Nuestra traducción del texto en nauatl[1]
{1} Aquí inician las fábulas que puso (escribió) un sabio llamado Esopo, que nos enseña (muestra) paso a paso su educación (enseñanza).
El chivo y el coyote cuando casi mueren de sed corrieron al pozo con agua. Una vez que se (metieron y) agacharon para beber agua, el barbón[4] miró por todas partes, buscando por dónde poder salir (ambos). Y el coyote le dijo: no te aflijas, ya vi cómo podemos hacerle para poder salir. Si te enderezas, pones tu{s} mano{s} en la pared y paras la cabeza; y una vez que tengas erguidos los cuernos, yo me subiré en tu lomo para poder salir del pozo. Una vez que yo salga, vendré por ti. Y al barbón le gustó el dicho (la idea) del coyote; luego lo obedeció; encima de él salió el coyote. Y una vez que salió, luego se anduvo riendo alrededor del pozo. Y el barbón aborreció mucho al coyote por su gran mentira. Y el coyote le dijo: ¡oh! hermano barbón, todo por tu nobleza, todo por tus barbas,[5] primero hubieras visto por dónde salir, ya no podrás huir del pozo. Esta fábula enseña de cómo primero requiere que pensemos bien lo que queremos hacer, para no después caer en el engaño por ignorancia.
{2} El coyote y el "león"[6] Un coyote en un mal momento había visto al "león". Una vez, lo encontró no en juicio (enfermo) al "león", (y) se asustó mucho el coyote, que se desmayó. Y la segunda vez que lo encontró, ya no se asustó demasiado. Y cuando lo encontró de frente, dizque se hizo el fuerte, se hizo a un lado, y le habló. Esta fábula nos enseña que hay dichos de la gente que son admirables; cuando son novedosos, nos parecen muy difíciles, y cuando los escuchamos varias veces, nos acostumbramos; por eso debemos entenderlos bien.
{3} El coyote Un coyote se había lazado, fatigado, de repente dejó su cola en la trampa. Y esto le causó mucha pena, pues ya no tenía nada de cola, pero no se dio por vencido, reunió a todos los coyotes. Luego platicaron, se aconsejaron que todos se cortaran sus colas, para poder corregir la pena. Les dijo: hermanos, hijos míos, escuchen ¿por qué en vano arrastramos nuestras colas? de nada nos sirven, sólo las llevamos con nosotros al correr; por eso es necesario que todos nosotros nos las cortemos, nos desprendamos de ellas. Luego ya muchas cosas se dicen. Entonces, una joven coyota salió, contestó, dijo así: ¿tú qué opinas madre mía? ¿Acaso con violencia nos harán comer, si no queremos?
{4} El lagarto y el coyote Un lagarto, como los de Egipto, que anda en el agua, es muy peligroso, se parece al tzitzimitl[7] llamado cocodrilo. Así es el lagarto que carga. Éste de gran tamaño es temible /…/. Apenas se encontraron por primera vez, el coyote y este lagarto, el linaje del lagarto se extendió. Su hazaña trascedía acerca de quienes eran sus antepasados de su estima, y narraba todas las glorias realizadas. Cuando platicaba todas esas cosas, lo hacía con jactancia. Entonces el coyote luego le respondió, le dijo: no se necesita de muchas palabras, luego se ve tu altivez /…/. Esta fábula expresa que el mentiroso nada de verdad dice, y pronto su mentira lo humilla.
{5} Las guajolotas y un pájaro[8] llamado perdiz[9] Un hombre criaba sus gallinas, entre ellas metió un pájaro llamado perdiz. Una vez que andaba entre ellas, no lo consideraba su mole, sólo lo maltrataba, no comía entre ellas. Y por esto, el perdiz no se humillaba, sino que se acostumbraba a ser considerado único por su nombre, cuando no se levantaba con ellas lo maltrataban. Una vez por esto, las gallinas se enojaron, luego por ello comenzaron a pelearse. Y cuando el pájaro las vio, pronto se dio ánimo, se dijo: ahora me consuelo, me sentía mal quizá porque las gallinas ya no me maltratan. Ahora veo que por mí se pelean. No es necesario que yo me enoje, sólo sifriré con gusto cuando me maltraten. Esta fábula significa que no debemos enojarnos por todas las angustias que nos ocurre, porque no somos los únicos que sufrimos las injusticias que duelen; pues toda la gente que existe, por grande que sea, rica o tlatohuani[10] con fama, se angustia en este mundo.
{6} El coyote El coyotillo una vez se metió a la casa de la gente malvada, labradora de imágenes. Una vez fue a honrar en vano la imagen de una mujer, la vio muy respetable, muy hermosa; luego empezó a hablarle en broma, y la vio que no habla, no se mueve, y le dijo que se ve muy buena mujer, pero sin corazón. Esta fábula significa que el que obedece temprano, a buen tiempo se levanta, aunque su corazón no lo sepa.
{7} El carbonero y el batanero[11] Un carbonero compró una casa grande y era comerciante, y uno de sus hermanos era batanero, y no muy lejos de ahí tenía su casucha. El carbonero una vez suplicó al batanero para que anden juntos, porque él tenía muchas casas. Entonces el batanero no lo escuchó mal, sólo le dijo: no es necesario que me digas lo que tengo qué lavar, lo limpiaré, allí se irá todo tu carbón, todo lo prensaré. Esta fábula quiere decir que debe pensarse bien, para no encontrarse con a los perversos; deben cuidarse de los pecados.
{8} El compromiso incierto[12] Un pobre[13] estaba enfermo, demasiado grave. Cambiaron de médicos. Luego fue a ver a Nuestro Padre Dios, le rogó, le dijo: si me sanas ¡oh! Dios mío, Padre mío, una vez aliviado, frente a ti pondré cinco hileras[14] de reses. Y cuando oyó su mujer, que estaba junto a él, le dijo: ¿y de dónde tomarás tantas reses? ¿Las harás de viejo, si te curas? Luego le dijo a su mujer: tú qué crees ¡oh! mujer, si sano ¿acaso álguien del cielo bajará a pedirme la ofrenda que prometí? Esta fábula nos enseña que hay varios que prometen mucho cuando están enfermos, sin corazón, que no pueden cumplir.
{9} Los pescadores[15] Algunos pescadores cuando ya están desesperados de pescar, no atrapan nada, cuando ya se regresaban a sus casas, no se daban cuenta que un gran pez, llamado juno, saltó de pronto en su canoa, y atrás de él lo venían siguiendo otros peces. Y al escuchar esto los pescadores, se alegraron mucho; los llevaron a su casa. Esta fábula nos enseña que muchas veces nos llega algo bueno de repente, sin que lo advierta nuestro corazón.
{10} Las ranas Dos ranas andaban en un manantial. Y cuando un día se secó el manantial, luego salieron, se fueron a buscar dónde por la mañana andarán en el agua. Luego ya saltan en una poza, vieron que estaba profunda. Luego una de las ranas dijo: quedémonos, andemos aquí por las mañanas. Y la otra rana le contestó, le dijo: (sí) aquí andemos por las mañanas en la poza; y si ésta también se seca ¿cómo saldremos después? Esta fabulilla nos enseña que no sólo digamos que algo grande iniciaremos, se necesita que primero lo meditemos bien.
