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DOCUMENTO NÚM

DOCUMENTO NÚM. 402.

 

TRADUCCIÓN:

ELIA ROCÍO HERNÁNDEZ ANDÓN

 

[F. 00b:] {Un  sello:} Mexicano 402

 

[F. 00e, Carátula:]

Mexicano 402

Franciscanos /.../pados a la /.../ de los frailes de los últimos tiempos.

10 hojas de diferentes códices mejicanos del siglo XVI. [1]

4 hojas que se suponen pertenecen a una obra desconocida de Fr[ay] B[ernardino] de Sahagún “Manual del Christiano”.

Londres (1880). V. Ramírez £10-10

 

[F. 1:] [2]

{En el margen superior:} Mexicano 402.

{1} Ninguno de ustedes me pregunta ¿a dónde vas? Por lo que les dije esto: mucho se preocupa y compadece vuestro corazón, que en verdad sólo puedo decirles, mucho se requiere que junto a ustedes vaya yo, y si no voy, a ustedes no vendrá el Espíritu Santo alumbrador de personas. Y si voy, enviaré por ustedes cuando él venga, vendrá a avergonzar, a enfrentar al pecador con sus pecados, y aquellos que obran mal y falsamente, y aquellos que llegan al juicio de Dios, porque vendrá a enfrentar sus pecados al pecador, por ello a los que no me creyeron también vendrá a avergonzarlos, a los malos y falsos y que obran falsamente, por ello llamo de una vez a mi amado padre.[3]

{2} Y ya no me verán ustedes, también vendrá a avergonzar al que llegó al juicio de Dios, por ello está en este mundo el señor que ya sentenció muchas cosas que querrá decirles, sólo que ya no lo escucharán por ahora. Y cuando venga el Espíritu Santo, os hará saber toda la verdad. Que lo que dirá no se ofrecerá sino a los que lo escuchen. Les dijeron. Y vendrá a decirles lo que hará, vendrá a honrarme, ya que también a mí llegará lo que vendrá a escuchar.[4]

 

{3} ¢ D[ivinisi]ma S[ant]a post pascha jacobi.ca. Charizimi el tote factores verbi et non auditores tantum ets[etera]. {Un sello de la biblioteca}.

 

[F. 1v:]

{4} ¡Oh, amados hermanos míos![5], hagan lo que escucharán de la reverenciada palabra del señor, vívanla: que no sólo la escuchen los culpables, y no se engañen, que aquel que es culpable y sólo escucha la palabra del señor pero no lo hace, se parecerá al que en el espejo va a ver  su rostro, y cuando se ha visto y se va, luego olvida como en el espejo fue a ver; el que escuche podrá considerar el mandato de Dios, puede salvarse, y puede vivir, no va a olvidar esto, que con su obra lo recompensará.

{5} Y si alguien se conoce y vive espiritualmente, se ocupa solamente de nuestro señor. Y si sólo vagabundea sin reflexión y no deja las malas palabras, quien así vive tan sólo engaña y en vano aborda las cosas sagradas; y en la vida buena espiritual y limpia, lo hace bueno nuestro señor, él por tanto se atreve a consolar a los huérfanos, y cuando anda conociendo con humildad, él puede ser tenido por todos los que pecan en el mundo.

 

{6} ¢ Evangelium S[a]n Joa[n]ne[n] cap[itulo] 16.

Inillo tempore d y d Luis Amen Ame[n] dico uobis, siquid pet ets[etera].

{7} Y cuando en el mundo vivía nuestro señor Jesucristo, dijo a sus sabios los apóstoles: en verdad les digo que si en algo[6]

 

[F. 5:][7]                                                                                             {F. 8:}

{8} le dirán, por lo que se curó. Y aunque mucho privaron a nuestro señor, mucho más le dijeron, y los otros que se maravillaron enormemente, decían: tanto bien hizo que lo entendieron los sordos, e hizo hablar a los mudos.

 

{9} ¢ Dominica. 12. post penth[ecostes].2.

Qd cori. c. 3.

Fratres fiduciam talem babem 9. Etc[etera].

{10} Hermanos míos!, sólo en él nos fortalecemos, en él nos enseñamos en dios, para que por causa de nuestro salvador Jesucristo, los que somos malos recordemos nosotros mismos que sólo es nuestro creador, que sólo es nuestro principio. Dado que fue a hablar agradablemente con ellos /.../ nuestro señor. Y él quiso ser igual que nosotros[8] para que enseñemos el Evangelio, no sólo escrito sino también como se puede escuchar. Que la palabra, si cae en el olvido, no tiene vida. Y su verdad corregía a la gente, la hacía vivir.

{11} Moisés fue muy honrado y glorificado porque hace mucho tiempo se otorgó el mandamiento divino, que estaba escrito en tablillas, ya que se morían aquellos que no lo cumplían. Y su rostro mucho maravilló y alumbró, y los israelitas no podían mirarlo de frente porque salía luz de su rostro, que rápidamente se apagó.

{12} Y si Moisés fue muy

 

[F. 8v:]

 honrado porque hace mucho tiempo se dio el sagrado mandamiento, ¿acaso en otro lugar no se maravillarían por escuchar y enseñar el evangelio de nuestro señor Jesucristo? Si Moisés fue glorificado porque enseñó que hace ya mucho tiempo que se otorgó el mandato divino, dado que se morían aquellos que no lo guardaban, ¿acaso no en otro lugar, por lo tanto, se honrarán al enseñar el Sancto Evangelio para la salvación?[9]

 

{13} ¢ Evangelium secumdum Lucaz. Capitolu. 10.

