FONDO MEXICANO DE LA

FONDO MEXICANO DE LA

BIBLIOTECA NACIONAL DE FRANCIA

Documento 028.

Contribuciones o tributos de Tlaxinican, Tlaylotlacan, Tecpanpa

 

Joel Ortiz Arroyo

ENAH - AMOXCALLI

 

Introducción

 

Los documentos conocidos con los nombres de Contribuciones o tributos de Tlaxinican, Tlaylotlacan, Tecpanpa, etc. y Tributos de Tlaxinican, Tlaylotlacan, Tecpanpa, etc., catalogados en el Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia, respectivamente con los números 028 y 108, narran la recaudación de los tributos en especie y efectivo pagados por los habitantes de diez barrios probablemente localizados en el Valle de México durante el siglo xvi.

 

Según la descripción del volumen xiv y xv del Handbook (1975:218), Henry Omont (1899:6-7,19), Joaquín Galarza (1981:11-12,48) y Eugène Boban (1891:287-290) el soporte del documento número 028 es de una hoja de papel amate, tiene una longitud de 40 centímetros de largo por 38 centímetros de ancho, mientras que el soporte del documento número 108 es de papel europeo, mide 140 centímetros de largo por 31 centímetros de ancho. La tradición indígena de escribir pintando se ve reflejada en estos documentos, pues los glifos y compuestos glíficos solamente fueron delineados de color negro o sepia en el caso del número 108, ninguno de estos elementos de escritura fueron coloreados.

 

Estos códices tienen relación en cuanto a los barrios mencionados en ambos documentos, en el número 028 se habla de siete barrios que son los siguientes: Tlaxincan, Tlaylotlacan, Tecpanpa, Tenanco, Quecholac, Ayocalco y San Niculas.  En el documento número 108 se encuentran los siete mismos barrios más otros tres que son los siguientes: Atlaca, Pochtecan y Petlachiuh.

 

En el primer documento no se sabe a quién es entregado el tributo generado en dichos barrios, aunque en la parte final del segundo códice aparece una glosa en la que se habla de un caudillo de nombre Joseph Jurgen, a quien sesenta indios le cultivaron sus sementeras, así, es posible que sea este personaje a quien se le entregaron los tributos en especie y efectivo recolectados en los diez barrios antes mencionados. La aparición de los mismos barrios en los dos códices, hace pensar que posiblemente sea a este mismo personaje Joseph Jurgen a quien también se le entregaron los tributos recolectados en las localidades que aparecen en el documento 028.

 

Como ya ha sido comentado, la ubicación posible de estas localidades es el Valle de México, aunque cuenca es un término que explica mejor esta parte geográfica del país.  El contorno que delimita la cuenca se formó de un conjunto de montañas; en el oriente se encuentra la Sierra Nevada, de donde pertenecen los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, esta sierra se enlaza por el sur con la Sierra del Ajusco y junto con las Sierras de La Malinche, Las Cruces y con Monte Alto y Monte Bajo se forma la parte que cierra la cuenca por el occidente; hacia el norte se encuentra la Sierra de Guadalupe, en donde se pueden ver las elevaciones de Cerro Gordo, Cerro del Chiquihuite y el Cerro de Cuauhtepec, a continuación viene una depresión en la Cuesta de Barrientos que continúa con el nombre de Sierra de Tepoztlán; hacia el noroeste se localiza el Cerro Sincoque, la Sierra de Tezontlalpan, el Cerro de Jalpan y la Sierra de Pachuca; la Sierra Nevada ligada al Cerro de Patlachique cierra el contorno montañoso por el lado norte.

 

La cuenca con el paso del tiempo se fue llenando de las aguas que bajaban de las vertientes, dando forma a un lago de altura considerable; Teresa Rojas (1998:16) señala que esta cuenca en realidad estaba formada por cinco lagos que son conocidos por los nombres de sus localidades más importantes.  El de Tetzcoco era el mayor y más bajo, ocupaba el centro y a él llegaban las aguas de los demás lagos; estaba dividido en dos partes, al oriente estaba el de Tetzcoco, que era de agua salada y de superficie despejada  y al occidente se encontraba el de México, que era de agua menos salada por la separación de una albarrada que había entre las dos partes y porque recibía las aguas dulces de los ríos del poniente y de los canales del sur; los lagos meridionales eran conocidos como el de Chalco y Xochimilco, en realidad también era uno separado en dos partes por una albarrada, sus aguas eran dulces porque en él desembocaban los ríos de la Sierra Nevada, la mayor parte del año se encontraba cubierto de una capa de vegetación; hacia el norte de la cuenca se localizan los lagos de Xaltocan y Zumpango, sus aguas eran dulces pues se nutrían de la corriente del río de Cuatitlán y de algunos ríos temporales, además de los manantiales de Ozumbilla.