{11} El viejecillo y la muerte[16] Un viejecillo fue a leñar al bosque. Y éste al darse de cargar, luego regresó a su casa. Ya en el camino, comenzó a cansarse mucho {entre líneas: llover} y a granizar {entre líneas: granizar}, por eso tuvo que detener su carga y descansar. Y cuando ya descansó, empezó a recordar de cuánta era la necesidad por su pobreza. Ya había caminado sesenta años, luego ya comenzó a llamar a la muerte, dijo: ¡oh! muerte mía, dónde estás, ya está bien que me desaparezcas, guárdame, corta de un tajo mi mal sufrimiento. Entonces la muerte oyó el ánimo {entre líneas: esfuerzo, ánimo} del viejecillo, luego se le vino a parar enfrente. Le preguntó, le dijo: ¿para qué me haz llamado? Entonces el viejecillo al ver a la muerte, le dio mucho miedo. Luego le dijo: nada, sólo busco a álguien que me ayude a subir mi carga, para poder llegar rápido a mi casa. Esta fábula nos muestra que la muerte a toda persona levanta, toda gente le teme y que por mucho que nos duela algo, por mucho que suframos, ésta nos quitará la alegría.
{12} La viejecilla enferma de los ojos Una viejecilla con mal de ojos llamó a una curandera[17] para que la sane. Entonces la viejecilla y la curandera conversaron acerca del pago; pues una vez curada de los ojos, la viejecilla pagaría haciéndole tortillas a la curandera. Luego ya empieza a curarle los ojos, le untaba hierba de la golondrina[18]. Y una vez que fue a curar a la viejecilla, ésta se revolcaba en su cama, ahí sufría. (la curandera) iba a dejarla (a su casa). Dentro de la casa veía su tilma[19], su guaje (bule para agua), al salir cualquier cosa le robaba, la curandera las sacaba. Le vino a pedir su pago, lo que habían acordado, le dijo: ¡oh! mujer dáme mi pago, lo que acordamos para curarte, ya estás bien de los ojos; que lo digan todos los que te veían cuando estabas mal de los ojos. Entonces la viejecilla luego le respondió a la curandera, le dijo: tú qué dices hija mía, como no puedo ver, dices que ya sané, pero antes que me curaras, muchas cosas veía que estaban en mi casa, y ahora que haz dejado de curarme, ya no veo nada de mis pertenencias en mi casa.
{13} El labrador y sus hijos[20] Un labrador ya quería morir, vio que su negocio no prosperaba para dejarles a sus hijos. Deseó consolarse con su negocio de cultivo, y lloró solo, por eso les habló, les dijo: ¡oh! hijos míos, ya ven cómo estoy, y yo que pensaba repartirles; y ustedes buscarán toda la tierra de cultivo de uva. Y cuando les ordenó a sus hijos, de inmediato murió el anciano. Entonces sus hijos al saber lo que había, fueron en busca del tesoro, su tierra de cultivo de uva. Luego fueron por su arado, comenzaron a remover la tierra de las plantas de uva. Y no vieron nada de oro; sólo hubo una quemazón, que había llegado a la viña. Esta fábula nos enseña que el trabajo es grande y el cuidado mucho mayor; es verdad que se revierte en el negocio.
{14} Los perros y sus dueños[21] Un hombre se encerró en la casa de su sementera. No sé por qué causa ya no podía ir a entrar al altepetl[22], que no estaba tan lejos. Y cuando terminó de comer sus guajolotes, luego ya empieza a {tachado: terminarse} comerse sus borregos. Y cuando terminó de comerse sus borregos, luego comenzó a comerse sus bueyes de labranza. Y cuando se fueron acabando sus bueyes, sus perros se reunieron, conversaron, se dijeron: vengan ¡oh! hermanos míos, da coraje lo que está ocurriendo, pues nuestro dueño se está acabando de comer sus bueyes útiles. Y si se acaban ¿acaso {entre líneas: no} creen que a nosotros nos deje? Y sólo nos verá en poca estima, porque no le somos útiles. Y por eso ahora es tiempo que lo abandonemos, huyamos. Esta fábula nos enseña que es necesario que nos levantemos, abandonemos a quienes nos tratan despiadadamente, no obedezcamos al que se esconde dentro de la casa.
{15} La huérfana[23] y su guajolota[24] Una huérfana criaba a su única guajolota, que diariamente ponía un huevo. Entonces, una vez la huérfana pensó, dijo: y si a mi guajolota le doy de comer mucho, quizá diariamente ponga dos huevos. Luego comenzó a darle de comer, la cuidaba demasiado. Y cuando creció la guajolota, se tapó, ya no volvió a poner. Esta fábulilla quiere decir que la avaricia {entre líneas: avaricia} muchas veces trae consigo el hambre {entre líneas: hambre}.
{16} Un hombre de cabellos largos como perro Un hombre de cabellos largos como perro buscaba a un médico para ser curado. Entonces, encontró un hermano[25] que le había conocido a su abuelo, le dijo: con una tortilla calentará la sangre del perro, que untará donde tiene los cabellos largos. Y cuando caliente la tortilla, luego lo rociará en los pelos de perro, luego lo comerá. Y cuando oyó el pelos de perro, se rio mucho, dijo: si así lo hago, como me dices ¿acaso no algún día me enamoraré de todos los perros que viven dentro del pueblo? Esta fábula nos enseña que hay furiosos que afligen sin ningún beneficio {entre líneas: beneficio, favor}, que pueden amenazar {entre líneas: amenazar}, aplacar {entre líneas: aplacar}, pueden en verdad enojar {entre líneas: amohinar, enojar} (y) encolerizar a la gente {entre líneas: airarse}.
{17} Los jovenzuelos y la molendera[26] Una vez dos jovenzuelos con engaño despojaron a otro. Se fueron a sentar junto a una molendera; y al retirarse de la cocina, muchas cosas le acongojaron a la molendera. Una vez, los jovenzuelos a escondidas tomaron una vara con carne; (uno de ellos) le dio a su hermano, y su hermano luego la escondió. Y la molendera vio que ya no estaba la vara con carne; luego pensó que ciertamente ellos robaron la carne, pues sólo con ellos estaba en la cocina. Les dijo: ¡Dónde está la carne qué aquí estaba? Luego dijo: en alguna parte estará escondida, yo no miento {entre líneas: no yo miento yo}, nada tomé {entre líneas: nada he cogido}. Y su hermano el que se había robado la carne, dijo: de verdad, en el nombre de Dios que yo no tengo nada de carne. Entonces la molendera con malicia {entre líneas: burla, engaño}, les dijo: aunque crean que soy mentirosa, en nombre de nuestro tecuhtli[27] Dios ustedes son habladores ¿cómo es posible que mientan? Esta conseja para hacer reir (fábula) nos entretiene acerca de las mentiras, del engaño y de las habladurías en nombre de nuestro tecuhtli Dios, que todo está viendo, aunque los hombres de la tierra no lo respeten.
{18} El enfermo[28] Dos enfermos, sabían que se iban a morir. En una ocasión estos dos iban en una barca. Sobre ella se paró un viento que los asustó mucho, ya se iba a inundar la barca. Se fueron a la popa del navío. (Uno de ellos) pidió protección al capitán de la barca, le dijo: ¡oh! hijo mío ¿dónde primero se hundirá la barca? Éste le contestó: en la proa de la barca, se escuchó muy arriba, donde van los enemigos. Luego contestó: no importa que muramos todos, ahora me tranquilizo, frente a mí va mi enemigo para morir. Esta fábula hace resaltar que muchos no se conduelen con lo que se hace con humildad, cuando ven a sus enemigos que se encuentran en la misma situación.