Inillo tempore. Duciti. Iesus. Discipalisluis beati oculi quiuident. que. ets[etera].

{14} Y cuando en este mundo vivía nuestro señor Jesucristo, dijo a sus discípulos: ¿Es posible que ellos vean? ustedes ahora ven, sólo en verdad os digo: muchos profetas y señores anhelaban ver, y ahora ustedes ya ven pero no veían, y ellos mucho querían escuchar y ustedes ya escuchan, pero aquellos no escucharon.[10]

{15} Y cuando así había dicho nuestro señor,  enseguida un hombre vino a interceptarlo, un sabio que sólo quería analizarlo, de este modo quería interrogar a nuestro señor, le dijo: ¡oh, maestro! ¿qué haré, qué haré para merecer vida eterna?

{16} Y nuestro señor se dignó responderle, le dijo: ¿Qué es lo que está escrito en el mandamiento, cómo lo ves?

{17} Y él dijo enseguida: se dice que amarás a tu dios y a tu reino con todo tu corazón, con toda tu ánima, con toda tu fuerza, con todo tu entendimiento, y se dice que amarás

 

[F. 2:]

a tu prójimo del mismo modo como te amas.

{18} Y nuestro señor enseguida le dijo: dijiste bien, háganlo,[11] para que puedas salvarte, que así vivas siempre.

{19} Y él, sólo quería continuar, le dijo a nuestro señor: ¿Quién es tu prójimo?

{20} Luego, en lo alto -observó nuestro señor al decir-: de allá venía un hombre hacia Hierusalem, de allá descendió a Hierico (Jericó), fue a caer en manos de ladrones, lo desvistieron, le hicieron mucho daño, estando como muerto lo dejaron rápidamente.

Entonces salió un teopixqui sacerdote, no fue a verlo: sólo salió.

Y otro teopixqui Diacono que ya no dice misa, también salió y vió, sólo pasó rápidamente.

Y viene un hombre que es idólatra de la casa de Samaria [ciudad], de ahí también salió, y llegó a su lado, al verlo mucho sufrió su corazón, se compadeció, y luego con aceite de chía y vino lo curó, con una manta que ató, torció y sacudió; luego recostó a su caballo, allá lo llevó al albergue, allá se ocupó de él. Y al día siguiente después de que les dio dos tomines, el hospedero le dijo: cuídalo, aquí hay dos tomines que se necesitarán. Y si falta más, que todavía me prestes, vendré, que por el padre [por dios] te lo pagaré.

{21} Y nuestro señor procedió a decirle al sabio: ahora te pregunto, de estos tres desdichados que salieron, ¿quién es su prójimo?

{22} Y dijo: el que se compadeció.

{23} Y él, nuestro señor Jesucristo le dijo: ahora vé, y haz lo mismo.[12]

 

{24} ¢ Dominica 13 postpenth. a[nnio] d[omini].

 

[F. 2v:]

Galat. capitolu. 3.

Fres abrahe dicte funt pmimissiones et semin ieius, ets[etera].

{25} ¡Oh, hermanos míos!, dios nuestro señor ordenó y decidió que Abraham por ahora se cuente. Y no sólo se cuente Abraham sino que también salga con su linaje. No se dice que sus consanguíneos saldrán como muchos, se considerarán sólo como uno: se dice que saldrá tu linaje; él nuestro señor Jesucristo os dice que lo que propuso dios nuestro señor fue bien establecido.

{26} Y su mandato, después de cuatrocientos treinta años que tan dignamente dio nuestro señor, no se perdió su palabra, que lo que nuestro señor dio es lo que ordenó a Abraham, por ello se tiene presente que es el encargado de dar el mandamiento, ya no sangran su petición y su palabra. Y por ello alguien pudo compadecerse de lo que expresó, no a causa de su mandato. ¿Y por qué causa estableció su ley? Para que los pecadores ya no pequen todo el tiempo, conforme nazca la raza de Abraham, como lo propuso nuestro señor en su mandato que los ángeles vinieron a dar a la gente, que así lo desea de sus bocas, el que tranquiliza, nuestro señor Jesucristo. Y es un pacificador. Que por causa de los pecadores los calma su padre querido.

{27} Y nuestro señor dios es sólo uno. Y su precepto ¿acaso daña, acaso Dios olvida su promesa? Pues no, sólo su mandato en verdad salvaría de los pecados destructores. Y es su mandamiento, otorgado sólo a los judíos para que no pecaran, no por causa de la orden sino por

 

[F. 3:]

su creencia en nuestro señor Jesucristo, les será dado a los creyentes la promesa y petición de Dios.[13]

 

{28} ¢ Evangelium secundum Locaz capitolu 17.

Inillo tempore. Dumiret. Jesus in Hierusale{m} Eran sibat Per ets[etera].

{29} Cuando en este mundo vivía nuestro señor Jesucristo, en una ocasión que llegó enmedio de Jerusalem salieron hombres de Samaria y Galilea, y cuando había llegado a otro pueblo, allá vinieron a su encuentro diez enfermos, sólo se extendieron y vinieron para acompañar a nuestro señor, le dijeron: tú eres Jesucristo, el gran maestro, ¡ten misericordia de nosotros!.