 

El clima de la cuenca de México era variado, provocado por el cambio de altitud de la misma, a este respecto, Berl Golomb (1966:2) menciona que puede haber tierra templada, tierra fría y hasta tierra caliente. Las montañas que rodean la cuenca estaban principalmente cubiertas de bosques de coníferas, de tupidas hierbas y pasto de praderas, el clima húmedo y las precipitaciones pluviales permitían que estas tierras fueran buenas para la agricultura.

 

La vegetación del lago se componía de plantas flotantes como el chilacastle y por plantas sumergidas y fijas, también se encontraban otras como los tules, junquillos, espadañas, chilillo, entre otras. Los animales que poblaban el lago eran variados, había patos, gansos, garzas, urracas, aves como la gallareta, tortugas de agua dulce, varias especies de peces como el pez blanco y amarillo, juiles, charales, ajolotes, ranas, acociles, culebras de agua, insectos, gusanos, etc.

 

Los antecedentes de los códices número 028 y 108, sitúan a los mismos dentro del “valle” de México, pero no mencionan el lugar exacto de su procedencia, a continuación se señalara la posible localización de algunos de los topónimos que fueron anotados en ambos documentos:

 

La primera de las localidades es Tlaxincan, su topónimo fue representado por medio de una pequeña hacha para cortar madera. E. Boban (1891:288) traduce este topónimo como “taller de carpinteros”, Rémi Siméon (1999:698) da la misma acepción, pero ninguno da la ubicación de esta localidad.  En el documento catalogado con el número 107 y conocido con el nombre Plano topográfico de Texcoco, se hace referencia a una localidad con el nombre de Tlaxincan, posiblemente se trate del mismo lugar que se menciona en estos documentos.

 

El segundo topónimo es el de Tlaylotlacan, fue representado con una concha vista de frente; E. Boban (1891:289) dice que Tlaylotlacan o más bien Tlailotlacan es uno de los barrios de la antigua villa de Texcoco; R. Siméon (1999:589) traduce el topónimo como “los que regresan” y señala que es un barrio de la misma ciudad que recibió el nombre de los tlailotlaque; Peter Gerhard (1986:323) nos dice que dentro de la ciudad de Texcoco existía un pueblo con el nombre de Santa María Tlailotlacan que había alcanzado la categoría de cabecera.

 

El tercer topónimo es Tecpanpa, que fue representado por medio de un recinto visto de perfil, del cual se puede ver la jamba y el dintel. E. Boban (1891: 289) señala que el nombre de Tecpanpa deriva de tecpan “morada real o palacio” y de  la preposición pa que significa “hacia en o de”.  R. Siméon (1999:450) citando a Clavijero, anota que Tecpan es uno de los barrios de Tenochtitlan que comprendía la parte sureste de la ciudad.

 

El cuarto topónimo es el de Tenanco, el cual fue representado con el corte lateral de una muralla. E. Boban (1891: 289) afirma que esta localidad fue representada por dos muros cortados dispuestos en gradas y que Tenanco quiere decir “en el recinto o intramuros”.  R. Siméon (1999:474) menciona que éste es un nombre dado a gran número de localidades situadas en los departamentos de México, Puebla, Oaxaca, Chiapas, entre otros.  Dentro de las Relaciones geográficas del siglo XVI de Tlaxcala, (1985:75-80) se menciona la estancia de Tenanco perteneciente al corregimiento de Ahuatlan y se dice que este territorio se encuentra dentro de la comarca de Tepeaca.

 

El quinto topónimo corresponde a la localidad de Quecholac, está representado por el movimiento semicircular del agua, alrededor del glifo aparecen dos especies de conchas y cuatro círculos con un punto en medio que son representaciones de chalchihuites. E. Boban (1891: 289) señala que Quecholac quiere decir “entre las aguas de quecholli”. R. Siméon (1999: 420) citando a Clavijero menciona que Quecholac es una población situada al oriente del estado de Tepeyacac, en la región de los popoloca. Hildeberto Martínez (1984: 13) anota que el espacio territorial de Tepeaca comprende una pequeña porción de la región central-sur del estado de Puebla y que a esta región corresponde el pueblo de Quechulac.  Por otra parte, en la Relación de Tepeaca (1985: 215-260) se dice que esta provincia tiene tres pueblos cabecera, uno de ellos lleva el nombre de Quecholac, el cual es traducido como “agua donde está un pájaro parado que se nombra quechol”; René Acuña (1985:228) traduce este topónimo como “lugar del agua de quechulli” o “de la pluma preciosa”.