{19} El gato y los ratones En cierta casa había muchísimos ratones, y los atrapó el gato. Luego ahí se metió, tardó mucho en andarlos persiguiendo y comiendo. Entonces los ratones al ver que se iban acabando de morir, diariamente se reunieron, y cortaron (taparon) su salida del agujero, y[29] en su camino, su salidero, allí se esconderían, ahí donde no pueda alcanzar el gato. Entonces el gato vio que los ratones corrían. Primero, fue en vano. Para poder sacarlos de su agujero, fingió que estaba muerto; en un clavo {entre líneas: clavo de fierro} ahí cerca donde estaba, se colgó. Y cuando ya estaba colgado, un ratoncillo desde arriba dijo, le dijo: ¡véte! Si yo supiera que en bolsilla (taleguilla) te convertirías, de inmediato querría acercarme un poco junto a ti, (pero) no me moveré. Esta fábula nos enseña que hay quienes piensan que una vez pueden engañar con sus mentiras, pero por segunda vez ya no pueden, se llegan a acostumbrar.
{20} El médico y el enfermo[30] Una vez, un muerto era llevado en cama. Y cuando lo llevaban, entre ellos iba el médico que cuidaba al que murió de su enfermedad; muchas cosas les iba diciendo, les iba comentando: si éste hubiera dejado de tomar vino, y lo que tiene entre sus piernas, lo que le hace tener diarrea, bien que hubiera sanado. Luego, uno de sus hermanos que estaba con el difunto le contestó: lo que dices es en vano, ahora tu consejo ya no es necesario; cuando se necesitaba ¿dónde estabas?, estabas callado. Esta fábula nos enseña que debemos ayudar al enfermo o al que sufre; es penoso cuando el consejo ya es inútil. Por eso ya no hay que contar con el deseo de álguien o el consejo de alguno, cuando su ayuda o consejo ya no es necesario.
{21} El cazador de aves y la serpiente Un cazador de aves fue por su pedernal {entre líneas: pedernal} y su caña[31] {entre líneas: su caña}, fue a cazar pájaros con liga[32]. Entonces, el cazador de aves vió una paloma silvestre que estaba en un árbol, y para matarla, se acercó hasta debajo del árbol donde se hallaba el ave. Entonces, cuando iba preparando su caña, cuando le iba a disparar a la paloma silvestre, pisó una culebra, la hizo hincharse. Y así, al morir el cazador, dijo: ¡ay! se enojó cuando la aplasté, ya siento que me muero. Esta fábula da a entender de quienes quieren afligir a la gente, que muchas veces en ellos mismos recae el sufrimiento.
{22} El perro y la molendera Un perro se metió a la cocina. Cuando la molendera trabajaba, le jaló el corazón del borrego, le jaló con los dientes, luego se echó a correr. Y cuando la molendera vio, le dijo así: bien que lo hicieste sangrar, ahora que te lo comiste a escondidas, sólo recuerda, después que no te sorprenda cuando digas que te cuide bien ¿acaso no me haz quitado el corazón?, sobre todo tu que me lo haz dado. Esta fábula quiere decir que, nuestro corazón, nuestro entendimiento, despierta de pronto, cuando algo malo nos ocurre.
{23} El perro y el lobo[33] Una vez, el perro dormía en la morada del venado, de pronto un lobo llegó ahí, rápido lo levantó. Y cuando ya lo quería comer, el perro se hizo el sufrido, ideó una palabra para suplicarle, le dijo: ¡oh! teuhtli mío, ¡oh! lobo mío, ¿acaso te llenaré si me comes ahora? ¿Acaso no me ves sin fuerza, con la cabeza seca, desganado, estoy muy enfermo, casi me muero? Y así estoy sentado, te ruego mucho que pasado mañana se casará el hijo de mi tecuhtli, y habrá una gran fiesta, donde habrá muchas sobras de las mesas, y en mi presencia podrás comer en secreto; es verdad lo que sé, con todo esto, rápido engordarás. Por eso te ruego mucho que no me dejes, no vayas a regresarte, terminado el casamiento. Es verdad, me verás cuando ya esté gordo. Me informarás bien lo que me harás comer. El lobo al escuchar las palabras inventadas, le agradó mucho, luego lo dejó, se fue. Y pasados unos cuantos días, luego regresó el lobo a la morada del venado. Fue a la morada cuando el perro no lo vio. Su dueño fue a encontrar al perro echado dentro de la casa, sin saber nada. Entonces, el lobo sin saludar para entrar, sólo desde afuera se paró, le habló al perro para que saliera, le dijo: ya vine, así como me lo ordenaste, ¡sal! Si es verdad las palabras que me dijiste. Entonces el perro luego por ello se rió, le dijo: ¡oh! lobo mío, yo soy de una sola palabra, te doy mi palabra. Si nuevamente duermo en la morada del venado, vendrás a pisotearme, espera cuando haya otro casamiento. Esta fábula enseña que los hombres sabios, si encuentran a alguien caído en el camino de la muerte, una vez salvados se sienten bien seguros que ya no volverán a caer.
{24} El perro y el gallo[34] El perro y el gallo se hicieron amigos. Y una vez que íban juntos, a ambos se les anocheció en el camino. El guajolote (gallo) trepó en el árbol para dormir. Y el perro rascó mucho debajo del árbol, se echó. Y al amanecer gritó la gallina (el gallo), así como lo hace. Y el coyote, donde dormía, lo despertó el grito de la gallina (el gallo). Luego rápido vino a llegar debajo del árbol, le dijo: qué bonito escucho tu canto ¿por qué no bajas? cantemos en nauatl. Entonces el guajolote (gallo) le contestó desde allá, le dijo: está bien, pero antes de bajar es necesario que primero despiertes al portero, para que abra la puerta, allá iré a cantar.[35] Entonces el coyote tonto no sabía que le iba a hacer una traición. Luego ya empieza a rondar al árbol, buscando al que abrió. Y pisó sobre el perro dormido, lo despertó. Luego se levantó corriendo el perro; agarró al coyote, ahí lo mató. Esta fábula nos enseña que la fortaleza y la miseria de nuestros enemigos, no ayuda a nuestra razón, nos enseña a observar aún a los más fuertes.
{25} El tequani miztli[36] y la rana El tequani miztli una vez oyó una rana gritar, croar mucho. Se asustó bastante, pensó que se trataba de algo grande que gritaba. Después se consoló, miraba por todas partes para encontrarlo, por aquí, por allá croaba. Entonces, de pronto vió saltar una rana dentro del agua, ella salía a la orilla del agua. Entonces el tequani se enojó mucho, y se apenó porque se asustaba por algo insignificante. Le destrozó las patas, la mató. Esta fábula enseña a la gente, sobre todo para que no nos asustemos, con el crujido que escuchemos o el ruido[37]. Y no nos asustemos sin reflexión, sin ver bien lo que nos causa susto.