{30} Y cuando nuestro señor los vio, les dijo: vengan, ante ellos salgan y vayan a ver a los teopixque sacerdotes. Y cuando fueron enseguida se curaron, y cuando un hombre se vio sanado enseguida regresó, gritó mucho, alabó a nuestro señor, le agradeció tendiéndose a sus pies en el suelo, mucho le reconoció el favor, Y éste es idólatra de Samaria [samaritano], y nuestro señor le dijo: ¿Acaso no fueron diez los que se curaron, cuáles son los otros nueve? ¿Sólo un hombre de lejos vino a agradecer? vino a reconocer el favor. Luego le dijo: anda, que con tu fe te curaste.[14]

 

{31} ¢ Dominica. 14ª . pst penth. ad galathas capitolu. 5.

 Fratres spiritu ambulate et desideria carnis non perficietis. ets[etera].

 

[F. 3v:]

{32} ¡Oh, hermanos míos, vivan en dios, vivan así! De esta manera os hace vivir el Espíritu Santo del cual os burlaréis cuando vuestro cuerpo tenga malos deseos, que nuestro cuerpo hace la guerra y contradice a nuestra ánima: que sólo así nuestra alma pelea y contradice a nuestro cuerpo, por ello lo que quiere nuestro cuerpo no lo desea nuestra ánima: y lo que quiere nuestra ánima no lo anhela nuestro cuerpo. Que ambas cosas jamás se aprueban con agrado, siempre provocan conflicto. Por ello no es pertinente que hagáis lo que quiera vuestro cuerpo. Y si así viviéreis, así os hará vivir el Espíritu Santo, no os hará sufrir, no os preocupará este mandato.

{33} Y los actos de nuestro cuerpo, que bien pueden parecerse a la vida de libertinaje y mucho ruido, no son dignos de elogio, son pecado, y un gran pecado escandaloso es al que llegan algunos de los parientes en el concubinato, y como todos los pecados, la idolatría y brujería provocan la vida lujuriosa y de enfermedad, de disputa, de riña, y la sospecha, el enojo, la ira, el desagrado, la destrucción, la contradicción de la palabra sagrada que se llama herejía, envidia, el asesinato, la embriaguez, la gula, el hartazgo y otros que así mencioné antes. Que aquellos que lo llevan a cabo, no podrán merecer el reino de los cielos.

{34} Y los actos buenos que hace vivir el Santo Señor, esto es: el amor, el júbilo divino, la tranquilidad, el aliento limpio, la paciencia, la bondad, la piedad, la paz, la fe, la prudencia, la moderación, la limpieza[15]

 

[F. 9:]
{35} Inillo tempore, Licendens Jesus innauiculaz tra[n]sfertauit. Ets[etera].

{36} Y cuando en este mundo vivía nuestro señor Jesucristo, en una ocasión atravesó en una barca, fue allá a su querido pueblo.

{37}  Y desde allá salió un hombre, vinieron al encuentro de un enfermo acostado sobre una cama. Y nuestro señor lo aceptó en la fe que lo traía, le dijo al enfermito: hijo mío, hazte fuerte y conoce a dios, que perdono tus pecados.

{38} Y lo escucharon los sabios, luego entre ellos se dijeron: éste que murmura de Dios se considera dios.

{39} Y nuestro señor lo aceptó para que así lo reflexionaran, luego les dijo: ¿Por qué dentro de ustedes viven en la maldad? ¿Por qué recuerdan lo malo? ¿Qué es más fácil hacer?  ¿Acaso es, decirle al enfermo: perdono tus pecados? ¿O decirle: levántate y anda? Y ahora para que sepan que el hijo de una virgen puede perdonar el pecado en este mundo, frente a ustedes curaré al enfermo. Enseguida le dijo: levántate, anda, toma tu cama, véte a tu casa. Después se levantó y se fue a su casa.

{40} Y cuando escucharon todos los que ahí se encontraban, se sorprendieron, se maravillaron y alabaron a Dios nuestro señor, por causa de su amado hijo Jesucristo, porque milagrosamente es misericordioso con los hombres terrenales.[16]

 

{41} ¢ Dominica. 19. post penthecostem ad ephes. capitoluz 4.

Fratres renovamini spiritu mentis, vestre et in duite nouumho. ets[etera].

{Al final de la foja:} X

 

[F. 9v:]
{42} Hermanos míos: santifiquen y renueven sus vidas para que sean limpios de alma, vivan en rectitud y en la verdad como lo desea Dios nuestro señor. Por eso, dejen los engaños y sólo digan con toda verdad: que nadie engañe a su semejante, sólo te dedicarás a que entre todos desprecien y eviten el pecado, no se enojen con nadie, no lleven su cólera hasta la noche, no sean sumisos, no escuchen al diablo, a aquel que anduvo robando para que no robe de nuevo, si hace algo y si es algo bueno para proveerse, que sea lo que lo haga compadecerse del huérfano y necesitado.[17]

 

{43} ¢ Eva[n]gelium secumdum Matheo. capitoluz.22.

Inillo tempore loque batur. Jesus principibus sacerdotum etph. ets[etera].