 

El sexto topónimo tiene el nombre de Ayocalco, fue representado a través de una especie de casa de estilo prehispánico con textura de caparazón de tortuga. E. Boban (1891: 289) lo traduce como “la casa de la tortuga”. Esta localidad no ha sido identificada geográficamente.

 

El séptimo topónimo es San Nicolas, fue representado a través del glifo de agua, en la parte de abajo lleva tres círculos con un punto adentro que simbolizan a los chalchihuites y dentro del glifo que es de forma rectangular hay varias líneas en posición vertical y horizontal. E. Boban (1891: 289) menciona que es un suburbio o barrio nuevo que fue fundado después de la llegada de los conquistadores. En la Relación de Tepeaca (1985: 237) se señala a la estancia de San Nicolás como pueblo sujeto de la ciudad de Tepeaca, quizá pueda tratarse de la misma localidad de la que se habla en estos códices

 

El códice número 028 termina con el topónimo de San Nicolás, pero es en el número 108 que sigue la lista de las localidades, como ya se ha comentado, las mismas siete localidades que aparecen dentro del códice 028 son registradas en el documento 108, más otras tres que son las siguientes:

 

La octava localidad es la de Atlaca, el topónimo fue representado por medio de una red para pescar. E. Boban (1891: 289) citando a Molina, dice que son marineros o gente malvada. Esta localidad no ha sido identificada geográficamente.

 

Según E. Boban (1891: 290) el noveno topónimo se trata de Pochtecan o cerca de los Pochtecatl, nos dice que esta palabra significa mercader o negociante; fue representado a través de un abanico ovalado que es el signo distintivo de los comerciantes.  En la Relación de Tolnacuchtla (1986:115-154) se hace mención de un poblado llamado Hueypuchtla que se traduce como “grande feria”; R. Acuña (1986:141) señala que Pochtlan significa “lugar de la ceiba” y citando a Sahagún dice que era el nombre de un monasterio donde se encontraba la estatua de Yacatecuhtli, que es el dios de los mercaderes; en consecuencia señala que Hueypochtlan podría traducirse como “lugar de la ceiba grande” o “lugar del gran monasterio de los ministros de Yacatecuhtli”.  En la misma Relación se dice que este pueblo y su comarca distan ocho leguas de la ciudad de México, entonces posiblemente por encontrase dentro de los límites de la cuenca pueda tratarse de la misma localidad que se representó dentro de este último códice; aunque R. Siméon (1999:389) citando a Betancourt, nos dice que Pochtlan es una localidad situada al sur de Xochimilco.

 

Por último aparece el topónimo de Petlachiuhque o Petlachiuh, que fue anotado por medio de un petate en posición vertical y de forma rectangular, dentro de este hay varias líneas diagonales dándole la textura a este objeto. E. Boban (1891: 290) dice que el nombre de la localidad es Petlachiuh, de petlatl, “estera de juncos”, lo que indica que es un sitio donde se fabrican las esteras. Esta localidad no ha sido identificada geográficamente.

 

La última zona del documento 108 es la suma de todo el tributo generado y pagado por las diez localidades anteriores, en el ángulo superior izquierdo se encuentra escrito en posición vertical y de arriba hacia abajo una frase que dice “la suma de”.  Enseguida se hará la comparación de lo que escribió Boban acerca del documento 108 y lo que fue pintado en la última zona del mismo códice, para posteriormente ser cotejado con una última lectura del códice en conjunto.

 

La primera división de esta zona es donde se pintó el total de las monedas, Boban señala que hay trece de estas monedas, todas portan en la parte superior el glifo pantli que equivale a veinte unidades, de tal manera que es un total de doscientas sesenta monedas, más dieciocho monedas que no portan ningún valor numérico, da un total de doscientas setenta y ocho monedas. El tlacuilo en esta última zona pintó quince monedas que portan el pantli encima, como ya se indicó, equivale a veinte unidades, el total de estas quince monedas es de trescientas unidades, más dieciocho que no tienen ningún glifo de valor numérico, dan un total de trescientas dieciocho monedas; ahora bien, el tlacuilo a lo largo del códice pintó doce monedas que llevan el glifo pantli y setenta y ocho monedas solas, lo cual también da un total de trescientas dieciocho monedas; como esta última zona es la suma de todas las cantidades tributadas, el tlacuilo no pintó las setenta y ocho monedas solas, lo que hizo fue tomar la base de veinte, así, pintó las quince monedas con pantli y dieciocho monedas solas, que finalmente son la misma cantidad total.