{26} El miztli tequani,[38] el asno y el coyote Una vez, se « hicieron amigos » el tequani miztli, el asno y el coyote. Pero cuando se fueron, nada se dijo. Cuando ya aumenten[39] los prisioneros, dijo el tequani al asno, que él sabrá como repartirlos. Y el asno sin pensarlo, en tres partes dividió a las presas, como ya lo sabía, de a cuántos les tocaba a cada uno. Pero el tequani miztli por esto se enojó mucho. Agarró al asno, lo destazó y se lo comió. Luego ordenó al coyote repartir a las presas. El coyote de inmediato juntó todas las presas, sólo el pequeño lo apartó para comérselo, le dijo (al tequani): todo es tuyo, a ti pertenece lo que aquí está, y a mí me toca sólo unos cuantos que he tomado; es verdad que tu fuerza se impone en la presa. Entonces el miztli al ver el mandato del coyote, le dijo: te apiadaste ¡oh! ridículo coyotillo mío ¿quién te enseñó a mandar? Entonces el coyote le contestó, le dijo: ¡oh! tecuhtli mío, esto mismo le sucedió al hermano asno. Esta fábula nos enseña que muchas veces aprendemos de lo que lastima, angustia, que ha ocurrido a otros.
{27} El miztli tequani y el lobo[40] El tequani miztli y el lobo, una vez ambos, encontraron un cervatillo. Y aún en vano lo alcanzaban. Por eso, luego los tres comenzaron a batallar, a jalonearse. Y cuando ya se lastimaron mucho, ambos se marearon, estaban tirados. Entonces vino a llegar un coyote, los encontró fatigados, al miztli y al lobo, ya no se podían parar; luego con sus dientes arrastró al cervatillo, que se hallaba echado en medio del miztli y del lobo, se lo llevó. Entonces el miztli y el lobo se quedaron mirando, no se le avalanzaron, dijeron: nos peleamos tal vez sólo por el coyote, nos lastimamos, nos matábamos, por poco nos morimos. Esta fábula quiere decir, que hay muchos que viven engañados, juntos enseñan y ayudan a comer a otros, como estos.
{28} El profeta[41] Un profeta estaba en medio del mercado, predecía lo que va a acontecer, lo que va a ocurrir. Una vez « hizo amigos » a los hombres del mundo, pedía por el bien de cada uno en particular. {Una vez} vino a llegar un mensajero a su casa, venía muy sudado, el profeta le dijo: ¡párate enseguida! Ahora tu casa está agujereada, ya no se está cayendo tu casa, todos tus bienes los han tomado los ladrones. Y cuando oyó, se asustó mucho. Luego se paró, corrió hacia su casa. Y en el camino encontró a un hombre, lo vió va cansado, le dijo: como escuchaste bien al profeta, nuestro hermano mayor, el dueño de la gente, lo que te ocurriría, ya ibas sabiendo; ¡ah! y lo que no sabías que te pasaría. Esta fábula da cuenta ¡ah! para no caer en la trampa de la razón a través de la palabra, que se reflexione para no caer en trampa, que no se olvide bien.
{29} El murciélago, la zarza y la golondrina El murciélago, la zarza y la golondrina habían conversado para hacerse pochteca «comerciantes »; para esto, reunieron las pertenencias del murciélago de donde se tallan esculturas de oro, esto puso él. La zarza puso la manta y la golondrina puso el hierro. Una vez que reunieron sus bienes, luego se embarcaron en el agua. Y cuando su barca iba en altamar, se paró un fuerte viento, destruyó la barca, todas sus pertenencias que iban en la barca, toda se perdió en el agua. Y ellos con dificultad nadaron, vinieron a salir a la orilla del agua. Y por último, cuando la golondrina comenzó a perseguir (sus bienes) en la orilla del agua, miraba por todas partes, quizá en algún lado las olas del mar habían sacado su metal. Y el murciélago, que había levantado su préstamo de oro, para que no lo vieran los otros que habían prestado (sus bienes), todo el día estuvo aparte, y salía volando a rondarlos. Y /la golondrina/ la zarza a orillas del camino se para todo airado, mirando sus mantas en vano, quizá tratando de reconocer las mantas que perdió en el mar. Esta fábula quiere decir que, lo que alguna vez nos invitamos, por ello sabemos que causa aflicción.
{30} La hormiga y la paloma La hormiga, cuando ya tiene mucha sed, baja al manantial. Una vez, cuando ya quería beber, cayó al agua. Y ya la llevaba la ola, ya la iba a sambullir. Una paloma estaba ahí sobre un árbol, al ver que la hormiga iba a sambullirse, cortó una rama del árbol, la metió al agua. Y la hormiga salió, una vez que se acurrucó en la vara, así salió del agua. Un momento después de que salió, un cazador de aves vió que encima del árbol está una paloma. Luego ya prepara su caña[42] para atrapar a la paloma. Y la hormiga al ver en peligro a la paloma, rápidamente le mordió[43] un pié al cazador. Y el cazador se levantó de inmediato y soltó su caña. Y la paloma al oir el crujido de una caña, se levantó de repente, y se fue, se salvó. Esta fábula nos enseña de cómo debemos agradecer a los que de nosotros se apiadan, y devolver con el mismo favor lo que de ellos recibimos.
{31} El enfermo y el médico Un médico pregunta a un hombre enfermo cómo pasó la noche. Y el enfermo le respondió que sudó mucho. Luego el médico le dijo que está bien. Y al tercer día nuevamente vino a salir el médico; otra vez le preguntó al enfermo, le dijo: ¿cómo pasaste la noche? Y el enfermo le respondió: temblé mucho de frío. Y el médico luego dijo: también está bien eso. Y por tercera vez le pregunta el médico, cómo se siente el enfermo. Y el médico vió que se metió mojado dentro de su piel[44], y que él sufría. Luego el médico (dijo) que esto también está bien. Y cuando el médico salió, al hacerse a un lado, uno de los hermanos del enfermo le preguntó: ¿te sientes bien? Y el enfermo contestó: me siento muy bien. Todo eso me lo dijo el médico, en tanto no muera. Esta fábula nos enseña que existen muchos que merecen estima, pero hay mentirosos que con sus palabras nos convencen.
{32} El asno y el hortelano[45] Un asno servía a un hortelano. Se moría de cansancio porque a diario[46] trabajaba, y su dueño casi no le daba de comer. Le rogó a Dios para que en otra ocasión fuera vendido, donde pudiera andar un poco mejor, que no tuviera mucha sed, pues se cansaba con el hortelano. Y Dios castigó al burro. Luego fue vendido a un alfarero. Y cuando ya lo hace trabajar, cargando barro[47], escudilla[48], el asno se cansó mucho, dijo: es verdad, no viviré mucho, pronto me moriré de cansancio. Por eso le rogaba[49] a Dios, le daba dolor de cabeza, que fuera vendido nuevamente. Y Dios lo castigó. Fue vendido en casa de un curtidor de pieles. Y vió el burro que todo a él le cargan. Se cansó demasiado, dijo: ¡ah! ¡que desgraciado soy! Quizá aquí me quiten el pellejo. Esta fábula nos enseña que, cuando deseamos algo antes de tiempo para nosotros, muchas veces después reconocemos nuestra falta.