{44} Y cuando en este mundo vivía nuestro señor Jesucristo, platicó con los viejos sacerdotes y a los fariseos les puso ejemplos, les dijo: la reunión de todos los cristianos de la Santa Iglesia se parecía a un hombre que dice que casó a su hijo. Y envía a sus mensajeros, fue por ellos, sus invitados, sólo que no quisieron venir, y ya envía a otros como mensajeros, otra vez fue a llamarlos y les dijo: vayan a decir que yo los reuní. Que se esperó[18]

 

[F. 4v:][19]

{Primera columna:}

{45} si tú eres cristiano, sálvate y enseguida también sálvanos.

{46} Y después va a donde se encontraba detenido de pie, luego le respondió a regaños: tampoco llegamos a Dios, nosotros que somos sentenciadores, que pagamos nuestro encierro, nuestra obra, y él nada malo se dignó hacer. Y desde acá regañó a su hermano.[20]

{47} Luego ya se dirige a nuestro señor para decirle: Domine memento. mei cun veneris in regnum tutum. ¡Oh, mi señor! recuérdame cuando hayas llegado al lugar de tu venerado reino.

{48} Y desde allá le dijo de esta manera: Amén dicotibi hodie mecuneris yn paradiso. Sólo en verdad te digo que hoy caerás junto conmigo [en el paraíso]. Se alegró.[21]

{49} Y cuando ahí debajo de la cruz permanecía erguida nuestra madre Santa María, y también las tías de él y su discípulo San Juan, que mucho lo amaba, luego se dirigió a su madre para decirle

{Segunda columna:}

Mulier eccefilius tuus. ¡Oh, venerada mujer! he aquí tu hijo. Y por otro lado le dice a San Juan: Ecce matertua. He aquí tu madre.

{50} Allá está San Juan, aceptó como madre a Santa María, y nuestro señor por ello se dignó dejarla junto a San Juan, a su madre no le dijo ¡Oh, madre mía!, ya que si le dijera ¡Que soy tu madre!, en verdad por ello mucho se compadecería al desfallecer.

{51} Y al medio día, a la sexta hora, cuando empezó la noche se hizo oscuro en toda la tierra, después cuando se levantó el sol a la novena hora, amaneció, luego ya allá gritó Jesús, como hombre dijo: heli heli lamazaba thani. ¡Oh, mi dios, mi dios! ¿por qué me has abandonado? , y desde allá habló, dijo enseguida: Sicio. Tengo sed.

{52} Y cuando lo escucharon, allá se habían extendido rodeándolo, uno corrió, le dio de chupar[22]

 

[F. 4:]

{Primera columna}:

agua agria, hiel, mezclados.

{53} ¡Oh, señor nuestro, oh querido padre, oh amadísimo bienhechor nuestro! ¡Oh, Jesucristo! Dínos un poco de lo que te sucedió.

{54} Dederunt in escam meam fel et in fiti mea potaueru[n]t me aceto. ¡Oh, hijos míos, me hicieron beber la hiel y vinagre! Considerabam ad dextera et no[n] est qui in cognos ceret me et factus sum opprobrium illis et viderunt me et inoderunt capitasua. También vine a doctrinar, sólo que ya ninguno me conoce, únicamente se mofaron por lo que hice, cuando me vieron tan sólo se burlaron, movieron la cabeza.

{55} ¡Oh, hijos míos! compadéceos de la palabra de nuestro señor a quien tuvieron sediento por la salvación de las almas, que en verdad lo mataron de sed, que por ello derramó su preciosísima sangre, que por ello se secó, tornó a secarse dentro de él, por ello sediento expresó: Sicio. Tengo sed. Y

{Segunda columna:}

perdieron la razón los judios, los bribones no le dieron la sagrada agua, sólo se apresuraron a darle vinagre, agua en verdad amarga, que se dice hiel, o hiel de oveja, o de venado, o de buey.

{56} Y cuando le dieron a chupar la hiel, les dijo: Consummatum est. Terminó. Quiere decirles que se esperó y se hizo todo: como hombre, que con honra vine a hacerme en este mundo, finalmente se remedió mi sufrimiento. Y otra vez gritó fuertemente, le dijo a su amado padre: Pater in manus tuas conmento Spiritum meum. ¡Oh, padre mío en tus manos pongo mi alma! Dijo y enseguida murió, colgó la cabeza. Se dignó morir.

{57} Y la envoltura del templo de Jerusalem luego se desgarró por la mitad, en lo alto brilló, conforme llegó se levantó, después tembló la tierra y las piedras se rompieron.[23]

 

[F. 10:][24]

{58} dejó al pueblo, y se alejó. Y he aquí un hombre de Etiopía en la casa del rico tlahatecuitl[25], sirviente de Cadaziya señora de los etíopes, todos los que tenían prosperidad allá van a Jerusalem a rezar.

{59} Y ya regresan en la carreta, iba leyendo al profeta Isaías. Y el espíritu le dijo a San Felipe: si te separáras de la carreta. Y corrió San Felipe, fue a escuchar lo que lee del profeta Isaías, y le dijo: ¿acaso conoces y escuchas lo que lees? Él dijo: ¿y cómo será posible si nadie me lo hará entender? Y le pidieron a San Felipe que se subiera y a su lado se sentara.

{60} Y leía la palabra de Dios:  como oveja fue llevado para ser muerto, como borreguito se quedó frente al que lo trasquila, sólo que nada les dijo a causa de su conocimiento de que fue azotado y sentenciado ¿Quién podrá contar su linaje, quien podrá mencionarlo? Por ello este mundo perderá su vida [de Jesús sacrificado].