 

La siguiente línea es el total de los pescados, en su artículo, Boban menciona que hay una serie de quince pescados que llevan el glifo centzontli, este equivale a cuatrocientas unidades, lo cual da un resultado de seis mil pescados, enseguida aparecen cuatro pescados que llevan el glifo pantli, dando como resultado ochenta unidades, sumando las dos cantidades da un total de seis mil ochenta pescados, que como dice Boban debían ser entregados a los recogedores. En la última zona lo pintado por el tlacuilo concuerda perfectamente, pero en las diez zonas anteriores se encuentran pintados diecisiete pescados que portan el glifo centzontli, más veintidós que llevan el glifo pantli, de tal forma que el total sumado es de siete mil doscientos cuarenta pescados.

 

La siguiente suma se trata de los recipientes llenos de pulque, Boban ha escrito que son un total de veintidós de estos recipientes; en la última zona fue pintada la misma cantidad, mientras que en todo el códice hay un total de veintitrés recipientes. Cabe señalar que el decorado y la forma de los recipientes no fueron respetadas en la última parte, pues hay una menor cantidad de los recipientes que fueron decorados con una línea horizontal y medio círculo debajo de ésta, además hay más recipientes de una sola asa en la parte última que en todo el códice.

 

La última parte de tributos es la suma de las cabezas de los guajolotes; tanto Boban como el tlacuilo en todo el códice y en la última zona dan la misma cantidad de doce cabezas de estos animales como resultado.

Para cerrar esta zona de totales de tributos pagados por las diez localidades pintadas en el códice, aparece del lado izquierdo la cabeza orientada hacia la derecha del caudillo Joseph Jorgen, su nombre fue escrito arriba de la cabeza; frente a él hay tres cabezas de personajes masculinos también orientadas hacia la derecha, llevan en la parte de arriba el glifo pantli, lo cual se trata de un total de sesenta hombres, finalmente aparece lo que posiblemente sea una coa. Hay una glosa en español debajo de estas cabezas que explica esta escena:

 

sesenta yndios que hizieron y cultivaron

                                    las sementeras de Don Joseph Jorgen

porque era caudillo sin pagarles cosa alguna

 

Dado que las localidades antes mencionadas pertenecen a los alrededores de la cuenca de México, cabe la posibilidad de que sean las mismas que fueron registradas en nuestros documentos, pues de acuerdo con los investigadores arriba citados y la comparación entre sus textos y otras pictografías, se sabe que varias de estas localidades fueron tributarias del centro de México, o que por lo menos se mantenían relacionadas unas con otras. 

 

La misma investigación sobre las fuentes ha arrojado datos que concuerdan mucho con el contenido de estos códices, ya que el espacio geográfico que inicialmente se señaló como origen de estas pictografías tiene bastante relación con la escritura referida en ambos documentos, en cuanto a que se trata de una zona compuesta por una serie de lagos en los cuales desembocan las corrientes de algunos ríos aledaños, de esta manera el tributo de mayor cantidad pagado por estas localidades es pescado, que como es sabido en la cuenca había una gran variedad de especies de estos animales, además de que en el documento 028 aparecen algunas decenas de canoas por localidad, las cuales fueron utilizadas como medio de navegación en el lago, por lo tanto forman parte del tributo que mayor peso tiene. Como se ha dicho anteriormente, la comparación con otros documentos pictográficos registrados dentro del diccionario de códices del proyecto Amoxcalli, nos permitió identificar los glifos que aparecen a lo largo de nuestros documentos, es así que se puede hablar de animales como guajolotes y pescados, objetos culturales como, cántaros, canoas y monedas, personajes, glifos que representan algún valor numérico como, el centzontli y el pantli y la lectura de los diez topónimos contenidos en los códices.

 

Así, lo antes anotado sobre la posible localización de los topónimos en la cuenca de México y sus alrededores y la interpretación que se ha dado en general de estos documentos, en especial sobre la parte de la suma total de la recolección del tributo en efectivo y en especie, es el comienzo de un trabajo que pudiera aclarar el origen y la cantidad exacta pagada por las localidades de ambos códices, aunque es preciso apuntar que todavía hay mucho por investigar.

