El documento contiene un solo relato por el que se hace referencia a una serie de bienes, muebles e inmuebles, vinculados a tres mujeres vivas y a tres hombres muertos. Consideramos que el hecho de que la mayoría de los elementos se encuentren vinculados por lazos gráficos o por proximidad espacial los relaciona formando una continuidad en el relato, que se puede seguir desde diferentes puntos de partida para la lectura.
No obstante, dada la distribución de compuestos glíficos en la hoja y sus vínculos por medio de lazos gráficos o por las acciones que se realizan, proponemos como primera hipótesis de lectura para el relato, que el personaje femenino colocado en la esquina superior derecha, mujer noble llamado Juliana Tlanco, es un posible inicio de la lectura para dos secuencias del relato; ya que, por una parte, se vincula con el conjunto de compuestos glíficos que se encuentran frente a ella (al centro e izquierda de la hoja), mismos que se encuentran vinculados entre sí por un lazo gráfico y cercanía, terminando con el topónimo Chalchiuhquayacan. Por la otra, se encuentra relacionada también, directamente, con una serie de personajes muertos en hilera vertical hacia “debajo” de ella. El personaje femenino que se encuentra abajo de la hoja y hacia la izquierda, es el único que se encuentra un tanto separado de estas dos secuencias mencionadas, por lo que lo consideramos como una tercera escena.
Por las referencias citadas en este estudio, (Glass y Robertson,1975; AGN, exp. 3 vol. 1525), el expediente y el testamento publicado por Rojas et al. (1999), sabemos que se encuentra relacionado con un pleito por tierras y bienes entre Juliana Tlanco y Petronila Francisca, algunos de los cuales se registran en este códice. La clasificación que se le dio desde Boban fue como plano y título de una propiedad ubicada en Huexocolco, cerca de Xochimilco. A partir del análisis y lectura de compuestos glíficos que realizamos, podemos ver que se trata de propiedades de vivienda y tierras de cultivo, pero también de otros bienes. El hecho de que se registren las construcciones y los terrenos no tiene tanto la función de trazar un plano, sino de describir las características de las propiedades registradas. Glass y Robertson (1975; 238) lo clasifican como económico genealógico, lo cual es hasta cierto punto certero, dado que el relato se trata de la enumeración de bienes vinculados a personas emparentadas, por lo que consideramos que la mención hecha por Rojas et al. (Op. cit.; 43, 57) es más cercana a su función y contenido.
Con esta primera aproximación a la lectura de los glifos, encontramos que contiene datos económico-genealógicos, como una declaración de bienes que se encuentran en litigio, mencionando vínculos con los personajes emparentados que se registraron en él.
En el relato se registran algunos datos de manera muy específica, como medidas, cantidades de objetos, nombres y género de los personajes, no obstante, varios elementos glíficos no cuentan con el registro de estos detalles, que quedan implícitos o deliberadamente omitidos, porque no fueron el objetivo del registro en el momento de su elaboración.
Hacemos aquí una primera propuesta de lectura del documento, que permita seguir agregando elementos de lectura conforme avance el conocimiento de las convenciones de la escritura indígena tradicional, o bien de los documentos pictográficos y alfabéticos relacionados con este manuscrito y del contexto en que se elaboró.
Ce cihuapiltzin; in huipile, in cueye; in iztli, in xoctli; tlahtoa, quimachiotia ce cuauhcuezcomatl.
(Una venerable mujer noble, la que porta blusa, la que tiene falda; noble, de alta nobleza; habla, muestra una troje de madera). |