{61} Y el tlahatecuitl respondió a San Felipe, le dijo:

 

[F. 10v:]

te pregunto ¿acerca de quiénes habla el profeta Jesaias, ¿acaso sólo de él mismo, o de algún hombre?

{62} Y San Felipe habló para promover la palabra de Dios, para que conocieran a nuestro señor Jesucristo.

{63} Y cuando en el camino ya van, en otro lugar salió agua, y el tlahatecuitl dijo: he aquí el agua, ¿quién me impide que me bautice?

{64} Y San Felipe dijo: si con todo tu corazón crees, podrás hacerlo.

{65} Y él le respondió, dijo: creo que nuestro señor Jesucristo es el hijo de Dios. Y pidió que se detuviera la carreta. Y ambos, junto con San Felipe, descendieron con el tlahatecuitl a donde se encontraba el agua, y lo bautizó. Y cuando vinieron a salir del agua, el espíritu de nuestro señor rápidamente se llevó a San Felipe. Y el tlahatecuitl ya no lo vio más.

{66} Y ya sigue su camino, felizmente.

{67} Y San Felipe apareció en Azoto [ciudad]. Y ya por todas partes anda saliendo, enseñaba en el reverenciado nombre de nuestro señor Jesucristo, por todos lados en los pueblos, en todo el tiempo. Llegó a Cesarea [ciudad].[26]

 

{68} ¢ Evangelium secu[n]duz Jua[n]ne[n] cap[itulo] XX.

{Un sello de la biblioteca}

 

[F. 11:][27]

{69} He aquí la vida de los que se casaron por la iglesia.

{70} Al primer capítulo en que se dice lo benevolente y muy amoroso y correcto que es el matrimonio cristiano[28], y como Sacramento.

{Un sello de la Biblioteca}

 

{71} - Hay muchas cosas acerca de como es muy bueno el matrimonio cristiano. Lo primero que surge, es que dios nuestro señor pudo poner y hacer comenzar mucho amor en el matrimonio allá en el paraíso terrenal, cuando casó a nuestros antecesores Adán y Eva.

{72} En lo segundo, se halla que es muy bueno el matrimonio cristiano, esto es: que muy temprano hizo dios nuestro señor el paraíso terrenal, allá en la buena tierra.[29]

{73} En lo tercero, en que se encuentra que es muy bueno el matrimonio cristiano, esto es, tan pronto como se hizo, en el principio del mundo.

{74} En lo cuarto, en que aparece que es muy bueno el matrimonio cristiano, esto es: que cuando se hizo no había pecado.

{75} En lo quinto, en que surge que es muy bueno el sagrado matrimonio, esto es: que cuando se inundaron los hombres mundanos[30] sólo se salvaron los casados Noé y su esposa, y sus tres hijos y sus mujeres.

{76} En lo sexto, en que aparece que es muy bueno el sagrado matrimonio: que ella, la madre de Dios, Santa María se dignó desposar: se casó con San José.

{77} En lo séptimo, en que se encuentra que es muy bueno el matrimonio cristiano, esto es: que cuando en el mundo vivía nuestro señor Jesucristo, fue al lugar del casamiento, honró al agua y al vino.

{78} En lo octavo, en que parece que es muy bueno el sagrado matrimonio, esto es: que el que se casa, en él

 

[F. 11v:]

se hace la Bendición a mitad de la misa ante el sanctísimo sacramento.

{79} En lo noveno, en que aparece que es muy bueno el matrimonio cristiano; en él, los hijos de los que se casaron en dios se hacen hijos consagrados, y cuando se casaron, también los hijos de la Santa Iglesia se contaron en el cielo.

{80} En lo décimo, en que aparece que es muy bueno el matrimonio cristiano, como sacramento corresponde al 7º sacramento.

{81} A lo onceavo, en que se encuentra que es muy bueno el matrimonio cristiano, esto es: que a causa del sacramento, cuando juntan sus cuerpos, los casados en dios no pecan.

{82} En lo doceavo, en que aparece que es muy bueno el matrimonio cristiano, esto es: al formarse amistad y parentesco se engrandece el amor.

{83} En lo treceavo, en que aparece que es muy bueno el sagrado matrimonio, esto es: que los casados por la iglesia están y viven como unidad, que bien podrán ser albergados y estimulados sus hijos.

{84} Y aunque el sagrado matrimonio es muy bueno, muchas cosas miserables suceden en él, porque la castidad de la condición de la doncella y la castidad del jovenzuelo, son ante todo buenas y de mucha ventaja; que el sagrado matrimonio es así como la mujer que se parece el estaño al poderse abstener cuando ha muerto su marido, y el hombre que se puede abstener cuando ha fallecido su esposa, es como la plata con la cual se compara. Y la virginidad es enteramente castidad: así como el oro se parece a {la agüita}[31].

 

[F. 12:]

{85} su pareja, así ama a su cuerpo. Es necesario que el hombre ame el cuerpo de su mujer y su alma: sobre todo amará el ánima de su mujer no de la manera como adora su cuerpo. Así como ama el hombre su cuerpo, así amará también el cuerpo de su pareja, de la mujer con la que está en dios. Y el hombre cuyo deber sagrado es amar su alma, también tiene como deber amar el alma de su pareja.