 

El estudio de estos documentos se apega al método del proyecto Amoxcalli, el cual se basa en la propuesta hecha por el doctor Joaquín Galarza, ésta consiste en ir de lo general a lo particular, hasta llegar a los elementos mínimos de significación. Los códices fueron divididos por zonas, asignándole una letra a cada una de ellas, para después dar a cada uno de los compuestos glíficos y glifos un número, con la intención de poder dar una interpretación de lectura. Finalmente las pictografías fueron divididas en un sólo relato y siete o diez escenas respectivamente.

 

El documento número 028, conocido como Contribuciones o tributos de Tlaxinican, Tlaylotlacan, Tecpanpa, etc., está dividido en siete zonas horizontales, cada una de estas dedicada a la recaudación de los tributos en especie y efectivo pagados por los habitantes de siete localidades, posiblemente localizados en el Valle de México.

 

La lista del pago de tributos comienza por la localidad de Tlaxincan. Primero se encuentra un grupo de nueve monedas; enseguida se trata de un pago en especie de ochenta pescados; el siguiente pago es de cuarenta y una canoas; por último se pintaron dos cántaros. Esta zona se encuentra incompleta de la parte del extremo superior derecho, este deterioro provoca que no se puedan ver los glifos de esta parte, aunque por la repetición de los glifos en cada una de las otras zonas, se puede apuntar que se trata de la cabeza de un guajolote y la de una gallina de castilla.

 

A partir de la siguiente zona, el tributo es el mismo, es decir, que el pago de tributo en efectivo y en especie para cada barrio, es de un total de nueve monedas, ochenta pescados, cuarenta canoas, un guajolote, una gallina de castilla y dos cántaros; la única diferencia entre las zonas, es el topónimo de los barrios, que son los siguientes:

Tlaylotlacan, Tecpanpa, Tenanco, Quecholac, Ayocalco y San niculas.

 

El documento número 108, conocido bajo el nombre Códice de tributos de Tlaxincan, Tlaylotlacan, Tecpanpa, etc., es de tema económico, ya que a lo largo de la tira se da cuenta de los tributos en especie y efectivo pagados por los habitantes de diez barrios localizados en el valle de México al caudillo Juseph Jurgen.

 

En la localidad de Tlaxincan aparecen cuatro merinos o alguaciles indígenas. Llevan por nombre M[art]in Ieronimo, M[art]in Ticahua,  M[art]in Feliciano y P[edr]o Mactol; frente a ellos aparece el topónimo del barrio de esta zona. Enseguida comienza el pago de cuarenta y cinco monedas; el siguiente tributo son ochocientos cuarenta pescados; la cuenta de los tributos sigue con tres cántaros que contienen pulque; finalmente deben pagar dos guajolotes. En la parte superior de esta zona fue escrita una glosa en español, en la que se lee lo siguiente:

 

                        todos los nonbres delos yndios q stan escritos y pintados

                        al principio desta pintura son los merinos y recogedores

                        q recogianlo en ella contenido de cada barrío

 

La zona de la localidad de Tlaylotlacan comienza con cuatro merinos o alguaciles indígenas, son P[edr]o Tlaxotecatl, Alonso Lopez, Alonso Xicomatecatl y Zacarias Tlacol; frente a ellos se observa el topónimo de este barrio; el siguiente compuesto glífico es el comienzo del pago de tributo, se trata de treinta monedas; enseguida se ven cuatrocientos sesenta pescados; el siguiente tributo en la lista son dos cántaros que contienen pulque; para finalizar con los tributos de esta zona, fueron pintadas dos cabezas de guajolotes.

 

En la zona correspondiente a Tecpanpa se pueden ver dos alguaciles indígenas, ellos son Miguel d[e] S[an]tiago y P[edr]o Tochtli; debajo de estos personajes aparece el topónimo de este barrio; enseguida se comienza con los tributos a pagar, son veintiocho monedas; luego aparecen cuatrocientos cuarenta pescados; también se observan dos cántaros que contienen pulque; por último se ve un par de cabezas de guajolote.

 

En la zona de la localidad de Tenanco aparecen cuatro alguaciles indígenas, estos son P[edr]o Xochihua, Sebastian Tezcacohuacatl, Xpoual Quecholacatl y Daniel d[e] S[an] Fra[ncis]co; frente a este último aparece el topónimo de este barrio; enseguida se ven cuarenta y cuatro monedas; posteriormente hay un pago de ochocientos sesenta pescados; el siguiente tributo son tres cántaros que contienen pulque y por último aparecen dos cabezas de guajolotes.