{33} El cazador de aves y el tordo Un cazador de aves en alguna parte tendía su trampa[50] y esparcía comida de pájaros. Y en alguna parte, el tordo desde arriba del árbol la miraba. Se distraía mucho con lo que hacía el cazador de aves, por eso se quitó de ahí, le dijo: ¿qué haces? Y el cazador de aves le respondió, le dijo: estoy fastidiando al pueblo[51]. Luego, el cazador de aves dejó su trampa, se fue a sentar a otra parte. Y el tordo dijo para sí: si veo cómo fastidia al pueblo, que aquí anda; luego voló hacia la trampa. Y cuando se atoró en la trampa, el tordo le gritó[52] al cazador de aves, luego vino corriendo por él. Y cuando lo atrapó, el tordo le dijo al cazador de aves: si así fastidias al pueblo, no verás rápido en ningún lado a muchos vecinos. Esta fábula nos enseña que, el que no vive bien ahí, en el interior del pueblo, donde se gobierna, sólo ellos se burlan, roban y humillan.
{34} El chiquillo y su madre Un chiquillo iba a estudiar a una escuela de algún lugar determinado. Una vez les robó pescado a sus hermanos de su tablón[53]. Él allá estudiaba, se lo llevó a su mamá. Y cuando lo vió, su mamá no lo castigó por esto que robó su hijo, sino que lo vio con gusto. En otra ocasión, al hermano de una persona le robó su tilma, el chiquillo se la fue a dar a su madre. Y tampoco por ello lo castigo, sino que lo vió con agrado. Y el chiquillo ya no veía el dolor ajeno, que dejara lo que aprendió, ya en muchas partes robaba. Una vez, cuando robó, la justicia acordó para que fuera colgado. Y cuando ya se lo llevaban allá donde sería colgado, su madre lloraba mucho porque se lo llevaban. Y el chiquillo al ver, luego suplicó a los que lo llevaban, pidió que se detuvieran un momento, algo quería decirle a su madre. Y al pararlo a un costado, su madre se quitó, para que no le dijera nada en secreto. Luego paró la oreja y se la cortó con los dientes. Y su madre pegó un grito, y los que lo llevaban se asombraron por lo que había hecho. El chiquillo dijo: no se asusten mucho porque le arranqué la oreja a mi madre, pues ella buscó ahora mi muerte; cuando yo era más pequeño, si ella me lo hubiera impedido la primera vez que robé en el tablón, y se lo fui a dar a ella, yo ya no lo hubiera hecho, no hubiera seguido robando; y hoy no me hubieran traído a la horca. Esta fábula nos enseña que hay muchos pecados. La primera vez que se hace, si no se impide, gusta, después el señalamiento con el dedo va en aumento.
{35} El pastor de borregos y el río grande[54] Un pastor alimentaba a sus borregos a la orilla del río grande. Una vez, vió que el río grande estaba hechizado, no se movía, deseó vender sus borregos,[55] tomó todos sus dátiles, luego se metió en su barca. Y cuando iba a mitad del río, le salió al frente un ventarrón, cuando ya se iba a zambullir la barca, todos sus dátiles los aventó al agua. Fatigablemente nadó, vino a salir a la orilla de agua. Y en otra ocasión, andaba caminando a la orilla del río; un hermano suyo le presumió que el río grande estaba hechizado, y el pastor de borregos se rió de él, le dijo: sé muy bien lo que quiere el río grande al estar hechizado: quiere comer más dátiles. Esta fábula nos enseña lo que nos lastima, cosa penosa, lo que una vez nos ocurrió, después nos da la experiencia.
Fábulas de EsopoManuscrito de la Biblioteca Nacional de ParísMtro. Sergio Ramírez FuentesTraducción del texto latino
1 La zorra y el chivo (macho cabrío)
La zorra y el chivo sedientos bajaron al pozo, pero después de que bebieron, el chivo indagando la salida (el ascenso), dijo la zorra: confía, encontré algo útil para la salud para ambos. En efecto, si estuvieras de pie, recto y pusieras los pies anteriores en la pared y al mismo tiempo inclinaras los cuernos en la parte anterior, podré correr por la misma por tus hombros y tus cuernos, y me habré liberado fuera del pozo del otro lado, y después te sacaré de allí. De esta manera, la zorra se liberó pronto y con cortesía saltó fuera del pozo se alegraba alrededor de la boca del pozo, pero el chivo, sin embargo acusaba a la zorra por haber transgredido los acuerdos. Aquella por el contrario, dijo: si hubiera tenido tanta inteligencia como los pelos de tu barba, no hubieses bajado sin antes considerar la manera de subir. La fábula significa que conviene al hombre prudente considerar primero los fines de las cosas y después acercarse a ellas.
2 La zorra y el león
La zorra como nunca hubiese visto al león en un determinado caso de que hubiese ocurrido, primero así le temió. Después como lo hubiese visto por segunda vez, ciertamente le tuvo miedo; no tanto como la primera vez. En fin, al verlo al mismo por tercera vez se envalentonó lo suficiente hasta acercarse a él y hablarle. La fábula significa que las cosas terribles, de alguna forma con la conversación se hacen fáciles.
3 La zorra
La zorra después de un tiempo cautiva, hubiese escapado con la cola arrancada, no pudiendo vivir con la vergüenza, despreciaba la vida. De esta manera, decidió persuadir a las otras zorras sobre esto mismo, convenció a las demás de padecer la vergüenza como mal común. Aconseja a todas sus compañeras cortar también las colas, para que no fuera indecoroso para uno solo de los miembros; sino además es una carga sin razón. Pero una de ellas mismas dijo: ¡he tú! si esto no te conveniese no nos consultarías. Moraleja: la fábula significa que para los hombres deformes consultan a sus cercanos no por benevolencia, sino por propia conveniencia.
4 El cocodrilo y la zorra
La zorra y el cocodrilo discutían sobre el linaje. De esta manera, como el cocodrilo narrara con mucha soberbia sobre el esplendor de sus antepasados y que se hubiesen ejercitado como príncipes. La zorra aceptando y amigablemente dijo: pero si él mismo no hubiese dicho nada por lo que se ve ejercitado por los ancestros en los tiempos antiguos. La fábula significa que a los hombres mentirosos se les puede contradecir con las mismas cosas que dicen.
5
Los gallos y la perdiz
Cierta persona teniendo gallos en su casa, compró una perdiz que se alimentaba y peleaba con ellos, la maltrataban y la rechazaban a la misma, ella estaba muy triste, y sintiéndose como ajena y padeciendo por los gallos. Pero después de poco tiempo como viese a éstos pelear entre ellos mismos y matar, se consoló y dijo: no tengo por qué estar triste viendo a aquellos mismos peleando entre sí. La fábula significa que los hombres prudentes deben sobrellevar las injurias ajenas, viendo a estos mismos que no se abstienen de molestar a los suyos.
6
La zorra
La zorra se metió a la casa de los mimos, y cada uno de ellos continuaban arrodillados y la cabeza fantasmal ingeniosamente fabricada y juntando las manos decía: qué clase de cabeza pero no tiene cerebro. La fábula significa que existen hombres magníficos con cierto cuerpo, pero con los ánimos irreflexivos.
7
El carbonero y el batanero(lavador de piel)
El carbonero que habitaba cierta casa, y rogaba para que el batanero aceptara, y trabajara con él. Pero el batanero respondiendo dijo; no puedo hacer esto. Así pues, temo que todo lo que yo blanqueara, tú lo enegrecerías inmediatamente con el hollín. La fábula significa que toda cosa que no es semejante es insociable.
8
El compromiso imposible
Un hombre pobre estando enfermo de algún mal y desesperado con los médicos, rogaba a los dioses que le restituyeran la salud, prometió que ofrecería cien bueyes en sacrificio. Sin embargo escuchando esto su esposa dijo: y cómo cumplirás esto si tuvieres que convalecer? Ël contestó: pienso levantarme de aquí para que los dioses vuelvan a repetirlo. La fábula significa que para muchos es fácil prometer, pero que no esperan cumplir.