{86} Como segundo deber del marido, se tiene: que se requiere que enseñe a su mujer la rectitud, la palabra de dios, y que le aconseje a llevar una buena vida, y que abandone lo que no es bueno, lo que no es recto. Que San Pablo afirmó: Simulieres aliquid volunt discere, domi viros suo interrogent, quiere decir: aquellas mujeres que desean conocer algo, en casa le preguntarán a sus maridos. Y si la mujer no puede preguntar a su esposo es deseable que para ello el hombre la interrogue para decirle: noble hija mía, ¡mi hermano pequeño![32] ¿acaso sabes el credo, el Padre Nuestro, el Ave María, Salve Regina. Acaso sabes el artículo de fe, los mandatos de dios? Y si le enseña poco a poco,  poniendo amor al prójimo, también dirá: Mi hermano pequeño ¿cómo te honras oír la palabra sagrada y el mandato de dios, acaso en verdad lo escuchas? ¿Es deseo de tu corazón preguntarme para que yo te diga? Si lo sé, y si no, preguntaré al sacerdote para después recompensarte.

{87} Como tercer asunto, se necesita que el marido corrija a su mujer para que abandone lo malo, dialogará con ella para que no haga tal, para que no ofenda a dios con facilidad. Y si no se quiere enmendar, dejará el diálogo y la castigará[33], y si con ello no se quiere corregir, la escarmentará, pero lo hará sólo con moderación.

{88} En lo cuarto, el marido honrará a su compañera, su mujer, le hablará con gusto, no la despreciará, no la avergonzará frente a otros, y si quiere conservar algún pecado, no lo hará frente a los demás, no dejará [que lo haga] frente a alguien[34], ni la avergonzará, sino por separado.

{89} Como quinta idea, es deseable que el hombre dirija a

 

[F. 12v:]

su mujer y le enseñe lo que hará, y lo que no es deseable que haga, para que lo deje.

{90} En lo sexto, el marido indagará sobre lo que necesita su mujer: que el deber del marido es cuidar el trabajo para obtener lo que requiera su mujer y sus hijos y su trabajo, y proporcionar una casa para sus hijos.

{91} Como séptimo asunto, el hombre jamás evitará a su mujer: es deseable que convivan, que duerman juntos, coman juntos, que compartan sus pertenencias. Y si el hombre fuera a alguna parte lo dirá a su mujer, y dará su palabra respecto de en cuántos días estará de regreso y a dónde quiere llegar, y únicamente se requiere que no se retrase mucho. Si al tercer mes por allá viviera, mucho se retrasará: no desea nuestra madre Santa Iglesia que el marido abandone por mucho tiempo a su esposa, aunque sea a causa de la búsqueda del sustento.

{92} En lo octavo, se necesita que el hombre obedezca a su mujer en las relaciones sexuales, porque es su deber que obedezca: por mandato no busque ninguna otra mujer. Aquel que sólo se ocupa de su mujer todo el tiempo que vive, hace mucho bien a dios, en gran rectitud, gran merecimiento.

 

{93} Al 6º capítulo[35] se dice, cuantas cosas van ocurriendo a las mujeres por sus obligaciones a causa de su matrimonio.

{94} Es deseable que las mujeres cumplan con ocho deberes en su matrimonio cristiano, dado que se realizó un voto sagrado cuando se casaron.

{95} En primer lugar es necesario que la mujer que se casó por la iglesia ame a su marido, como su deber y compromiso. Y para que lo ame, se requiere primero que ame el alma del mismo: sólo después amará su cuerpo.

 

[F. 13:]

Y para que pueda amar el alma de su esposo, se necesita que mucho le ruegue a Dios nuestro señor para que le dé gracia [inspiración], para que pueda vivir bien y guardar bien el mandato de Dios, y si algún pecado le conoce a su marido, dialogue para que lo haga abandonarlo y lo deje. Y para que pueda amar su cuerpo le preparará bebida y comida, sobre todo cuando esté enfermo, mucho se ocupará de ello, del alimento y medicinas, y le hará su camisa, sus zarahueles, y cuando se enferme lo cuidará para que rápidamente su corazón sane y fortalezca.

{96} En segundo lugar, se requiere que la mujer se cuide mucho y estime su honor, ya que su deber es que sólo se ocupe de su esposo, y que jamás ningún hombre la desee. Y si algún tlatoani o noble o español, o teopixqui mucho la sedujera y cometiera pecado, luego no obedezca (aunque por ello matara, o bien muriera en sus manos).

{97} En tercer lugar, se necesita que respete y considere a su esposo, no como a su enemigo, sino como su señor espiritual [guía]; es muy necesario que no lo haga enojar, que no lo mire con disgusto, no le responda con ira cuando parta, que sólo mire hacia arriba.

{98} En cuarto lugar se requiere que la mujer obedezca a su esposo: hará lo bueno que le pida. Y si le pide algo malo no es deseable que lo cumpla.

{99} En quinto lugar se necesita que ella, la mujer, sea obediente con su marido acerca de las relaciones sexuales (cuando es sano y no enfermo).

{100} En sexto lugar, se necesita que ella honre mucho a su esposo cuando la llame o cuando platiquen: le dirá palabras rectas, palabras de amor al responder, no saldrán palabras vergonzosas de su boca.

{101} En séptimo lugar, se requiere que la mujer jamás evite a su marido: vivirán unidos, dormirán juntos, comerán juntos, compartirán los bienes, su corazón será uno solo.