 

La zona de Quecholac comienza con cuatro merinos o alguaciles indígenas, son Mig[ue]l d[e] S[an] M[ate]o, Augustin Huitznauatl, Thomas Amiztlahto y P[edr]o Hueycalcanqui; frente a éste aparece el topónimo de este barrio; enseguida empieza la lista de tributos con treinta y dos monedas; el siguiente pago es de ochocientos veinte pescados; también aparecen tres cántaros que contienen pulque; para finalizar el pago de tributos en esta zona fueron pintadas dos cabezas de guajolote.

 

En la zona de la localidad de Ayocalco aparecen cuatro alguaciles indígenas, se llaman P[edr]o Toltecatl, Diego Nones, Thomas Chalchiuhtepehuan quien es el regidor y Domingo Xochicalcatl; es frente a este cuarto personaje que aparece el topónimo de este barrio; enseguida comienza el pago de tributos con una cantidad de treinta monedas; al lado de este tributo aparecen ochocientos veinte pescados; en la parte superior de esta zona se observan tres cántaros que contienen pulque; finalmente aparece un par de cabezas de guajolotes.

 

La zona que corresponde a San Niculas comienza con cuatro alguaciles indígenas, ellos son Andres Yoccan, M[art]in Cuetlaxcohuacatl, Miguel Xanchez y Juo[an] Xochicalcatl; frente al último personaje se lee el nombre del barrio, aunque en esta ocasión no aparece el topónimo del lugar; el tributo comienza con ochenta y tres monedas; después siguen ochocientos sesenta pescados; para finalizar los tributos de este barrio fueron pintados tres cántaros que contienen pulque.

 

La zona correspondiente a la localidad de Atlaca presenta tres alguaciles indígenas, ellos son P[edr]o Ycnotl, P[edr]o Yxcochilac y Juo[an] Cipac; frente a éstos aparece el topónimo del lugar; enseguida viene el tributo de nueve monedas; el siguiente tributo son dos mil pescados y finaliza el pago cuatro cántaros que contienen pulque.

 

En la zona que corresponde a la localidad de aparecen dos merinos o alguaciles, se llaman M[ate]o d[e] S[an] Fran[cis]co y Gabriel Quauh; frente a ellos está el topónimo del barrio; luego aparece el pago de tributo que son seis monedas y ochenta pescados.

 

En la última localidad que es Petlachiuh aparecen tres alguaciles indígenas, se llaman Thomas Chimalpanecatl, Nicolas Yohual y Miguel Xococ; frente a ellos aparece el topónimo del lugar; enseguida hay un tributo de once monedas; para finalizar se deben pagar sesenta pescados.

 

La última zona se trata de la suma de los tributos de los diez anteriores barrios, comienza con un pago de trescientas dieciocho monedas; le sigue un pago total de seis mil ochenta pescados; enseguida vienen veintidós cántaros, que como ya se ha dicho contienen pulque; posteriormente aparecen doce cabezas de guajolotes. Finalmente en la parte baja del documento aparece del lado izquierdo la cabeza del caudillo Juseph Jurgen, la cual está orientada hacia la derecha; frente a él se observan tres cabezas de personajes masculinos, se ven de perfil y orientadas hacia la derecha, estas portan el glifo pantli, es decir, que se trata de sesenta hombres; como último glifo aparece una coa o palo sembrador en posición vertical y debajo se lee una glosa en español que explica esta escena. A la derecha de la glosa hay un sello que dice:

 

                                    Collection E. Eug. Goupil á Paris          

                                    Ancienne Collection J. M. A. Aubin

 

De acuerdo con lo descrito dentro de estos documentos y con el aporte de las fuentes consultadas, nos podemos dar una idea de cómo era parte de la vida cotidiana en la cuenca de México, esto gracias a los productos naturales y objetos culturales que fueron tributados por estas diez localidades, pues esta información nos narra qué materiales y alimentos quizá eran originarios de estas zonas. Por otra parte, los glifos aquí contenidos nos hablan de una mezcla de escrituras, por un lado persiste la tradición de la escritura indígena y por otro se nota la introducción de nuevos caracteres de significación. Así, nos encontramos con un par de códices fechados para la etapa colonial, lo cual queda claro por la introducción de objetos ajenos al antiguo México.