9
Los pescadores Habiendo llegado penosamente unos pescadores, fatigados y con mucho tiempo sin pescar nada, de este modo se encontraban tristes, y cuando se preparaban para descender al instante juno los seguía como un gran pez y habiendo saltado a la nave de los pescadores, habiéndolo capturado se alegraron. La fábula significa que muchas veces no basta el oficio (arte), si no se cuenta con la fortuna.
10
Las ranas
Dos ranas paseaban en un manantial, sin embargo en el estío el manantial se secó, lo abandonaron y querían otro y llegaron a un pozo profundo, después de verlo, le dijo una a la otra, bajemos a este pozo. Aquella le respondió diciendo: así pues, si el agua se secara, de qué manera subiríamos? La fábula enseña que no conviene emprender cosas de manera precipitada.
11
El viejo y la muerte
Una vez un viejo como saliera a cortar leña, iba por muchos caminos, con mucho trabajo, depositando la carga en cierto lugar, invocaba a la muerte, pero la muerte no se presentaba, y reclamó la causa por la cual se le llamaba, el viejo ante este hecho dijo: para que me ayudes con mi carga. La fábula significa que todo hombre debe ser muy empeñoso aunque sea afortunado o mendigo.
12
La anciana enferma de los ojos y el médico
Una mujer enferma de los ojos llamó al médico con la promesa de cierto salario, (le daría un salario) convienen hacer un trato si se curase, si por el contrario nada sucediese, nada le daría. Por lo tanto, estando enfermo el médico da el cuidado. Todos los días se acerca a la vieja en forma extraña y extraordinario cura los ojos de ella, y como ésta no pudiese ver la hora de la unción, decía que el médico mismo se llevaba algún mueble de la casa, De esta manera, la anciana veía todos los días disminuir sus muebles. Cuando ya no quedaba nada, el médico reclamó el salario convenido con ella., y como si ya viese, y presentara testigos, muy segura ella dijo: ahora nada veo. Como yo trabajaba con los ojos, muchas cosas mías veía en mi casa, ahora sin embargo, conmigo te ves inquieto, nada de todas aquellas cosas ahora veo. La fábula significa que lo que se diga a los hombres honestos, a los malvados contra ellos mismos el mismo argumento los delata
13
El agricultor y sus hijos
Cierto agricultor viendo que su vida se terminaba, y queriendo que sus hijos se dedicaran a la agricultura, los llamó y les dijo: yo voy a dejar esta vida, buscad lo que he ocultado en la viña y lo encuentres todo. Ellos, si embargo , creyendo que había un tesoro enterrado, después de la muerte del padre, con gran afán removieron profundamente todas las tierras de la viña, pero no encontraron el tesoro, pero la viña quedó perfectamente removida la cual redituó un gran fruto. La fábula significa que el tesoro para los hombres es el trabajo.
14
El labrador y los perros
Cierto hombre, ante la tempestad, quedó atrapado en su suburbio, primero se comió a las ovejas, después a las cabras. Como la tempestad todavía seguía, mató a los bueyes de trabajo y los comió. Por otro lado, los perros habiendo visto a éstos, dijeron entre sí: marchémonos de aquí, si nuestro amo ha sacrificado a los bueyes de trabajo, de qué manera nos perdonará a nosotros? La fábula significa que conviene alejarse lo máximo de aquellos que no perdonan ni a los suyos.
15 La mujer y la gallina
Cierta mujer viuda tenía una gallina que cada día ponía un huevo, por otro lado pensó si arrojo más cebada a la gallina, pondrá huevos dos veces cada día, esto hizo. Pero la gallina se puso gorda y no pudo poner huevos ni uno cada día. La fábula significa que aquellos que son dominados por avaricia de muchas cosas, pierden lo que tienen presentes.
16
Mordido por un perro
Un hombre mordido por un perro corría por todos lados buscando quién lo curara, como alguien lo encontrara y lo conociese lo que quería, dijo: ¡He tú! si quieres sanar moja un pan con la sangre de la herida y que lo arrojase al perro que lo mordió. Pero éste riendo dijo: pero si esto hago, todos los perros que hay en la ciudad vendrán a morderme. La fábula significa que a los hombres malos afectados por un beneficio, más los estimula las injurias.
17
Los adolescentes y el cocinero Dos adolescentes estaban sentados junto al carnicero ocupado en una obra doméstica, uno de ellos robó una cierta parte de la carne de una manera escondida y la deslizó en su regazo. Así habiendo regresado el cocinero, buscaba la carne que juraba había llevado y no estaba; que por lo tanto había estado y que ahora faltase. Por otra parte, conociendo el cocinero la malicia de aquellos mismos, dijo: si se ocultasen de mí, no se ocultarán mintiendo a dios. La fábula significa que conviene ocultar a los hombres mentirosos, no se ocultan a dios.
18
Los enemigos
Dos hombres que eran enemigos navegaban en la misma nave, uno de ellos en la popa y otro sentado en la proa. De esta manera se levantó encima una tempestad y la nave estaba a punto se sumergirse, preguntó, el que estaba en la proa, al piloto qué parte de la nave era la primera que se sumergiría. Como el dijiese que la proa, dijo: para mí no sería grave la muerte, si viera ante mí morir a mi enemigo. La fábula significa que para muchos hombres su caída les tiene sin cuidado, si de algún modo ven a su enemigo ante ellos, en un mal momento.
19
El gato y los ratones
En cierta casa había muchos ratones, el gato, dándose cuenta de esto a cada uno de ellos los fue capturando y devorando. Como cada día ellos se viesen disminuidos, dijeron entre sí: no descendamos allá abajo, si no moriremos. Y si el gato no puede venir aquí, nos salvaremos. Pero como el gato se dio cuenta que no bajaban muchos ratones, se empeñó, por medio de la astucia, llamarlos, engañándolos. Por el engaño de un cierto cerrojo se colgó, simulaba que estaba muerto. Y así uno de los ratones apoyándose y viendo al gato, dijo: ¡He tú!, si en saco te conviertes no me acercaré a ti. La fábula significa que los hombres prudentes, que hayan sido probados con al corrupción de algunos, no son engañados ampliamente con las simulaciones dealgunos.
20
El médico y el enemigo
Un médico curaba a un enfermo, sin embargo el enfermo habiendo muerto, aquél les decía a los que lo llevaban: si este hombre si no hubiese tomado vino, si hubiese usado los lavativas no habría muerto. De esta forma, uno de los que estaban presentes, respondiendo dijo; óptimo, no convenía que ahora digas esto, no tiene alguna utilidad, porque lo podías decir cuando se necesitaba, pero ahora convine platicarlo con aquellos como se pueda. La fábula significa que conviene prevenir de los favores a tiempo en a los amigos .en una necesidad.
21
El cazador de pájaros y la víbora
Un cazador de pájaros cogió liga y cañas y salió a cazar. Así vio un tordo sentado en lo alto de un árbol, y a lo lejos las ligas entre sí unidas, lo veía hacia arriba para poder atraparlo. Este inexperto piso una víbora que estaba durmiendo, así ésta enojada lo mordió. Ël todavía vivo le decía al alma. Miserable de mí quise capturar a otro, y yo mismo fui capturado para la muerte por otro. La fábula significa que cuando se quiere dañar a aquellos que son nuestros prójimos, a menudo ignoramos que esto mismo lo padecemos por otros.