 

[F. 13v:]

Y si la mujer desea ver a su madre y a su padre, o quiere saber de sus parientes, llamará a su marido, o lo llevará a donde quisieren ir, luego no irá triste a donde vaya.

{102} En octavo lugar, es necesario que la mujer realice su trabajo para que aliente a su marido; que el trabajo de la mujer será preparar el sustento, y tejer, hilar, barrer, luego no es deseable que sea perezosa, y se requiere que instruya y cuide a sus hijos; y que guarde todo lo que para su casa gane su marido, no es deseable que gaste sin precaución, se necesita que su esposo sepa lo que le dará, para que de esta manera les proporcione.

{103} Y cuando la mujer se enferme o se embarace, se requiere que su marido hable para que ayude a la mujercita, para que al trabajar no sufra; y cuando ha parido la mujer, es necesario que sea bien tratada y al trabajar no recaiga. Y ellos, los hombres, traten noblemente y cuiden a sus mujeres cuando se embaracen, o cuando den a luz.

 

{104} En el 7º capítulo se expresa el deber de los casados por la iglesia, para que a sus hijos puedan fortalecer e instruir.

 

{105} Es el matrimonio por cuya causa se realiza la procreación. Por ello, es deseable que el hombre y la mujer que contrajeron matrimonio por la iglesia se ocupen de sus hijos: principalmente la mujer, se requiere que cuide su honor al tener relaciones sexuales para que no quede encinta, no reciba la semilla del hombre.[36]

{106} Y cuando se embarace se requiere que no realice cosas dolorosas o que la hagan sufrir, que se cuide bien todo el tiempo que dure preñada, que no se agite, pues si lo hace podría expulsar al niño a causa de ello.

 

[F. 14:][37]

{107} para que libremente pueda hazer ymprimir el d[ic]ho Manual del christiano, a qualquiera ympresor a quien el señalara y fuere su voluntad lo haga por t[iem]po de diez años primeros siguientes ymprimiendolo todo en un cuerpo, conforme al original que a recibido, o por partes y tratados como el d[ic]ho autor quisiere, y dentro de d[ic]ho t[iem]po otro ninguno ympresor ni persona particular lo ymprima, ni haga ymprimir sin permission del d[ic]ho fray Bernardino de Sahagun, so pena de quinientos pesos de oro, para la camara y fisco de su magestad y de perder los moldes y aparejos de la enprenta y perdidos los libros que se hallaren aver ymprimido sin dala dicha licencia, y cumpliendo esto mando que en ello por ningunas justicias y otras personas no se le po[n]ga embargo ni ympedimiento alguno: fecho en Mex[i]co a deziseys de Hebrero de mill y quinientos y setenta y ocho años.

Don Martin Enriquez.

Don Martin Enriquez [rúbrica].

{Un sello de la biblioteca}.

 

[F. 14v:][38]

lo sagrado se

 



[1] El documento microfilmado enumera hasta la foja 14v con información, pero faltan las  fojas 5r, 5v, 6r, 6v, 7r, 7v. La foja que se encuentra en imagen con el número 5r la he considerado en realidad como la 8r. Llama la atención la carátula en donde denominan “códices” a escritos sin imagen, a diferencia de hoy.

[2] Las fojas se hallaron en desorden, por lo que fueron ordenadas con la siguiente secuencia: Pasajes evangélicos: 1r, 1v, 5r (u 8r), 8v, 2r a 3v, 9r, 9v, 4v, 4r, 10r, 10v. Manual de Cristiano o “vida de los que se casaron por la iglesia”: fs. 11r a 14v.

[3] Este pasaje corresponde al capítulo 16 “El espíritu vendrá”, del Evangelio según San Juan.

[4] Este pasaje corresponde al capítulo 16 “Dentro de poco ya no me verán”, del Evangelio según San Juan.

[5] Teiccauhtli: hermano menor, joven hermano.

[6] La información se corta aquíí. La narración de la foja 2, por lógica de contenido va después de la 8v.

[7] La foja señalada en microfilm con el número 5r, es en realidad la número 8r, ya que además el contenido de la 8v si corresponde como continuación de esta foja.

[8] Oquimonequilti yn teuantin tomaceual yez, es una frase que puede traducirse de diversas maneras: quiso ser nuestro macehual, quiso ser como nosotros, será nuestro guía común, nuestro servidor.

[9] Este pasaje corresponde al cap. 3 “La dignidad eminente de los ministros de Cristo”, de la 2ª carta de San Pablo a los corintios.

[10] Esta parte corresponde al cap. 10 “Jesús da gracias al padre”, del evangelio según San Lucas.

[11] Debía decir “hazlo” (xicchiua), pues se está dirigiendo sólo a una persona.

[12] Este pasaje corresponde al cap. 10 “El buen samaritano” del evangelio según San Lucas.

[13] Se contiene en el cap. 3 “Comparación de Sara y Agar”, de Carta a los Gálatas.

[14] Este pasaje corresponde al cap. 17 “Los diez leprosos”, del evangelio según San Lucas.

[15] Se interrumpe la narración. Este pasaje corresponde al cap. 5 “La verdadera libertad”, de Carta a los Gálatas

[16] Este pasaje se sitúa en el cap. 2 “Jesús sana a un paralítico de su pecado y de su enfermedad”, del evangelio según San Marcos.

