sabiendo nosotros de ciencia cierta, que hay en esta ciudad algunas personas
distinguidas por su empleo o su profecion, alucinadas con los delirios de
Borunda, nos parese presiso dar cuenta de esto a V[uestra] E[xcelencia]
Y[lustrisima] y que si lo estimare conveniente nos prevendrá que expresemos sus
nombres. Acaso para estos sujetos no seria bastante desengaño el que contubiera
el edicto que hemos consultado, y seria necesario una particular amonestacion.
Y para evitar qualquiera
reparo que pueda ofreserse sobre la providencia consultada en orden al sermon,
hacemos presente a V[uestra] E[xcelencia] Y[lustrisima] que aun quando este
expediente deviera seguirse por los tramites comunes judiciales, y con todo
rigor de una causa criminal, nada falta en el dia para que V[uestra]
E[xcelencia] Y[lustrisima] pronuncie formal sentencia contra el sermon del
Padre Mier. Nada mas necesita una causa para concluirse en forma, supuestas las
demandas de la parte actora, que la audiencia del reo reducida a su declaracion,
cargos, confesion, y descargos. Todo esta evacuado, y completo en este
expediente. Han pedido contra el sermon del Padre Mier el venerable cavildo
guadalupano, y la ylustre congregacion de Guadalupe. Ha declarado el Padre
Mier: ha presentado los docu- {sic}
{f. 38v}
documentos que podrian
servirle de unico descargo, ha confesado ingenuamente que nada save y entiende
aserca de ellos porque ignora el ydioma mexicano, y lo que ha d[ic]ho ha cido
en la fee de Borunda: ha confesado tambien su yerro, y retra[c]tado la doctrina
que predicó, re[c]tificandose en que su retra[c]tacion es cinsera, y hecha con
plena voluntad ¿se necesita mas?
Sin duda la /.../ /ba/
menos de lo que hemos dicho, para el desempeño de nuestra comision y
siertamente, no nos huvieramos difundido tanto, si con un grave dolor de
nuestro corazon nos supieramos de ciencia cierta que hay personas en Mexico que
siguen la carrera literaria, a quienes pareciendole sublime lo obscuro y
extrabagante, admirable lo yncreible, y medio para exhaltar la aparicion
guadalupana lo que la destruye y deprime, han visto la clave de Borunda como un
plausible sistema, y han aplaudido el sermon del P[adr]e Mier como un yngenioso
pensamiento ¿pero sera posible que una tradicion uniforme, constante, universal
en esta America de todos tiempos desde su origen, y comun a toda suerte de
personas: que una tradicion apoyada por testimonio aun de autores
contemporaneos: que una tradicion autorizada por la yglecia, de un modo y por
un medio que casi canoniza el milagro: que una tradicion que si se compara con
quantas tradiciones particulares eclesiasticas ha havido, podra tener ygual,
pero siertamente ninguna de mayor autoridad: es posible que una tradicion tan
venerable ha podido menos en el consepto de estos hombres, que la fi[c]cion de
una persona, texida de extrabagantes y ridiculas ydeas? este ha cido
ex[celentisi]mo Señor (ya lo hemos dicho y lo repe- {f. 39}
repetimos) {sic} y el
poderoso motibo que nos ha obligado a difundirnos en nuestra censura, y ojala que
asi como en fuerza de ella hemos podido y devido exponer nuestro juicio aserca
del sermon y de la clave, pudieramos pedir oportunamente lo que nos parece
sobre la opinion que establece la identidad de Santo Tomas con
Quetzalcohuatl que se halla en pocos manuscritos que se guardan y leen por no
pocas personas si los novelistas no huvieran atestado el mundo de libros de
cavallerias, no huvieran en otros tiempos infatuadose muchos, a quienes quizo
ridiculizar el yngenioso Servantes con su imaginario Quixote. Si el erudito
D[on] Carlos de Siguenza y Gongora no huviera por desgracia nuestra imaginado
que Quetzalcohuatl era Santo Tomas; ni el jesuita Duarte, ni el clerigo nuestro
autor del Fenix, ni el Licenciado Borunda huvieran copiadose unos a otros, y escrito
tales extrabagancias a las que se puede aplicar oportunamente que erit
movisimus error pejor priors: E bia el Padre Duarte por los a[ño]s de 1686,
y si congeturamos escrebia lo que habia leydo en los manuscritos de Siguenza, y
lo que havia conferido con el, en su obra tenemos las ideas de aquel erudito, y
aunque inverosimiles y vanas, podian aun pasar como un ingenioso delirio, a que
expone aun a los sabios el fuego de una fantasia viva, y preocupada de noticias
historicas antiguas y obscuras. Siguio a Duarte, y desde luego tubo a la vista
sus papeles escribiendo a mediados de este siglo el presbitero que no hemos
querido manifestar su nombre. Pero que de gracias desatinadas puso de su propia
caveza ¿que asombros, y que milagros? despues de todo se conservaba intacta la
ymagen guada {f. 39v}
dalupana, reservandose para
los pinceles de Borunda y del Padre Mier que la rebocara para destruirla. Asi
se propagan las fi[c]ciones creciendo siempre mas y mas, y pudiendose desir de
todas y especialmente de la de nuestro asunto, lo que Virgilio de la fama monstruo
horrendum ingens cuilumen ademtiptis vires adquirit cuindo…
Assi
pudieramos Señor Ex[celentisi]mo en vista de estas juiciosas reflexiones, pedir
y alcanzar, que se recogieran y archivaran en el mas profundo secreto los
manuscritos en que se ha sostenido la ydentidad de Santo Tomas y
Quetzalcohuatl, que assi han trastornado la caveza de Borunda, que por medio de
este ha precipitado al Padre Mier en un profundo abismo, y que en lo subsessivo
son capases de formar mil caballerescos nobelistas historiadores.
D[octo]r
y M[aes]tro Jose Patricio de Uribe
D[octo]r
Manuel de Omaña Sotomayor.
{el sello de la coleccion
Eug. Goupil a Paris}
{otra parte del sello
ancienne collection J.M.A. Aubin}
{Aqui temina el manuscrito
por que la foja 40 recto esta en blanco}.
{Critique d’un sermon de
Guadalupe manuscript 260 de la Biblioteca Nacional de Francia}.