22
El perro y el cocinero
Un perro entró en la cocina y cuando el cocinero estaba ocupado, cogió un corazón y huyó. El cocinero se dio cuenta y viéndolo huir dijo. ¡He tú! A donde fueres, te observaré, puesto que no te llevaste mi corazón, sino algo mejor. La fábula significa que a menudo las lecciones para los hombres, son las lecciones.
23
El perro y el lobo
Un perro dormía en cierto establo, como el lobo irrumpiera y quisiera devorarlo, le rogaba que no lo matara. Entonces dijo, yo soy flaco y desganado, así pues si me esperas un momento, el hijo de mi patrón contraerá nupcias, y yo entonces tendré mucha comida, y estaré más gordo y seré una suave comida para ti. De esta manera, el lobo convencido se alejó. Después de algunos días regresó, llegó y encontró al perro durmiendo en un lugar superior, y él estando abajo lo llamaba teniendo fiebre. Y el perro dijo, ¡oh lobo! si después de esto me vieres durmiendo en un establo, no esperes más tiempo a las nupcias. La fábula significa que los hombres prudentes cuando ponen algo a prueba, si se sienten salvados, cuiden de su suerte cuando hayan triunfado.
24
El perro y el gallo
Un perro y un gallo se unieron para efectuar un viaje, cuando llegó la noche, el gallo encontrando un árbol, dormía. El perro excavó alrededor del árbol. Como el gallo, como suele suceder, cantara durante la noche, la zorra lo oyó, acudió, le rogaba para que bajara, para comer con él y oír completamente el canto del animal. Como dijera esto, primero tendría que despertar al que está durmiendo al pie del árbol, y cuando él aparezca entonces bajaría. Y como la zorra lo quisiese, y llamara al mismo, al instante el perro saltó bruscamente sobre ella y la destrozó. La fábula significa que los hombre prudentes cuando encuentran enemigos astutos hay que guiarlos a otros más fuertes que ellos.
25
El león y la rana
Una vez el león oyó a una rana que estaba con mucho griterío, se volvió hacia la voz, pensando que era un animal grande, así la rana por un momento se esperó con atención, cuando vio que la rana salía del estanque, se acercó y la aplastó directamente. La fábula significa que no conviene ante lo que veas, perturbarse solamente por la voz.
26
El león, y el asno, y la zorra.
El león, el asno y la zorra se reunieron y salieron de cacería. De esta manera, cuando ya tenía muchas presas capturadas, el león ordenó al asno para dividirla entre sí. Y que él hiciera partes iguales, como es frecuente, y los exhortaba para que eligiesen. El león furioso devoró al asno. Después ordenó a la zorra para que dividiese. De esta manera, ella reunió en una sola parte todas las cosas, dejando para sí una mínima parte. Entonces el león le dijo a la misma zorra, quién te enseñó a repartir así tan bien?. Ésta respondió, la calamidad del asno. La fábula significa que los castigos para los hombres es el infortunio de otros.
27
El león y el oso
Habiéndose encontrado el león y el oso al mismo tiempo un gran cervatillo, se peleaban por él. Así gravemente afectados ellos mismos, y se encontraran extenuados con desmayo por las muchas peleas, yacían fatigados. De esta manera, una zorra pasaba alrededor de ellos, viéndolos extenuados y al cervatillo tirado en medio, se apoderó de éste y corrió entre ellos, huyó y desapareció. De esta forma, ellos veían a la misma, pero como no podían levantarse, decían, oh miserables de nosotros porque trabajamos para la zorra. La fábula significa que muchos son los que trabajan y otros son los que ganan.
28
El adivino
Un adivino sentado disertaba en medio del foro, cuando alguien llegase de repente y le avisara que había dejado su casa y las ventanas abiertas. Decaído, y adentro, se habían robado todas las cosas, salió suspirando y corriendo. Y como alguien lo viese corriendo, dijo, he tú, tú que ofreces saber las cosas ajenas, no pudiste adivinar las tuyas. La fábula significa que aquellos que no gobiernan su propia vida, y que nada les interesa, hay que saber prescindirlos.
29
El murciélago, la zarza y la golondrina
Un murciélago, la zarza y la golondrina se reunieron para hacer un negocio. De esta forma el murciélago hizo un préstamo de plata en medio de ellos y aceptó, de alguna manera volver, sin embargo la golondrina que era la tercera navega. Así golpeados por una tempestad, la nave se volcó, las cosas se perdieron, ellos mismos lograron llegar a tierra. De esta manera, la golondrina se acercó a la orilla para ver qué se había apiadado el mar. Por otro lado, el murciélago temeroso de sus acreedores no apareció durante todo el día, en la noche salía a comer. La zarza también con ellos estaba inseparable, para que de esta manera encontrara lo que había buscado. La fábula significa que aquellas cosas en las cuales nos apoyamos, después se convierten contra nosotros.
30
La hormiga y la paloma
Una hormiga sedienta bajó a la fuente, al trata de beber se habría ahogado. Por otra parte, la paloma habiendo visto esto, lanzó una rama del árbol en la fuente, sentándose sobre ella la hormiga salió. Después, cierto cazador coloca unas varas para atrapar a la paloma. Así, viendo esto, la hormiga mordió el pie del cazador, que doliéndose arrojó las varas y de esta manera la paloma huyese del cazador. La fábula significa que es conveniente regresar el favor a los que hacen el bien.
31 El enfermo y el médico
Habiéndole preguntado un médico a cierto enfermo, cómo se encontrase de salud, respondió que había sudado más de lo necesario. De esta manera, él le dijo, que esto era bueno. La segunda vez, el mismo médico preguntó, cómo se sentía, dijo que se había levantado con escalofrío y que estuvo muy agitado. Por tercera vez le preguntó que cómo se había sentido de salud, respondió que padecía en el interior de la piel. El dijo que esto también es bueno en su campo. Después, uno de los de la casa preguntó al mismo, que cómo se siente? Él dijo, he tú, me muero de ir bien. La fábula significa que muchos hombres tienen mucho odio, que están hablando de cosas ingratas.
32
El asno y el hortelano
Un asno que servía al hortelano, como comía poco y trabajaba demasiado, rogaba a Júpiter que lo liberara del hortelano, y que fuera vendido a otro señor. Como Júpiter hubiese mandado al suplicante que fuera vendido por el dueño, por segunda vez con ánimo más enojado prefería las primeras cargas, las comidas y las reglas de la tierra y, por lo tanto, rogó cambiar de señor, y fue puesto en venta nuevamente. Así pues, nació el peor de los dueños, y vencido por lo que se había confiado terminaron, suspirando dijo: Hay de mí miserable, mejor era para mí permanecer junto a los primeros dueños, esto es como lo veo, y me resultaba mejor suerte. La Fábula significa que los siervos esperan los primeros mejores amos, y haciéndose peligroso los segundos.
33 El cazador de aves y el tordo
El cazador de aves había tendido las trampas, de esta manera, una alondra, viendo esto desde lejos rogó, que alguien se ocupara diciendo que la encerraran en la ciudad. Después, habiendo regresado y escondido desde lejos con un gorro de piel y creyendo en la fuerza de las palabras, se acercó a la trampa y fue capturada. Aludiendo al cazador, ella dijo: Eh, tú si habitaste en tal ciudad, no encontraste muchos habitantes.