[17] Este pasaje corresponde al cap. 4 “Revistan al hombre nuevo”, de Carta a los Efesios.

[18] Se interrumpe la narración. Este pasaje corresponde al cap. 22 “Un rey celebraba las bodas de su hijo”, del evangelio según San Mateo. Aquí terminan las fojas en las que se encuentran anotaciones en otra lengua indígena, entre renglones.

[19] La información de las fojas 4r y 4v corresponde a otro escribano, en letra cortesana a dos columnas.

[20] Esta parte corresponde al pasaje bíblico en donde uno de los dos malhechores que fueron crucificados junto con Jesucristo, le cuestiona su calidad de salvador. A su vez el otro ladrón recrimina al primero; en este contexto fueron descritos en lengua nahuatl como “hermanos”.

[21] Este pasaje se contiene en el cap. 23 “Camino de la cruz”, del evangelio según San Lucas.

[22] La idea es que empaparon algo para darle de beber.

[23] Este pasaje corresponde al cap. 19 “Últimas palabras de Jesús”,  del evangelio según San Juan.

[24] La letra de las fojas 10r y 10v es muy parecida a la contenida en las fojas 4r y 4v.

[25] Tlahatecuitl, es definido en los diccionarios de nahuatl como “castrado”. Sin embargo, a sugerencia del Dr. Eustaquio Celestino, debe leerse como tlahatequitl (de tla: algo, atequia: mojar, regar, echar agua), para que tome el significado de “regado, mojado, bautizado”, que en este caso pudiera ajustarse por encontrarse en el contexto del bautizo; más adelante, en la foja 10v se manifiesta el acto como ninoq[u]ahatequiz (me bautizaré, literalmente: me echaré agua en la cabeza) y quiquahatequi (lo bautizó). En este caso la diferencia de escritura es que en este texto, en los sustantivos se  encuentra como cui y en los verbos como qui. Sin embargo, he dejado como tal la palabra tlahatecuitl, pues si lo tradujera como bautizado, no queda bien ya que hay un momento de la narración en que apenas lo van a bautizar. Otra posibilidad es que se trate de un “señor del agua” (de tla:algo, a:agua, tecuitl por tecutli:señor), que de todas maneras se acerca al contexto de la narración.

[26] Este pasaje corresponde al cap. 9 “Felipe y el etíope”, de Hechos de los apóstoles.

[27] La narración no es continuación de la foja anterior, y se trata de otro tipo de letra, en este caso itálica, hasta el final del documento. Aquí comienza lo que se ha considerado propiamente como el Manual del Cristiano.

[28] In teoyotica nenamictiliztli, puede tener varias acepciones: el sagrado matrimonio, el matrimonio cristiano, el matrimonio por la iglesia, etc. Por el contexto de la evangelización católica, lo he registrado como el matrimonio cristiano.

[29] Cabe hacer notar que en una misma frase están presentes las dos formas de referirse al paraíso terrenal, tanto en nahuatl como en español: iectlalpantzinco se definió en los diccionarios como la “buena tierra o paraíso terrenal”.

[30] Se refiere al diluvio bíblico.

[31] En el original se ven las letras altztli, posible contracción de altzintli (agüita). Desafortunadamente por las fojas que faltan en el expediente es muy probable que la que debiera continuar no sea la marcada con el número 12, ya que su comienzo no concuerda con la narración anterior.

[32] Niccauhtzine (¡mi hermano menor!, o ¡mi pequeño hermano!), no parece quedar en el contexto de la frase ya que generalmente se utiliza respecto al hombre, no para referirse a la mujer. Sin embargo se repite la palabra dos veces en el mismo párrafo.

[33] Atl cecec tzitzicaztli quitoctiz, conforma una metáfora que literalmente expresaría “agua fría y tzitzicaztli le seguirá”. Tzitzicaztli es el nombre de un tipo de planta (ortiga), con la cual al parecer se acostumbraba dar azotes para castigar. Tzitzica a su vez significa: hacer entrar, introducir, hundir con fuerza una cosa en un agujero. Tzitzicaticac: ser presionado, obligado. Rémi Siméon documenta el castigo en la siguiente expresión, que es casi la misma del documento 402: atl cecec, tzitzicaztli itech tlapacholli: castigado, corregido (Diccionario de la lengua nahuatl o mexicana, México. Ed. Siglo XXI, 1984).

[34] En esta frase parece que faltó el prefijo verbal qui en el verbo caoa,  para que apareciera conjugado como quicaoaz: la dejará, quicaoaznequi: quiere quedarse, quiere conservar.

[35] Así es la secuencia en el original. Al haber comparado y cotejado la narración de los textos, esta parte del documento respecto a la vida de los casados y sus deberes, comienza originalmente en la foja 11r en donde se encuentra el “primer capítulo”. De este modo, al llegar a la foja que en la BNF está registrada como 12r la narración corresponde al 5º capítulo cuyo encabezado falta, y después en la 12v se halla el 6º capítulo. Así, hay un faltante de tres y medio capítulos.

[36] Tlacaxinachtli: el semen. Literalmente significa la semilla del hombre.

[37] Esta es la carta en la que se le otorgó permiso a Fray Bernardino de Sahagún, para imprimir este escrito. Falta la primera parte en el expediente.

[38] Sólo contiene una frase incompleta.


 
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