La fábula significa que ahora quien no vive mucho en las casas y en las ciudades, estarían muy molestos.
[1] Para la traducción de algunas de estas fábulas, agradezco infinitamente el apoyo de la Lic. Rocío Hernández Andón. [2] Debería decir: quaquauhtentzone, literalmente: “el que tiene barbas y cuernos”, refiriéndose al chivo. Aquí dice: quaquauhtontzone, literalmente podría traducirse como: “el que tiene cabellos y cuernillos”. Alonso de Molina, en su vocabulario (2001:22v) no menciona la palabra chivo; pero sí cabra y cabrón, que traduce como: quaquauhtentzone. Rémi Siméon (1977:404) en su diccionario registra quaquauhton con otro significado, como: "hierba medicinal llamada también coatzontecomatl", “planta medicinal bulbosa”, posiblemente tenga parecido con las barbas y cabeza del dicho animal. El mismo Siméon, basándose en Hernández y Clavijero, dice que hay o había una flor llamada: coatzonteconxochitl “Planta medicinal cuya flor machacada es muy hermosa y apreciada. Se la amasaba con pasta para hacer una especie de pastel o pan de lujo” (p. 115). [3] Por su contenido, este cuento equivale a: "La zorra y el chivo" (Fábulas de Esopo, 2001:113); es decir, en la cosmovisión indígena el coyote sustituye a la zorra, y otras veces al lobo. [4] Tentzone literalmente significa "barbón". Rémi Siméon (1977:482) dice que tentzone se aplica al "ganado pequeño". Hoy el nombre le es aplicado más al chivo macho, quizá porque hay ciertas especies de hembras que no tienen barbas. [5] El corazón y las barbas en sentido figurado tienen relación con la nobleza, por eso dice literalmente: “todo por ser yo tu corazón” y “todo por tus barbas”. [6] Molina (1977:104v) traduce tequani como: "bestia fiera" y miztli como: "león" (57v). Siméon (1977:508) traduce tequani como: "animal salvaje, venenoso" y miztli: "león americano, puma, jaguar" (281). Por su contenido esta fábula de Esopo corresponde a la titulada: "El león enfermo" (Esopo,2001:70). [7] Siméon traduce tzitzimitl como: "diablo, demonio, habitante del aire" (1977:732), refiréndose a una deidad indígena. Por eso Molina en términos cristianos traduce como: "nombre de demonio" (2001:153). [8] Tototl por extensión se podría traducir como "ave". [9] Esta fábula corresponde a la titulada: "Los gallos y la perdiz". [10] Máximo rango en la jerarquía social mexica. [11] Literalmente: “el lavador”. En España el oficio sería equivalente al batanero, el que cuida una máquina hidráulica compuesta de gruesos mazos de madera, movidos por un eje, para golpear, desengrasar y enfurtir los paños (Real Academia de la Lengua Española, 1970:172). [12] Literalmente: "compromiso que no es verdad". [13] Icnotlacatl también significa "huérfano" y "viudo". [14] Macuiltecpantli, literalmente "cinco hileras"; una hilera es igual a veinte; cinco hileras serían cien. [15] Esta fábula se parece a "El pescador y el pez" (Esopo,2001:58). [16] Corresponde a la fábula "El viejo y la muerte" (Esopo,2001:105). [17] Ticitl significa: "Médica, partera, adivino, augur, brujo" (Siméon,1997:547). [18] “Tianquizpepetla. celidonia mayor, hierba de la golondrina, hirundinaria” (Siméon, 1997:546). [19] Significa: "Manta, traje, vestidura, tela" (Siméon,1997:548). [20] Esta fábula corresponde a la titulada: "El labrador y sus hijos" (Esopo,2001:10). [21] Corresponde a la fábula titulada: "El labrador y el perro". [22] Aquí podría traducirse como: "señorío, ciudad, pueblo". [23] Ycnocihuatl significa también: "viuda" o "mujer pobre". [24] Corresponde a la fábula: "La mujer y la gallina" (Esopo,2001:87). [25] Ycniuh significa: hermano de sangre, coterráneo o de la misma etnia. [26] Literalmente molchichiuhqui significa: "la que hace salsa". [27] Categoría social intermedia de la jerarquía noble mexica. [28] Mococoliani como tal no lo encontramos en ninguna parte, mococoqui significa: "doliente" y mococoa "enfermo". Encontramos envidioso: moyolcocoani (Siméon, 1997:49v). [29] A esta altura aparece entre líneas la palabra: agujero. [30] Esta corresponde a la fábula: "El médico y el difunto" (Esopo,2001:81), y no a: "El enfermo y el médico" (Esopo,2001:99), con la que pudiera confundírsele. [31] Luis Reyes describe esa arma como una sola, es decir, una caña como lanza (quizá de carrizo o bambú) con punta de pedernal (comunicación personal, 2 octubre 2003). [32] En ciertos lugares, como Guerrero, la liga es un cordel o mecate de ixtle. [33] Supuestamente este lobo mexicano, también se le llamaba xoloitcuintli; en sentido figurado era el hombre valiente, intrépido (Siméon,1997:134). [34] Oquichquanaca literalmente se traduce como: “gallina hombre”, “gallina varón” o “gallina macho”; gallo para la época, debería decirse: uexolotl “guajolote” o “pavo”, tlaquequezani “pisador” o Castillan uexolotl “guajolote de Castilla”; o en la forma actual: Caxtillan piyo “pollo de Castilla”. [35] Si la palabra fuera nonquizaz, es decir, con c cedilla, entonces diría: “allá saldré”. [36] Tequani literalmente se traduce como: “animal salvaje” y miztli “león americano, puma, jaguar” (Siméon,1997:281 y 508). [37] Ycoyoca tiene varios matices de significado, se traduce como: “hacer ruido, hablando del viento, del fuego, del agua que corre, de la tormenta” (Siméon,1997:172). [38] Miztli tequani, tequani miztli, tequani y miztli significan lo mismo (ver fábula anterior). [39] Literalmente significa: creció, aumentó, en el sentido de grandeza o poderío (Siméon,1997:639). [40] Véanse notas arriba. [41] Literalmente: “el que primero dice”. “Tlaachtopaitoani: Profeta, adivino” (Siméon,1997:350). [42] Ver explicación de esta arma de caza en fábula 21. [43] Oquiquali también significa: “le comió”, “le picó”. [44] Posiblemente cobija de piel de borrego o de otro animal. [45] Literalmente: “el que hace quelites”, es decir: “el que cultiva legumbres”. [46] Momoztlae está dicho en vocativo, y debería traducirse como: “¡oh! a diario”. [47] Literalmente: “lodo”. [48] Caxitl se traduce como: “Escudilla, plato, taza, vajilla” (Siméon,1997:72). [49] Literalmente: “gritaba”. [50] Tzonuaztli: “Artimaña, lazo para la caza” (Siméon,1997:736). [51] Altepetl tiene varios significados, por ejemplo, se traduce como: “señorío”, “reino”, “ciudad”, “pueblo”. [52] Aquí literalmente dice: quilhui “le dijo”. [53] Quizá se refiere a “su mesa”. [54] Huei-atl también significa: “mar”. [55] Los borregos no tienen ninguna relación con los acontecimientos. |